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Flor silvestre 63 (Chaguaramo) [Wild

flower 63 (Chaguarama palm)]


(Roystonea venezuelana)
 

Final del formulario

Lugar: Finca La Pomarrosa, Barlovento, centro norte de Venezuela. Esta foto presenta
simultáneamente cuatro fases de la floración de esta especie, a saber: flor en capullo,
flor saliendo del capullo, flor abierta y flor marchita.

Place: La Pomarrosa Farm, Barlovento, north centre Venezuela. This photo shows
simultaneously four flowering phases of this species, namely: flower bud, opening
flower bud, opened flower bud and withered flower.

Sobre este árbol tan venezolano he escrito lo que sigue.


Con los nombres indígenas de chaguaramo o mapora (Roystonea oleracea, conocida
anteriormente como Roystonea venezuelana) se designa en Venezuela una palma
autóctona que llega a crecer muy alto. Durante algún tiempo se creyó que era la palma
americana de mayor tamaño, pero hoy se sabe que esa posición corresponde a la palma
de cera que se da en las montañas andinas y de la cordillera de la Costa. Al respecto,
Jesús Hoyos especificaba, en efecto, que «nuestro chaguaramo fue descrito por primera
vez en 1763 por Joseph Jacquin, director de los jardines imperiales de Viena y lo definió
como “la más alta de las palmas americanas”. Actualmente sabemos que en América
existen palmas mucho más altas, como la “palma de cera”, Ceroxylum quindinuense,
planta emblemática de Colombia, que llega a medir hasta 50 m de alto, en tanto que la
altura de la Roystonea oleracea fluctúa entre 20 a 40 m» (Hoyos, 2003, p. 22).
De la «voz indígena de origen aruaco» mapora se derivaría el nombre de Mamporal,
capital del municipio Buroz de Barlovento, que equivaldría a «lugar poblado de
maporas» (Salazar, 1993, p. 33), es decir, de chaguaramos. Es de señalar, por otra parte,
que el nombre científico genérico de Roystonea tiene una connotación que podría
calificarse de oprobiosa para los pueblos caribeños, ya que «recuerda al general Roy
Stone (1836-1905), quien dirigió el ejército norteamericano en la isla de Puerto Rico
durante la guerra hispanoamericana» (Hoyos, 2003, p. 22), la cual tuvo como una de sus
consecuencias la anexión de dicha isla por los Estados Unidos como un protectorado de
ese país, situación que, a diferencia de lo ocurrido con Cuba, se mantiene hasta la
actualidad bajo la figura de un ficticio «Estado libre asociado». No resulta extraño, por
lo demás, que haya muchas plantas tropicales con nombres científicos extranjerizantes,
ya que en el pasado era frecuente que su descripción inicial la hicieran personas de otras
latitudes como el referido Jacquin, algunos de ellos muy poco consustanciados con la
historia, tradiciones e idiosincrasia de nuestros pueblos.
Como es bien sabido, el principal uso del chaguaramo es ornamental, lo cual era
resaltado en su momento por Codazzi, con un dejo aparentemente crítico, cuando
comentaba que «la palma chaguarama crece salvaje en las llanuras que sólo están de
100 a 300 varas sobre el nivel del mar; pero ha sido transplantada a la altura de 1.100
por puro adorno, a causa de sus formas elegantes y majestuosas» (Codazzi, 1960 [1841],
Volumen I, p. 95). Aunque Codazzi la llamó palma chaguarama en el párrafo transcrito,
Gonzalo Picón Febres —en alusión velada no a Codazzi sino a Julio Calcaño, con quien
solía polemizar agriamente— sostenía que «nadie le dice chaguarama. Palmas son
también el coco y el corozo, y jamás fueron llamadas la coca ó la coroza. El árbol,
masculino, triunfa sobre la palma, femenino. Jamás he oído decir, ni á literatos ni á
patanes: “Me senté á la sombra de una moriche”, sino de un moriche. En las
inmediaciones de Caracas hay un hermoso sitio cuyo nombre es Los Chaguaramos y nó
Las Chaguaramas» (Picón, 1964 [1912], p. 102). Pero si bien es una verdad sin
discusión que la mayoría de los árboles llevan nombres masculinos, hay casos en que
son femeninos —como la acacia, la guarema, la rosa de montaña, la vera, la yagua y
otros más—, o bien admiten los dos géneros —caoba y caobo, carapo y carapa, ceiba y
ceibo—, debiendo señalarse que en Venezuela hay igualmente muchos pueblos
denominados Chaguaramas (incluido uno en el Municipio Pedro Gual de Barlovento),
al igual que hay Las Chaguaramas, La Chaguarama, Cumbre de las Chaguaramas,
Chaguarama de la Horqueta, Chaguarama de Loreto y Chaguarama de Sotillo (Casale,
1997, p. 182-183), del mismo modo que mapora, el otro nombre del chaguaramo, es sin
duda femenino.
El chaguaramo, según Hoyos, «también se conoce con el nombre de Palma Real, por ser
considerada, en tiempos coloniales, como símbolo de realeza. Solamente los llamados
“nobles” tenían el privilegio de sembrarla y únicamente podían disponer de dos palmas
reales en el patio-jardín o en la entrada de la casa. Esto se puede observar aún en
algunas casas coloniales de cierto rango social, como la Quinta Anauco, en Caracas, que
perteneció al marqués del Toro» (Hoyos, 1985, p. 164). Pittier, al igual que los
especialistas anteriores, centraba sus comentarios sobre el chaguaramo no tanto en sus
acostumbradas descripciones botánicas, sino más bien en los aspectos socioculturales
cuando afirmaba que era una «palmera alta, de tallo ventricoso, coronado por un
hermoso penacho de hojas largas y pinatisectas. Además de formar un rasgo
característico de ciertos distritos de la tierra caliente y templada, está cultivada con
mucha frecuencia como planta de adorno y es familiar a todos los venezolanos» (Pittier,
1970 [1926 y 1939], p. 226).

Bibliografía citada

Casale, Irma. 1997. «La fitotoponimia de los pueblos de Venezuela». Ediciones de la


Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela. Caracas.

Codazzi, Agustín. 1960 [1841]. «Obras escogidas». Volúmenes I y II. Ediciones del
Ministerio de Educación. Caracas.

Hoyos, Jesús. 1985. «Flora emblemática de Venezuela». Petróleos de Venezuela.


Caracas.

Hoyos, Jesús. 2003. «Chaguaramo, mapora o palma real». En: Natura. N° 122. Sociedad
de Ciencias Naturales La Salle. Caracas.

Pittier, Henri. 1970 [1926 y 1939]. «Manual de las plantas usuales de Venezuela y su
suplemento». Fundación Eugenio Mendoza. Caracas.

Picón Febres, Gonzalo. 1964 [1912]. «Libro raro». Biblioteca de Autores y Temas
Merideños. Mérida.

Salazar Quijada, Adolfo. 1993. «Onomatología mirandina (Origen y significado de los


nombres de sus capitales, municipios y parroquias)». Biblioteca de Autores y Temas
Mirandinos. Los Teques. 

Roystonea oleracea
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Chaguaramo,
mapora, palma
real[1] [2]
Individuo juvenil de
Roystonea oleracea
en San Antonio de Los
Altos, estado
Miranda, Venezuela.

Estado de
conservación

Estado de
Conservación[3]

Clasificación científica

Reino: Plantae

Magnolioph
División:
yta

Clase: Liliopsida
Orden: Arecales

Familia: Arecaceae

Subfamili
Arecoideae
a:

Roystoneae[
Tribu: 4]

Roystoneina
Subtribu:
e

Género: Roystonea

Especie: R. oleracea

Nombre binomial

Roystonea oleracea
(Jacq.)O.F.Cook

Distribución

Distribución de
Roystonea oleracea

Variedades[5]

R. oleracea var.
oleracea

R. oleracea var.
jenmanii

Sinonimia

 Areca oleracea
Jacq. Select.
stirp. amer. hist.
1:277, 1763.

 R. caribaea
(Spreng.)
Wilson, Syst. veg
2: 140. 1825.

 R. oleracea var
excelsior
L.H.Bailey
Gentes Herb. 3:
369. 1935,
nomen superfl.

 R. venezuelana
L.H.Bailey
Gentes Herb.
8:124 1949.

El chaguaramo (Roystonea oleracea), es una palmera del género Roystonea.[6] Tiene su


origen en la región del mar Caribe y se encuentra distribuida además en Venezuela. Es
una planta de gran porte, de hasta 40 m de altura y muy apreciada por su gran valor
ornamental por lo cual ha sido cultivada en muchos países.[6] [7] Individuos de esta
especie son los que tienen mayor altura y mayor diámetro caulinar del género.[6]

Es el árbol emblemático del estado venezolano Yaracuy.[7] [8] [9] El epíteto oleracea
significa vegetal o verdura, y es usado por el latín botánico para referirse a plantas
cultivadas o alimenticias, como en Brassica oleracea (el repollo), Spinacia oleracea (la
espinaca) y Portulaca oleracea (la verdolaga). El basónimo (nombre científico original)
de esta palmera es Areca oleracea.[10]
Contenido
[ocultar]

 1 Descripción
o 1.1 Raíz

o 1.2 Tallo

o 1.3 Hoja

o 1.4 Inflorescencia

o 1.5 Flor

o 1.6 Fruto y semilla

o 1.7 Diferencias en la estructura vegetativa con R. regia

 2 Ecología

o 2.1 Plagas

 3 Propagación

 4 Estado de conservación

 5 Taxonomía

o 5.1 R. oleracea var. jenmanii

 6 Otros datos

o 6.1 Usos

o 6.2 Su curiosa historia en Brasil: la Palmera Imperial

 7 Referencias

o 7.1 Bibliografía

 8 Enlaces externos
Descripción [editar]

Detalle de la forma del tronco de un ejemplar de Roystonea oleracea.

Raíz [editar]

Las raíces de R. oleracea, así como en la mayoría de las palmeras, son adventicias, es
decir, que no son raíces surgidas de otras raíces, estas raíces surgen en la parte inferior
del tallo; dichas raíces solo se alargan cuando están cubiertas por el suelo. Son gruesas y
ramificadas, las raíces jóvenes tienen pelos absorbentes.[6]

Tallo [editar]

El tronco es solitario o monocaule, de color gris, inerme (sin espinas), liso, de


crecimiento ortotrópico (vertical); en ocasiones llega a tener formas variadas: columnar,
cónico, en forma de botella, con la base hinchada o con ensanchamientos a diferentes
alturas del tallo, tiene anillos que son vestigios de hojas caídas.[7] Puede llegar a una
altura de 40 m; hay un reporte de un ejemplar de R. oleracea de 40,8 metros de altura.[11]
El diámetro puede ser de 45 a 66 cm.[6]

Hoja [editar]

Las hojas son compuestas y pinnadas en número de 18 a 15, alternas y crecen de manera
espiralada, se agrupan a manera de corona o copete al final del tallo, son curvadas y
sustentadas por un capitel cilíndrico de color verde brillante (formado por la vaina
foliar, es decir, la base de las hojas), no cuelgan mucho de la horizontal; son hojas
compuestas, pinnadas, de color verde oscuro en la cara superior (haz) y ligeramente
plateadas del inferior (envés). El raquis de las hojas mide de 2 a 4 m de largo. Los
foliolos, en número de unos 200 agrupados en dos hileras, miden de 80 a 100 cm de
largo por 3 a 4 cm de ancho, generalmente encorvados hacia abajo. Estos foliolos están
dispuestos en varios planos (aunque algunas fuentes señales que es solo en un plano).[12]
Posee capitel y puede llegar a medir hasta 2 m.[6] Los peciolos de las hojas son robustos
de unos 76 cm de largo. Al secarse la hoja se desprende del tronco junto a la vaina.[7]

Inflorescencia [editar]

Las flores se reúnen en inflorescencias de tipo panícula, infrafoliares (es decir, que se
desarrollan por debajo del capitel, o sea, debajo de las vainas de las hojas), de color
blanco cremoso, que son varias veces ramificadas, y que antes de su apertura están
envueltas en una espata, por lo que se dice que es una inflorescencia intrafoliar.[6] Dicha
espata es verde antes de abrir, luego toma color castaño oscuro y se desprende al
comenzar la florescencia. Las inflorescencias aparecen a manera de corona en la unión
del tronco grisáceo con la vaina foliar en el ápice del tallo.[12] Las raquillas son
onduladas.[6]

Flor [editar]

Tiene flores unisexuales, ambos sexos están en la misma planta, pero separados, por lo
que es diclino-monoica; entre dos flores masculinas (estaminadas) suele haber una
femenina (pistilada).[6] Los estambres se hallan en número de 6 a 9 en cada flor. El
ovario es súpero (se desarrolla por encima del cáliz).[6]

Fruto y semilla [editar]

Los frutos son drupas, con sépalos persistentes, verdosos al principio, pero de marrones
a morados al madurar; oblongos, carnosos, de 15 a 18 mm de largo por 12 a 14 mm de
ancho. Contienen una semilla elíptica, dura y aceitosa. Esta planta florece y fructifica
durante todo el año.[7]

Diferencias en la estructura vegetativa con R. regia [editar]

R. oleracea es muy parecida a R. regia en muchos aspectos (algo coherente al ser del
mismo género) y al ser R. regia la más conocida y cultivada a primera vista se puede
tender a confundirlas, sin embargo, hay ciertos detalles que permiten distinguirlas a
primera vista. La rigidez de los foliolos es quizá la diferencia más evidente entre ambas.
[2]

R. oleracea R. regia

Las hojas son de color verde oscuro. Las hojas son de color verde pálido.

Disposición de foliolos de manera muy densa y Disposición de foliolos de manera más


doblados. espaciada y rígidos.

Plántulas (individuo juvenil) con vainas y hojas de


Plántulas con vainas y hojas de color verde.
color morado.
Ecología [editar]

R. oleracea es nativa de las Antillas Menores, Barbados, Trinidad y Tobago, norte de


Venezuela y noroeste de Colombia.[6] [2] [7] [13] Ha sido naturalizada en la región de las
Guayanas.[6] Normalmente está asociada a terrenos de una gran fertilidad y un elevado
nivel freático. Al sur del estado Portuguesa y en el de Yaracuy, en Venezuela, se
encuentran densas colonias de esta especie que es llamada por los locales maporal.[1] Se
encuentra de forma natural en Venezuela en los estados de Portuguesa, Cojedes,
Monagas, Sucre, Bolívar, Táchira, Miranda y Yaracuy.[1] Ejemplares que crecen en la
Plaza Bolívar de la ciudad de Mérida, a 1.641 m de altitud, representan probablemente
la ubicación más elevada de esta palma.[7] Su tronco a menudo está cubierto por un
liquen grisáceo y frecuentemente se adhieren a este bromeliáceas, como por ejemplo
Tillandsia recurvata.[7]

Ara ararauna en tronco muerto de Roystonea sp.

Es protandro, o sea, que las flores masculinas maduran primero que las femeninas.
Produce abundante néctar y polen.[6] Los principales polinizadores de esta planta son los
himenópteros de la familia Apidae, entre los que se encuentran las "abejas sin aguijón"
o "pegones" (Trigona sp.) y las abejas (Apis sp.).[2] [6] Es importante resaltar que florece
durante casi todo el año.[2]

Algunas especies de murciélagos y aves se alimentan de los frutos, como por ejemplo el
murciélago Artibeus lituratus palmarum y las aves Steatornis caripensis y Thraupis
palmarum, por lo que posiblemente éstos lleven a cabo la dispersión de las semillas.[14]

Plagas [editar]

En su estado natural es poco atacada por las plagas, sin embargo en Caracas, Maracay,
Valencia y otras ciudades de Venezuela se ha informado del ataque de la larva de la
mariposa Brassolis sophorae. Dicha larva se alimenta de las hojas dejando sólo el
raquis. Esta especie parece particularmente expuesta a dicha plaga, ya que en 1992 hubo
un ataque de esta plaga en Caracas y en el noreste de dicha ciudad todos los individuos
fueron atacados vorazmente.[2]
Además, se ha detectado que también es propenso al ataque del coleóptero
Rhynchophorus palmarum, pues los ejemplares adultos taladran profundos agujeros en
los tallos y depositan allí sus huevos donde se desarrolla la larva.[15] Además ese insecto
es vector del nemátodo Bursaphelenchus cocophilus, agente causal de la enfermedad del
anillo rojo que causa irremediablemente la muerte del árbol.[5] [16]

Propagación [editar]

Se propaga sexualmente, es decir a través de semillas que germinan en un lapso que va


de 2 a 6 meses, presenta una germinación muy irregular y con bajo porcentaje de
emergencia.[2] [5] [17] Presenta una postgerminación muy marcada, pues la mayoría de las
semillas emergen luego de que las primeras lo hacen, lo que ocurre durante un largo
período.[18]

Entre los factores determinantes que afectan la germinación están la madurez del fruto,
la presencia del pericarpio, el tiempo de almacenamiento, el remojo de la semilla y la
temperatura, que debe ser de 24-30 °C en promedio. Los mejores porcentajes de
germinación son con semillas de frutos bien maduros sin pericarpio y remojadas de 2 a
4 días.[2] [17] La viabilidad de las semillas va de 4 a 6 semanas.[19]

Tiene un crecimiento relativamente rápido.[5] También resalta que, al florecer durante


buena parte del año, es capaz de producir miles de semillas.[2] Su ardua labor de
propagación se ve recompensada por su longevidad, pues por ejemplo, la Palma Madre,
en Brasil, fue alcanzada por un rayo y murió a los 165 años.[2] [20] Se estima que su vida
pueda llegar fácilmente a los 200 años con los cuidados necesarios.[2]

Estado de conservación [editar]

La especie no está registrada en el catálogo de especies amenazadas de la UICN,[21] pero


se encuentra listada en el Libro Rojo de la Flora Venezolana en su edición del año 2003
como especie en estado de conservación vulnerable.[3] También se encuentra amenazada
en Colombia en la región Orinoquia.[13]

La destrucción del hábitat para el desarrollo de actividades es la principal amenaza para


esta especie, especialmente en estados industriales de Venezuela como lo son Falcón y
Carabobo. La población es relativamente pequeña en los ambientes naturales donde
crece, ya que al crecer en zonas de alta fertilidad y humedad se convierte en obstáculo
para las labores de cultivo. Además se tiene conocimiento acerca de la extracción de
juveniles para ornato en desarrollos urbanos; esto puede disminuir su población en
forma drástica en el futuro.[cita requerida] en el Estado Cojedes se extrae un líquido de su
cogollo para dolores, lo que implica liquidar el individuo ya que es monopódico.[1] [3]

Taxonomía [editar]

La especie fue descrita por Nikolaus von Jacquin en 1763 como Areca oleracea.[10] En
1838, Carl Friedrich Philipp von Martius la transfirió al género Oreodoxa como O.
oleracea. Berthold Carl Seemann la transfirió posteriormente al género Kentia en 1838.
[22]
En 1900 Orator F. Cook propuso un nuevo género para todas las palmas reales,[23] y
movió esta especie de Oreodoxa a Roystonea el siguiente año.[24]
En 1825 Curt Polycarp Joachim Sprengel describió Euterpe caribaea, citando A.
oleracea como un sinónimo. En 1903 Carl Lebrecht Udo Dammer y Ignatz Urban
transfirieron esta especie al género Oreodoxa. Percy Wilson la movió a Roystonea en
1917. Liberty Hyde Bailey describió Roystonea venezuelana en 1949 basado en una
colección de Julian Steyermark. En su monografía de 1996 sobre el género Roystonea,
Scott Zona reportó que para él fue "imposible hallar alguna diferencia morfológica o
molecular consistente entre los dos taxa", y ubicó a R. venezuelana como sinónimo de
R. oleracea.[6]

El género Roystonea está ubicado en la subfamilia Arecoideae y en la tribu Roystoneae.


[4]
En 2008, aparecieron estudios no basados en la filogenia molecular del género
Roystonea, pero la relación entre R. oleracea y el resto del género aún es incierta.[4] [6]

R. oleracea var. jenmanii [editar]

Basado en plantas cultivadas del Jardín Botánico en Georgetown, Guyana (para ese
entonces Guayana Británica), John Frederick Waby describió Oreodoxa regia var.
jenmanii en 1919. La diferencia de esta variedad es que mantiene los foliolos en un
ángulo menor de 45° respecto a la horizontal. En 1935 Bailey describió R. oleracea var.
excelsior basado en especímenes recolectados de los Jardines Botánicos de Georgetown.
Hyde citó el nombre de la variedad descrita por Waby como un sinónimo no publicado
de R. oleracea var. excelsior, aunque aparentemente ignoraba que el nombre puesto por
Waby era un nombre válido publicado. En 1996 Zona propuso una nueva combinación,
R. oleracea var. jenmannii para corregir el error de Hyde y para actualizar el nombre
que había puesto Waby. Además notó que esta variedad, que solo es conocida en
cultivo, no difiere de las características florales y frutales.[6]

Otros datos [editar]

En Venezuela esta especie fue escogida como árbol emblemático del Estado Yaracuy.
Roystonea oleracea se conoce en Venezuela con diversos nombres vulgares siendo el
más generalizado el de chaguaramo, vocablo al parecer vernáculo que, por razones
políticas, sustituyó el nombre antillano palma real, a mediados del siglo XIX. El
nombre Palma Real viene porque en la época colonial era considerada símbolo de
realeza.[7] Solamente los llamados "nobles" tenían el privilegio de sembrarla y
únicamente podían disponer de dos de estas en el patio-jardín o en la entrada de la casa.
[cita requerida]
Esto se puede observar aún en algunas casas coloniales de cierto rango social,
como en la Quinta Anauco, en Caracas.
Monumento de la India, Avenida Páez, El Paraiso, Caracas, con el típico chaguaramo fielmente
representado.

Altar de la Patria, Campo de Carabobo, adornado al fondo con R. oleracea.

Venezuela es quizás, el único país en donde ha sido erigido una estatua en honor a R.
oleracea.[7] Este monumento existe en la urbanización La Paz, en el Paraíso, Caracas. Es
conocido como la Estatua de la India; obra del escultor maturinés Eloy Palacios (1911),
originalmente concebida como parte del Monumento a la Batalla de Carabobo. A pesar
de ello dicho monumento está adornado con ejemplares reales de R. oleracea. El
historiador Gil Fortoul al referirse a este monumento dice:

"...En las llanuras venezolana destaca esbelto y elegante su triunfal penacho, ha inspirado la
feliz idea de sustituir la columna clásica con tres palmas unidas recordando la bellísima leyenda
india que pone en el penacho de la palma la habitación de sus dioses".

Gil Fortoul

Se ha hecho famoso por su vistosidad en unas plantaciones en el valle de la Población


de El Consejo, en el estado Aragua. Esas plantaciones que parecen unir la vieja carretera
con la Autopista Caracas-Maracay, tienen ya un siglo de existencia.[7]
Usos [editar]

Esta planta se cultiva principalmente por ser un extraordinario elemento ornamental,


particularmente cuando se planta formando hileras paralelas a lo largo de avenidas o
parques.[2] [7]

Entre los campesinos las hojas tienen múltiples aplicaciones en la construcción de


ranchos y los pecíolos, divididos en tiras, los usan para los amarres de los carrizos en las
viviendas rústicas.[6] Los frutos por contener abundante aceite son alimento de primera
para el ganado porcino.[7]

De la densidad de población de chaguaramos, que crecen en las zonas costeras de los


estado Yaracuy y Carabobo, el famoso explorador Karl Ferdinand Appun (1871) cuenta
que, "además de usar las hojas tiernas en la elaboración de encurtidos, la clase sobre
colecciona cuidadosamente enrollada la base coriácea de los pecíolos. Aplasta con
piedra su lado convexo para aplanarla y secarla al sol para luego usarla bajo el nombre
de 'yagua', en las paredes de los ranchos".[7]

Su curiosa historia en Brasil: la Palmera Imperial [editar]

El primer ejemplar de R. oleracea en llegar a Brasil fue aclimatado por los franceses en
el jardín botánico La Gabrielle, instalado en Guayana Francesa, y después fue llevado al
Jardin de Pamplemousse en las Islas Mauricio.[25] Luego fue obtenido clandestinamente
por el oficial de la Armada Real Luiz de Abreu Vieira e Silva, que lo llevó a su
majestad Juan VI.

Palmeras imperiales en el Jardín Botánico de Río de Janeiro.

Este primer ejemplar de Roystonea oleracea, la Palma Madre, fue plantado en el Jardín
Botánico de Río de Janeiro por el príncipe regente Juan VI, en 1809.[26] [27] De esta
manera pasó a ser conocido en ese país como la Palmera Imperial.[20]

De este ejemplar plantado en 1809, se dice, descienden todas las R. oleracea de Brasil,
y le da su denominación de Palma Madre. Esta fue alcanzada por un rayo en 1972.
Tenía en aquella época 38,7 m de altura.[20] El tronco fue preservado y se encuentra en
exposición en el Museo Botánico de Río de Janeiro.[20]
Referencias [editar]
1. ↑ a b c d R. Duno, G. Aymard, O. Huber, (2007), "Catálogo anotado e Ilustrado de la
Flora Vascular de los Llanos de Venezuela", Fundación Empresas Polar, ISBN 980-379-
157-5
2. ↑ a b c d e f g h i j k l August Braun (1996). El Chaguaramo, sus afinidades, sus
características. Litho-Tip. ISBN 980-262-492-6.

3. ↑ a b c «Libro Rojo de la Flora Venezolana, 1ra edición» (en español). Consultado el


29/5/2009.

4. ↑ a b c Roncal, Julissa; Scott Zona; Carl E. Lewis (2008). «Molecular Phylogenetic Studies


of Caribbean Palms (Arecaceae) and Their Relationships to Biogeography and
Conservation» The Botanical Review. Vol. 74. n.º 1. pp. 78–102. DOI 10.1007/s12229-
008-9005-9.

5. ↑ a b c d Jesús Hoyos y August Braun, (2001), "Palmas en Venezuela", Sociedad de


Ciencias Naturales La Salle, ISNB: 980-235-036-2

6. ↑ a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q Zona, Scott (December de 1996). «Roystonea (Arecaceae:


Arecoideae)» Flora Neotropica. Vol. 71. pp. 1–35.

7. ↑ a b c d e f g h i j k l m n Jesús Hoyos F. (1985). "Flora Emblemática de Venezuela". Editorial


Armitano, Caracas. ISBN 980-216-008-3

8. ↑ «Gobierno en Línea: Estado Yaracuy» (en español). Centro Nacional de Tecnología


de Información. Consultado el 29/5/2009.

9. ↑ «Estado Yaracuy» (en español). Red Nacional Escolar. Consultado el 29/5/2009.

10. ↑ a b Jacquin, Nicolai Josephi (1763). Selectarum Stirpium Americanarum Historia, in


Qua Ad Linnæanum Systema Determinatæ Descriptæque Sistuntur Plantæ Illæ, Quas in
Insulis Martinica, Jamaica, Domingo, Aliisque et in Vicinæ Continentis Parte Observavit
Rariores; Adjectis Iconibus in Solo Natali Delineatis, p. 278.

11. ↑ Hughes, G (1750). The natural hystory of Barbados.

12. ↑ a b José Antonio del Cañizo (2002). Palmeras. Ediciones Mundi-Prensa. ISBN 84-
7114-989-3.

13. ↑ a b Kerman B., Monje C., Hildebrand P., 2006, "Report on Tropical Forest and
Biological Diversity, USAid/Colombia Country Strategy Statement FY 2006 to 2010" Ver
documento

14. ↑ Zona S. & Henderson A., 1989, "A review of animal-mediated seed dispersal of
palms. Selbyana 11:6-21

15. ↑ Rodolfo Bastidas y Yanet Zavala (1995). Principios de Entomología Agrícola.


Ediciones Sol de Barro. ISBN 980-245-006-5.

16. ↑ «Bursaphelenchus cocophilus pest information» (en inglés). Robin M., Gilblin-Davis,
Paul S. Lehman Renato Inserra. Consultado el 30/5/2009.

17. ↑ a b Norberto Maciel, (2001) "Emergencia de la Palma Real Venezolana en Función de


Condiciones Variables del Fruto y la Semilla", Revista Bioagro 13
18. ↑ "El Cultivo de Palmas en el Trópico", Tipografía Cervantes. Caracas, año 1988 67p.

19. ↑ "Palms Throughout The World". Smithsonian Institution Press. 1994

20. ↑ a b c d Palma Mater Jardim Botânico do Rio de Janeiro

21. ↑ Búsqueda de Roystonea oleracea en la lista roja del IUCN, en inglés.

22. ↑ «Roystonea oleracea». Royal Botanic Gardens, Kew: World Checklist of Selected
Plant Families. Consultado el 7/4/2009.

23. ↑ Cook, O.F. (1900). «The Method of Types in Botanical Nomenclature» Science. Vol.


12. n.º 300. pp. 475–81. DOI 10.1126/science.12.300.475. PMID 17750859.

24. ↑ Cook, O.F. (1901). «A Synopsis of the Palms of Puerto Rico» Bulletin of the Torrey
Botanical Club. Vol. 28. n.º 10. pp. 525–69. DOI 10.2307/2478709.

25. ↑ D'ELBOUX, Roseli Maria Martins. Uma promenade nos trópicos: os barões do café
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26. ↑ JOBIM, Leopoldo C. Os Jardins Botânicos no Brasil Colonial. Lisboa: Biblioteca do


Arquivo do Museu de Lisboa, v. 2, n° 1, 1986, p.91

27. ↑ DEAN, Warren. A ferro e fogo: a história da devastação da Mata Atlântica brasileira.
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Bibliografía [editar]
 Jesús Hoyos F.(1985). Flora Emblemática de Venezuela. Editorial Armitano, Caracas.
ISBN 980-216-008-3

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