Es una planta sumamente decorativa que, hasta hace relativamente poco, era inusual en los hogares. Sin embargo y en apenas unos años esta planta, también llamada popularmente Tulipán de Siam, se ha convertido en una imprescindible. Un hecho que no solo responde a su singular belleza sino, también, a que los cuidados de la planta Cúrcuma nos ponen muy fácil disfrutar de esa exótica belleza que podemos disfrutar, sobre todo, en los meses de verano.
Antes de ver en detalle qué necesita, no está de más comprender por qué la planta Cúrcuma es tan singular. Aunque para nosotros su principal valor es ornamental, conviene saber que en sus países de origen tiene una finalidad bien distinta. Oriunda del Sudeste asiático, su cultivo responde a una razón fundamentalmente culinaria: sus rizomas se utilizan para elaborar múltiples platos. Y no solo eso: para las culturas de Asia, la planta Cúrcuma es un cultivo imprescindible para quienes se plantean cómo crear un huerto medicinal por sus múltiples beneficios para nuestro organismo.
Dejando a un lado sus usos, descubramos a fondo los cuidados de la planta Cúrcuma. La mejor garantía para poder tener entre nuestras plantas de interior a una que es, simplemente, irresistible.
- CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LA PLANTA CÚRCUMA
- 1. El riego, uno de los cuidados de la planta Cúrcuma más delicados
- 2. La humedad ambiental, fundamental
- 3. La luz, una necesidad para crecer y florecer
- 4. El suelo, un aspecto crucial en los cuidados de la planta Cúrcuma y de cara a trasplantar
- 5. La temperatura, algo que debemos mimar
- 6. El abonado, importante para ayudarla a florecer
- 7. Las plagas, algo que debemos controlar de cerca
CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LA PLANTA CÚRCUMA
Como sucede con otras exóticas, cuando investigamos los cuidados de la planta Cúrcuma solemos hacerlo motivados por la belleza de su floración. Sin embargo, es importante saber que la planta incluso sin flor tiene un importante carácter ornamental del que podemos valernos si nos preguntamos cómo decorar la casa con plantas. Sus hojas, alargadas y ovaladas, tienen una tonalidad verde clara sumamente brillante y caracterizadas por nervios bien marcados. Además de esto, es interesante saber que con los cuidados adecuados nuestra planta puede alcanzar el metro de altura. Unas dimensiones que la hacen todavía más llamativa.
Pero centrémonos en su principal atractivo. Como sucede cuando ahondamos en los cuidados de las Bromelias, sorprende saber que lo que identificamos como flor son en realidad las brácteas: unas hojas de color que protegen la auténtica floración. Una que surgen en el extremo de varas de carácter esbelto y que, por esta característica, resaltan todavía más entre el follaje.
1. El riego, uno de los cuidados de la planta Cúrcuma más delicados
Recordemos que es una planta de rizoma, por lo que hemos de regar con mucha cautela. Lo ideal es hacerlo de forma moderada, y manteniendo una cierta humedad constante en el sustrato en los meses de crecimiento. Tampoco es recomendable ese gesto tan característico de dejar agua en el plato inferior: podría pudrir nuestra planta.
Aunque cultivada en interior no suele perder sus hojas con la llegada del otoño, con la llegada de esta estación comenzaremos a descender gradualmente los riegos. Si las hojas amarillearan y desaparecieran ¡que no cunda el pánico! Nuestra planta no ha muerto sino que ha entrado en reposo vegetativo. Y nada de regar: no es conveniente hacerlo hasta que vuelva a ser primavera.
2. La humedad ambiental, fundamental
¡Podríamos decir que imprescindible! Dado que procede de climas selváticos, uno de los cuidados de la planta Cúrcuma supone recrear esa atmósfera húmeda que necesita.
Más allá de que podamos conseguirlo con un humidificador, hay otra alternativa también eficaz para que la planta Cúrcuma tenga humedad ambiental. Basta con colocar un plato con agua y una enmienda como la greda volcánica, que nos permita separar la base de la maceta de la parte húmeda.
3. La luz, una necesidad para crecer y florecer
Como buena planta tropical, necesita estar en un espacio con mucha luminosidad. Un aspecto que no solo influye en su bienestar general sino que es, además, imprescindible para que pueda florecer.
4. El suelo, un aspecto crucial en los cuidados de la planta Cúrcuma y de cara a trasplantar
Encontrar el equilibrio de humedad sin excesos es fundamental para el buen devenir de la planta Cúrcuma. Una razón de peso para utilizar siempre un sustrato para plantas verdes que favorezca, mediante su composición, la eliminación del agua sobrante de riego.
Considerar este aspecto es fundamental, sobre todo, de cara al trasplante. Una labor para la que no solo tendremos que saber cómo trasplantar una planta correctamente sino que, además, implica tener en cuenta dos aspectos importantes. El primero: que esta labor solo debe realizar cuando sea estrictamente necesario, y siempre a macetas de mayores dimensiones para permitir a su rizoma desarrollarse. Y, además de esto, crucial hacerle un buen drenaje: será clave para evitar el tan temido encharcamiento.
5. La temperatura, algo que debemos mimar
Y llegamos a uno de los cuidados de esta maravillosa planta que debemos mimar. Por sus orígenes tropicales, es una planta que no se lleva demasiado bien con las bajadas de termómetro. Es más: para tener bienestar, demanda un rango de temperatura entre los 17 y los 21 grados.
Aunque puede cultivarse en exterior en climas cálidos, es importante saber que el frío le pasa factura y que, en caso de heladas, tendremos que despedirnos de nuestra planta. Y ojo: tampoco le sienta bien el exceso de calor. En caso de que se registren más de 35 grados, tendremos que aumentar la humedad ambiental y ser más constantes con el riego.
6. El abonado, importante para ayudarla a florecer
Con la llegada de la primavera, la planta Cúrcuma comienza a rebrotar. Es el comienzo de un crecimiento que mantendrá hasta la llegada del otoño. Algo que conviene saber para ayudarla a florecer, nutriéndola con el fertilizante que precisa.
Para ello, lo ideal es utilizar un abono líquido para plantas verdes como parte de nuestra agua de riego una vez al mes, y sin excedernos en la cantidad indicada. Un detalle importante ya que un exceso de fertilizante puede jugar en su contra.
7. Las plagas, algo que debemos controlar de cerca
El último de los cuidados de la planta Cúrcuma que debemos tener en cuenta. Y es que esta preciosa planta tiene un enemigo natural que conviene tener a raya: el pulgón. Un insecto chupador que tendremos que controlar con un insecticida específico tan pronto como lo detectemos.
Y ahora que sabes cómo cuidar la planta Cúrcuma ¡disfrútala de cerca!