Desde el pasado martes 9 de noviembre estaba desaparecido el sargento del Ejército Ricardo Ayala Guarín. El uniformado había salido en la mañana de ese día a hacer ejercicio en las inmediaciones de la Brigada Novena, ubicada en Neiva, Huila y desde entonces su rastro era desconocido. El sargento desapareció el pasado martes luego de que sus compañeros de trabajo se percataron de su inasistencia en el Batallón.
El lugar donde apareció el sargento Ayala fue en la vereda Jerusalén, zona rural de Florencia, Caquetá, desde allí fue trasladado a una clínica de la capital del departamento. Luego de que fue encontrado, las primeras informaciones que se conocieron indicaban que el uniformado estaba adentro de una tula amarrada con una cadena con candado, con las manos y pies atados y signos de tortura.
“El paciente Javier Ricardo Ayala, sargento segundo del Ejército Nacional, fue atendido por el grupo médico, se le prestaron los servicios de primeros auxilios, fue valorado y en este momento se encuentra en el área de observación”, informó el doctor Carlos Hernán Calderón, quien está a cargo del uniformado en la Clínica Medilaser en Florencia, Caquetá.
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A través de redes sociales y diferentes medios de comunicación se inició una intensa búsqueda que este domingo terminó con su hallazgo. El militar ya había denunciado amenazas en su contra. En su lugar de trabajo habría presentado inconvenientes con otra persona, y aunque había puesto en conocimiento la situación la misma no tuvo trascendencia. La Policía señaló que ya investiga que hechos rodearon este intento de desaparecerlo.
“Una vez se tiene información del hallazgo del sargento segundo Javier Ricardo Ayala Guarín, en la vereda Jerusalén, del municipio de Florencia, Caquetá, desde el Huila fue enviada una comisión para conocer de su estado de salud y apoyar con las labores investigativas”, señaló el Ejército tras encontrar con vida al uniformado activo.
Una fuente militar le dijo al diario huilense La Nación que “El sargento se observa salir del Batallón Tenerife, las cámaras lo captan en pantalonetas negras y camiseta realizando deporte; la información que se tiene es que Ayala se presentó a las cinco de la mañana para la formación y el trote diario, pero ante la lluvia no se realizó la jornada, por lo que él se fue; a las 7:30 de la mañana debía retornar a la unidad, pero nunca lo hizo, pasaron las horas y fue entonces cuando sus familiares generaron la alerta”.