Descripción: arbustos o pequeñas matas, en ocasiones trepadoras, generalmente con aguijones epidérmicos en tallos y ramas. Las hojas son compuestas, imparipinnadas, con estípulas soldadas a la base del pecíolo (adnadas); generalmente caducas, aunque hay especies con el follaje perenne. Pueden presentar o no glándulas, tanto en las hojas y ramas como en el fruto. La flor tiene 5 pétalos vistosos, rosáceos, rojos o blanquecinos y numerosos estambres. El fruto, desarrollado a partir del ovario ínfero, es carnoso, anaranjado o rojo, es de tipo cinarrodon, son los conocidos "tapaculos" o escaramujos.

Existen cerca de una veintena de especies en Navarra, algunas pertenecientes a grupos difíciles de distinguir. En bosques caducifolios es frecuente Rosa arvensis, caracterizada por los estilos soldados en una columna. el mismo carácter presenta R. sempervirens, de hojas perennes y lustrosas, que se encuentra en biotopos abrigados, en carrascales, madroñales o sotos. En espinares y setos abundan R. canina, R. agrestis, R. micrantha, R. squarrosa, R. blondeana, etc. y en bosques y matorrales del piso subalpino se encuentra R. pendulina.

Ecología: setos y espinares, orlas forestales, bosques; generalmente en suelos frescos y ambientes con cierta humedad; desde el piso colino al subalpino, pisos meso- y supramediterráneo; en zonas con ombrotipo seco se localizan en suelos con compensación edáfica.

Distribución: todo el territorio, aunque son más frecuentes en los dos tercios septentrionales.

Nomenclatura: Rosa L.