Santolina melidensis (Rodr. Oubiña & S. Ortiz) Rodr. Oubiña & S. Ortiz

Santolina melidensis (Rodr. Oubiña & S. Ortiz) Rodr. Oubiña & S. Ortiz es una especie que pertenece a la familia de las Asteraceae (=Compositae nom. cons.). Es un endemismo estrictamente gallego que vive en el centro de Galicia (NW de la Península Ibérica), en una zona de un reducido número de hectáreas en los límites entre los municipios de Santiso (SE de la provincia de A Coruña) y Palas de Rey (SW de la provincia de Lugo), en las cuencas del río Ulla y su afluente el río Seco, al S de Melide. Está siempre asociado a suelos con afloramientos serpentínicos de carácter ultrabásico, pertenecientes a la unidad geólógica de O Careón (complejo de Órdenes). Estos suelos serpentinizados son poco frecuentes, constituyendo menos del 1% de la superficie terrestre y aproximadamente un 0.2% de la superficie total de la autonomía gallega, dato que nos da idea de lo esacasos que son y lo importante que es conservarlos.

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Las poblaciones de la «Santolina de Melide» se ubican -en un gran porcentaje- dentro de los límites la Zona Especial de Conservación «Serra do Careón» (ZEC ES1110014), espacio protegido que está incluido en la Red Natura 2000. Su hábitat, geológicamente muy específico, ya limita de manera natural la extensión de sus poblaciones. Pero si añadimos transformaciones antrópicas como prados y otros cultivos, explotaciones forestales (pinos y eucaliptos), canteras y polígonos industriales, entre otras, tenemos una reducción drástica de su presencia. Otras causas de su declive poblacional son las urbanizaciones, la apertura de numerosas pistas o las concentraciones parcelarias. Por todo ello está considerada como especie «En peligro de extinción» en el «Catálogo gallego de especies amenazadas» (Decreto 88/2007 de 19 de abril, Diario Oficial de Galicia, DOG Núm. 89, Xunta de Galicia). A nivel mundial fue catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como «En Peligro Crítico». Exactamente igual de amenazados están otros endemismos serpentinícolas de la zona, como Armeria merinoi (Bernis) Nieto Fel. & Silva Pando, Centaurea gallaecica (M. Laínz) Arnelas & Devesa o Leucanthemum gallaecicum Rodr. Oubiña & S. Ortiz.

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Se trata de un arbusto perenne y postrado de 15-40 cm de altura, que presenta tallos de 2 tipos: vegetativos y floríferos. Los tallos vegetativos, también llamados «estériles», son verdosos, de glabros a glabrescentes, miden 2-15 cm de largo y están densamente dispuestos. Los floríferos, también llamados «fértiles» y que comienzan a crecer en el mes de mayo, miden 8-30 cm de largo, están ramificados sólo en su parte baja y son de postrados a erectos, por lo común patentes, claramente divergentes, con hojas en toda su extensión. Las hojas son alternas, de un color verde más o menos grisáceo o algo glauco, lineares, de enteras (o casi) a crenado-pectinadas. En concreto, las hojas de los tallos vegetativos se agrupan densamente en fascículos de 5-10 hojas (axilares), que son lineares de hasta 1 x 4 mm, enteras, subcilíndricas, tuberculado-denticuladas, con 20-70 segmentos subesféricos y apretados, glabras o casi, sésiles o con un peciolo de hasta 1 mm, y una hoja anexa al fascículo (axilante), llamativamente más grande que las hojas del fascículo, de hasta 1.5 x 7 mm, que puede ser plana con el margen revoluto, crenado-pectinada, con 6-12 segmentos de triangular-lanceolados de hasta 1 mm, o bien cilíndrica y crenado-dentada, con más de 50 segmentos elípticos, agudos, imbricados, dispuestos en 2 hileras en el mismo plano, opuestos y con un eje central visible, glabra o escasamente pilosa, con un peciolo de 3-5 mm. Con frecuencia esos fascículos están reducidos a una roseta de hojas dispuesta sobre una rama corta. Las hojas de los tallos floríferos ven reducido su tamaño y el número de segmentos hacia el extremo del tallo: las medias e inferiores son casi enteras de 0.5 x 4-8 mm, con pequeños segmentos más o menos oblanceolados, a veces pectinadas, con peciolos de 1-5 mm, y las superiores, laxamente dispuestas, son enteras de 1 x 2-4 mm, planas, con el ápice agudo, sésiles.

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Las flores, unas 100 de media por capítulo, se reúnen en numerosos capítulos solitarios, homógamos (todas las flores del mismo tipo, flosculosas en este caso), hemisféricos, de 7-12 mm de diámetro, sobre pedúnculos de 1 mm de grosor que se engrosan un poco en la base de dicho capítulo. Involucro de 5-11 mm de ancho, frecuentemente umbilicado de maduro, algo peloso, con las brácteas brácteas involucrales dispuestas en 3-4 series imbricadas. Dichas brácteas son triangular-lanceoladas, carenadas, verdosas con el ápice anaranjado más o menos oscuro, glabrescentes: las externas miden hasta 0.5 x 3 mm y tienen un margen escarioso-hialino muy estrecho y lacerado hacia el ápice, mientras que las medias e internas miden hasta 1.5 x 4 mm y su margen es similar pero más ancho. El receptáculo, más o menos convexo, cuenta con páleas (brácteas axilantes) que son lanceoladas de hasta 1 x 3 mm, planas o algo cóncavas, con el ápice redondeado-mucronado, algo pelosas. Flores pentámeras, actinomorfas, todas tubulosas (flósculos), hermafroditas, de un color amarillo más o menos anaranjado, con una corola tubular que se abre en 5 dientes iguales y triangulares de hasta 1 mm. Androceo con 5 estambres, que alternan con los dientes de la corola y se insertan lateralmente en el tubo de la misma, estando soldados por sus anteras para formar un tubo por el que pasa el estilo (típico de las compuestas). Gineceo bicarpelar, con un ovario ínfero y unilocular.

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Es frecuente observar sobre los capítulos de S. melidensis al coleóptero Heliotaurus ruficollis (Fabricius, 1781), tenebriónido florícola muy afín a las Compositae que se alimenta néctar, polen y pétalos, lo que hace de él una gran ayuda para la polinización cruzada. Hay que tener en cuenta que S. melidensis, como otras angiospermas, presenta autoincompatibilidad gametofítica parcial, que es una estrategia reproductiva que limita la capacidad de una planta hermafrodita para producir semillas por autopolinización.

Heliotaurus ruficollis Santolina melidensis

Heliotaurus ruficollis Santolina melidensis

Heliotaurus ruficollis Santolina melidensis

Heliotaurus ruficollis Santolina melidensis

Florece de junio a agosto. El fruto es un conjunto de aquenios más o menos similares, oblongos, subcilíndricos, de aproximadamente 0.5 x 2 mm, recorridos por 5 costillas poco marcadas, lisos y de un color pardo-grisáceo, careciendo de vilano.

Crece en claros de matorral, márgenes de camino, suelos removidos para labores agrícolas, taludes de pistas forestales o canteras, junto a otras especies pioneras vivaces, sobre suelos esqueléticos derivados de rocas serpentinizadas de carácter ultrabásico, pedregosos, poco profundos, de escasa fertilidad debido a un excesivo contenido en magnesio (desfavorable para el desarrollo vegetal por ser antagonista del calcio) y a un alto contenido en metales que en exceso son potencialmente tóxicos como el níquel (sobre todo), cobalto, cromo y manganeso, ya que hacen disminuir la cantidad de materia orgánica disponible. Todas estas duras condiciones han hecho que esta planta haya tenido que evolucionar para adaptarse y sobrevivir, como otras, por eso muchas de las especies que viven en esos suelos son endemismos. Como S. melidensis, que además elige zonas localmente termófilas, es decir, aquellas relativamente abrigadas, con más horas de pleno sol y a salvo de heladas invernales intensas. Su rango altitudinal abarca desde 300 hasta 450 m sobre el nivel del mar.

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Notas:

  • En el SE de Galicia, relativamente lejos de las poblaciones de S. melidensis (es decir, sin solapamientos), se puede encontrar el congénere Santolina semidentata Hoffmanns. & Link. Ambas especies se diferencian -entre otras cosas- en que la primera presenta un hábito erecto con tallos floríferos más o menos erectos, mientras que S. melidensis presenta un hábito postrado con tallos floríferos patentes y divergentes. S. semidentata tiene además una distribución mucho más extensa, comprendiendo el NW de la Península Ibérica, el S de la Cordillera Cantábrica, el Macizo Galaico-Leonés y -ya en Portugal- las montañas del E de Tras-os-Montes. Su rango altitudinal es más elevado, y oscila entre 700 y 1500 m.
  • Volviendo al tema de la conservación de la especie, hay que destacar las acciones realizadas por la Asociación Galega de Custodia do Territorio que, canalizando el esfuerzo de diversas asociaciones y particulares, y siguiendo el modelo de microrreserva, ha comprado y arrendando terrenos donde se registra la presencia de los endemismos serpentínicos citados, como S. melidensis. El plan se complementa con desbroces y eliminación de las especies introducidas (pinos y eucaliptos), con el fin de replicar las condiciones para que las especies en peligro puedan allí recuperar -o al menos mantener- sus poblaciones.

Santolina melidensis

  • No obstante, la situación de la flora serpentínica del entorno de Melide es complicada. Sólo si los vecinos de la zona se implican y -sobre todo- si las instituciones gubernamentales asumen sus responsabilidades (hacen que se cumpla la ley) y dan pasos constructivos en la dirección correcta, será posible conservar unos extraordinarios suelos serpentínicos y la valiosa flora asociada que albergan.
  • Hay antiguos registros de la presencia de S. melidensis en Santa María de Basadre, municipio de Agolada (NE de la provincia de Pontevedra), al S del río Ulla, que desgraciadamente no se han vuelto a localizar. Utopía: si bien esa zona está fuera de la ZEC «Serra do Careón» (pero anexa a ella por el S), se podría considerar el repoblar allí la especie con semillas de las poblaciones que quedan al N, a un par de km.
  • Hay mucha legislación en vigor que proporciona herramientas a los diferentes gobiernos, especialmente al autonómico gallego, para proteger de manera efectiva a todas las especies amenazadas de Galicia. Algunos ejemplos:
    • Apartado a) del artículo 10 del Decreto 88/2007 de 19 de abril, por el que se regula el «Catálogo gallego de especies amenazadas» (Xunta de Galicia): Tratándose de especies vegetales, la de cualquier actuación no autorizada que se lleve a cabo con el propósito de destruirlas, mutilarlas, cortarlas o arrancar ejemplares completos o parte de ellos, así como la recogida de sus semillas, polen o esporas y, en general, la destrucción de su hábitat.
    • El Decreto 37/2014 de 27 de marzo, por el que se declaran zonas especiales de conservación los lugares de importancia comunitaria de Galicia y se aprueba el Plan director de la Red Natura 2000 de Galicia (Xunta de Galicia), que en su artículo 22 dice en algunos de sus puntos: 1) La gestión de los espacios y componentes de la biodiversidad comprendidos en el ámbito de aplicación de este decreto tendrá como objetivo alcanzar un nivel de protección elevado, teniendo presente a diversidad de situaciones existentes en los distintos espacios y territorios. Se basará en los principios de cautela y de acción preventiva. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costes para impedir la degradación del medio. 2) Se fomentará la utilización de los componentes naturales del espacio de un modo y a un ritmo que no ocasione la merma a largo plazo de la biodiversidad, de modo que se aseguren las posibilidades de satisfacer las necesidades y las aspiraciones de las generaciones actuales y futuras (…) 6) Se dará preferencia a las medidas de conservación, preservación y recuperación de las especies silvestres de flora y fauna, haciendo especial hincapié en aquellas consideradas como protegidas por normativas internacionales, comunitarias, nacionales o gallegas. 7) Se concederá prioridad a las especies de interés para la conservación, a las especies endémicas o que posean un área de distribución limitada, así como a las especies de fauna migratoria.
  • Leyes aparte, es también muy necesario desarrollar planes de educación ambiental que den a conocer los valores naturales de la zona, tanto geológicos como botánicos, tanto a residentes como a visitantes. En esta línea, sería conveniente implicar a las comunidades educativas y culturales del entorno de Melide para hacerlos copartícipes de unas tareas de conservación en las que deberían tener un papel importante.

Santolina melidensis

Santolina melidensis

Sinónimos de Santolina melidensis (Rodr. Oubiña & S. Ortiz) Rodr. Oubiña & S. Ortiz:

  • Santolina rosmarinifolia subsp. melidensis Rodr. Oubiña & S. Ortiz
  • Santolina semidentata subsp. melidensis (Rodr. Oubiña & S. Ortiz) López Udías & al.

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