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COORDINADORES

JORGE ENRIQUE GIL-NOVOA


PABLO ANDRÉS GIL-LEGUIZAMÓN
MARÍA EUGENIA MORALES-PUENTES

LA VIDA EN UN FRAGMENTO
DE BOSQUE EN LAS ROCAS:
UNA MUESTRA DE LA
DIVERSIDAD ANDINA EN
BOLÍVAR, SANTANDER
La vida en un fragmento de bosque en las rocas: una muestra
de la diversidad andina en Bolívar, Santander / Gil-Novoa,
Jorge Enrique; Gil-Leguizamón, Pablo Andrés; Morales-Puentes,
María Eugenia (Coord). Tunja: Editorial UPTC, 2018. 450 p.
ISBN 978-958-660-331-7
1. Flora. 2. Fauna. 3. Disponibilidad de alimento. 4. Fitofenología.
(Dewey 570).

Primera Edición, 2019


500 ejemplares (impresos) Rector, UPTC
La vida en un fragmento de bosque en las rocas: Alfonso López Díaz
una muestra de la diversidad andina en Bolívar, Santander
ISBN 978-958-660-331-7 Comité Editorial
Sonia Esperanza Díaz Márquez, Ph. D.
Colección de Investigación UPTC No. 129 Enrique Vera López, Ph. D.
© Jorge Enrique Gil-Novoa, 2018 Yolima Bolívar Suárez, Mg.
© Pablo Andrés Gil-Leguizamón, 2018 Sandra Gabriela Numpaque Piracoca, Mg.
© María Eugenia Morales-Puentes, 2018 Olga Yaneth Acuña Rodríguez, Ph. D.
© De los autores, 2018 María Eugenia Morales Puentes, Ph. D.
© Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 2018 Rafael Enrique Buitrago Bonilla, Ph. D.
Nubia Yaneth Gómez Velasco, Ph. D.
Editorial UPTC Carlos Mauricio Moreno Téllez, Ph. D.
Edificio Administrativo – Piso 4
Avenida Central del Norte 39-115, Tunja, Boyacá Editora en Jefe
comite.editorial@uptc.edu.co Ruth Nayibe Cárdenas Soler, Ph. D.
www.uptc.edu.co
Coordinadora Editorial
ECOPETROL Andrea María Numpaque Acosta, Mg.
Rubén Darío Moreno Rojas
Vicepresidente de Operaciones y Mantenimiento de Transporte Corrección de Estilo
Liliana Paola Muñoz Gómez
Aníbal Fernández de Soto Camacho
Vicepresidente de Desarrollo Sostenible Diseño editorial
Euler Enrique Nieto Bernal
Sandra Patricia Báez Rojas Colaborador: Raúl S.A.
Administradora Convenio 5211740
Impresión
Olga Lucía Carvajal Sánchez Búhos Editores Ltda.
Gestora Técnica Convenio 5211740 Calle 57 Nº. 9-36, Barrio Santa Rita
Tels.: 7442264 - 7440301 - 7457261
www.buhoseditores.com
Tunja / Boyacá Colombia

Libro financiado a través del convenio 5211740 Ecopetrol-Uptc.


Se permite la reproducción parcial o total, con la autorización expresa de los titulares del derecho de autor. Este libro es registrado en Depósito Legal,
según lo establecido en la Ley 44 de 1993, el Decreto 460 del 16 de marzo de 1995, el Decreto 2150 de 1995 y el Decreto 358 de 2000.

Libro resultado del Proyecto de investigación UPTC – ECOPETROL; con SGI número 1217.

Citación: Gil-Novoa, J.E., Gil-Leguizamón, P.A. & Morales-Puentes, M.E. (Coord.) (2018).
La vida en un fragmento de bosque en las rocas: una muestra de la diversidad andina en Bolívar, Santander. Tunja: Editorial UPTC.
EQUIPO DE TRABAJO
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés Gil-Leguizamón, María Eugenia Morales-Puentes, Lía Esperanza Cuta
Alarcón, Nohora Alba Camargo Espitia, Carlos Nelson Díaz-Pérez, Wilderson Medina, Sebastián Pérez, Nohora
Elizabeth Pérez-Castillo, Javier Andrés Muñoz-Ávila, Claudia Patricia Camacho-Rozo, Andrés Leonardo
Ovalle-Pacheco, Andrés Felipe Castillo-Vargas, Oscar Felipe Moreno-Mancilla, Andrés Felipe Morales-Alba,
John Edison Reyes-Camargo, Bleidy Xiomara Villalba-Carmona, José Luis Cómbita-Chivatá, Naisla Tatiana
Manrique-Valderrama.

TRABAJO DE CAMPO
Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés Gil-Leguizamón, María Eugenia Morales-Puentes, Nohora Alba
Camargo Espitia, Carlos Nelson Díaz-Pérez, Wilderson Medina, Edimer González, Sebastián Pérez, Javier
Andrés Muñoz-Avila, Oscar Felipe Moreno-Mancilla, Bleidy Xiomara Villalba-Carmona, Naisla Tatiana
Manrique-Valderrama, Viviana Alvarado, Diana P. Caro, David Hernández, Carolina Sánchez, Diego Moreno,
Juan Carlos Zabala y Jhon Pineda.

TRABAJO DE LABORATORIO Y PROCESAMIENTO DE INFORMACIÓN


Pablo Andrés Gil Leguizamón, Nohora Alba Camargo Espitia, Jorge Enrique Gil-Novoa, Wilderson Medina,
Naisla Tatiana Manrique-Valderrama, María Eugenia Morales-Puentes, Lia Esperanza Cuta Alarcón, Viviana
Alvarado, Diana P. Caro, Adrián Olaya, William Bravo, David Hernández, Carolina Sánchez, Diego
Moreno, Lina Marcela Lozano, Andrea Acosta, Juan Carlos Zabala y Jhon Pineda.

SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA –SIG-


Gladys Alcira Riaño Cano y Pablo Andrés Gil-Leguizamón.

FOTOGRAFÍA
Javier Andrés Muñoz Ávila, Wilderson Medina, Naisla Tatiana Manrique, Nohora Camargo, Felipe Moreno,
Sebastián Pérez, Angie Tovar, Juan Salvador Mendoza, John Edisson Reyes Camargo, Andrés Felipe Morales
Alba, Oscar Felipe Moreno Mancilla, David Camilo Martínez Dueñas, Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés
Gil-Leguizamón, María Eugenia Morales-Puentes, María Isabel Castro, Lina Marcela Lozano y Andrea Acosta.

TRABAJO LOGÍSTICO
Doris Torres García

GRUPO SISTEMÁTICA BIOLÓGICA – SISBIO - UPTC


CONTENIDO
PRESENTACIÓN ECOPETROL S.A. ........................................ 9
PRESENTACIÓN UPTC ..........................................................11
AGRADECIMIENTOS ........................................................... 13
INTRODUCCIÓN .................................................................. 14
ÁREA DE ESTUDIO ............................................................. 19

ÁREA TEMÁTICA 1: FLORA


CAPÍTULO I. FLORA NO VASCULAR ...............................23
Jorge Enrique Gil Novoa, Lía Esperanza Cuta Alarcón & María Eugenia Morales Puentes

CAPÍTULO II. FLORA VASCULAR ....................................57


Nohora Alba Camargo-Espitia, Pablo Andrés Gil-Leguizamón, Carlos Nelson Díaz-Pérez,
María Eugenia Morales-Puentes & Edimer González

ÁREA TEMÁTICA 2: FAUNA


CAPÍTULO III. AVES .....................................................137
Wilderson Medina y Sebastián Pérez

CAPÍTULO IV. MAMÍFEROS .........................................203


Wilderson Medina-Barón y Nora Elizabeth Pérez-Castillo

CAPÍTULO V. ANFIBIOS Y REPTILES ............................235


Javier Andrés Muñoz-Avila, Claudia Patricia Camacho-Rozo, Andrés Leonardo Ovalle-Pacheco
y Andrés Felipe Castillo-Vargas

CAPÍTULO VI. INSECTOS ............................................. 277


Moreno-Mancilla, Oscar Felipe, Morales-Alba Andrés Felipe, Reyes Camargo John Edison,
Villalba Carmona Xiomara, Cómbita Chivatá, José Luis
ÁREA TEMÁTICA 3. RELACIONES ECOLÓGICAS
CAPÍTULO VII. FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS
REPRODUCTIVAS .......................................................... 331
Naisla Tatiana Manrique-Valderrama, Pablo Andrés Gil-Leguizamón, Jorge Enrique Gil-Novoa
& María Eugenia Morales-Puentes

CAPÍTULO VIII. DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO ..........359


Wilderson Medina, Naisla Tatiana Manrique-Valderrama, Javier Andrés Muñoz Avila,
Jorge Enrique Gil-Novoa y Pablo Andrés Gil-Leguizamón

CAPÍTULO IX. ESPECIES OBJETOS


DE CONSERVACIÓN ...................................................... 377
Pablo Andrés Gil-Leguizamón, Jorge Enrique Gil-Novoa, Javier Andrés Muñoz-Avila,
Óscar Felipe Moreno-Mancilla, Nohora Alba Camargo-Espitia y María Eugenia Morales-Puentes

GLOSARIO .........................................................................396
8 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
PRESENTACIÓN
Para Ecopetrol, en el devenir de los tiempos el es- investigativo, que generen los avances que conlleven
tudio de la biodiversidad se ha convertido en un a la preservación de la riqueza biológica con la que
soporte robusto desde el punto de vista ambiental, cuenta el país.
que permite posicionar a la empresa como una ins-
titución responsable frente al cuidado y protección Por lo anterior, este producto hace parte de los re-
del medio ambiente, y en la búsqueda de alterna- sultados obtenidos en el marco de dicho proyecto, y
tivas que subsanen el deterioro de este a través de es el resultado de un trabajo honesto, transparente,
medidas compensatorias. en equipo, donde el esfuerzo de la revisión meticu-
losa y detallada han permitido presentar al público
Es así como, el libro “La vida en un fragmento de una revisión de las especies de flora y fauna del bos-
bosque en las rocas: muestra de la diversidad andina que contiguo a la Estación de Bombeo Santa Rosa,
en Bolívar, Santander”, surge como un producto edi- con un análisis e interpretaciones generales de las
torial a partir del convenio 5211740 de 2012, entre la relaciones ecológicas entre las mismas, el estado de
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y conservación, consejos sobre los cuidados que se
ECOPETROL S.A., mediante el proyecto “Inventario deben tener, así como algunos experimentos acerca
de flora, estudio fitofenológico y disponibilidad de del comportamiento e interacción entre las especies
alimentos en un área boscosa de 100 ha. contigua de la región.
a la estación Santa Rosa (Bolívar-Santander)”, y a
través del cual se pretende dar a conocer a la co- Esperamos que esta obra se convierta en una guía
munidad interesada en este tema, la riqueza de es- para la toma de decisiones sobre el cuidado y la
pecies vegetales y animales, que se encuentran en protección de los recursos naturales, que conlleve a
este fragmento de bosque, del departamento de promover actividades en pro de la diversidad bioló-
Santander. gica. Igualmente, deseamos que la comunidad de las
localidades Santa Rosa y La Hermosura, así como del
Ecopetrol ha encontrado en la Universidad Pedagó- municipio de Bolívar, conozcan la riqueza que tienen
gica y Tecnológica de Colombia, y en el Grupo Sis- en sus sectores, la importancia de su preservación y
temática Biológica, una estrategia dinámica que le los recursos que ello genera para el bienestar comu-
ha permitido estudiar de manera seria y acertada, nitario. Empero, se busca que este libro se convierta
en medio del rigor académico, dar cumplimiento a en una muestra de que, en nuestro país, existen nu-
los objetivos medioambientales trazados por la em- merosos sectores que necesitan ser explorados para
presa, mediante el desarrollo de proyectos de tipo conocer la amplia riqueza natural.

Rubén Darío Moreno Rojas Aníbal Fernández de Soto Camacho


Vicepresidente de Operaciones Vicepresidente de Desarrollo Sostenible
y Mantenimiento de Transporte

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10 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
La diversidad biológica que Colombia ostenta, se deriva de la multiplicidad de sus
ecosistemas, los cuales son definidos por la topografía y las condiciones climáticas
propicias para su establecimiento. De aquí que, los ecosistemas de montaña sean
considerados potencial de riqueza biológica; no obstante, los estudios de la flora
y la fauna son aún incipientes para el país, y aún más, los trabajos enfocados en
este tipo de ambientes, encauzados en la oferta de bienes y servicios ambientales
(abastecimiento de cuencas, secuestro de carbono, paisajística y recreación), por lo
cual, estas investigaciones requieren de un estricto análisis y manejo, así como de
la importancia de soportar la información con una orientación histórica y transfor-
mación del uso del suelo.

A partir de lo anterior, y con un enfoque investigativo, además como estrategia


de compensación, Ecopetrol S. A. y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia (UPTC), presentan a la comunidad, el libro “La vida en un fragmento de
bosque en las rocas: una muestra de la diversidad andina en Bolívar, Santander”,
que surge como una propuesta editorial del convenio 5211740 de 2012, entre la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y Ecopetrol S.A., con algunos
resultados relevantes de un proceso de investigación con más de tres años de de-
sarrollo, en el que interactuaron investigadores y se contó con el apoyo de diversas
instituciones.

El libro contiene nueve capítulos, escritos por 19 investigadores, dentro de los cua-
les se encuentran científicos con amplia trayectoria y reconocimiento, estudiantes
de pregrado y maestría, y un habitante de la zona, que desde el inicio del proyecto
mostró su interés en el aprendizaje e hizo valiosos aportes a toda la investigación.
Esperamos que esta producción se convierta en un soporte divulgativo para el co-
nocimiento de la diversidad de flora y fauna presente en este bosque, y que, de
esta manera, se promueva la investigación y la protección de los fragmentos de
bosque que aún sobreviven en la región santandereana conocida otrora como Ca-
rare – Opón.

ENRIQUE VERA LÓPEZ


Vicerrector de Investigaciones y Extension ViE. UPTC

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12 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
AGRADECIMIENTOS
Al Convenio 5211740 de 2012, celebrado entre la laboratorio de Entomología de la Universidad Peda-
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y gógica y Tecnológica de Colombia; a Claudia Alejan-
Ecopetrol S.A. y al proyecto 4 (SGI 1217). Inventario dra Medina, Jhon César Neita y María Isabel Castro,
de flora y fauna, estudio fitofenológico y disponibi- del Instituto Alexander von Humboldt.
lidad de alimentos en un área boscosa de 100 ha.,
contigua a la estación Santa Rosa (Bolívar-Santan- A los botánicos especialistas en diferentes familias
der). que determinaron o corroboraron las especies: Ri-
cardo Callejas (Piperaceae), Laura Clavijo (Gesne-
Al personal de la Vicerrectoría de Investigación y Ex-
riaceae), Miguel Macgayver Bonilla (Orchidaceae y
tensión, Académica y Administrativa de la UPTC, así
Passifloraceae), Cristian Castro y Julián Camilo Far-
como de Tesorería y Servicios Generales, que siem-
pre estuvieron dispuestos a apoyar el desarrollo del fán (Orchidaceae), Diego Giraldo-Cañas (Poaceae y
proyecto y convenio. Marcgraviaceae), Carolina Aguirre (Passifloraceae),
Meliaceae y Sapindaceae), José Murillo (Euphorbia-
A los integrantes del grupo SisBio y Herbario UPTC ceae), Carlos Parra-O. (Myrtaceae), Juan Carlos Co-
en el desarrollo del proyecto, en las salidas de campo pete y William Bravo (Arecaceae), Jhon Pruski (As-
y todo el esfuerzo logístico, físico y académico. teraceae), José Luis Fernández-Alonzo (Malvaceae),
Julio Betancur (Heliconiaceae y Bromeliaceae), An-
Un agradecimiento especial a la comunidad del mu- drés Orjuela (Solanaceae), Steven Leavitt (Poaceae),
nicipio de Bolívar (Santander), especialmente, a los Juan David Tovar (Solanaceae), Michael Sundue
sectores La Hermosura y San Martín. A la inmensa (Dryopteridaceae, Polypodiaceae y Tectariaceae), S.
colaboración de Edimer González, quien, aunque es Robbert Gradstein y Elena Reiner-Drehwald (hepá-
autor en uno de los capítulos del libro, siempre con ticas), Steven Churchill y William Buck (musgos), y a
entusiasmo invaluable estuvo pendiente del bienes- los generalistas Roberto Sánchez, Richard Abbott y
tar y apoyo al proyecto. Dairon Cárdenas.
A Diego González y familia, por su hospitalidad brin- A los ilustradores: Andrés Felipe Castillo y Oscar Fe-
dada al equipo de trabajo durante toda la fase de
lipe Moreno Mancilla.
campo.

Al personal de trabajo y apoyo de la “Estación Santa A los Jurados anónimos que evaluaron este libro por
Rosa”: celadores, ingenieros y Ejército Nacional de sus valiosos aportes y sugerencias.
Colombia, quienes en todo momento nos brindaron
sus indicaciones y apoyo para llevar a cabo las activi- Finalmente, un reconocimiento por su contribución y
dades con la mayor seguridad. esfuerzo a cada uno de los 19 investigadores quienes
aceptaron unirse a esta iniciativa denominada “La vida
A los investigadores David Camilo Martínez Dueñas, en un fragmento de bosque en las rocas: una muestra
Fredy Molano Rendón, Silvia Patricia Mondragón y al de la diversidad andina en Bolívar, Santander”.
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INTRODUCCIÓN
Colombia es considerado uno de los países con mayor di-
versidad del mundo (Etter, 1993; Andrade-C., 2011; Ran-
gel, 2005/2006, 2015; Romero, Cabrera y Ortiz, 2008),
resultado de diferentes factores, entre los que se encuen-
tran, la amplia variedad de ambientes y por levantamiento
de la cordillera de los Andes (Van Der Hammen, 1995); sin
embargo, es bien sabido que, el número de especies en la
flora y fauna colombiana es muy alto y, aún así, se encuen-
tran en constante aumento, debido al descubrimiento de
nuevos registros o especies para la ciencia, resultado de las
exploraciones, estudios, entre otras investigaciones, que
se desarrollan en diferentes zonas del país, en las que, el
conocimiento es incipiente, mínimo, o aún desconocida su
biodiversidad (Bernal, Gradstein y Celis, 2016).

Los bosques subandinos, ubicados entre los 1100 y los


3250 m. (Rangel-Ch. y Aguilar-P., 1995), son considerados
como ecosistemas de mayor diversidad en el país (Rangel,
1995); a su vez, han sido sometidos a fuertes presiones,
como la tala con fines agrícolas, acciones que han llevado, a
la casi desaparición de las áreas naturales (Franco-Rosselli,
Betancur y Fernández-Alonso, 1997).

Por otro lado, en el departamento de Santander se encuen-


tran amplias extensiones de esta franja boscosa, particu-
larmente, en la zona sur-oriental, en la provincia de Vélez,
región conocida como “Carare”; que desde los años 50, sus
habitantes ya experimentaban dificultades, no solo de la
cotidianidad de los quehaceres del campo, sino también
con problemas de seguridad, y la ausencia del Estado en
estas apartadas regiones. Para esa época, el bosque se ase-
mejaba a una selva virgen, habitada por animales propios
de la zona, que se paseaban a sus anchas; la degradación de
las formaciones vegetales (explotación), hoy en día, se evi-
dencian en la inestabilidad de la tierra, derrumbes y la con-
taminación de las fuentes hídricas (García-Norato, 2013).

Es así, como en la región santandereana conocida como


14 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
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“Carare-Opón”, y específicamente en el municipio de Bolívar, hace pocos años se
ha desarrollado un estudio en un bosque de 100 ha., del cual emerge el libro “La
vida en un fragmento de bosque en las rocas: muestra de la diversidad andina en
Bolívar, Santander”, con el que se procura acercar a la comunidad local y regional a
la diversidad biológica presente en esta zona del país.

El libro está compuesto por nueve capítulos, de los cuales, los primeros seis, se
hacen descripciones de la biota relevante de la zona, y en los tres últimos capítulos,
se encuentran aspectos de las relaciones ecológicas y especies con algún tipo de
peligro de extinción para la zona.

De esta manera, en el capítulo uno se presenta una muestra de la diversidad de


plantas no vasculares registradas para la zona de estudio, en donde se identificó
una especie de antocero, 79 de hepáticas y 77 musgos, lo que corresponde al 9,4%
de las especies de hepáticas y al 7,88% de musgos reconocidos para el país. Así
mismo, es importante resaltar la presencia de la especie Lejeunea serpillifolioides
(Raddi) Gradst., como nuevo registro para el país.

En el capítulo dos, se muestran los resultados de la caracterización de la vegetación


vascular, con la identificación de 481 especies, distribuidas en 256 géneros y 102
familias; el 72% (73) de las familias son dicotiledóneas (con 192 géneros y 363
especies); el 13% (14) monocotiledóneas (41 géneros y 73 especies) y el 15% (15)
correspondieron a Pteridophyta (24 géneros y 45 especies). Así, las familias más
ricas son Rubiaceae, Piperaceae, Gesneriaceae, Melastomataceae, Orchidaceae y
Solanaceae.

Las aves se describen en el capítulo tres, con el registro de 182 especies (37 familias
y 12 órdenes) en las áreas de bosque y circundantes. Las familias más representa-
tivas son Thraupidae (tangaras) y Tyrannidae (atrapamoscas), y se destacan como
controladoras de insectos plagas y en la estructura del ecosistema como disperso-
ras de frutos y semillas.

El capítulo cuatro se ocupa del registro de 42 especies de mamíferos (19 familias y


ocho órdenes) entre pequeños y medianos animales, con la identificación de siete
gremios tróficos. Los frugívoros son el grupo más común con 22 especies, seguido
por los omnívoros con ocho. Igualmente, se reconocen cinco especies de interés
para la conservación, cuatro evaluadas con falta de información, una especie como
vulnerable (VU) debido a factores como la caza y la reducción de su hábitat y tres
especies endémicas para el país cuya permanencia depende de la protección de los
relictos de bosque que aún persisten, como para el caso de Santa Rosa.

En lo referente a los anfibios y reptiles, tema desarrollado en el capítulo cinco,


se registran 14 especies de anuros y 20 de reptiles, tres de ellas registradas en
categoría vulnerable (VU), según la UICN y el Libro Rojo de especies de Colombia,
y 12 especies con distribución únicamente para el país. El 69% de los individuos
son de actividad diurna y el 31% restante son de actividad nocturna. El 94% es de
actividad terrestre (hojarasca, suelo y troncos caídos) y solo el 6% son de actividad
arbórea.

16 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
En el capítulo seis se presentan los insectos, entre escarabajos coprófagos y mari-
posas. Del primer grupo se identificaron 23 especies, mientras que de mariposas
diurnas se encontraron 93 especies.

Con el desarrollo del capítulo siete, se presentan los resultados del seguimiento
al desarrollo fitofenológico de 11 especies vegetales; en el capítulo ocho, algunas
relaciones entre la vegetación y la disponibilidad de alimento que se ofrece para la
fauna del lugar, y en el capítulo nueve, se desarrolla una recopilación de especies
vegetales y animales que están o pueden estar en peligro de desaparecer en el
bosque, así como algunas estrategias para su conservación.

Bibliografía

Andrade-C., M. (2011). Estado del conocimiento de la biodiversidad en Colombia y


sus amenazas. Consideraciones para fortalecer la interacción ciencia-po-
lítica. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, 35(137): 491-507.
Etter, A. (1993). Diversidad ecosistémica en Colombia hoy. Págs. 43-61 en: Anóni-
mo (ed.). Nuestra diversidad biótica. CEREC y Fundación Alejandro Ángel
Escobar, Bogotá. Rangel-Ch., J. O. (2005/2006). La biodiversidad de
Colombia. Palimpsestos, 5: 292-304.
Franco-Rosselli, P., Betancur, J. y Fernández-Alonso, J. L. (1997). Diversidad flo-
rística en dos bosques subandinos del sur de Colombia. Caldasia, 19(1-
2): 205-234
García-Norato, O. M. (2013). Colonización del Carare – Santander – Colombia
1953-1957. Tesis Doctoral. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Co-
lombia, Facultad de Educación. p. 310.
Rangel, O. (1995). La diversidad florística en el espacio andino de Colombia.
pp. 187-205. En: Churchill S.; Balslev, H.; Forero y Luteyn, J. (Eds.). Bio-
diversity and conservation of Neotropical montane forests. The New York
Botanical Garden, New York.
Rangel-Ch., O. & Aguilar-P, M. (1995). Una aproximación sobre la diversidad cli-
mática en las regiones naturales de Colombia. En O. J. Rangel-Ch. (Ed.),
Colombia Diversidad Biótica I (442 p.). Bogotá: Instituto de Ciencias Na-
turales-Universidad Nacional de Colombia-Inderena.
Rangel-Ch., J. O. (2015). La biodiversidad de Colombia: significado y distribución
regional. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas
y Naturales, 39(151):176-200.
Romero, M., Cabrera, E. y Ortiz, N. (2008). Informe sobre el estado de la biodi-
versidad en Colombia 2006-2007. Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia.
Van Der Hammen, T. (1995). Global change, biodiversity, and conservation of Neo-
tropical montane forest. En: Churchill, S.P., Balslev, H., Forero, E. & Lu-
teyn, J. L. (eds.). Biodiversity and conservation of Neotropical montane
forests. The New York Botanical Garden, New York.

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18 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 1. Vista
panorámica del
bosque contiguo a la
Estación Santa Rosa
(municipio de Bolí-
var-Santander).

ÁREA DE ESTUDIO
El fragmento de bosque contiguo a la Estación Santa
Rosa (municipio de Bolívar-Santander) (Fig. 1) que
existe, ha experimentado procesos de transforma-
ción del paisaje; tales cambios han sido ocasionados
directamente por la tala masiva y extracción de ma-
deras, como ―cedro, nogal, guayacán, hueso, en-
cenillo, tuno, roble, sauce, color, ají, rique, cucharo
y tibor, bálsamo, caoba, perdiz, ébano y tarai- todas
ellas, consideradas de alta calidad (denominadas
como, finas, pesadas y duraderas), y también las
pocas que existen aún, son consideradas potencial
económico para la región (García-Norato, 2013).

El área de estudio abarca 100 ha, que están ubicadas


en el municipio de Bolívar y pertenecen al llamado
Carare-Opón, que hace parte de la provincia de Vé-
lez a una distancia de 261 km de Bucaramanga, en
el departamento de Santander (Figs. 1 y 3). Limita
al Norte con los municipios de Cimitarra y Landá-
zuri, al Oriente con Vélez y Guavatá, al Sur con los
municipios del Peñón, Sucre, La Belleza (Santander)
y Puerto Boyacá (Boyacá) y al Occidente con el de-
partamento de Antioquia. El área de influencia del
proyecto, comprende la Estación Santa Rosa, espa-
cio del Poliducto de Oriente (Figs. 2 y 3).

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A B C
Figura 2. Interior del bosque. A. Toma de bosque con plantas creciendo sobre las rocas; B. Grutas al interior
del bosque; C. Dosel del bosque.

El paisaje en general es montañoso con relieves abruptos y complejos, varía de mo-


deradamente empinado a muy empinado (pendientes superiores a 50%) (Fig. 2)
con gran influencia de la vegetación (Fig. 2). Las unidades de coberturas vegetales
identificadas para el área de estudio según metodología Corine Land Cover son:
bosque denso alto de tierra firme, bosque fragmentado con vegetación secundaria,
mosaico de cultivos, pastos y espacios naturales, mosaico de pastos con espacios
naturales, mosaico de pastos y cultivos, y finalmente, la zona industrializada. La
vegetación se desarrolla sobre rocas.

20 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 3. Área de estudio, mapa del bosque contiguo a la Estación Santa Rosa (municipio de Bolívar-San-
tander).

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LA VIDA EN UN FRAGMENTO
DE BOSQUE EN LAS ROCAS:
UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA
EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 1:
FLORA

CAPÍTULO I
FLORA NO VASCULAR

Jorge Enrique Gil Novoa1, 2, Lía Esperanza Cuta Alarcón1 & María Eugenia Morales Puentes1, 2
1
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Escuela de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Maestría en Ciencias Biológicas, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
INTRODUCCIÓN
Los briófitos, conocidos también como plantas no vasculares, se caracterizan por
ser plantas generalmente de tamaño reducido, carecen de flores, frutos o semillas
en el sentido estricto de las plantas vasculares. Cumplen diversos papeles ecológi-
cos en toda una variedad de ecosistemas tales como la regulación de la humedad
ambiental, retienen minerales y nutrientes disueltos en aguas lluvias, controlan la
erosión de los suelos, sirven de refugio para muchas especies de animales (prin-
cipalmente invertebrados), colaboran en la creación de las condiciones necesarias
para la sucesión vegetal, entre otras (Larraín, 2012). Crecen sobre casi todo tipo
de ambientes y sustratos, pero principalmente sobre el suelo (terrestres), árboles
o arbustos (epífitos), rocas (rupícolas), madera en descomposición e incluso sobre
hojas de plantas vasculares (epífilos).

Los briófitos se dividen en tres grupos reconocidos: musgos, hepáticas y antoceros.


A nivel mundial, existen alrededor de 15000 especies en cerca de 200 géneros
(Gradstein, Churchill y Salazar-Allen, 2001), pero en Colombia se calcula que el
número de especies sea de aproximadamente 1800, con una mayor diversidad en
la zona andina que se encuentra entre los 2000 y los 3000 m (Churchill y Linares,
1995; Uribe y Gradstein, 1999); sin embargo, y pese al significativo conocimien-
to que se tiene de los briófitos en Colombia, aún persisten lugares en los que se
desconoce por completo la diversidad de este grupo vegetal caso específico del
municipio de Bolívar en Santander.

Con el ánimo de ampliar el conocimiento de la brioflora en lugares que por diversas


razones no se han podido explorar, se presentan los resultados del estudio realiza-
do en el bosque contiguo a la estación Santa Rosa, así como un catálogo fotográfico
con algunas de las especies registradas en la zona de estudio.

MÉTODOS
Trabajo de campo
Se siguió la metodología propuesta por Pinzón y Linares (2006), modificada a
transectos lineales de 100x4 m, donde se estudió la vegetación de plantas no vas-
culares presentes en todos los sustratos (suelo, rocas, raíces aflorantes y troncos).
Para el caso de los troncos de árboles, se realizaron los levantamientos desde la raíz
hasta dos metros de alto. En el momento de la recolección del material, se tomaron
datos como: forma de crecimiento, coloración, tipo de microambiente y sustrato en
el cual fueron encontrados, entre otros (Fig. 1).

24 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

B
C

D
Figura 1. Trabajo de campo realizado para la colecta de briófitos. A. Colecta de briófitos, utilizando una
plantilla cuadriculada; B. Observación en campo con lupa; C. Guardado de la muestra en bolsas de papel; D.
Registro en libreta de campo.

Trabajo de laboratorio
El proceso se llevó a cabo en el Herbario UPTC mediante el uso de equipos ópticos
(micro/estereomicroscopio y cámara fotográfica), y la utilización de claves especia-
lizadas como Churchill y Linares (1995), Gradstein et al. (2001), Uribe y Aguirre
(1997), Sharp, Crum y Eckel (1994), entre otros. Adicionalmente, se contó con la
colaboración de especialistas para la corroboración del material. Posterior al proce-
so curadurial, el material se incluyó en la colección.

FLORA NO VASCULAR | 25
RESULTADOS
Se colectaron 159 especies de briófitos (un antocero, 79 hepáticas y 77 musgos),
distribuidos en 38 familias (1/15/22) y 76 géneros (1/26/49). La familia con ma-
yor diversidad es Lejeuneaceae con nueve géneros/ 27 especies, seguida de Pi-
lotrichaceae (7/15) y Neckeraceae (5/8). Estos resultados corresponden al 9,4%
de las especies de hepáticas conocidas para el país y el 95,1% de las registradas
para Santander (Uribe y Gradstein 1999), mientras que, en el caso de los musgos,
corresponde al 7,88% de la diversidad del país, el 13,7% para la región de vida su-
bandina y al 32.35% de los musgos registrados para Santander (Aguirre-C., 2008;
Aguirre-C. y Rangel-Ch., 2008).

En cuanto a géneros, Plagiochila presenta la mayor diversidad de especies con 17, segui-
da de Lejeunea con 10, Metzgeria con 8 y Lepidopilum con 7. Al comparar estos resul-
tados con estudios similares realizados en Colombia, se encuentra que para una franja
altitudinal similar de Bosque tropical Montano Bajo (btMB) en el municipio de Santa
María (Boyacá) (Barbosa-C., Uribe y Campos, 2007), la diversidad de hepáticas es más
baja (41), respecto a las encontradas en este estudio.

A continuación, se presenta el catálogo descriptivo de las familias de briófitos registra-


das para el bosque, con fotografías en campo y detalle de sus caracteres morfológicos
como hojas y células, de algunas de las especies.

HEPÁTICAS
AYTONIACEAE
Descripción: plantas talosas, relativamente grandes (10-30 x 1.5-5 mm), con
poros en el talo, rodeados por anillos de células diferenciados; cámaras de aire en
2 o más capas, de paredes verdes que forman una red. Escamas ventrales gran-
des en 2 filas. Reproducción asexual ausente. Anteridios en grupos irregulares,
embebidos en la superficie dorsal del talo o en receptáculos discretos, sésiles;
arquegonios en receptáculos. Receptáculos femeninos con poros compuestos.
Esporófitos con una seta muy corta. Cápsula dehiscente por un opérculo (Piippo,
1988; Grolle, 1989; Gradstein et al., 2001).

Ecología: los sustratos en los que crecen son de tierra húmeda o roca, asociados
a valles interandinos, áreas montañosas abiertas (bordes de bosque, orilla de ria-
chuelos, carreteras) y páramo (Piippo, 1988). Crece sobre roca en zona de transi-
ción al bosque.

26 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

Distribución: familia con cinco géneros, todos repre-


sentados en el Neotrópico (Gradstein et al., 2001). El
género Plagiochasma está representado en América
Tropical por 24 taxa (20 especies, 3 variedades) (Bis-
chler, 1979); para Colombia se registran tres especies
de Asterella y una de Plagiochasma (Evans, 1919; Ber-
nal, Gradstein y Celis, 2016). Para Santa Rosa se re-
gistra la especie Asterella cf. lateralis MHowe (Fig. 2).

FRULLANIACEAE
Descripción: plantas pequeñas a grandes, de color
rojizo púrpura, a veces verdes. Ascendentes o col-
B
gantes, pero con tallos rígidos. Hojas íncubas con
inserción subtransversal, dividida en un lobo dor-
sal, de forma ovado-orbicular, ápice redondeado a
agudo acuminado y márgenes enteros; lóbulo ven-
tral de un tamaño más pequeño casi libre del lobo,
redondeado a elongado, transformado en una bolsa
o aplanado, con un estilo entre el lobo y el lóbu-
lo, generalmente lineal diminuto, raramente foliar.
Células isodiamétricas, con trígonos, cutícula lisa y
cuerpos de aceite granulares. Anfigastros pequeños
a grandes, raramente divididos, rizoides en manojos
y periantos aplanados a inflados con 0-14 quillas
(Gradstein y Uribe, 2011).

Ecología: crecen sobre corteza, roca, hasta en ramas C


finas y hojas, en hábitats bastante abiertos hasta
bosques, vegetación con matorrales, plantaciones,
pastos, sabanas y bordes de carreteras (Gradstein et
al., 2001). En Santa Rosa, se encuentran sobre ro-
cas, madera en descomposición y corteza de árboles,
habitualmente encontradas en el borde del bosque y
en la zona de transición.

Distribución: familia con distribución a nivel mun-


dial (von Konrat et al., 2010), muy común desde
el nivel del mar hasta el cinturón alpino, con cerca
de 300-351 especies; en Colombia hay 59 especies
en seis subgéneros (Schuster, 1992; Gradstein et
al., 2001; Gradstein y Uribe, 2011). Para el sitio de Figura 2. Asterella cf. lateralis. A. Talo sobre el sue-
estudio, se encuentra un género y cinco especies lo; B. Corte transversal de talo a 10X. C. Vista de
(Fig. 3). estructuras reproductivas masculinas (Androecio).

FLORA NO VASCULAR | 27
A B

C D

Figura 3. Frullaniaceae. A. Hábito de Frullania brasiliensis; B. Vista ventral de F. brasiliensis mostrando hojas,
lóbulos y anfigastros, en 4X; C. Hábito de F. confertiloba; D. Hoja y lóbulo de F. confertiloba (10X).

LEJEUNEACAE
Descripción: plantas con variedad de colores desde verdes, amarillentas hasta ma-
rrones, negras o blanquecinas; ascendentes a irregularmente ramificadas; tallos
con presencia o no de hialodermis. Hojas íncubas, divididas en un lobo dorsal y
un pequeño lóbulo ventral, unido a la hoja a lo largo de una quilla; margen con
algunos dientes o más comúnmente enteros. Células con cuerpos aceitosos; ocelos
presentes en algunas especies. Anfigastros enteros o bífidos, pero raramente des-
provistos de ellos. Rizoides en manojos debajo de las bases de las hojas. Esporófito
rodeado por un perianto; boca del perianto usualmente contraída en un pico corto
(Reiner-Drehwald, 1998; Renner, 2011; Gradstein et al., 2001).

Ecología: la mayoría de las especies son epífitas y se encuentran sobre troncos y


ramas o rocas, en prácticamente todos los ambientes (Gradstein et al., 2001). En el
área de estudio se establecen sobre corteza de árboles, hojas, roca, suelo, madera
en descomposición y drenajes en cualquier parte del bosque.

28 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Distribución: familia tropical con cientos de especies en cerca de 90 géneros, de los
cuales 70 se describen para América tropical (Gradstein et al., 2001). Para el bosque
se registran diez géneros y 27 especies (Fig. 4).

A B

C D

E F

Figura 4. Lejeuneacae. A. Hábito de Bryopteris filicina; B. Células de la parte media de la hoja de B. filicina
(40X); C. Hábito de Lejeunea pterigonia; D. Vista ventral de L. pterigonia, mostrando hojas y anfigastros
(4X); E. Hábito de Odontolejeunea decemdentata sobre hoja; F. Hojas y lóbulos de O. decemdentata (10X).

FLORA NO VASCULAR | 29
LEPIDOZIACEAE
Descripción: hepáticas foliosas, verde pálido a marrón rojizo, ramificación pinnada
o bifurcadas, a veces procedentes de una base estolonífera; tallos con presencia o
no de hialodermis. Hojas con inserción transversal sobre el tallo, íncubas o súcubas,
divididas en tres segmentos o dientes, rara vez enteras, con inserción hasta la línea
media dorsal del tallo, márgenes foliares enteras a más comúnmente dentadas.
Células de diferentes formas y tamaños, principalmente ovado hexagonales; con
o sin cuerpos de aceite. Anfigastros bien desarrollados o pocas veces reducidos.
Rizoides en manojos. Esporófito rodeado de un perianto de tres quillas (Fulford,
1963; Gradstein et al., 2001).

Ecología: comunes sobre corteza, madera en descomposición, suelo y roca cu-


bierta de humus, crecen desde bosques húmedos montanos y matorrales hasta
el páramo, y en algunos casos, en bosques lluviosos de tierras bajas (Gradstein
et al., 2001). En Santa Rosa se establecen en corteza de árboles, hojas y madera
en descomposición, en el interior del bosque, zona de transición y en borde del
bosque.

Distribución: familia cosmopolita con alrededor de 28 géneros, 16 en América


tropical (Gradstein et al., 2001; von Konrat et al., 2010). Para el bosque de Santa
Rosa, se registran dos géneros y cuatro especies (Fig. 5).

A B

Figura 5. Lepidoziaceae, Bazzania spruceana. A. Hábito; B. Rama.

30 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

MARCHANTIACEAE
Descripción: hepáticas talosas complejas, con ra-
mificación dicotómica y apical, verde oscuro a ver-
de claro o morado en la superficie ventral; con o sin
poros, rodeados por uno o varios anillos de células
diferenciadas. Cámaras de aire en una capa o redu-
cidas, con presencia o no de filamentos verdes. El
anteridio y arquegonio se desarrollan sobre recep-
táculos (anteridíforo, arquegonióforo) derivados en
la punta del talo. Esporófito con seta corta. Apertura
de la cápsula por valvas irregulares. Reproducción C
vegetativa, a veces por gemas procedentes de recep-
táculos en forma de copa en la superficie del talo, o
inexistente (Bischler-Causse et al., 2005).

Ecología: crecen en ambientes húmedos como en


suelo, roca y madera en descomposición, en zonas
sombreadas, en bosques pluviales montanos y cer-
ca de agua corriente (Gradstein et al., 2001). En el
bosque de Santa Rosa crecen sobre suelo y roca, al
interior y borde del bosque.

Distribución: familia con 5 géneros en todo el mun-


do, con presencia de 2 en América tropical: Mar-
chantia y Dumortiera (Gradstein et al., 2001). En la Figura 6. Dumortiera hirsuta. A. Hábito; B-C.
zona de estudio se registra una especie: Dumortiera Cortes transversales del talo (40X y 10X, respecti-
hirsuta (Fig. 6). vamente).

FLORA NO VASCULAR | 31
METZGERIACEAE
Descripción: hepáticas talosas simples de 2-3 mm de ancho, nervadura central
estrecha y una lámina uniestratificada, postrada o erguida, rara vez pinada. Pelos
en el margen del talo, en la parte inferior de la nervadura central y a veces en la
superficie del talo. Nervadura central con grandes células epidérmicas, sin hebra
central. Cuerpos de aceite ausentes. Posición del gametoecio en la parte ventral de
la nervadura central; esporófito rodeado por una caliptra carnosa. Cápsula esférica
con apertura de 4 valvas. Eláteres con 0-1 espirales, unidos a los ápices de las
valvas de la cápsula (Kuwahara, 1986; Gradstein et al., 2001).

Ecología: son epífitas, aunque se han encontrado terrestres, o se establecen en


madera en descomposición (Gradstein et al., 2001). En el bosque de Santa Rosa
crecen sobre corteza, roca y drenajes espacios muy comunes en el interior del bos-
que.

Distribución: familia de 2-4 géneros en todo el mundo, con 2 géneros y 57 es-


pecies presentes en América tropical (Gradstein et al., 2001). Para Santa Rosa se
registra un género y cinco especies (Fig. 7).

A B

C D

Figura 7. Metzgeriaceae. A. Hábito de Metzgeria albinea; B. Porción de talo de M. albinea visto al microsco-
pio en 40X; C. Hábito de Metzgeria rufula sobre madera; D. Porción de talo de M. rufula visto al microscopio
en 10X.

32 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MONOCLEACEAE
Descripción: plantas taloides, usualmente de tamaños muy grandes, poco ramifi-
cadas, con crecimiento postrado, verde claro a verde oscuro, sin presencia de ner-
vadura central, márgenes crispados y con la superficie superior con puntos blan-
quecinos u oscuros en fresco. Cuerpos de aceites grandes, incoloros o marrones.
Rizoides de color pálido, con paredes lisas. Esporófito crece cerca del ápice del talo
y se presentan 1-3 por involucro. Seta larga y gruesa de 5 cm Cápsula cilíndrica
que se abre por una valva. Eláteres muy largos, con 2-3 espirales (Gradstein et al.,
1992; Gradstein et al., 2001).

Ecología: crecen sobre casi todo tipo de sustratos, desde tierra húmeda, hojarasca,
madera en descomposición y roca en bosques montanos, en valles de los ríos y en
lugares sombreados (Gradstein et al., 2001). En la zona de estudio se establecen
sobre roca y tronco en descomposición, usualmente al interior del bosque.

Distribución: familia monotípica, que presenta solo en el género Monoclea. La es-


pecie, M. gottschei Lindb (Fig. 8), se extiende en las montañas de América tropical
(Gradstein et al., 1992).

A B

Figura 8. Monoclea gottschei. A-B. Talo y acertamiento al talo; C. Células en corte transversal (40X).

FLORA NO VASCULAR | 33
PALLAVICINACEAE
Descripción: plantas talosas, de 3 a 9 mm de ancho con nervadura central muy
marcada, lámina uniestratificada, crecimiento postrado a erecto; talos simples a
bifurcados, con una nervadura de 1-3 hebras centrales. Cuerpos de aceite fina-
mente granulares. Dioicos; gametoecio en la superficie dorsal de la nervadura
central; esporófito rodeado por una caliptra carnosa. Cápsula elipsoidal que se
abre en solo 2 valvas, con esporas unicelulares y eláteres con 2-3 espirales libres
no unidos a las valvas de la cápsula (Gradstein et al., 2001; Schaumann et al.,
2005).

Ecología: crecen en ambientes húmedos y sombreados, especialmente sobre ma-


dera en descomposición, bases de los árboles, hojarasca, humus, roca húmeda,
desde el húmedo hasta el páramo (Gradstein et al., 2001). Las especies que se pre-
sentan en la zona de estudio, se encuentran sobre roca, corteza de árbol, madera en
descomposición y suelo. Son muy comunes al interior del bosque.

Distribución: familia distribuida en el hemisferio sur, con aproximadamente


8 géneros; donde hay 3 géneros en América tropical (Gradstein et al., 2001).
Para el bosque de Santa Rosa, se encuentran dos géneros y cuatro especies
(Fig. 9).

A B

C D

Figura 9. Pallavicinaceae. A. Forma de crecimiento de Pallavicinia lyellii; B. Células de S. lyellii, en 10X; D.


Forma de crecimiento de Symphyogyna brongniartii; D. Células de S. brongniartii, en 40X.

34 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
RADULACEAE
Descripción: plantas de tamaño pequeño a mediano, hasta 10 cm de largo y 3 mm
de ancho, verde claro, con tallos rígidos, adheridos al sustrato. Hojas íncubas, con
un pequeño lóbulo ventral, ampliamente unido al lobo dorsal y al tallo, cuadrado
a oblongo, plano o levemente inflado. Células con paredes delgadas y pequeños
trígonos, cutícula lisa; cuerpos de aceite de relativamente grandes, marrón, 1 a 2
por célula. Anfigastros ausentes. Esporófito rodeado por un perianto aplanado de
2 caras; seta corta y gruesa; cápsula con eláteres libres, no unidos a las valvas de la
cápsula. Reproducción vegetativa por grandes segmentos de gemas multicelulares
o caducas (Schuster, 1991; Yamada y Gradstein, 1991; Reiner, 1994).

Ecología: crecen sobre diferentes sustratos como corteza, ramas, madera en des-
composición, hojas vivas y rocas, en ambientes como sotobosque y dosel de tierras
montañosas, bosques y matorrales (Schuster, 1991; Gradstein et al., 2001). Las
especies encontradas en Santa Rosa se establecen sobre corteza, rocas y hojas
vivas, crecen principalmente al interior del bosque.

Distribución: familia monogenérica, con distribución alrededor del mundo y con


cerca de 150 especies, 50 de ellas en América tropical (Reiner, 1994; Gradstein et
al., 2001). Para Santa Rosa se registran cuatro especies (Fig. 10).

A B

C D

Figura 10. Radulaceae. A. Hábito de Radula episcia sobre roca; B. Células de la hoja de R. episcia C. Hoja y
lóbulo de Radula aff. quadrata; D. Forma de crecimiento de R. aff. quadrata.

FLORA NO VASCULAR | 35
TRICHOCOLEACEAE
A Descripción: plantas con tamaños pequeños a gran-
des, verde claro a marrón claro, crecimiento reptante,
carentes de estolones. Hojas súcubas, generalmente
tomentosas, profundamente dividas en 4 a 9 seg-
mentos fuertemente ciliados. Células estrechamente
alargadas, cutícula estriada y papilosa; cuerpos de
aceite medianos, homogéneos. Anfigastros simila-
res a las hojas, pero levemente más pequeños, sin
rizoides o sí presentes, están ubicados en las bases
de los anfigastros. Cápsula elipsoidal (Gradstein et
al., 2001).

Ecología: se establecen sobre la corteza, madera en


descomposición y el suelo húmedo, en bosques y
B matorrales, hasta el páramo (Fulford, 1963a). La es-
pecie encontrada en Santa Rosa crece sobre corteza
de árboles al interior del bosque.

Distribución: familia con 2-3 géneros y aproxima-


damente 20 especies, de los géneros Trichocolea y
Leiomitra; en América tropical se encuentran diez
especies (Gradstein et al., 2001). Con una especie
de Trichocolea para Santa Rosa (Fig. 11).

C MUSGOS
BRACHYTHECIACEAE
Descripción: plantas de pequeñas a grandes (hasta
aprox. 15 cm), verde claro a dorado brillante. Tallos
generalmente creciendo completamente adheridos
al sustrato, aunque a veces pueden crecer péndulas
sobre ramas u hojas de árboles o arbustos. Hojas
helicoidales sobre los tallos y ramas, la mayoría de
las veces de igual forma a todo el largo de la plan-
ta (monomórficas), ovadas, lanceoladas o elípticas.
Costa simple, hasta la mitad de la hoja o en algu-
nos casos llegando casi hasta el ápice, células lisas,
alargadas y de paredes firmes. Células alares ordi-
Figura 11. Trichocolea aff. filicaulis. A-B. Forma de nariamente diferenciadas, ligeramente coloreadas y
crecimiento en diferentes acercamientos; C. Detalle de paredes gruesas (Churchill y Linares, 1995; Allen,
de la hoja al microscopio, en 10X. 2010; Goffinet et al., 2009).

Ecología: crecen sobre casi todo tipo de sustratos,


desde el suelo hasta los árboles, comúnmente se

36 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
encuentran epífitos sobre los troncos y ramas de ár- Distribución: es una familia con distribución
boles o arbustos, desde los bosques húmedos hasta mundial que cuenta con cerca de 600 especies
alto andinos y a veces en el páramo (Gradstein et al., de las cuales se registran 39 en 13 géneros en
2001). En Santa Rosa, se encuentran especies sobre Colombia (Churchill, 2016.). Para el bosque de
rocas, madera en descomposición, troncos y ramas de Santa Rosa, se registran tres géneros y cuatro es-
árboles, normalmente hacia el interior del bosque. pecies (Fig. 12).

A B

C D

E F

Figura 12. Brachytheciaceae. A. Forma de crecimiento de Meteoridium remotifolium; B. Detalle de las células
de M. remotifolium, en 40X; C. Forma de crecimiento de Squamidium diversicoma; D. Detalle de la hoja de
S. diversicoma en 10X; E. Forma de crecimiento de Squamidium leucotrichum; F. Hoja de S. leucotrichum en
10X.

FLORA NO VASCULAR | 37
CALYMPERACEAE
Descripción: musgos con crecimiento acrocárpico, con tallos erectos, pocas o nin-
guna ramificación, forman cojines o tapetes sobre el suelo o troncos de árboles.
Hojas a veces en dos formas sobre las que pueden estar creciendo gemas para
reproducción asexual, generalmente erectas, falcadas o más comúnmente crispa-
das en seco y con varios dientes en el borde, en la mitad superior. Muchas de las
especies presentan de una a tres filas de células intramarginales en la lámina foliar
(teniola). En la base de la hoja lucen células diferenciadas, de forma recta e hialina,
en la mitad superior las células son mucho más cortas, comúnmente isodiamétri-
cas, completamente clorofilosas y con una o varias papilas sobre el lumen celular
(Reese, 1993).

Ecología: crecen epífitos sobre troncos de árboles y rocas, desde el nivel del mar
hasta los 2000 m, algunas especies de Syrrhopodon pueden alcanzar los 3000 m
(Grasdtein et al., 2001). Para Santa Rosa se registraron hacia el interior del bosque,
sobre troncos y rocas.

Distribución: la familia tiene distribución pantropical, con 2 géneros y cerca de 43


especies (Fisher et al., 2007), de las cuales, los 2 géneros y 35 especies están en
Colombia (Churchill, 2016). Para Santa Rosa, hay tres especies de un género (Fig.
13).

A B

C D

Figura 13. Calymperaceae. A. Hábito de Syrrhopodon gaudichaudii; B. Detalle de la hoja de S. gaudichaudii


en 10X; C. Hábito de Syrrhopodon prolifer; D. Detalle de la base de la hoja de S. prolifer en 40X.

38 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
DALTONIACEAE
Descripción: musgo pleurocápico, forma peque- A
ños tapetes verde oscuro a verde claro amarillento
o incluso ligeramente dorado; tallos con pocas ra-
mificaciones, erectas o perpendiculares al sustra-
to. Las hojas generalmente complanadas, aunque
a veces crecen de forma radial alrededor del tallo,
monomórficas o dimórficas, divididas en dorsales y
ventrales. Costa simple, hasta ¾ de la longitud de
la lámina. Células hexagonales a corto o largo rom-
boidales. Algunas especies cuentan en sus hojas con
un borde interno de células diferenciadas (Churchill
y Linares, 1995; Allen et al., 2010).

Ecología: la mayoría de las especies crecen epífitas


sobre troncos de árboles y arbustos, aunque tam- B
bién se ha registrado crecimiento en rocas y materia
orgánica en descomposición, desde los bosques hú-
medos hasta la transición con el páramo (Gradstein
et al., 2001). En el bosque de Santa Rosa, se regis-
traron sobre corteza y rocas al interior del bosque.

Distribución: familia con distribución principalmen-


te tropical, con cerca de 200 especies (Churchill y Li-
nares, 1995), de las cuales en Colombia se registran
14 (Churchill, 2016). Para el bosque de Santa Rosa
se encuentran dos especies en dos géneros (Fig. 14).

FISSIDENTACEAE C
Descripción: familia monogenérica de musgos acro-
cárpicos, verde oscuro a verde amarillento. Los tallos
tienen pocas ramificaciones, presentan hojas dísticas
(distribuidas en dos filas), orientadas en el mismo
plano de una manera equidistante. Hojas lanceola-
das u oblongas hasta liguladas, compuestas por dos
láminas vaginantes (en forma de vaina), una lámina
dorsal y otra lámina ventral, estas dos últimas sepa-
radas por el nervio central o costa. Los ápices de las
hojas pueden ser obtusos o agudos, o en algunas es-
pecies, redondeados; los márgenes pueden ser lisos,
crenulados o serrulados y en oportunidades presen-
tar un borde de células lineales, diferenciadas de las
del interior de la lámina foliar (Churchill y Linares, Figura 14. Leskeodon cubensis. A-B. Forma de cre-
1995; Pursell, 2007). cimiento y detalle; C. Hoja en 10X.

FLORA NO VASCULAR | 39
Ecología: las especies crecen sobre rocas y suelo, asociados a corrientes de agua o en
lugares muy húmedos. También sobre las partes bajas de los troncos de los árboles.
Se han registrado desde el nivel del mar hasta el páramo (Gradstein et al., 2001).
Para el bosque de Santa Rosa se encuentran sobre el suelo y rocas al interior de este.

Distribución: a nivel mundial existen cerca de 450 especies, la mayoría distribui-


das en los climas cálidos y húmedos de los trópicos (Pursell, 2007), de las cuales
en Colombia se pueden contar aproximadamente 38 (Churchill, 2016), en el bos-
que de Santa Rosa se encuentran cinco especies (Fig. 15).

A B

C D

E F

Figura 15. Fissidentaceae. A. Forma de crecimiento de Fissidens flaccidus, B. Detalle de la hoja de F. flaccidus,
en 10X; C. Hábito de Fissidens intramarginatus; D. Detalle de la hoja de F. intramarginatus, en 10X; E. Hábito
de Fissidens submarginatus, F. Detalle de la hoja de F. submarginatus, en 4X.

40 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
HYPOPTERYGIACEAE
Descripción: plantas de tamaño medio a grande (hasta 5 cm de alto), caracteriza-
das por su forma umbeloide (en forma de sombrillas), creciendo de manera per-
pendicular al sustrato, en manojos frondosos y dendroides. Posee tallos primarios
relativamente gruesos, caracterizados por la ausencia de hojas casi en su totalidad
o muy escasas y distantes. Los tallos secundarios se encuentran únicamente en el
ápice de los tallos primarios, llegando a presentar bastantes ramificaciones. Las
hojas son de dos formas: hojas mediales (anfigastrales), de forma orbicular y simé-
trica, con ápices agudos y serrulados distalmente, mientras que las hojas laterales
son asimétricas; ápices cortos acuminados, células intramarginales diferenciadas
(limbo) y nervio medio bifurcado en el ápice (Churchill y Linares, 1995; Kruijer et
al., 2010).

Ecología: las especies crecen generalmente sobre troncos y bases de árboles, así
como en humus, pequeñas hojas y ocasionalmente sobre rocas, en lugares muy
húmedos, desde los 300 m, hasta el bosque alto andino. Para el bosque de Santa
Rosa, se encuentra sobre corteza y rocas al interior del bosque.

Distribución: la familia tiene distribución mundial con excepción de las regiones


polares, Europa y algunas regiones de Asia (Kruijer et al., 2010). Se cuentan alre-
dedor de ocho especies en el Neotrópico, de las cuales solo una está en Colombia
(Churchill, 2016) (Fig. 16).

A B

C D

Figura 16. Hypopterygium tamariscinum A-C. Forma de crecimiento; B. Rama en vista al microscopio en
4X; D. Detalle de las células en 40X.
FLORA NO VASCULAR | 41
LEUCOBRYACEAE ficados, con hojas lanceoladas a largo-lanceoladas,
Descripción: es una de las familias ampliamente dis- distribuidas helicoidalmente, en oportunidades se
tribuidas a nivel mundial. La familia Leucobryaceae encuentran en forma de fascículos. La costa ancha es
(incluído Campylopus), se caracteriza por su variedad una característica de la mayoría de las especies que en
de colores que van desde el verde oscuro hasta el ver- algunos casos puede ocupar casi la totalidad del ancho
de claro y blanco en algunas especies de Leucobryum. de la lámina. Posee una variedad de formas de células,
Plantas de medianas a grandes, formando cojines o desde ovadas hasta cuadradas y largo rectangulares,
tapetes que se extienden sobre el sustrato, alcanzando que pueden ser clorofilosas o totalmente hialinas
los 15 cm de longitud. Por lo general son poco rami- (Churchill y Linares, 1995; Frahm, 1986).

A B

C D

E F

Figura 17. Leucobryaceae. A. Hábito de Campylopus huallangensis; B. Porción inferior de la hoja de C. hua-
llangensis, visto en microscopio a 4X; C. Hábito de Leucobryum aff. albidum; D. Células de la parte superior
de la hoja de L. aff. albidum, en 40X; E. Hábito Leucobryum crispum; E. Detalle de la base de la hoja de L.
crispum en 10X.

42 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Ecología: las especies crecen sobre una amplia va- con el ápice doblado hacia abajo (secundas), con el
riedad de sustratos, pero principalmente, sobre los borde entero, pero pueden ser nítidamente serradas
troncos de los árboles y madera en descomposición en la parte distal. La costa o nervio central corrien-
o directamente sobre el suelo, desde el nivel del mar temente ausente, aunque también puede ser corta,
hasta el páramo (Gradstein et al., 2001). En Santa simple o bifurcada; células de paredes delgadas, li-
Rosa se encuentran creciendo sobre el suelo y en sas, elongadas a romboidales, sin células alares en
troncos de árboles. los ángulos basales (Sharp et al., 1994; Churchill y
Linares, 1995).
Distribución: las especies de Leucobryaceae son
ampliamente distribuidas a nivel mundial (cosmo- Ecología: las especies se encuentran sobre troncos
politas), con cerca de 1000 especies (Churchill y de árboles, ocasionalmente en rocas, hojas y suelo
Linares, 1995). En Colombia hay 54 especies (Chur- (Gradstein et al., 2001). Para Santa Rosa, se en-
chill, 2016). Y para el caso de Santa Rosa hay 5 es- cuentran sobre troncos de árboles, troncos en des-
pecies (Fig. 17). composición y rocas.

Distribución: familia con distribución Pantropical,


LEUCOMIACEAE principalmente Neotropical, con 5 géneros y 10 es-
Descripción: musgos pleucocárpicos, verde claro a pecies (Churchill y Linares, 1995), y para Colombia
verde amarillento, forman alfombras delgadas y li- se registran dos géneros y cuatro especies (Churchill,
sas, postrados sobre el sustrato, rara vez colgantes. 2016). Para Santa Rosa, hay dos géneros y dos es-
Hojas sueltas, no apretadas, complanadas y a veces pecies (Fig. 18).

A B

C D

Figura 18. Leucomium strumosum A-B. Hábito y detalle; C. Hoja, vista al microscopio en 10X; D. Células,
en 100X.
FLORA NO VASCULAR | 43
MNIACEAE Ecología: se encuentran generalmente sobre el suelo,
Descripción: musgos con crecimiento acrocárpico, ver- pero también sobre humus, madera en descomposi-
de oscuro a ligeramente rojizos. Tallos erectos, curvados ción, rocas y bases de troncos de árboles húmedos,
o postrados y poco ramificados, complanado foliados. desde bosques montanos hasta los bosques alto andi-
Hojas erectas, más o menos sueltas, dispuestas apa- nos (Churchill et al., 2001). En Santa Rosa están sobre
rentemente en dos filas, ampliamente elípticas, con madera en descomposición al interior del bosque.
ápices agudos u obtusos, márgenes enteros, serrados
o doblemente serrados; costa simple, llegando hasta el Distribución: la familia está ampliamente distribui-
ápice de la hoja o en algunas especies saliendo de la da a nivel mundial, especialmente en las montañas
lámina foliar en forma de acumen. Células grandes, li- del hemisferio norte y zonas templadas (Koponen,
sas, isodiamétricas o alargado hexagonales, con paredes 1979; Gradstein et al., 2001). En Colombia hay una
gruesas (Sharp et al., 1994; Churchill y Linares, 1995). especie (Churchill, 2016) (Fig. 19).

A B

C D

Figura 19. Plagiomnium rhynchophorum A-B. Hábito; C. Detalle de la hoja, vista en microscopio a 10X; D.
Detalle de las células del borde de la hoja en 40X.

44 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
NECKERACEAE
Descripción: musgos con crecimiento pleurocárpico, formando céspedes o cojines
de color verde oscuro brillante a verde amarillento. Tallos de dos tipos: los tallos
primarios pueden ser casi desnudos en la parte inferior o con hojas escamoides,
usualmente de color marrón o tallos con hojas verdes en todo el largo. Hojas apre-
tadas, generalmente complanadas, de varias formas que van desde ovado lanceola-
das hasta liguladas o incluso en forma de cuchillo (cultriformes), con borde entero,
distado o serrulado y ápices agudos, acuminados o truncados. Las células lisas,
pueden ser lineales, vermiculares o largo hexagonales, la costa ocupa cerca de 2/4
de la longitud de la lámina (Sharp et al., 1994; Gradstein, 2001).

A B

C D

E F

Figura 20. Neckeraceae. A. Hábito de Porotrichum korthalsianum, B. Hoja de P. korthalsianum en 4X;


C. Crecimiento de Porotrichum mutabile; D. Hoja de P. mutabile en 4X; E. Hábito de Thamnobryum fascicu-
latum; F. Detalle de la hoja de T. fasciculatum en 10X.

FLORA NO VASCULAR | 45
Ecología: se encuentran principalmente sobre troncos de árboles, y en menores
cantidades se han registrado sobre troncos en descomposición y rocas de lugares
húmedos (Gradstein et al., 2001). En Santa Rosa, se hallan sobre troncos de árbo-
les, materia orgánica en descomposición y rocas.

Distribución: distribuídas a nivel mundial en donde tienen cerca de 211 especies,


muchas de ellas en el Neotrópico (Olsson et al., 2009), y de las cuales en Colombia
hay cerca de 23 especies en ocho géneros (Churchill, 2016). Para Santa Rosa se
registraron seis especies en cuatro géneros (Fig. 20).

PILOTRICHACEAE
Descripción: Pilotrichaceae es una familia de musgos con crecimiento pleurocár-
pico, con variados colores que van desde el verde oscuro hasta amarillos o rojizos,
formando alfombras o colchones. Se caracterizan por presentar tallos primarios
rastreros y secundarios erectos o ascendentes, con hialodermis en la mayoría de las
especies; hojas complanadas, monomórficas o dimórficas, que van desde ovadas
hasta completamente lanceoladas. Tal vez la principal característica de la familia es
la presencia de doble costa, por lo general muy larga, llegando casi hasta el ápice
de las hojas, en todas las especies excepto en Crossomitrium. Las células también
son muy variables, ya que van desde lisas hasta papilosas, y desde isodiamétricas
a lineales o corto hexagonales (Vaz-Imbassahy y Costa, 2008; Allen et al., 2010).

Ecología: crecen sobre cualquier tipo de sustrato, incluyendo rocas, suelo, made-
ra en descomposición, troncos e incluso sobre hojas de árboles (Gradstein et al.,
2001). Para santa Rosa se registran sobre suelo, rocas, troncos y hojas de árboles.

Distribución: la familia tiene una amplia distribución mundial, pero su mayor di-
versidad se encuentra en los trópicos, con cerca de 21 géneros y más de 200 espe-
cies (Gradstein et al., 2001). Para Colombia se registran 16 géneros y 81 especies,
de las cuales para Santa Rosa se encuentran siete géneros y 15 especies, siendo una
de las familias de briófitos más diversas (Fig. 21).

46 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

C D

E F

G H

Figura 21. Pilotrichaceae. A. Hábito de Callicostella pallida, B. Hoja de C. pallida en 4X; C. Hábito de Crossomitrium
epiphyllum, D. Hoja de C. epiphyllum en 4X; E. Crecimiento de Lepidopilum pallidonitens, F. Detalle de las células de
la hoja de L. pallidonitens en 40X; G. Crecimiento de Pilotrichidium callicostatum, H. Hoja de P. callicostatum en 4X

FLORA NO VASCULAR | 47
PRIONODONTACEAE
Descripción: plantas medianas en manojos laxos a densos, verdes claro a oscura.
Tallos primarios rastreros, con hojas erodadas. Tallos secundarios de 2 a 25 cm de
largo, suberectos, poco ramificados, con ramas irregularmente pinnadas y de es-
casas a abundantes. Hojas anchas a ovado lanceoladas y corto a largo acuminadas,
ápices frágiles y deciduos, base ligeramente amplectante; márgenes serradas en
la parte distal; costa terminando cerca del ápice; células mediales irregularmente
rómbicas a rectangulares, unipapilosas; células alares diferentes a las laminares,
isodiamétricas a ovadas, estrelladas o largas y porosas. Setas cortas y lisas. Cápsu-
las corto-exsertas, urna anchamente ovoide hasta subglobosa; con anillo revoluto;
peristoma doble, dientes del exostoma 16, papilosos. Caliptra cuculada, corta y lisa
(Robinson, 1967; Sharp, 1994; Churchill y Linares, 1995).

Ecología: las especies de Prionodon son epífitas y crecen en hojarasca a orillas


de los barrancos, asociadas a vegetación de bosques andinos hasta subpáramos
(Churchill y Linares, 1995). En el bosque de Santa Rosa se establece este género
sobre corteza de árbol, desde el borde hacia el interior de este.

Distribución: familia con cuatro géneros, tres de ellos representados en el trópico


(Zanten, 2009). Para el Neotrópico y las montañas tropicales de África se presen-
tan de 5 a 6 especies (Robinson, 1967; Churchill y Linares, 1995). En Colombia se
registra el género Prionodon con cuatro especies (Churchill, 2016). Para Santa Rosa
solo se registra la especie Prionodon densus (Hedw.) Müll.Hal. (Fig. 22).

A B

C D

Figura 22. Prionodon densus. A-C. Hábito; B. Detalle de la base de la hoja en 4X, D. Detalle de la parte
media de las células en 40X.

48 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
RACOPILACEAE gularmente isodiamétricas, hexagonales o romboi-
Descripción: plantas de tamaño mediano a grandes, dales, con paredes gruesas, lisas hasta débilmente
en manojos densos, verde oscuras. Tallos rastreros, papilosas. Cápsulas, curvadas, urna cilíndrica, lisa,
con ramas irregularmente pinnadas y banda central con cuello corto. Caliptra cuculada, levemente pilosa
presente, por lo general, con tomento denso; ri- (Churchill y Linares, 1995; Allen, 2002).
zoides rojizos, lisos o algunas veces aparentemente
papilosos. Hojas dimórficas, dorsales pequeñas y si- Ecología: crecen sobre troncos y ramas de árboles
métricas, angostamente triangulares, ápices acumi- y arbustos, madera en descomposición, suelo y ro-
nados, márgenes serradas en la parte distal y costa cas; en bosques húmedos a muy húmedos, en zonas
largoexcurrente; hojas laterales ovado-lanceoladas bajas y altas (Churchill y Linares, 1995). La especie
a oblongo-lanceoladas, asimétricas, ápices agudos encontrada en la zona de estudio crece sobre corteza
hasta anchamente acuminados, márgenes planas, habitualmente encontrada en el interior y borde del
serradas en la parte distal; células mediales irre- bosque.

Distribución: familia con


A B 2 géneros y más o menos
25 especies de distribución
Pantropical, representada
con un género y dos espe-
cies en el Neotrópico (Allen,
2002). Santa Rosa, solo re-
gistra la especie Racopilum
tomentosum (Hedw.) Brid.
(Fig. 23).

C D

Figura 23. Racopilum to-


mentosum A-B. Hábito; C.
Rama en vista en micros-
copio a 4X; D. Detalle de la
parte superior de una hoja
lateral, en 10X.

FLORA NO VASCULAR | 49
RHIZOGONIACEAE Ecología: plantas epífitas que se hallan sobre ra-
Descripción: plantas pequeñas a grandes con hasta mas y troncos de árboles y arbustos, del mismo
10 cm de alto, en manojos suaves a densos. Tallos modo en troncos de helechos arborescentes. Crece
erectos y generalmente poco ramificados; con banda en sitios sombreados en suelo, madera en descom-
central bien desarrollada y con tomento denso ha- posición y todos los sustratos posibles, ubicada
cia la parte inferior. Hojas dispuestas espiralmente, desde bosques andinos hasta alto-andinos y el
pero algunas veces con apariencia de 2 filas, ovadas páramo (Churchill y Linares, 1995). Los ejemplares
a estrecha o anchamente oblongo-lanceoladas, ápi- se encontraron sobre corteza y suelo, en ambien-
ces agudos hasta acuminados, bases decurrentes o tes húmedos de la zona de transición y borde del
rectas; márgenes planas o reflexas, crenuladas, den- bosque.
tadas, dientes simples y márgenes uniestratificadas;
costa simple, fuerte, percurrente hasta corto-excu- Distribución: familia con ocho géneros y unas 40
rrente, entera o dentada abaxialmente en la parte especies con distribución Pantropical; en el Neotró-
distal; células de la lámina isodiamétricas y lisas o pico ocurren cinco géneros y ocho especies (Churchi-
abultado-mamilosas, sin células alares. Esporófitos ll y Linares, 1995); en cuanto a Colombia se tienen
con setas largas, rígidas y lisas, y cápsulas erectas dos géneros y cuatro especies (Bernal et al., 2016).
a horizontales con una urna cilíndrica (Touw, 1989; Pyrrhobryum spiniforme (Hedw.) Mitt., es la única
Churchill y Linares, 1995). especie que crece en Santa Rosa (Fig. 24).

A B

C D

Figura 24. Pyrrhobryum spiniforme. A-B. Hábito y detalle de una rama; C. Parte superior de una hoja, vista
al microscopio en 4X, D. Detalle del margen en donde se observan los dientes dobles, visto a 40X.

50 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
SEMATOPHYLLACEAE tas largas, lisas o distalmente papilosas (Buck, 1998;
Descripción: plantas pequeñas, en tapices laxos a Churchill y Linares, 1995; Sharp, 1994).
densos, de color verde claro, oscuras o verde ama-
rillentas y doradas. Tallos rastreros o patentes hasta Ecología: son plantas epífitas sobre la corteza de ra-
ascendentes; ramas cortas o largas, con presencia mas, troncos y ocasionalmente como epífilos y rara
de banda central y sin paráfilos. Hojas imbricadas, vez en rocas o suelos húmedos de bosques tropicales
erectas, generalmente lineales u ovadas, ápices acu- semi-secos hasta bosques alto-andinos (Ramsey et
minados o agudos, raramente obtusos, base recta o al., 2002). Las especies registradas para el bosque
levemente auriculada; márgenes planas hasta reflexas de estudio se establecen sobre tronco caído y cor-
o recurvadas, usualmente enteras hasta serruladas o teza, ocasionalmente desde el borde hacia el interior
serradas distalmente; ecostadas o costadas, con cos- del bosque.
ta corta y bifurcada o doble, muy tenue; células de la
lámina generalmente lisas, menos común papilosas, Distribución: con 53 géneros y cerca de 600 es-
papilas simples o varias en una fila, con paredes fir- pecies en las zonas tropicales y subtropicales (Buck,
mes; células alares bien desarrolladas, constantemen- 1982). En Colombia hay presencia de 14 géneros y
te infladas, ovales hasta oblongo-ovales, con paredes 45 especies (Bernal et al., 2016). Para el bosque de
gruesas, comúnmente rojo-naranjadas o doradas. Se- Santa Rosa se encuentran dos especies (Fig. 25).

A B

C D

Figura 25. Sematophyllaceae. A. Hábito de Pterogonidium pulchellum; B. Hoja de P. pulchellum, en 10X; C.


Hábito de Trichosteleum papillosum; D. Detalle de la hoja de T. papillosum, en 40X.

FLORA NO VASCULAR | 51
THUIDIACEAE deadas, con una o varias papilas. Seta lisa, cápsula
Descripción: plantas pequeñas a robustas, en ta- cilíndrica u ovoide (Crum y Anderson, 1981; Touw,
pices laxos o densos, pardo verdosas a pardo dora- 2001a; Schiavone y Suárez, 2007).
das. Tallos regularmente bi o tri-pinnados; paráfilos
abundantes sobre el tallo principal esparcidos sobre Ecología: colonizan diversos sustratos como suelo,
las ramas primarias, ocasionalmente sobre ramas roca, base de árboles o sobre raíces expuestas, tan-
secundarias, filamentosos, simples o ramificados, to en lugares abiertos como en bosques tropicales
con células papilosas, ovadas a rectangulares. Ho- húmedos (Schiavone y Suárez, 2007). Las especies
jas del tallo y las ramas dimórficas: hojas del tallo encontradas en Santa Rosa se encuentran en corteza
ancho ovales, acuminadas o terminando en una fila y roca, ordinariamente en la zona de transición y al
de células, margen crenulado por proyección de las borde del bosque.
papilas, costa simple, comúnmente llegando hasta el
ápice, células foliares cortas de paredes firmes, del- Distribución: familia que comprende cerca de 13
gadas o engrosadas, con una o varias papilas, solo en géneros (Touw, 2001a), de los cuales solo 4 están
una o en ambas superficies; hojas de las ramas, más representados en Colombia, con cerca de 17 especies
pequeñas que las del tallo, generalmente cóncavas, (Bernal et al., 2016). Para Santa Rosa se registran
margen entera, costa simple; células foliares redon- tres géneros y cinco especies (Fig. 26).

A B

C D

Figura 26. Thuidiaceae. A. Hábito de Thuidium aff. carantae; B. Detalle de las células de las hojas de T. aff.
carantae, en 40X; C. Crecimiento de Thuidium peruvianum; D. Detalle de las hojas de T. peruvianum, en 10X.

52 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
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FLORA NO VASCULAR | 55
56 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 1:
FLORA

CAPÍTULO II
FLORA VASCULAR

Nohora Alba Camargo-Espitia1, Pablo Andrés Gil-Leguizamón1, Carlos Nelson Díaz-Pérez1,2,


María Eugenia Morales-Puentes1,2 & Edimer González 3.
1
Grupo de Investigación Sistemática Biológica, Herbario UPTC, Escuela de Biología, Facultad de Ciencias,
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Grupo de Investigación Sistemática Biológica, Herbario UPTC, Doctorado en Ciencias Biológicas y Ambientales,
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
3
Guía de campo, auxiliar en flora y fauna local.
INTRODUCCIÓN
Los bosques andinos se distribuyen entre los 1000 y 3500 m en áreas tropicales
(Rangel-Ch., 2000; Kappelle y Brown, 2001), se caracterizan por ser reguladores
hídricos, biodiversos con alto endemismo y variabilidad climática (Castaño, 2002;
Brehm et al., 2008). En Colombia, han sido objeto de intensivas y extensivas
transformaciones y degradaciones por influencia humana (deforestación, agricul-
tura, ganadería, minería y aumento de especies invasoras y exóticas), evidenciado
en la pérdida de hábitats, de riqueza y de extinción local de especies nativas (Etter,
1993; Betancur et al., 1997; Armenteras et al., 2003; Etter et al., 2006; Gutiérrez,
2006; Sáenz, 2006).

Aportes significativos al conocimiento de la flora y estructura de la vegetación


son los realizados por naturalistas y científicos como Cuatrecasas (1958), Cal-
das (1966), Cleef et al. (1984), Rangel-Ch. (1991), Gentry (1993a), Reina et al.
(2004), Paredes y Martínez (2005), Hernández-G. et al. (2011), entre otros; di-
chas contribuciones determinan la dinámica natural del bosque, información rele-
vante para el manejo integral de estos ecosistemas, para el diseño de estrategias
orientadas a generar nuevo conocimiento y concientizar al hombre de su impor-
tancia y necesidad de conservación (IAvH, 1998; Bubb et al., 2004; Solano, 2006;
Alvis-G., 2009).

Caso particular en la franja andina, son las formaciones de bosque subandino del
municipio de Bolívar (Santander), caracterizado por su conspicua y llamativa flora
y fauna, además, de una oferta hídrica constante. En estos ambientes se presen-
tan elementos leñosos de portes altos y amplias coberturas, los cuales ayudan a
la supervivencia y conservación de hábitats para aves y mamíferos (Hietz, 1999;
Phillips et al., 2011; Pan et al., 2011). No obstante, la configuración actual a escala
de paisaje, está conformada por parches de bosques que limitan con matrices de
pastos y cultivos (p. ej.: lulo y mora).

Por lo anterior, como aporte significativo a la región, se describen algunas fami-


lias de plantas vasculares del bosque subandino, cuya riqueza es de 481 especies,
256 géneros y 102 familias. Este capítulo está dedicado a todas las personas
motivadas por el conocimiento de la flora del país, no pretende más que ser una
guía de conocimiento local, de inspiración y belleza que demuestran las maravi-
llosas plantas.

58 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
METODOLOGÍA
Trabajo de campo: se realizaron 10 transectos de 100x5m., se tomaron datos de
altura (m.) y forma de crecimiento (Rangel-Ch. y Velázquez, 1997; Font-Quer,
2001). De cada ejemplar se registraron datos de las características morfológicas de
hojas, flores y frutos que se puedan perder en el secado; todas las muestras fueron
procesadas según estándares de herborización para asegurar la preservación de las
muestras (Fig. 1).

Trabajo de herbario: el material se procesó en el Herbario UPTC; la determinación


se realizó a través de claves especializadas como, Woody Plants of Northwest Sou-
th America (Gentry, 1993b), para jerarquías taxonómicas a nivel de familia y género,
así como, Flora Neotrópica, Flora de la Guyana de Venezuela, Flora de Colombia,
Flora de Mesoamérica y monografías genéricas, entre otras.

Para confirmar las determinaciones se utilizó la colección de referencia del Herbario


UPTC, consultas de los Herbarios virtuales NY (Jardín Botánico de Nueva York),
COL (Universidad Nacional de Colombia), UDBC (Herbario Forestal, Universidad
Distrital Francisco José de Caldas) y COAH (Herbario Amazónico Colombiano); así
como, el apoyo de especialistas en algunos grupos taxonómicos. La clasificación se
realizó bajo el sistema Angiosperm Phylogeny Group (2016) y para la citación de las
especies se consultaron referencias electrónicas como, www.tropicos.org, http://
www.ipni.org/, www.catalogoplantasdecolombia.unal.edu.co/es/ y www.theplant-
list.org.

Organización de la información: se abordó a partir del listado taxonómico de fa-


milias, géneros y especies, se identificaron las familias y géneros con mayor riqueza
(Magurran, 1989; Rangel-Ch. y Velázquez, 1997).

Los resultados de la flora registrada se exponen en un catálogo de 47 familias y 85


especies.

FLORA VASCULAR | 59
A

C
B

Figura 1. Trabajo de campo realizado para la recolecta de plantas vasculares; A. Corte de la muestra con baja
ramas; B. Registro de datos en libreta; C. Transporte de las muestras; D. Prensado de las muestras para
posterior secado.

60 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
RESULTADOS
Se encontraron 481 especies pertenecientes a 256 (53) de las familias incluyen de dos a nueve géneros,
géneros en 102 familias; lo que indica que, el 72% y de dos a nueve especies (237 especies/49%); las
son familias de dicotiledóneas (73 familias, 192 gé- restantes 37 familias (36%) solo tienen un género y
neros y 363 especies), así el 13% son monocotiledó- una especie (37/8%).
neas (es decir, 14 familias, 41 géneros y 73 especies),
y finalmente, el 15% son Pteridophyta (15 familias, Los géneros más ricos en especies son: Piper (16
24 géneros y 45 especies (ver listado flora vascular). especies), Miconia (10), Ficus, Peperomia y Sola-
num (9 cada uno), Anthurium y Clusia (7 cada uno),
Las seis familias más representativas fueron Rubia- Passiflora, Pilea, Siparuna y Zanthoxylum (6 cada
ceae, Piperaceae, Gesneriaceae, Melastomataceae, uno); el 24% de las especies se distribuyen en los
Orchidaceae y Solanaceae; en la Tabla 1, se muestran 16 géneros con mayor riqueza (116). El 28% de los
las 12 familias más diversas que tienen el 37% de los géneros (71), incluyen de dos a cuatro especies (196)
géneros (94) y el 43% de las especies (205). El 36% y el 66% restante (169) una especie (Tabla 2).

Tabla 1. Las 12 familias más representativas del bosque subandino junto a la estación Santa Rosa (Bolí-
var-Santander).

Familia Número de géneros Número de especies


Rubiaceae 15 29
Piperaceae 2 25
Gesneriaceae 11 19
Melastomataceae 8 19
Orchidaceae 11 16
Solanaceae 4 16
Araceae 7 15
Urticaceae 7 15
Fabaceae 9 14
Moraceae 4 14
Lauraceae 7 12
Asteraceae 9 11
Total familias más ricas 94 (37%) 205 (43%)
Total otras familias 162 (63%) 276 (57%)
FLORA VASCULAR | 61
Tabla 2. Los géneros que presentaron mayor número de especies.

Género Número de especies


Piper (Piperaceae) 16
Miconia (Melastomataceae) 10
Ficus (Moraceae) 9
Peperomia (Piperaceae) 9
Solanum (Solanaceae) 9
Anthurium (Araceae) 7
Clusia (Clusiaceae) 7
Passiflora (Passifloraceae) 6
Pilea (Urticaceae) 6
Siparuna (Siparunaceae) 6
Zanthoxylum (Rutaceae) 6
Casearia (Salicaceae) 5
Guatteria (Annonaceae) 5
Hoffmannia (Rubiaceae) 5
Psychotria (Rubiaceae) 5
Dioscorea (Dioscoreaceae) 5
Total géneros más ricos 116 (24%)
Total otros géneros 365(76%)

62 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ACANTHACEAE
Hierbas, arbustos o árboles con tallo terete o cuadrangular. Hojas simples y opues-
tas, margen entero o a veces dentado, sin estípulas, algunas con presencia de
cistolitos. Inflorescencia terminal o axilar, en racimo, cimas, espigas, glomérulos,
también solitarias, con brácteas. Flor tubular, generalmente bilabiada o con 5 ló-
bulos, de colores llamativos; estambres 2-4. Fruto en cápsula, dehiscente, en dos
valvas, 2 a numerosas semillas (Guarín, 2008; Idárraga-Piedrahita et al., 2011)
(Figs. 2 y 3).

Distribución y hábitat: principalmente tropical, en zonas abiertas, bordes de ca-


mino e interior de bosque, comprende 40 géneros y cerca de 300 especies. Los
colibríes son sus principales visitantes (Vargas, 2002; Smith et al., 2004).

Usos: ornamental, debido al atractivo color de sus hojas, brácteas y flores (Vargas,
2002).

A B

Figura 2. Razisea spicata Oerst. A. Vista general de la planta; B. Inflorescencia vista de brácteas y flores.

A B

Figura 3. Aphelandra sp. A. Hábito; B. Inflorescencia con brácteas rojas y flores con pétalos amarillos.

FLORA VASCULAR | 63
ALSTROEMERIACEAE
Hierbas desde erectas hasta trepadoras, con un único rizoma; a veces las raíces presentan en-
grosamientos, gracias a los contenidos de almidón. Tallo blando. Hojas simples, alternas, peciolo
retorcido. Inflorescencia terminal en umbela, formada por cimas helicoidales, protegidas por
brácteas, cuando están reducidas a una sola flor. Flores llamativas rojas, rosadas o anaranjadas,
con patrones de manchas, relativamente grandes, trímeras, actinomorfas a levemente zigomor-
fas. Fruto en cápsula dehiscente; semillas redondas o esferoidales (Xifreda et al., 1996; Alzate,
2016) (Fig. 4).

Distribución y hábitat: desde México hasta Tierra del Fuego. De 150 especies, en tres géneros
(Sanso y Hunziker, 1998; Smith et al., 2004; Alzate, 2016).

Usos: varias de estas especies son cultivadas


como adorno por la belleza de sus flores y
A algunas son comestibles. Según los estudios
de Xifreda et al. (1996), existen variedades de
híbridos, cuya importancia radica en su valor
ornamental (Vargas, 2002; Alzate, 2016).

C D

Figura 4. Bomarea edulis (Tussac) Herb. A.


Vista general de la inflorescencia; B. Hábito;
C. Vista lateral de la flor; D. Vista frontal de
la flor.

64 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ANACARDIACEAE
Árboles y arbustos con resina en la corteza, presentan látex acuoso o exudado
aromático (olor a mango biche), algunas especies son irritantes (árbol conocido
como Pedro Hernández). Hojas simples o compuestas (imparipinadas, con foliolos
asimétricos, opuestos), alternas. Inflorescencia en panícula terminal o axilar; flores
pequeñas, actinomorfas, pentámeras y unisexuales; tanto los sépalos como los pé-
talos están separados, aunque pueden encontrarse ligeramente unidos, estambres
5 a 10, generalmente libres. Fruto en drupa y resinoso (Cronquist, 1981) (Fig. 5).

Distribución y hábitat: en zonas tropicales y subtropicales, crecen en bordes de


camino, áreas abiertas e interior de bosques con más de 700 especies en 82 géne-
ros, en Colombia se encuentran 10 géneros y cerca de 25 especies (Vargas, 2002).

Usos: los miembros de la familia son de importancia económica como frutas y


semillas comestibles (mango, marañón, pistacho, anacardos o nuez marañón y pi-
mienta rosa), compuestos medicinales, madera valiosa y ornamental (Smith et al.,
2004).

A B C

Figura 5. Rhus striata Ruiz & Pav. A. Vista general del hábito; B. Detalle de la copa; C. Ramas.

FLORA VASCULAR | 65
APIACEAE Distribución y hábitat: se encuentra en zonas tro-
Hierbas aromáticas, tallos delgados y blandos, car- picales y templadas del hemisferio norte. Crece en
nosos y huecos. Hojas simples, alternas u opuestas, bordes de camino, pequeños barrancos y en interior
forma palmatilobulada, margen dentado o crenado, de bosque en los lugares más húmedos. Consta de
peciolos generalmente envainadores. Inflorescencia unas 3500 especies (Smith et al., 2004; Vargas,
en umbela simple o compuesta, brácteas foliares; 2002).
flores bisexuales o unisexuales, pequeñas, blancas
o verde claro. Fruto esquizocárpico, compuesto por Usos: varias especies son cultivadas como alimento
dos mericarpos secos, cada uno con una semilla (zanahoria) y usadas en la medicina tradicional (pe-
(Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Padilla, 2000; Ste- rejil y anís) (Smith et al., 2004).
vens et al., 2001) (Fig. 6).

Figura 6. Sanicula liberta Cham. & Schltdl. A. Vista del hábito; B. Infrutescencia.

66 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
APOCYNACEAE Distribución y hábitat: en regiones tropicales y
Árboles, arbustos, hierbas o enredaderas con abun- subtropicales, en bordes de caminos o zonas abier-
dante látex. Hojas simples, opuestas, alternas o tas, en ocasiones al interior del bosque. Se conocen
verticiladas, con margen entero. Inflorescencias 4555 especies en 415 géneros (Endress y Bruyns,
terminales o axilares en racimo, panícula, corimbo 2000; Smith et al., 2004).
o umbela; a veces solitarias. Flores bisexuales, ac-
tinomorfas y pentameras. Fruto con dos folículos Usos: son cultivadas como ornamentales por sus
libres (uno abortivo, el otro con semillas plumosas), flores llamativas, también presentan sustancias
en cápsula, drupa o baya (Endress y Bruyns, 2000; venenosas en su látex o flores (Smith et al., 2004;
Vargas, 2002) (Fig. 7). Vargas, 2002).

Figura 7. Asclepias curassavica L. A. Hábito; B. Acercamiento de la inflorescencia.

FLORA VASCULAR | 67
ARACEAE Distribución y hábitat: en los trópicos, subtrópicos
Plantas terrestres o acuáticas, de crecimiento y regiones templadas del hemisferio norte, y la ma-
herbáceo, epífitas o hemiepífitas, algunas con yor riqueza en Asia y América tropical; polinizadas
tricomas o con raíces tuberosas. Tallo postrado o por insectos (Croat, 1998). Incluye 106 géneros y
erecto. Hojas alternas, simples, usualmente ba- cerca de 4025 especies (Smithe et al., 2004; Judd
sales, con peciolo envainador, enteras, lobadas et al., 2008).
o partidas. Inflorescencia en espádice protegida
por una espata foliácea (bráctea), unisexuales y Usos: algunas especies son cultivadas ornamental-
bisexuales, axilar o terminal. Flores pequeñas sin mente por su morfología foliar y colores de la inflo-
perianto. Fruto en baya (Mayo et al., 1997) (Figs. rescencia (cartuchos). Otras especies son comesti-
8-10). bles debido al contenido de almidón (Vargas, 2002).

Figura 8. Stenospermation sp. A. Vista del hábito; B. Detalle de la inflorescencia (espádice).

68 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

B C

Figura 9. Anthurium nigrescens Engl. A. Vista del hábito; B. Inflorescencia; C. Detalle del espádice.

FLORA VASCULAR | 69
A B

C D

E F

Figura 10. Anthurium formosum Schott. A. Vista del hábito; B. Hoja vista por la haz; C. Inflorescencia; D.
Detalle del espádice; E. Hoja vista por el envés; F. Disposición de las hojas.

70 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ARALIACEAE baya o drupa (Guarín, 2008; Stevens et al., 2001)
Árboles, arbustos, hierbas o trepadoras, terres- (Fig. 11).
tres, hemiepífitas o epífitas, tallos con cicatrices
que dejan las hojas al caer. Hojas alternas, palma- Distribución y hábitat: se distribuye en todo el
ticompuestas o simples, pecíolos dilatados en la mundo en áreas tropicales y subtropicales, es muy
base, de longitud variable y en ocasiones con lí- numerosa en sur América (Harms, 1898). Incluye 43
gula. Inflorescencia terminal o axilar, en panícula, géneros y aproximadamente 1450 especies (Smith
corimbo, umbela o racimo de umbela. Flores pe- et al., 2004; Judd et al., 2008).
queñas, pétalos libres, a veces unidos en la base,
estambres en igual número de pétalos. Fruto en Usos: ornamental y medicinal (Vargas, 2002).

C D

Figura 11. Schefflera sp. A-B. Detalle de hojas; C-D. Inflorescencias e infrutescencias.

FLORA VASCULAR | 71
ARECACEAE
Arbustos o árboles, tallos variables en longitud y de, paniculada o en espiga, envuelta en una bráctea
grosor, solitarios o cespitosos, con anillos y a veces leñosa (espata). Flores sésiles, actinomorfas, ver-
con espinas. Hojas alternas pinnadas, palmeadas o a doso-amarillentas, pétalos en igual número de sé-
veces simples y agrupadas al final del tallo, peciolo palos. Fruto en baya o drupa (Mendoza-Cifuentes y
envainador y a veces lignificado. Inflorescencia gran- Ramírez-Padilla, 2000) (Figs. 12 y 13).

A B

C D

E F

Figura 12. Dictyocaryum lamarckianum (Mart.) H. Wendl. A. Hábito de crecimiento; B. Infrutescencia; C.


Hoja vista por el envés; D. Detalle de la infrustescencia; E. Raíces adventicias; F. Frutos.

72 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Distribución y hábitat: se distribuye en casi toda la región tropical y subtropical
extendiéndose en áreas cálido templadas. Incluye 183 géneros en 2361 especies
(Vargas, 2002; Smith et al., 2004; Asmussen et al., 2006).

Usos: son de importancia económica y ornamental; productoras de aceite, fibras


para tejer canastas o sombreros; inflorescencias, frutos o semillas útiles como ali-
mento, condimento, en la fabricación de jabones o alcohol; madera y hojas para la
construcción (Vargas, 2002).

A B

C D

Figura 13. Chamaedorea pinnatifrons (Jacq.) Oerst. A. Hábito de crecimiento; B. Hoja por el envés; C. Infru-
tescencia; D. Detalle de la infrutescencia.

FLORA VASCULAR | 73
ASTERACEAE
Árboles y arbustos, hierbas anuales, bianuales o presentes o ausentes. Inflorescencia en capítulo
perennes, a veces trepadoras escandentes. Hojas (cabezuelas) en forma de cima, corimbo, racimo,
alternas, verticiladas u opuestas, o en roseta basal, panícula, umbela, espiciforme o solitaria, pedun-
raramente reducidas a escamas, con o sin espinas, culada y pedicelada, bracteada. Fruto en aquenio
simples o con 2 numerosos folíolos, márgenes en- o cipsela (Judd et al., 2008; Funk et al., 2009)
teros o variadamente dentados, lobados; pecíolos (Figs. 14 y 15).

A B

D E

Figura 14. Adenostemma sp. A. Hábito; B-E. Detalle de la inflorescencia.

74 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Distribución y hábitat: en América tropical muy bien adaptadas a los hábitats
montañosos o áridos, o son malezas con amplia distribución y se encuentran en
hábitats alterados (Smith et al., 2004; Funk et al., 2009).

Usos: algunas son usadas en la medicina popular, otras, como condimentos (Funk
et al., 2009).

B C

Figura 15. Lepidaploa sp. A-C. Diferentes vistas de la planta.

FLORA VASCULAR | 75
BEGONIACEAE
Pequeños arbustos e hierbas escandentes. Ta- Distribución y hábitat: en Suramérica, de regiones
llos suculentos y rojizos. Hojas alternas, simples, tropicales y subtropicales; en lugares sombreados y
con margen aserrado o dentado, base asimétrica, húmedos, en interior de bosques, algunas especies
con estípulas grandes y persistentes. Inflorescen- en lugares intervenidos. Incluye dos géneros y cerca
cia axilar en cima. Flores unisexuales, con pétalos de 1500 especies (Judd et al., 2008; Goodall-Co-
blancos a rojo o rosados, consistencia carnosa, pestake et al., 2009).
flores masculinas con abundantes estambres. Fru-
to seco capsular, alado, con abundantes semillas Usos: las especies son cultivadas como ornamen-
(Goodall-Copestake et al., 2009; Stevens et al., tales, las arquitecturas de las flores embellecen los
2001) (Figs. 16 y 17). jardines (Stevens et al., 2001).

A B

C D

Figura 16. Begonia extensa L.B. Sm. & B.G. Schub. A. Hábito; B-C. Inflorescencia; D. Detalle de la flor.

A B

Figura 17. Begonia pax Jara & Zabala-Rivera. A. Rama; B. Flor y envés de la hoja.

76 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
BROMELIACEAE
Hierbas epífitas o terrestres, en roseta. Hojas sim- zonas despejadas. En la base de las hojas se forma
ples, alternas, enteras o aserrados-espinosas, co- un “tanque” de reserva, que almacena agua y sus-
riáceas, con nerviación paralela. Inflorescencia con tancias orgánicas, sirven de hábitat para insectos,
brácteas coloridas. Flores actinomorfas o zigomor- arácnidos, ranas y pequeñas serpientes (Chaparro et
fas, pétalos libres o unidos, amarillos, blancos, ver- al., 2011; Smith y Downs, 1979). Con 57 géneros y
des, rojos o morados. Fruto en cápsula o en baya. cerca de 1700 especies (Smith et al., 2004; Givnish
Semillas aladas o plumosas (Medina, 1990; Betan- et al., 2007; Judd et al., 2008). La polinización es
cur y García, 2006; Givnish et al., 2007; Alvara- realizada por aves, murciélagos e insectos (Carran-
do-Fajardo et al., 2013) (Figs. 18 y 19). za-Quiceno y Estévez-Varón, 2008).

Distribución y hábitat: en el neotrópico se en- Usos: tienen un alto valor a nivel ornamental por
cuentran en interior de bosque, bordes de camino y el atractivo de su follaje y flores, se cultivan con
gran facilidad por
ser resistentes a
A B plagas, otras son de
uso medicinal o para
la extracción de fi-
bras (Chaparro et al.,
2011).

Figura 18. Ronnber-


gia veitchii (Baker)
Aguirre-Santoro. A.
Hábito; B. Inflores-
cencia.

A B

Figura 19. Tillandsia


denudata André. A.
Hábitat; B. Hábito.
FLORA VASCULAR | 77
CAMPANULACEAE
Árboles, arbustos, hierbas y lianas, con látex. Tallo erecto o en zig-zag. Hojas simples
y alternas, a veces opuestas o verticiladas. Inflorescencia en racimo o flores solitarias.
Flores bisexuales y zigomórficas, pentámeras, cáliz con segmentos libres o unidos en
la base, corola tubular, roja, verde claro o fucsia. Fruto en baya o cápsula, cáliz persis-
tente. Semillas numerosas (Vargas, 2002; Eddie et al., 2003) (Fig. 20).

Distribución y hábitat: casi cosmopolita, se concentra en el hemisferio norte,


crece en lugares sombreados y húmedos en interior de bosque; abarca cerca de 84
géneros y 2380 especies (Eddie et al., 2003).

Usos: como medicinal para tratar enfermedades respiratorias, reumáticas y vené-


reas; también balsámico, calmante y cicatrizante, y de uso ornamental (Arellano et
al., 2003).

A B

C D

Figura 20. Centropogon sp. A. Hábito; B-C. Vis-


ta lateral de la flora; D. Vista frontal de la flor.

78 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CHLORANTHACEAE
Hierbas hasta árboles aromáticos (olores fuer- Distribución y hábitat: en regiones tropicales y
tes). Hojas simples, opuestas, dentadas o aserra- pantropicales; Hedyosmum está presente en Améri-
das, decusadas, bases de los pecíolos fusionados ca tropical, frecuente en bosques secundarios. Con 4
a modo de vaina. Estípulas pequeñas en la base géneros y 75 especies (Kong, 2001; Friis et al., 2011).
del pecíolo. Inflorescencia masculina en amento,
racimo o panícula, amento femenino en cima, Usos: ornamental y medicinal (tonificante, estimu-
tirso o panícula. Fruto en drupa con abundante lante, entre otros), y culinario como saborizante de
endosperma (Ludlow-Wiechers, 1978; Friis et al., licores (Kirchner et al., 2010; Zamora-Burbano y
2011) (Fig. 21). Arturo-Perdomo, 2016).

A B

C D

Figura 21. Hedyosmum goudotianum Solms. A. Hábito; B-C. Rama; D. Detalle de infrutescencia.

FLORA VASCULAR | 79
CLEOMACEAE
Hierbas o arbustos. Tallos erectos o escandentes. Peciolos largos con pulvinulo.
Hojas alternas en espiral, simples o palmaticompuestas, enteras o serruladas. In-
florescencia terminal o axilar en racimo, a veces capitado, o flor solitaria. Flores
bisexuales, actinomorfas o zigomorfas; 4 sépalos y 4 pétalos. Fruto en cápsula,
núculas o esquizocarpos; semillas pocas o numerosas (Lorea-Hernández, 2004;
Tucker, 2009) (Fig. 22).

Distribución y hábitat: tropical y subtropical, en ambientes áridos y bosques de


clima húmedo (Lorea-Hernández, 2004; Campos, 2003). Alrededor de 150 espe-
cies, en 17 géneros (Tucker, 2009).

Usos: ornamental, alimenticia y medicinal (Aguirre De la Hoz y Ruiz, 2017).

A B

C D

Figura 22. Podandrogyne brachycarpa (DC.) Woodson. A. Hábito; B. Inflorescencia; C. Hojas vistas por la
haz; D. Flores en antesis, con presencia del ginoforo.

80 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CLUSIACEAE
Árboles a hierbas, trepadoras, epífitas o hemiepí- Distribución y hábitat: en regiones tropicales, en
fitas, con exudado hialino (transparente), blanco, bosques secundarios o zonas abiertas. 40 géneros y
amarillo, rojo o anaranjado. Hojas simples, opues- 1000 especies (Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Pa-
tas, margen entero. Inflorescencia terminal, cimosa, dilla, 2000; Stevens et al., 2001).
o flores solitarias. Flores unisexuales, sépalos de
2-10, pétalos 2-14, libres o connados (unidos) ba- Usos: económicamente importante por frutales
salmente, estambres pocos a numerosos. Fruto en como el mangostino, madroño; algunas especies son
cápsula carnosa que se abre en forma de estrella, maderables, así mismo como productoras de gomas,
semillas casi siempre ariladas (Mendoza-Cifuentes y pigmentos o resinas, también como ornamentales
Ramírez-Padilla, 2000; Stevens et al., 2001) (Figs. (Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Padilla, 2000; Ste-
23 y 24). vens et al., 2001).

A B

Figura 23. Clusia sp. A. Hábito; B. Flor.

A B

Figura 24. Clusia grandiflora Splitg. A. Flores; B. Fruto.

FLORA VASCULAR | 81
COSTACEAE
Hierbas. Tallos carnosos. Hojas espiraladas, pubescentes, liguladas, vainas abra-
zadoras al tallo. Inflorescencia terminal en espiga, brácteas foliáceas muy unidas,
verdes o rojas. Flores zigomorfas blanco crema, amarillas o anaranjadas a rojas.
Fruto capsular, con apertura tardía e irregular, semillas ariladas (Guarín, 2008;
Vargas, 2002) (Fig. 25).

Distribución y hábitat: en regiones tropicales y subtropicales, en sitios húmedos


y en interior de bosque. 130 especies, en 4 géneros (Smith et al., 2004; Vargas,
2002).

Usos: en medicina y como ornamentales (Vargas, 2002).

A B

Figura 25. Costus laevis Ruiz & Pav. A. Hábito; B-C. Flor.

82 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CUCURBITACEAE
Trepadoras o rastreras, zarcillos laterales al peciolo, hojas alternas, simples, ente-
ras, cordadas o palmatilobuladas, rara vez con glándulas en el envés. Inflorescencia
axilar, en cima, racimo, panículas o flor solitaria. Fruto en baya o cápsula, liso o es-
pinoso, verdosos, amarillos, blancos, anaranjados o rojos (Guarín, 2008) (Fig. 26).

Distribución y hábitat: en regiones tropicales y subtropicales, con algunas espe-


cies extendiéndose a zonas templadas y climas fríos (Vargas, 2002). Cerca de 97
géneros y 960 especies (Kocyan et al., 2007).

Usos: en agricultura (Melón, ahuyama, pepino y patilla) (Vargas, 2002).

A B

C D

E F

Figura 26. Gurania macrantha Cuatrec. A. Vista haz foliar; B. Envés foliar y zarcillo; C. Inflorescencia en vista
lateral; D. Inflorescencia en vista frontal; E. Frutos; F. Fruto en corte longitudinal.

FLORA VASCULAR | 83
A

CYCLANTHACEAE
Hierbas o subarbustos, enredaderas, terrestres
o epífitas, suelen confundirse con palmas por su
estructura similar en tallo y hojas. Hojas alter-
nas, simples, en espiral, dísticas y bífidas. Inflo-
rescencia axilar en espádice. Flores unisexuales y
bisexuales en el mismo espádice. Fruto indehis-
cente en baya (Stevens et al., 2001) (Fig. 27).

Distribución y hábitat: neotropical, en interior


de bosque, zonas húmedas y cerca a ríos y que-
bradas; la conforman cerca de 200 especies en 12
géneros (Vargas, 2002).

Usos: los tallos y raíces son utilizados para fa-


bricar cestos, instrumentos musicales de percu-
sión y para amarres en construcción (Tuberquia,
1997).

B C

Figura 27. Cyclanthus bipartitus Poit. ex. A. Rich. A. Hábito; B-C. Espádice en fructificación.

84 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
DIOSCOREACEAE
Trepadoras, dioicas, a veces monoicas, rizomas Distribución y hábitat: en los trópicos y subtró-
tuberosos (ñame); tallos engrosados en la base y picos húmedos y estacionalmente secos, y en re-
curvos, teretes a angulares. Hojas enteras, alternas giones templadas. 7 géneros y 900 especies. Se
u opuestas, simples a veces palmeadas hasta cor- presume que especies tropicales de Dioscorea pue-
dadas, ápice largo acuminado, base truncada o re- den ser polinizadas por agentes nocturnos (Huber,
dondeada. Inflorescencia axilar, solitaria, en racimo 1998).
o en fascículo. Flores pequeñas, verdes a amarillas,
actinomorfas, bracteadas. Fruto en cápsula, a veces Usos: alimenticio como el ñame (Pérez et al., 2005).
en baya o sámara; 1 o 2 semillas por lóculo y aladas
(Harden, 1990; Sosa et al., 1987) (Fig. 28).

A B

C D

Figura 28. Dioscorea sp. A. Hábito; B. Inflorescencia; C. Flores; D. Frutos.

FLORA VASCULAR | 85
ERICACEAE
Pequeños árboles, arbustos y epífitas. Peciolos Distribución y hábitat: cosmopolita (excepto An-
cortos. Hojas simples, alternas, margen entera, con tártida), con unas 3995 especies en 126 géneros.
vena inmersas o prominentes por la haz y el envés, Crece sobre suelo formando matorrales en zonas
puntos negros en el envés, coriáceas, glabras, pu- de regeneración temprana; en bosque maduro son
bescentes o estrigosas. Inflorescencia en racimo o frecuentes como epífitas sobre árboles (Smith et al.,
solitaria. Flores bisexuales, tubulares a veces con 2004; Vargas, 2002).
perianto libre. Fruto en baya, blanco a morado con
numerosas semillas (Salinas y Betancur, 2005) Usos: alimenticio (uva camarera o uvitos de páramo
(Figs. 29 y 30). y agraz), medicinales anticancerígenas (agraz) (Var-
gas, 2002).

A B

Figura 29. Cavendishia sp. A-B. Hábito; C-D. Inflorescencia.

A B

Figura 30. Cavendishia compacta A. C. Sm. A. Primordios florales y hojas por el envés; B. Detalle de la
inflorescencia y hojas por la haz.
86 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
EUPHORBIACEAE
Árboles hasta hierbas o trepadoras, variables morfológicamente. Hojas simples a
palmatilobadas, alternas (opuestas), con estípulas inconspicuas o caedizas, en su
mayoría con látex y glándulas en la base de la hoja. Inflorescencias cimosas, ra-
cemosas, espigadas, pseudánticas o solitarias. Flores unisexuales, actinomorfas.
Fruto capsular tricoco, baya o drupa (Guarín, 2008) (Figs. 31 y 32).

Distribución y hábitat: cosmopolita (la mayor riqueza se encuentra en regiones


tropicales y subtropicales), 6100 especies en 222 géneros (Vargas, 2002; Smith et
al., 2004; Tokuoka, 2007).

Usos: como aceite, látex, almidón, madera y ornamental (Vargas, 2002).

A B C

Figura 31. Acalypha macrostachya Jacq. A. Hábito; B. Inflorescencia; C. Hoja vista por el envés e inflores-
cencia.

A C

Figura 32. Acalypha platyphylla Müll. Arg. A. Hábito; B. Detalle de la flor; C. Inflorescencia.

FLORA VASCULAR | 87
FABACEAE
Árboles hasta hierbas, bejucos o trepadoras. Hojas alternas (opuestas), pinnati-
compuestas, palmaticompuestas o trifolioladas, a veces unifolioladas; pecíolos y
peciólulos con engrosamiento en la base, presenta estípulas, a veces modificadas
como espinas o aguijones. Inflorescencia en racimo, espiga o cabezuela. Flores per-
fectas, zigomorfas (papilionadas) o actinomorfas. Frutos en legumbre, a veces en
drupa; semilla una a muchas (Keller, 2004) (Fig. 33).

Distribución y hábitat: cosmopolita, en interior de bosque secundario, bordes de


caminos y en ecosistemas secos. 754 géneros y 20055 especies (Doyle et al., 1997;
Smith et al., 2004; Vargas, 2002).

Usos: alimenticio, forrajero, ampliamente cultivadas como la alfalfa, fríjol, haba,


maní, lenteja, soya, entre otras; ornamental, producción de aceites y tintes (Vargas,
2002).

A B

Figura 33. Erythrina edulis Triana ex Micheli. A. Vista de la rama; B. Fruto; C. Inflorescencia.

88 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
GESNERIACEAE
Hierbas perennes, subarbustos o lianas, terrestres o A
epífitos, con tubérculos, rizomas escamosos o estolo-
nes. Tallo cilíndrico a cuadrangular, con línea interpe-
ciolar. Hojas opuestas (alternas o verticiladas), simples,
enteras o dentadas, asimétricas, con tricomas y man-
chas rojas o vinotinto. Inflorescencia en cima o racimo
modificado. Flores zigomorfas, bisexuales, tubo floral
corto o largo, formado de la combinación de las bases
del cáliz, la corola y los estambres; cáliz generalmen-
te persistente; corola tubular bilabiada de color rojo,
amarillo, anaranjado, verde o blanco, algunas veces con
tricomas. Fruto en baya o cápsula seca o carnosa; se-
millas numerosas y pequeñas. (Smith et al., 1997; Ma-
rín-Gómez y Álvarez, 2015) (Figs. 34-38).

Distribución y hábitat: en los trópicos y en las re-


giones templadas. Desde México hasta Argentina, en
bosques en regeneración y secundarios. 147 géneros
y 3500 especies. La mayor riqueza de especies se
ha registrado en Colombia con 400 (Kvist y Skog,
1993; Smith et al., 2004; Clark et al., 2006).

Usos: ornamental (Vargas, 2002; Smith et al., 2004).

B C

Figura 34. Glossoloma schultzei (Mansf.) J.L. Clark. A. Vista de la rama; B. Flor; C. Fruto.

FLORA VASCULAR | 89
A C

Figura 35. Diastema racemiferum Benth. A. Hábito; B. Flor; C. Detalle de la flor.

A C E

B B
D

Figura 36. Columnea sp. A. Hojas opuestas de diferente tamaño (anisofilia); B. Botón floral; C. Vista de la
rama; D. Fruto; E. Detalle de la flor.

90 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A C

Figura 37. Gesneriaceae. A. Hábito; B. Hoja por la haz y envés; C. Detalle de la flor.

A B

Figura 38. Drymonia turrialvae Hanst. A. Hábito; B. Brácteas y frutos.

FLORA VASCULAR | 91
HELICONIACEAE
Hierbas perennes, de 1-4 m., rizoma simpodialmente ramificado y un pseudo-
tallo conformado por la base de los peciolos envolventes; hojas simples, alter-
nas, dísticas, margen entero, base redondeada, lámina más larga que ancha, con
el nervio central abultado por debajo. Flores zigomórficas, bisexuales, a veces
abrazadas por hojas modificadas (brácteas), crecen en la base de la planta o al
final de cada tallo, rojas, amarillas o anaranjadas; cada bráctea aloja varias flores
compactadas de colores llamativos. Frutos en drupa carnosos, azul brillante o
rojo en la madurez; semillas con envoltorio duro (Vega, 2010) (Fig. 39).

Distribución y hábitat: cinturón tropical, en zonas sombreadas y húmedas; con


un solo género (Heliconia) de 100-200 especies, en el trópico americano, desde
México hasta Argentina e islas del Caribe (Vargas, 2002; Smith et al. 2004).

Usos: ornamental, por sus llamativos colores en las inflorescencias (Sosof et al.,
2006).

A B

C D

Figura 39. Heliconia burleana Abalo & G. Morales. A-B. Vista de la inflorescencia; C. Detalle de la inflores-
cencia y flores; D. Hoja vista por la haz.

92 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
LAURACEAE
Árboles o arbustos con olor agradable (al frotar las hojas o al extraer la corteza).
Peciolos cortos. Hojas simples, alternas (opuestas o verticiladas), enteras. Inflo-
rescencia axilar, panícula (racimo). Flores actinomorfas, pequeñas y blancas. Fruto
en drupa, en la madurez rojo o morado; una semilla grande (Rohwer, 1993) (Fig.
40).

Distribución y hábitat: trópicos y subtrópicos; en interior de bosque; 50 géneros


y 2500 especies (Chanderbali et al., 2001; Vargas, 2002; Smith et al., 2004).

Usos: maderable, alimenticio (aguacate) y otras son usadas como especias por su
olor y sabor (laurel y canela) (Vargas, 2002).

A B

Figura 40. Persea sp. A. Vista de la rama; B. Hojas por el envés.

FLORA VASCULAR | 93
LORANTHACEAE
Pequeños árboles, hierbas o hemiparásitas de raíces y Distribución y hábitat: tropical, subtropical y re-
ramas; con raíces haustoriales (penetran la planta hués- giones templadas del sur; en zonas intervenidas o
ped para obtener sus nutrientes). Peciolos reducidos. bosques. Es la familia de plantas parásitas más im-
Hojas opuestas o subopuestas (alternas o verticiladas), portante en el neotrópico; cerca de 68 géneros y 950
coriáceas, venas poco notorias y algunas veces de forma especies (Casale, 1990).
asimétrica. Inflorescencia en espiga, racimo, umbela,
capítulo o dicasio. Flores actinomorfas, cáliz reducido, Usos: medicinal (efectos hipotensores e hiperten-
corola gamopétala, verde, blanca, roja o anaranjada. sores, afecciones cardíacas y desinfectantes) (Jurin
Frutos en bayas o drupas; semillas cubiertas por una et al., 1993; Varela y Gurni, 2003; Fusco et al.,
pulpa muscilaginosa (Vidal-Russell y Nickrent, 2008; 2004).
Nickrent et al., 2010) (Figs. 41 y 42).

A C

Figura 41. Phthirusa sp. A-B. Vista de la rama; C. Detalle de la inflorescencia.

A B

Figura 42. Phoradendron chrysocladon A. Gray. A. Vista de la rama; B. Inflorescencia.

94 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MALVACEAE
Árboles, arbustos e hierbas de corteza fibrosa, muchas Distribución y hábitat: cosmopolita, en zonas
veces mucilaginosa (sustancia pegajosa). Hojas simples abiertas o bordes de camino y bosques secunda-
o compuestas, alternas, glabras o con tricomas estre- rios, hasta 2400 m.; 78 géneros y 1670 especies
llados o lepídotos; estípulas lineares persistentes. Inflo- (Alverson et al., 1998; Smith et al., 2004; Vargas,
rescencia cimosa (solitaria). Flores con cáliz de 5 lóbulos 2002).
apicales, 5 pétalos libres, estambres numerosos y unidos
en una columna que envuelve el pistilo (androginóforo). Usos: producción de fibras (algodón), alimenta-
Fruto en cápsula esquizocarpico, baya o sámara (Alver- ción (extracción de aceite, tortas, elaboración de
son et al., 1998; Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Padilla, concentrados para animales) y ornamental (Vargas,
2000; Stevens et al, 2001) (Figs. 43 y 44). 2002).

A B C

Figura 43. Sida rhombifolia L. A. Hábito; B-C. Hojas y flores.

A B

C D

Figura 44. Spirotheca codazziana Romero A. Rama; B. Fruto; C. Hoja vista por el envés; D. Hoja vista por
la haz.

FLORA VASCULAR | 95
MARANTACEAE
Hierbas, rizomatosas, con entrenudos cortos, tallo dos y sombreados; con 550 especies, en 31 géneros
aéreo de diferente longitud. Los rizomas son simpo- (Kennedy et al., 1988; Prince y Krees, 2006; Dahl-
diales, a menudo almidonados. Peciolos envainado- gren et al., 2012; Endress, 1996).
res con pulvínulo (engrosamiento) apical muy noto-
rio. Hojas simples, alternas, dísticas. Inflorescencia Los principales polinizadores en el neotrópico, son
terminal, tirsos, cimas, espiga o panícula; brácteas las abejas euglossini o abejas orquídeas (Endress,
verdes. Flores bisexuales, asimétricas. Frutos en 1996), aunque recientemente se sabe de la partici-
cápsula dehiscente en 3 valvas, con una semilla ari- pación de colibríes en este proceso (Kennedy, 1978;
lada en cada valva (Andersson, 1998; Prince y Krees, 2000).
2006; Dahlgren et al., 2012) (Fig. 45).
Usos: ornamental y alimenticio (tubérculos). Las ho-
Distribución y hábitat: pantropical con mayor con- jas son utilizadas como envoltura de alimentos y de
centración neotropical, 0 y 1500 m, aunque algunas la fibra de sus pedúnculos se elaboran canastos. Se
especies pueden alcanzar los 2000 m, en regiones extraen ceras (para betunes, pisos y lustra muebles) y
andinas de Colombia y Ecuador, en lugares húme- producción de artesanías (Cogollo et al., 2007).

A B

C D

Figura 45. Calathea erythrolepis L.B. Sm. & Idrobo. A-B. Hábito; C. Flor; D. Inflorescencia.

96 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MARCGRAVIACEAE
Arbustos o trepadoras. Peciolos cortos. Hojas sim-
ples, alternas, venación inconspicua, yema terminal Distribución y hábitat: neotropical, en bosques
enrollada a modo de estípula terminal. Inflores- maduros e intervenidos. Los nectarios son visitados
cencia terminal, en racimo, umbela o espiga. Flores por colibríes y los frutos son consumidos por aves.
bisexuales, 3 a muchos estambres, nectarios extra- 120 especies en 8 géneros (Smith et al., 2004; Var-
florales grandes. Frutos en cápsula con semillas muy gas, 2002).
pequeñas y abundantes; semillas en una pulpa ana-
ranjada o roja (Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Pa- Usos: Ornamental.
dilla, 2000; Stevens et al., 2001) (Figs. 46 y 47).

A B

Figura 46. Marcgravia sp. A. Hábito; B. Inflorescencia; C. Detalle de la flor.

A B

Figura 47. Marcgravia sp. A. Hábito; B. Inflorescencia; C. Glándulas sobre los pedicelos.

FLORA VASCULAR | 97
MELASTOMATACEAE
Árboles hasta hierbas, lianas o epífitas. Hojas simples, opuestas, a veces anisofi-
las; venación curvinervia. Inflorescencias en panícula, cima, umbela a flor solita-
ria. Flores bisexuales, actinomorfas o zigomorfas; tetrámeras o pentámeras, rojas,
amarillas, púrpuras o blancas. Fruto en cápsula o baya, con abundantes semillas
pequeñas (Tobe et al., 1989; Stiles y Roselli, 1993; Mendoza y Ramírez, 2006)
(Figs. 48-53).

Distribución y hábitat: pantropical. Colombia comprende la mayor diversidad a


nivel neotropical. 188 géneros y 5005 especies (Clausing y Renner, 2001; Quiño-
nes-M., 2001; Penneys, 2005).

Usos: industrial, medicinal, ornamental y maderable (Uribe, 1972).

A B

Figura 48. Tococa platyphylla Benth. A. Hábito; B. Detalle de las flores; C. Frutos.

98 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

B C

Figura 49. Triolena hirsuta (Benth.) Triana A. Hábito; B. Infrutescencia; C. Inflorescencia.

FLORA VASCULAR | 99
A

B C

D E

Figura 50. Bellucia pentamera Naudin. A. Hábito; B. Hoja por el envés; C. Botones florales; D. Inflorescencia
caulinar; E. Flor en antesis.

100 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

Figura 51. Blakea granatensis Naudin. A. Hábito; B. Inflorescencia; C. Fruto; D. Botón floral y fruto.

FLORA VASCULAR | 101


A B

C D

E F

Figura 52. Blakea cuatrecasasii Gleason. A. Hábito; B-F. Diferentes vistas de la flor; C. Fruto.

A B

Figura 53. Miconia caudata (Bonpl.) DC. A. Hábito; B. Inflorescencia.

102 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MELIACEAE
Árboles o arbustos con aroma agradable. Hojas alternas, compuestas, imparipina-
das o paripinadas, foliolos alternos, opuestos o subopuestos, enteros o aserrados,
o con tricomas. Inflorescencia axilar, terminal o caulinar, panículas o tirsos. Flores
pequeñas, actinomorfas, 4-5 pétalos y sépalos, 5-10 estambres, ovario súpero;
placentación axilar; estilo simple o nulo. Fruto en cápsula, drupa o baya; semillas
una a muchas, secas o carnosas (Morales, 1997; Morales-P., 2016; Muellner et al.,
2003; Guarín, 2008) (Fig. 54).

Distribución y hábitat: trópicos y subtrópicos, en bosques o en avanzado estado


de regeneración, cuenta con 52 géneros y 621 especies (Vargas, 2002; Muellner et
al., 2003; Smith et al., 2004).

Usos: maderable (cedro), en cosmética y belleza, por sus fragancias (Vargas,


2002).

A B

Figura 54. Cedrela odorata L. A. Hábito; B. Rama; C. Hojas y frutos.

FLORA VASCULAR | 103


MORACEAE
Árboles, arbustos, trepadoras leñosas o hierbas, terrestres o hemiepífitas, con látex
o exudado color crema o amarillo; con una estípula terminal cónica. Tallo con lenti-
celas, raíces tabulares. Hojas simples, alternas, en espiral o dísticas, margen entera
o dentada, venación pinnada. Inflorescencia en racimo, espiga o globoso-capitada.
Flores actinomorfas, unisexuales, libres o connadas, a veces adnadas al receptácu-
lo. Frutos en aquenios o drupas, libres o adnados al perianto, forman un conjunto
de drupas con el perianto o con el receptáculo como la breva; semilla grande y sin
endospermo o pequeña y con endospermo (Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Padilla,
2000; Datwyler y Weiblen, 2004) (Figs. 55-57).

Distribución y hábitat: regiones tropicales o subtropicales, en bosques, con 53


géneros y 1500 especies (Vargas, 2002; Datwyler y Weiblen, 2004; Smith et al.,
2004).

Usos: maderable, industrial (caucho) y alimenticio (árbol del pan y la breva) (Var-
gas, 2002).

A B

Figura 55. Ficus tonduzii Standl. A. Hábito; B. Hoja y yema apical cónica; C. Rama.

104 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

D E

Figura 56. Ficus sp. A. Hábito; B-C. Ramas con hojas; D. Fruto y yema terminal cónica; E. Fruto en corte
longitudinal.

FLORA VASCULAR | 105


A

B C

Figura 57. Ficus sp. A. Hábito; B. Hojas por el envés y yema terminal cónica; C. Frutos y hoja vista por la haz.

106 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ORCHIDACEAE
Hierbas, epífitas o terrestres, monopódiales o simpó- Distribución y hábitat: cosmopolita, diversa en
diales. Tallo engrosado en la base, bulbo o pseudo- regiones tropicales, especialmente en los Andes
bulbo. Hojas alternas, rara vez opuestas o verticiladas, americanos. La distribución y diversidad se asocia
simples, enteras y suculentas. Inflorescencia axilar, a la plasticidad adaptativa que le permite colonizar
basal o terminal, en racimo, espiga, panícula, pseu- variedad de nichos; 880 géneros y 22075 especies
doumbela, o solitaria. Flores zigomorfas, bisexuales o (3500 en Colombia) (Dressler, 1981; Smith et al.,
unisexuales, 3 sépalos y 3 pétalos, pétalo medio es un 2004; Judd et al., 2008).
labelo, diferenciado de los 2 laterales; androceo adna-
do al estilo y estigma en columna, polen agrupado en Usos: ornamental por la belleza de colores y formas,
polinias. Fruto en cápsula, con 3-6 hendiduras longi- Cattleya trianae es la flor emblemática de Colombia.
tudinales (Aedo y Botánico, 1983; Smith et al., 2004; También medicinal o comestible (vainilla) (Smith et
Judd et al., 2008) (Figs. 58 y 59). al., 2004; Vargas, 2002).

A B

Figura 58. Epidendrum rostratum Garay & Dunst. A. Hábito; B. Flor en vista frontal; C. Frutos.

FLORA VASCULAR | 107


A B

C D

Figura 59. Dichaea laxa (Ruiz & Pav.) Poepp. & Endl. A. Hábito; B. Flor en vista lateral; C. Flor en vista
frontal; D. Fruto.

108 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
PASSIFLORACEAE
Árboles, trepadoras o herbáceas. Glándulas nectaríferas en hoja o peciolo, zarcillos
axilares. Hojas alternas, simples o compuestas. Inflorescencia axilar o terminal, en
cima, racimo, fascículo o flor solitaria. Flores actinomorfas, bisexuales, brácteas
envolventes, con corona de filamentos. Fruto en baya o cápsula carnosa (Men-
doza-Cifuentes y Ramírez-Padilla, 2000; Stevens et al., 2001; Muschner et al.,
2003) (Figs. 60-62).

Distribución y hábitat: en regiones tropicales y subtropicales, en interior de bos-


que, en potreros y bordes de camino, 18 géneros y 700 especies (Muschner et al.,
2003; Smith et al., 2004).

Usos: de importancia económica y fuente de alimento (maracuyá, granadilla, cu-


ruba), también en la medicina (Vargas, 2002; Muschner et al., 2003; Smith et al.,
2004).

A B

Figura 60. Passiflora arborea Spreng. A. Hábito; B. Flor; C. Fruto.

FLORA VASCULAR | 109


A B

C D

Figura 61. Passiflora engleriana Harms. A. Hábito; B. Frutos; C. Hoja, detalle de envés; D. Glándula.

A B C

D E

Figura 62. Passiflora sp. A. Hábito; B. Hoja por la haz; C. Flor; D-E. Fruto.

110 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
PIPERACEAE
Arbustos, hierbas, lianas o hemiepífitas, nudos engrosados, olor aromático. Hojas
simples, alternas, opuestas o verticiladas, enteras, lobadas en la base, peciolo con
base envainadora. Inflorescencia de espiga simple, solitaria, terminal, opuesta a la
hoja o axilar, o espigas compuestas en umbelas, racimos o panículas; flores uni-
sexuales o bisexuales, abrazadas por una bráctea floral. Fruto en drupa (Smith et
al., 2004; Idárraga-Piedrahita et al., 2011; Mai et al., 2016) (Figs. 63-66).

Distribución y hábitat: tropical, unas pocas en regiones subtropicales, en interior


de bosque, bordes de camino y zonas despejadas, 5 géneros y 3615 especies (Smith
et al., 2004; Quijano‐Abril et al., 2006; Mai et al., 2016).

Usos: como condimento por el aroma y picante (pimienta) e insecticida. Debido


a sus constituyentes químicos (alcaloides, amidas como isobutilamina, piperidina,
otras) es útil como aceite esencial en la medicina (Keller y Klohs, 1963; Delgado et
al., 2007; Celis et al., 2008).

A B

Figura 63. Piper munchanum C. DC. A. Rama vista por la haz; B. Amento.

A B

Figura 64. Manekia venezuelana (Steyerm.) T. Arias, Callejas & Bornst. A-B. Hojas vistas por la haz.

FLORA VASCULAR | 111


A B C

Figura 65. Piper aduncum L. A. Hábito; B. Hojas vistas por el envés; C. Rama.

B C

Figura 66. Piper sp. A. Hojas; B. Hábito; C. Inflorescencia.

112 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
POLYGALACEAE
Arbustos, hierbas o lianas. Hojas simples, alternas, opuestas o verticiladas. A ve-
ces con nectario en la base del peciolo. Inflorescencia terminal o axilar, en espiga,
panícula o racimo. Flores zigomorfas o actinomorfas, bisexuales, 5 sépalos, 3-5
pétalos. Fruto en cápsula, drupa, sámara o baya (Smith, 2004; Judd et al., 2008;
Idárraga-Piedrahita et al., 2011) (Figs. 67 y 68).

Distribución y hábitat: cosmopolita, en interior de bosque y áreas despejadas; 21


géneros y 940 especies (Vargas, 2002; Smith et al., 2004; Judd et al., 2008;).

Usos: en medicina como diuréticos y expectorantes (Vargas, 2002).

A B

Figura 67. Monnina latifolia (Bonpl.) DC. A. Hábito; B. Flores; C. Frutos.

A B C

Figura 68. Monnina sp. A. Hábito; B. Rama; C. Frutos.

FLORA VASCULAR | 113


RUBIACEAE
Árboles a bejucos, terrestres o epífitas. Hojas simples, opuestas, margen entero.
Estípulas interpeciolares, libres o unidas alrededor del tallo, triangulares, bilobadas
o setosas, foliáceas o indistinguibles de las hojas. Inflorescencia terminal o axilar,
cimosa, paniculada, corimbiforme, espigada, fasciculada, capitada a flor solitaria;
bracteadas. Flores actinomorfas o zigomorfas, bisexuales o unisexuales, gamosé-
palas y gamopétalas. Frutos en baya, cápsula o sámara (Mendoza et al., 2004;
Smith, 2004; Bremer y Eriksson, 2009) (Figs. 69-71).

Distribución y hábitat: cosmopolita, diversa en regiones tropicales y subtropica-


les. Crece como arbustos y árboles en zonas templadas, herbáceas en zonas frías
(Mabberley, 1987). 611 géneros y 13150 especies (2004; Smith, 2004; Bremer
y Eriksson, 2009), en Colombia, 105 géneros y 960 especies (Mendoza et al.,
2004).

Usos: cultivada para consumo humano (café), ornamental, maderable, útil en la


producción de tintes; medicinal por los alcaloides (malaria y arritmias cardiacas)
(Mendoza et al., 2004).

A B

C D

Figura 69. Cinchona macrocarpa Vahl. A-B. Hábito; C. Frutos; D. Estípula.

114 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

Figura 70. Guettarda crispiflora Vahl. A. Hojas y flores; B. Frutos.

A B

Figura 71. Psychotria sp. A. Hábito; B. Frutos.

FLORA VASCULAR | 115


SALICACEAE
Árboles o arbustos, con corteza fuerte, textura lisa Frutos en cápsula, bayas o drupas (Sleumer, 1980)
o escamosa, color claro u oscuro, algunas veces al (Figs. 72 y 73).
extraerla se desprende en tiras, pueden presentar
espinas axilares, en los troncos o ramas. Hojas al- Distribución y hábitat: en los trópicos y subtrópi-
ternas, simples, margen entero, dentado, espinoso cos, zonas abiertas y en bosque, y algunas especies
o crenulado, dispuestas en un solo plano, a veces en las regiones templadas.
con puntos o líneas translúcidas, con tricomas es-
trellados; estípulas pueden estar presentes y casi Usos: algunas especies son maderables, otras utilizadas
siempre deciduas. Inflorescencias en panículas, como combustible, aceites ricos en ácidos del grupo chal-
fascículos, racimos, amentos, espigas, cimas o flo- moágrico (de las semillas), útiles en tratamientos médi-
res solitarias, axilares, subterminales y terminales, cos. Algunos frutos son consumidos o preparados como
flores bisexuales o unisexuales, blanco o crema. bebidas o jaleas, y otros las utilizan como ornamentales.

B C

Figura 72. Banara guianensis Aubl. A-B. Ramas; C. Infrutescencia.

116 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

Figura 73. Tetrathylacium macrophyllum Poepp. A. Hoja vista por el haz; B. Inflorescencia.

SAPINDACEAE
Árboles, arbustos o lianas, con o sin látex; lianas con estípulas y zarcillos axilares.
Hojas alternas, compuestas (con o sin raquis alado), trifolioladas o imparipinadas.
Inflorescencia terminal, axilar o caulinar, en cima, panícula, racimos, umbelas, co-
rimbos o solitarias. Flores actinomorfas, bisexuales o unisexuales, 4-5 sépalos y
pétalos, blancos, verdes o amarillos. Fruto en cápsula, drupa, esquizocarpo o baya
(Guarín, 2008; Buerki et al., 2010; Idárraga-Piedrahita et al., 2011) (Fig. 74).

Distribución y hábitat: en regiones tropicales y subtropicales. En bosque. 135


géneros y 1580 especies (Vargas, 2002; Smith et al., 2004; Buerki et al., 2010).

Usos: cultivada para consumo humano (mamoncillo), maderable y ornamental.


El guaraná es representativo por los altos niveles de alcaloides (Vargas, 2002).

A B C

Figura 74. Cupania sp. A-B. Hoja; C. Detalle veneación foliolo.

FLORA VASCULAR | 117


SIPARUNACEAE
Árboles, arbustos o bejucos, aromáticos. Tallos con lenticelas. Hojas simples,
opuestas o verticiladas, enteras o dentadas, tricomas simples, estrellados o lepi-
dotos. Inflorescencia cimosa, axilar, caulinar o terminal. Flores actinomorfas, uni-
sexuales. Fruto en drupa dehiscente o aquenio (Mendoza-Cifuentes y Ramírez-Pa-
dilla, 2000; Renner y Hausner, 2005; Fonseca y Vigosa-Mercado, 2015) (Fig. 75).

Distribución y hábitat: en regiones tropicales y subtropicales, en bosque, 53-60


especies, en 2 géneros (Vargas, 2002; Renner y Hausner, 2005).

Usos: como aceites esenciales; medicinal para resfriados y como analgésico (Mu-
rillo, et al., 2011).

B C

Figura 75. Siparuna sp. A. Hábito; B. Futos; C. Fruto dehiscente.

118 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
SMILACACEAE
Bejucos leñosos. Estípulas envainadoras que terminan en un par de zarcillos. Hojas
simples, alternas, coriáceas, cordadas, ovadas o lanceoladas, margen entero, 3-7 ve-
nas longitudinales, reticulada. Inflorescencia axilar o terminal, en umbela o racimos.
Flores actinomorfas, unisexuales, verdes, blancas o cremas. Fruto en baya, anaranja-
dos, rojos, azules o negros, 1-3 semillas (Harden, 1990; Smith et al., 2004) (Fig. 76).

Distribución y hábitat: tropical y subtropical, menos diversa en regiones templa-


das. En bosques y bordes de camino. Monogenérica con 315 especies (Smith et al.,
2004; Andreata, 2009).

Usos: contiene propiedades antirreumáticas, tónicas, depurativas de la sangre


(diurético y diaforético como la Zarzaparrilla), controla la fiebre, enfermedades de
la piel y anemia; adyuvante en la disfunción sexual, aromatizante. Frutos y tubércu-
los son fuente de alimento; tallos usados en cestería (Rugna et al., 2003).

A B C

Figura 76. Smilax sp. A. Hábito; B. Hojas; C. Inflorescencia; D. Frutos.

FLORA VASCULAR | 119


SOLANACEAE
Árboles a epífitas, con aroma desagradable, hojas A
anisomorfas, alternas, simples o compuestas, ente-
ras, lobadas, dentadas, pubescentes o con espinas.
Inflorescencia terminal, axilar o caulinar, cimosa.
Flores actinomorfas o zigomorfas, bisexuales, coro-
la gamopétala con 5 lóbulos, 5 sépalos y 4-5 es-
tambres. Fruto en baya o cápsula, cáliz persistente
(Barboza y Hunziker, 1992; Olmstead et al., 2008)
(Figs. 77-79).

Distribución y hábitat: cosmopolita, diversa en


América tropical. Crece en interior de bosque y zo-
nas abiertas. Incluye 102 géneros y 2460 especies
(Smith et al., 2004; Olmstead et al., 2008).

Usos: son de gran importancia económica en la in-


dustria alimenticia (lulo, papa, tomate, ají, berenje-
na, entre otras), otras se usan como alcaloides de
las cuales se extrae la nicotina (tabaco), atropina y la
escopolamina (borrachero). También son ornamen-
tales (Vargas, 2002).

Figura 77. Cestrum sp. A. Hábito; B. Frutos.

120 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

C D

Figura 78. Solanum arboreum Dodson & A.H. Gentry. A. Hábito; B y D. Frutos; C. Flor.

A B

Figura 79. Cestrum racemosum Ruiz & Pav. A. Hábito; B. Frutos.

FLORA VASCULAR | 121


TROPAEOLACEAE
Trepadoras o herbáceas. Tallos flexuosos. Hojas simples, alternas, peltadas y en-
teras. Inflorescencia axilar, en racimo, umbela o solitarias. Flores zigomorfas, bi-
sexuales, pétalos 2-5, verdes, amarillos, rojos o anaranjados. Fruto en esquizocar-
po (Andersson y Andersson, 2000; Guarín, 2008) (Fig. 80).

Distribución y hábitat: en Centroamérica y Suramérica. En interior de bosques


húmedos, en lugares sombreados, bordes de cañadas o bosques intervenidos. Con-
formada por 105 especies en 3 géneros (Andersson y Andersson, 2000; Vargas,
2002; Smith et al., 2004).

Usos: ornamental y cultivadas para consumo humano (cubio) (Vargas, 2002).

A B

Figura 80. Tropaeolum deckerianum Moritz & H. Karst. A. Hábito; B-C. Flor.

122 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
URTICACEAE
Árboles, arbustos, hierbas o bejucos. Tallos con tri- Distribución y hábitat: en regiones tropicales y
comas urticantes, a veces con espinas o látex acuo- subtropicales; en interior de bosque y rastrojos. In-
so. Hojas simples anisomorfas, alternas u opues- cluye 54 géneros que agrupan 2625 especies (Var-
tas, dentadas, enteras o lobadas, con frecuencia gas, 2002; Smith et al., 2004; Judd et al., 2008).
trinervadas; estípulas axilares. Inflorescencia axilar,
caulinar o terminal, en panícula, glomérulo o espi- Usos: medicinal para quemaduras de la piel, infla-
ga. Flores actinomorfas o zigomorfas, unisexuales o mación y alergias. Es antimicrobiana, antioxidante,
bisexuales, verde claras o rojizas. Fruto en aquenio radioprotectora y diurética. También ornamental, en la
o drupa carnosa, con cáliz persistente (Friis, 1993) industria del textil (hilable), empleada en la fabricación
(Figs. 81-83). de tejidos, cuerdas y papel (Juárez y Novara, 1991).

Figura 81. Cecropia angustifolia Trécul A. Hábito; B. Inflorescencia.

FLORA VASCULAR | 123


A B

C D

Figura 82. Pilea dauciodora Wedd. A-B. Hábito; C. Frutos; D. Flores.

A B

Figura 83. Urera baccifera (L.) Gaudich. ex Wedd. A. Hábito; B. Infrutescencia.

124 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ZINGIBERACEAE
Hierbas aromáticas. Rizomas ramificados, entrenudos cortos en forma de tubércu-
lo. Hojas alternas, simples y dísticas, vainas con bases foliares abiertas o cerradas.
Inflorescencia terminal en cima, en escapo o solitaria. Flores bisexuales, zigomor-
fas, con labelo bilabiado o trilobulado, con un estambre fértil. Fruto seco o carnoso,
a veces con cáliz persistente; semillas con arilo blanco, anaranjado o rojo (Sirirugsa,
1999; Smith et al., 2004) (Fig. 84).

Distribución y hábitat: en el trópico y subtrópico, en lugares sombreados y húme-


dos. Entre 46-52 géneros y 1075-1300 especies (Sirirugsa, 1999).

Usos: cultivada como especias (Jengibre), colorantes, perfumes, medicinal y orna-


mental (Vargas, 2002; Smith et al., 2004).

C D

Figura 84. Renealmia alpinia (Rottb.) Maas. A. Hábito; B. Frutos.

FLORA VASCULAR | 125


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136 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 2:
FAUNA

CAPÍTULO III
AVES

Wilderson Medina1-2 y Sebastián Pérez3


1
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Escuela de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Nicholas School of the Environment, Duke University.
3
Instituto de Investigaciones en Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Villa de Leyva, Boyacá.
INTRODUCCIÓN
Las aves son uno de los grupos de vertebrados más diversos y que más se ha es-
tudiado en el mundo (Gill y Donsker, 2012); sus colores llamativos, sus compor-
tamientos y la complejidad de sus vocalizaciones, han despertado el interés de
un sin número de investigadores a nivel global. En la actualidad se han descrito
11.121 especies (BirdLife- International, 2018) y solo es superado en diversidad
por la Ictiofauna (peces), con más del doble de especies. La mayor diversidad se
encuentra en las regiones tropicales y está mejor representada en el Neotrópico,
que se extiende desde el sur de México hasta el norte de Argentina, donde se han
registrado alrededor de 3751 especies (Restall et al., 2006).

Colombia, ubicada en la región noroeste de Suramérica, presenta una gran variedad


de ecosistemas y se convierte en el lugar ideal para el establecimiento de las co-
munidades de aves, ya que cuenta con el 19% de la avifauna mundial; es así como,
se han registrado 1.909 especies, de las cuales, 82 son endémicas y 96 son casi
endémicas (Avendaño et al., 2017).

Las aves no solo son llamativas visualmente, sino que también cumplen roles im-
portantes en los ecosistemas, debido a que son las principales encargadas de la
dispersión de las semillas, de la polinización de las plantas, del control biológico
de plagas y del aporte de nutrientes a la formación del suelo (Stiles y Bohórquez,
2000), de ahí, la importancia de su preservación y conservación. Las aves como
modelo de estudio, representan un grupo especialmente importante para evalua-
ciones de ecosistemas, gracias a que es factible identificar las especies en el campo
sin capturarlas, lo que hace posible levantar un inventario representativo de un área
en poco tiempo (Anjos et al., 2004).

138 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MÉTODOS
Para la caracterización de la avifauna, se realizaron transectos de observación que abar-
caron las unidades de cobertura vegetal presentes en el área de estudio. Los transectos
consistieron en recorridos a pie, por senderos preestablecidos y de longitud variable, en
los que se caminó a una velocidad constante y deteniéndose en lugares de interés como
árboles en fructificación o en general donde se encontraba una mayor concentración de
aves. En cada encuentro se observaron detenidamente los caracteres diagnósticos de las
aves, se realizó un conteo de los individuos y se tomó el respectivo registro fotográfico,
siempre que fuera posible. Los transectos fueron realizados por un observador durante
las horas de mayor actividad de las aves; es decir, en la mañana entre las 6:00 y las
11:00 horas, y en la tarde entre las 16:00 y las 18:00 horas (Villarreal et al., 2006). Las
observaciones se hicieron con la ayuda de binoculares (Nikon Monarch 10x42) y guías
ilustradas de campo (Hilty y Brown, 2001; McMullan y Donegan, 2014).

De la misma manera, se instalaron redes de niebla de 12x2.5 m, con ojo de malla de 32


mm en cada una de las coberturas vegetales. El periodo de apertura comprendió las horas
de la mañana, a partir de las 5:00 hasta las 12:00 horas, y las horas de la tarde, entre
las 15:00 y las 17:30 horas (Villarreal et al., 2006). Los individuos capturados fueron
retirados de las redes y dispuestos individualmente en bolsas de tela para ser llevados al
sitio de toma de datos, lugar en el que se evaluó su condición corporal y reproductiva. La
información de identidad taxonómica, sexo, edad, cobertura asociada y registro fotográ-
fico, así como otras observaciones ecológicas, fueron registradas en formatos de campo
previamente diseñados. Todos los individuos capturados fueron liberados en su hábitat
natural en el menor tiempo posible. Para la determinación taxonómica de las aves cap-
turadas se emplearon guías especializadas (Hilty y Brown, 2001; Restall, 2006; Ridgley
y Tudor, 2009; McMullan y Donegan, 2014). Así mismo, para el registro de especies
de interior del bosque, se instalaron cámaras trampa (Bushnell Trophy Cam 8MP) y se
registraron cantos mediante una grabadora digital (Olympus VNP720).

En cuanto a las categorías de amenaza se establecieron según las series de Libros Rojos
de las aves de Colombia (Renjifo et al., 2014; 2016), y la Lista Roja de Especies Ame-
nazadas de la UICN (2017.3). Para las especies endémicas y casi endémicas se siguió el
listado de especies endémicas de Colombia (Chaparro-Herrera et al., 2013). Esta guía se
presenta según la filogenia del Comité de Clasificación de Sudamérica, SACC –por sus
siglas en inglés- (Remsen et al., 2017), y los rangos altitudinales de distribución a partir
de la guía ilustrada de la Avifauna Colombiana (Ayerbe-Quiñones, 2018).

AVES | 139
A

B D

Figura 1. Metodología para la captura o monitoreo de aves. A. Observación directa por binoculares; B. Cá-
maras trampa; C. Redes de niebla; D. Grabación de sonidos.

140 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
RESULTADOS
En el área de estudio, se registran 182 especies de aves pertenecientes a 37 familias
y 12 órdenes, siendo el grupo más importante el de las paserinas o aves cantoras.
La más representativa de las familias fue Thraupidae (tangaras y fruteros), con 31
especies. Estas aves son de distribución global, con mayor diversidad en el trópico;
se caracterizan por ser principalmente frugívoros, se asocian con bandadas mixtas
y son cosmopolitas (Ayerbe-Quiñones, 2013). La siguiente familia fue Tyrannidae
(atrapamoscas y mosqueritos), con 24 especies; estas aves son de amplia distribu-
ción y en su mayoría están asociadas a zonas de bosque y bordes de bosque; son
principalmente insectívoras y algunas se alimentan de frutos (Fitzpatrick, 2018).
Otros grupos como los colibríes y los carpinteros, son integrantes importantes en
este estudio gracias a la disponibilidad de hábitats y alimento.

A continuación, se presentan algunas de las especies más representativas en el área


de trabajo y se describen los órdenes y las familias a las que pertenecen.

GALLIFORMES
Grupo de aves terrestres de gran tamaño, se conocen alrededor de 300 especies
en cuatro familias. En Colombia, las únicas familias descritas son Cracidae (pavas,
paujiles y guacharacas) y Odontophoridae (perdices). Para el área de estudio, se
registró Cracidae, la cual está compuesta por tres especies: Penelope sp., Aburria
aburri y Ortalis columbiana.

Cracidae
Estas aves son de tamaño mediano en el caso de las guacharacas, y grande en
los paujiles, y se encuentran distribuidas principalmente en los trópicos del nuevo
mundo (del Hoyo, 2018). En Colombia se pueden observar en todo el territorio
nacional, en su mayoría en áreas boscosas, consumiendo frutos, semillas e inver-
tebrados medianos.

AVES | 141
Ortalis columbiana (Hellmayr, 1906)
Guacharaca colombiana

Figura 2. Ortalis columbiana

Descripción: ave de tamaño comparable con el de una gallina de campo, pesa entre
300 y 500 g., y de silueta más esbelta. Posee unos pliegues de la piel de color rojo
justo por debajo de la mandíbula. Las plumas del pecho tienen forma de escamas,
la cola es larga y de color marrón (del Hoyo et al., 2018) (Fig. 2).

Ecología: la dieta se basa en el consumo de frutos e insectos. Es una especie que


habita al interior del bosque y se le puede observar en los bordes y corredores de la
vegetación mientras se traslada a nuevas coberturas vegetales. Ocasionalmente, se
encuentra en el sotobosque, pues se desplaza por el dosel. Estas aves son de hábito
diurno y se les puede observar solitarios o en grupos. Cuando está con grupos o
está cerca de las copas de los árboles suele cantar.

Distribución: endémica de los valles interandinos de Colombia (Chaparro-Herrera


et al., 2013). Se distribuye desde los 300 hasta los 2000 m (Ayerbe-Quiñones,
2018).

Información adicional: especie importante en la dispersión de semillas. La vocali-


zación es característica tal como lo refiere su nombre común, al asemejar al instru-
mento de percusión “la guacharaca”. La mayor amenaza que enfrenta es la cacería
y es criada como ave doméstica para el consumo humano (del Hoyo et al., 2018).

142 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
COLUMBIFORMES
Es el orden de aves en las que se agrupan las palomas, se conocen dos familias en el
mundo: Raphidae (pájaros dodo), que está actualmente extinta, y Columbidae (pa-
lomas), que son aves de cuerpo compacto, pero ágiles voladoras y con distribución
en todo el mundo. Se encontraron cinco especies: Patagioenas cayennensis, Pata-
gioenas plumbea, Patagioenas subvinacea, Leptotila verreauxi y Zentrygon linearis.

Columbidae
Son aves de tamaño pequeño a mediano, cosmopolitas y en su mayoría de hábitos
terrestres (Baptista et al., 2018). En Colombia se pueden observar en casi todos los
ecosistemas conocidos, desde los desiertos hasta los páramos.

Leptotila verreauxi (Bonaparte, 1855)


Tórtola colipinta

Figura 3. Leptotila verreauxi

Descripción: ave con peso entre 150 a 300 g. Su Ecología: es una de las palomas más comunes en
rasgo característico es el color azul de la piel alre- Colombia, suele verse cerca del suelo o entre arbus-
dedor del ojo, el cual contrasta con el iris amarillo tos, donde vocaliza permanentemente.
brillante. Las puntas de la cola son blancas (Fig. 3).
Su vocalización semeja un canto melancólico, con Distribución: se restringe a América, desde México
sonido de vocal U en tres tiempos: el primero corto y hasta la parte del Norte de Argentina (BirdLife-Inter-
seco, el segundo ligeramente más largo y continuo, y national, 2018). En Colombia va desde el nivel del mar
el tercero que se desprende del segundo para formar hasta los 2800 m, y desde el Caribe hasta la Amazo-
una nota más larga y acentuada (u – uu uU). Este nía (Hilty y Brown, 2001, Ayerbe-Quiñones, 2018).
rasgo es clave para identificación en zonas con densa
vegetación. Información adicional: en algunas regiones de Co-
lombia es usada como alimento y medicina (Hilty y
Brown, 2001).

AVES | 143
Zentrygon linearis (Bonaparte, 1855)
Paloma-perdiz cariblanca

Figura 4. Zentrygon linearis

Descripción: de tamaño mediano, 200 a 300 g. Posee una fuerte línea negra
en la mejilla, de color pálido en la nuca, la piel alrededor del ojo es de color rojo,
el cual tiene un iris amarillo brillante (Fig. 4). Su vocalización consiste en una
nota en forma de vocal U que inicia suave y se incrementa a medida que avanza
el sonido (uuU) (Baptista et al., 2018).

Ecología: es una paloma de hábito terrestre en regiones boscosas. Son tímidas,


aunque vocalizan en ocasiones, pero la mayoría de las veces pasa desapercibida. En
los bosques tiene un canto que puede llegar a asustar.

Distribución: a nivel mundial, esta ave se restringe a Colombia, Venezuela y las


islas de Trinidad y Tobago (Baptista et al., 2018). En Colombia se encuentra en las
codilleras Central y Oriental y la Sierra Nevada de Santa Marta, entre los 1000 y
3000 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: es una de las palomas que más sube en el gradiente altitu-
dinal, lo cual le permite ampliar su rango a los bordes de los bosques altoandinos.

144 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CUCULIFORMES
Es un grupo de aves que se encuentran en todo el mundo, se conoce una sola
familia Cuculidae, a la que pertenecen aves con gran variedad de comportamientos
ecológicos, desde organizaciones sociales hasta parasitismo. Las especies más co-
munes de este grupo en esta área de estudio son Piaya cayana y Crotophaga ani.

Cuculidae
Aves cosmopolitas, algunas arbóreas y otras terrestres, tienen pico fuerte y cola
muy larga. En Colombia se observan desde el Caribe hasta la Amazonía y algunas
del género Coccyzus son visitantes migratorios de Norte América (Payne, 2018).
En Santa Rosa se registraron dos especies: Coccyzus americanus y Piaya cayana.

Piaya cayana (Linnaeus, 1766)


Cuco ardilla común

Figura 5. Piaya cayana

Descripción: entre 40 a 50 cm. de longitud, con un Distribución: a nivel mundial, tienen amplia distri-
peso de 200 a 300 g. Iris de los ojos rojo, mientras bución. En Suramérica, desde Colombia y Venezuela,
que alrededor de estos la piel es amarilla. El pico es hasta el Norte de Argentina (BirdLife-International,
robusto y amarillo. Las plumas del vientre son grises 2018). En Colombia se distribuye en todo el país
y la cola es muy larga con las puntas blancas (Fig. 5). desde el nivel del mar hasta los 3000 m (Hilty y
Brown, 2001, Ayerbe-Quiñones, 2018).
Ecología: de hábitos arbóreos, suele verse en las
copas de los árboles, donde se mueve en banda- Información adicional: se conoce también como
das mixtas. Se alimenta principalmente de frutos e pájaro ardilla, porque suele trepar los árboles saltan-
insectos. Para identificar su vocalización se sugiere do de rama en rama, y por su color se puede llegar a
escucharla en xeno-canto.org. confundir con este roedor.

AVES | 145
Crotophaga ani (Linnaeus, 1758)
Garrapatero común

Figura 6. Crotophaga ani

Descripción: entre 33 a 35 cm de longitud y 100 a 180 g. Su pico es ancho y forma


una cresta en la parte superior. El cuerpo es totalmente negro, plumas del cuello y
pecho con un borde gris. La cola es casi tan larga como el cuerpo (Fig. 6).

Ecología: de comportamiento agregado, es decir, se encuentra en grupos familia-


res, suelen tener jerarquías sociales y presentan anidación cooperativa, donde va-
rias hembras ponen hasta 20 huevos en un mismo nido y los incuban entre todas.
Están asociados principalmente a zonas abiertas como potreros y cultivos (Payne,
2018).

Distribución: en Suramérica, desde Colombia hasta Argentina; en Centroamérica


incluyendo Panamá, las islas del Caribe y parte de la Florida en Estados Unidos
(BirdLife-International, 2018). En Colombia se encuentra en todo el país, desde el
nivel del mar hasta los 3000 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: se alimentan de las garrapatas del ganado y de ahí su


nombre (Hilty y Brown, 2001).

146 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
APODIFORMES
Es un grupo de aves con distribución mundial; sin embargo, presenta su mayor
diversidad en los trópicos húmedos (Ayerbe-Quiñones, 2015). Su característica
principal son las patas muy cortas, aspecto que les da su nombre (Hilty y Brown,
2001). Se conocen dos familias: Apodidae (vencejos o avioncitos) y Trochilidae
(colibríes). Se registran 12 especies de colibríes y una de vencejos.

Trochilidae
Grupo de aves pequeñas, ágiles y veloces voladoras, endémicas de América con su
mayor diversidad en las zonas tropicales (Ayerbe-Quiñones, 2015), se encuentran
en casi todos los hábitats con plantas en floración, ya que se alimentan principal-
mente del néctar de las flores (Schuchman y Bonan, 2018). En Colombia se han
registrado 165 especies, desde el nivel del mar hasta la línea de nieve por encima
de los 4800 m (Ayerbe-Quiñones, 2015).

Eutoxeres aquila (Bourcier, 1847)


Colibrí pico de hoz

Figura 7. Eutoxeres aquila

Descripción: ave pequeña de 12 a 14 cm de longitud, Distribución: se registra desde Costa Rica has-
entre 8 a 12 g. Cabeza de color bronce, la garganta ta Perú. En Colombia se encuentra desde el nivel
y el vientre son estriados, con una combinación de del mar hasta los 2300 m (BirdLife-International,
colores blanco y verde. Pico en forma de hoz con la 2018), en los piedemontes de los valles interandi-
punta amarilla (Fig. 7). nos, la Orinoquía y la Amazonía (Ayerbe-Quiñones,
2018).
Ecología: pertenece al grupo de los ermitaños. Sue-
le alimentarse de néctar en el sotobosque de los Información adicional: construye sus nidos con
bosques densos (Ayerbe-Quiñones, 2015), donde raicillas y los adhiere al envés de hojas de palma o
prefiere las flores de Heliconia sp. Anida cerca del platanillo (Hilty y Brown, 2001).
agua, preferiblemente sobre quebradas.

AVES | 147
Phaethornis guy (Lesson, 1833)
Ermitaño verde

Figura 8. Phaethornis guy

Descripción: dentro de los colibríes, se considera como de tamaño grande debido a


la extensión de su cola (aprox. 19 cm.); con un peso de 8-12 g. La cabeza posee una
ceja de color crema amarillo. El pico es curvo y con la mandíbula roja. Las plumas
de la espalda se entremezclan en tonos verdes y azules; las plumas centrales que se
extienden de la cola son blancas y largas. Las plumas del vientre son grises (Fig. 8).

Ecología: vive en el interior del bosque, se alimenta de nectar del dosel y sotobos-
que, suelen anidar debajo de hojas grandes sobre quebradas.

Distribución: se restringe a algunos países de Centro y Suramérica, desde Costa


Rica hasta Perú; pasando por algunas zonas de Venezuela (BirdLife-International,
2018). En Colombia se observa desde los 200 hasta los 1500 m en los piede-
montes de los valles interandinos, la Orinoquía y la Amazonía (Ayerbe-Quiñones,
2018).

Información adicional: es un ave muy curiosa, se acerca cuando ve un objeto


desconocido; también hacen rutas de alimentación y visitan siempre las mismas
plantas.

148 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Coeligena prunellei (Bourcier, 1843)
Inca negro

Figura 9. Coeligena prunellei

Descripción: de tamaño mediano, con 14 cm de longitud y con un peso de 8 a 10


g. El pico es recto y largo. El cuerpo en su mayoría es negro, con iridiscencia azul en
los hombros y garganta y parches de plumas blancas en el cuello (Fig. 9).

Ecología: suele estar asociado a bosques de roble en ecosistemas andinos. Se ali-


menta del néctar de las flores en bordes de vegetación arbustiva. Solitario, vuela
velozmente a baja altura dentro del bosque.

Distribución: es endémico de la cordillera Oriental de Colombia (Chaparro-Herre-


ra et al., 2013) y se encuentra desde los 1400 hasta los 2600 m (Ayerbe-Quiño-
nes, 2018).

Información adicional: está ubicado en la categoría de amenaza Vulnerable (VU)


en la lista roja de especies amenazadas de la UICN, y en la categoría Casi Amena-
zada (NT) del libro rojo de las Aves de Colombia (Renjifo et al., 2014), su principal
amenaza es la destrucción de los bosques.

AVES | 149
Heliodoxa jacula (Gould, 1850)
Diamante frentiverde

Figura 10. Heliodoxa jacula

Descripción: tamaño mediano, con una longitud de 12 a 13 cm, y peso de 8 a 10


g. El pico es recto y corto. Posee un punto blanco posterior al ojo (pos-ocular). La
frente es de color verde iridiscente y posee un parche azul iridiscente en la garganta.
La hembra es de color blanco con estrías de tonos verdes en pecho y vientre (Fig.
10).

Ecología: especie común de borde de bosque húmedo, que se alimenta del néctar
de las flores, desde el sotobosque hasta el subdosel; anida en barrancos donde
construye una copa con musgos.

Distribución: se dispersa entre Costa Rica y Ecuador (BirdLife-International,


2018). En Colombia se encuentra desde los 600 hasta los 1900 m, en los piede-
montes de los valles interandinos (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: los individuos suelen ser muy territoriales. Anidan cerca
de quebradas, donde solo las hembras se encargan de cuidar los huevos, mientras
que los machos protegen los nidos.

150 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Thalurania colombica (Bourcier, 1843)
Ninfa coroniazul

Figura 11. Thalurania colombica

Descripción: de tamaño mediano, con una longitud de 8,5 a 11,5 cm. y un peso 7
a 9 g. La hembra es más pequeña que el macho. Estos poseen la cabeza y garganta
con iridiscencias verdes, mientras que el resto del cuerpo es violeta iridiscente (Fig.
11). Por otra parte, las hembras tienen el vientre y las puntas de la cola de color
blanco.

Ecología: común de interior de bosques húmedos, bordes de bosque y vegetación


secundaria. Establece rutas de alimentación en las que se alimenta siempre de las
mismas flores.

Distribución: en Centroamérica y norte de Sudamérica, desde Guatemala has-


ta Ecuador (BirdLife-International, 2018). En Colombia se observa desde el nivel
del mar hasta los 2000 m, en el Pacífico y valles interandinos (Ayerbe-Quiñones,
2018).

Información adicional: es uno de los colibrís más hermosos que se observan en


Colombia; hacen delicados y elaborados nidos que ponen sobre ramas cerca del
agua.

AVES | 151
ACCIPITRIFORMES
Son un grupo de aves rapaces de distribución mun- Accipitridae
dial. Son depredadores diurnos que se caracterizan Son aves de presa diurnas, de mediano y gran ta-
por sus garras y picos fuertes y se alimentan princi- maño, con una muy desarrollada visión estereos-
palmente de presas vivas, aunque también pueden cópica, lo que les permite observar a sus presas
ser carroñeras. En el mundo se conocen tres familias, desde grandes distancias. Los ojos están ubica-
de las cuales dos habitan el territorio colombiano: dos hacia adelante para tener mayor campo visual
Pandionidae que son águilas pescadoras y Accipitri- (Thiollay, 2018). En Colombia se pueden observar
dae que es la más grande de todas y a la cual perte- en todos los hábitats desde el nivel del mar hasta
necen la mayoría de las águilas, gavilanes y azores. borde de nieve. En Santa Rosa se registraron dos
Esta última, en particular, fue la única registrada en especies: Elanoides forficatus y Rupornis magni-
Santa Rosa para el grupo de las Accipitriformes. rostris.

Rupornis magnirostris (Gmelin, 1788)


Gavilán caminero

Figura 12. Rupornis magnirostris

Descripción: dentro de las águilas, esta se destaca banas; se percha en silencio a media altura en árbo-
por su tamaño mediano, con una longitud de 33 a 41 les grandes (Márquez et al., 2005).
cm y un peso de 200 a 250 g. La cabeza y espalda
es gris, el pecho y vientre se encuentran fuertemente Distribución: desde México hasta Argentina (Bird-
barrados de blanco y vino tinto. La cola tiene tres Life-International, 2018). En Colombia es común en
franjas blancas visibles y la punta del pico es negro, todo el territorio nacional desde el nivel del mar has-
mientras que la cera (base del pico) es amarillo, así ta los 2800 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).
como el iris de los ojos (Fig. 12).
Información adicional: es una de las aves rapaces
Ecología: común en la mayoría de los hábitats tro- más comunes que se observan en Colombia, vocaliza
picales, a excepción de bosque primario, desiertos y permanentemente, alertando de su presencia. Es un
llanuras abiertas. Es el gavilán más común en Co- ave que mantiene las poblaciones de roedores con-
lombia, el cual presenta algunas poblaciones subur- troladas.

152 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
STRIGIFORMES
Son un grupo de aves de distribución mundial, en Strigidae
su mayoría son rapaces nocturnos, aunque algunas Son aves rapaces nocturnas y cosmopolitas de cuerpo
son diurnas. Se caracterizan por tener ojos grandes compacto, plumaje muy denso, con patas y garras fuertes;
dirigidos hacia adelante y pueden mover la cabeza generalmente con colores crípticos en tonos de gris, negro
casi 360°. A nivel mundial se conocen dos familias y marrón (Marks et al., 2018). En Colombia se pueden
que son: Tytonidae (Lechuzas) y Strigidae (Búhos), observar en casi todos los ecosistemas, desde el nivel
de las cuales, la última es la única registrada en San- del mar hasta los páramos, algunas especies del género
ta Rosa. Glaucidium son de actividad diurna (Hilty y Brown, 2001).
Solo una especie se describe para Santa Rosa.

Megascops choliba (Sharpe, 1875)


Currucutú

Figura 13. Megascops choliba

Descripción: de tamaño mediano, entre 21-25 bosque, vocaliza frecuentemente al anochecer y


cm de longitud y 200-300 g. de peso. El pluma- al amanecer.
je le permite tener una apariencia críptica, con dos
principales variaciones en individuos: una de color Distribución: es un ave de amplia distribución en
gris y otra marrón (Fig. 13). En su aspecto general Sudamérica y parte de Centroamérica, desde Pana-
se destaca el iris amarillo, pico de color hueso y un má hasta Argentina (BirdLife-International, 2018).
canto característico, por el cual se le da el nombre En Colombia ocupa la mayor parte del territorio,
de currucutú. desde el nivel del mar hasta 2800 m altitudinales
(Ayerbe-Quiñones, 2018).
Ecología: es un ave rapaz de hábito crepuscu-
lar que se alimenta principalmente de roedores Información adicional: por sus vocalizaciones, sue-
y aves; prefiere los estratos medios y bajos del len ser confundidos con brujas en algunas regiones.

AVES | 153
GALBULIFORMES
Es un grupo de aves tropicales de hábitos arbóreos, Bucconidae
de comportamiento solitario y a menudo difíciles de Es un grupo de aves de distribución Neotropical que
observar; se conocen dos familias en el Neotrópico se observa desde México hasta Argentina. Son de ta-
que son: Galbulidae (jacamares) y Bucconidae (pája- maño mediano y de hábitos arbóreos, encontrándo-
ros bobos). De estas, solo la segunda se registró en se en bosques húmedos (Rasmussen y Collar, 2018).
el área de estudio. En Colombia esta familia se encuentra en todo el
territorio nacional. En Santa Rosa, solo se registró la
especie Malacoptila mystacalis.

Malacoptila mystacalis (Lafresnaye, 1850)


Bigotudo canoso

Figura 14. Malacoptila mystacalis

Descripción: de tamaño mediano, aproximadamen- Distribución: restringida a Colombia y Venezuela


te 20 a 23 cm de longitud y 50 a 60 g. de peso. La (BirdLife-International, 2018). En Colombia en las
cabeza es grande y el pico robusto. En la frente y el tres cordilleras, la Sierra Nevada de Santa Marta y la
bigote es notable ver las plumas de color blanco. A Serranía del Perijá, desde los 800 hasta los 2300 m
su coloración parda, se le añade un patrón de puntos (Ayerbe-Quiñones, 2018).
blanquecinos sobre las alas (Fig. 14).
Información adicional: es también conocido como
Ecología: de hábitos arbóreos; suelen estar en las pájaro bigotudo, suele ser callado y se queda por
mismas perchas en el estrato medio del bosque, se mucho tiempo en una misma percha; anidan en ca-
alimentan de insectos que forrajean en el aire, ani- vidades de barrancos. Los llaman pájaros bobos por
dan en cavidades. su mansedumbre.

154 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
PICIFORMES
Es un grupo de aves de distribución mundial. Son Capitonidae
coloridas y el comportamiento, en su mayoría, es Es un grupo de aves coloridas, de tamaño mediano, con
de tipo gregario. Se conocen seis familias en todo distribución Neotropical, de hábitos arborícolas y se
el mundo, pero para el Neotrópico se registran cua- asocian con bandadas mixtas de aves; principalmente
tro: Capitonidae (toritos), Ramphastidae (tucanes frugívoras, aunque también se alimentan de insectos.
y tucanetas), Semnornithidae (compás) y Picidae En Colombia se encuentran desde el nivel del mar hasta
(carpinteros). Para Santa Rosa, todas las anteriores los bosques Andinos (Hilty y Brown, 2001). Solo se co-
familias se registran excepto Semnornithidae. noce una especie en Santa Rosa para esta familia.

Capito hypoleucus (Salvin, 1897)


Torito capiblanco

Figura 15. Capito hypoleucus

Descripción: tamaño mediano, entre 18 a 19 cm de Distribución: es un ave endémica del Magdalena


longitud y 40 a 60 g de peso. El pico es grueso y ro- medio (Chaparro-Herrera et al., 2013) y se encuen-
busto cuerpo, negro por encima y blanco por debajo; tra desde los 100 hasta 1800 m altitudinales (Ayer-
con una mancha marrón visible en el pecho y frente be-Quiñones, 2018).
conspicuamente roja (Fig. 15).
Información adicional: está ubicado en la catego-
Ecología: suele estar asociado a bosques de eco- ría de amenaza En peligro (EN) en la lista roja de
sistemas subandinos; se alimenta de frutos en las especies amenazadas de la UICN, y en la categoría
copas de los árboles, generalmente permanece en En Peligro (EN) del libro rojo de las Aves de Colom-
grupos de hasta 3 individuos y anida en cavidades de bia (Renjifo et al., 2016), su principal amenaza es la
troncos muy altos. destrucción de los bosques.

AVES | 155
RAMPHASTIDAE
Aves coloridas de mediano y gran tamaño, neotropicales, con mayor diversidad en
la Amazonía, de hábitos arborícolas y comportamiento agregado en grupos fami-
liares; se caracterizan por sus grandes picos (Short y Horne, 2018). En Colombia
se encuentran en todo el país, desde el nivel del mar hasta los bosques andinos. En
Santa Rosa se registraron tres especies.

Aulacorhynchus prasinus (Gould, 1834)


Tucancito esmeralda

Figura 16. Aulacorhynchus prasinus

Descripción: el Tucán de menor tamaño en Colom- bución hasta el sur de Nicaragua; para Colombia la
bia, de 30 a 37 cm de longitud y 160 a 250 g. Su subespecie Aulacorhynchus prasinus subesp. albi-
cuerpo es verde, la piel alrededor del ojo es azul y vitta (Winker, 2016). Debido a que estos cambios
el pico con la mandíbula negro y amarillo. La cola es no han sido validados por el SACC (South Ameri-
larga, marrón y con las puntas azules (Fig. 15). can Classification Commitee), acá se considerará
su distribución histórica. En Colombia esta ave se
Ecología: común en los bordes e interior de bosque, encuentra en las tres cordilleras y la Sierra Nevada
desde el estrato medio del bosque hasta las copas de de Santa Marta, desde los 1.500 hasta los 3.300 m
los árboles; son omnívoros, se alimentan de frutos, (Ayerbe-Quiñones, 2018).
insectos y vertebrados pequeños.
Información adicional: es una de las aves más
Distribución: su distribución histórica es desde Mé- vistosas de los bosques Andinos, recibe su nombre
xico hasta Colombia (BirdLife-International, 2018); por su coloración verde, a pesar de que se cree que
sin embargo, recientes revisiones taxonómicas con- come solo frutos, también son exelentes depreda-
sideran a esta especie con mínimo límite de distri- dores.

156 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Pteroglossus torquatus (Gmelin, 1788)
Pichí bandeado

Figura 17. Pteroglossus torquatus

Descripción: tamaño mediano, de 43 a 48 cm de Información adicional: son vistosos y coloridos. Su


longitud y 200 a 300 g. El pico es largo con bor- nombre significa “lengua como pluma”, debido a las
des aserrados y la mandíbula es de color hueso con cerdas que se presentan similares a plumas. Estas
la base roja. El iris es amarillo y alrededor del ojo, aves son unas de las más llamativas de los ecosis-
la piel desnuda rojo. El vientre es amarillo con una temas andinos. A veces son buscadas para usos or-
franja visible negra (Fig. 17). namentales y suelen ser depredadores de nidos de
otras aves.
Ecología: al igual que otros tucanes de hábitos ar-
bóreos, se mueve en grupos de hasta 15 individuos Picidae
en las copas de los árboles; vocaliza frecuentemen- Son aves de pequeño a gran tamaño y de distribu-
te, anida en cavidades de troncos en el dosel. Es ción mundial. Son conocidos como pájaros carpin-
omnívoro. teros por su hábito de trepar árboles haciendo agu-
jeros con el pico (taladrando) para sacar insectos y
Distribución: en Centro y parte norte de Suraméri- larvas de insectos. Tienen la lengua muy larga para
ca, desde el sur de México hasta Colombia y Vene- alcanzar el interior de los troncos (Winkler y Christie,
zuela (BirdLife-International, 2018). En Colombia, 2018). En Colombia se encuentran desde el nivel del
se encuentra en el Pacífico, Caribe y Magdalena me- mar hasta los bosques andinos. Para Santa Rosa se
dio, desde el nivel del mar hasta los 1500 m (Ayer- registraron seis especies.
be-Quiñones, 2018).

AVES | 157
Picumnus olivaceus (Lafresnaye, 1845)
Carpinterito oliváceo

Figura 18. Picumnus olivaceus

Descripción: tamaño pequeño, de 8 a 10 cm de longitud y 15 a 20 g. de peso. El


cuerpo es verde oliva, la cabeza es negra con corona visible amarilla y puntos blan-
cos en la nuca. El pico es recto y negro (Fig. 18).

Ecología: es el más pequeño de los carpinteros que se observan en Colombia; se


alimenta de insectos que forrajea de cabeza, en la punta de ramas y en la copa de
los árboles.

Distribución: en Centroamérica, desde Guatemala hasta Panamá, y al Norte de


Sudamérica en Venezuela, Colombia y Ecuador (BirdLife-International, 2018). En
Colombia se encuentran en el Magdalena Medio, desde el nivel del mar hasta los
1500 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: se asocian con bandadas mixtas en los bordes de los bos-
ques.

158 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Campephilus pollens (Bonaparte, 1845)
Carpintero gigante

Figura 19. Campephilus pollens

Descripción: tamaño grande, 32 cm de longitud y de 150 a 200 g. de peso. La


cabeza es roja en los machos, el vientre es crema, fuertemente rayado de negro
y posee una línea blanca que va desde el pico hasta la espalda. El iris es amarillo
(Fig. 19).

Ecología: en interior de bosque, en el estrato medio del bosque y la copa de los


árboles, generalmente en parejas. Forrajea insectos en troncos gruesos y a menudo
se mueven con bandadas mixtas de aves.

Distribución: en los Andes del norte, desde Colombia hasta Perú (BirdLife-Inter-
national, 2018). En Colombia se desplaza en las tres cordilleras, desde los 1400
hasta los 3200 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: también conocido como carpintero real, debido a su ta-


maño y a las plumas rojas en su cabeza. Vocaliza muy fuerte en el interior de los
bosques y son los carpinteros más grandes que hay en Colombia.

AVES | 159
FALCONIFORMES
Aves conocidas por sus habilidades como depreda- registraron tres especies dentro de una única familia:
dores. Dentro de este grupo se destacan, los cóndo- Falconidae.
res, los caracarás, halcones, entre otros. Es un grupo
de aves rapaces diurnas de amplia distribución. Su Falconidae
tamaño grande atrae la atención de aves más pe- Los miembros de esta familia se diferencian de
queñas. Se alimenta de animales vivos o muertos. otras rapaces al tener una muesca en la mandíbula
Algunas de ellas migran, especialmente las que es- superior. En general, son omnívoros y aprovechan
tán a mayores latitudes. Su importancia radica en cualquier oportunidad para alimentarse, como por
que ayudan en el control de poblaciones de peque- ejemplo de carroña. En Santa Rosa se registraron
ños vertebrados, dentro de los cuales se destacan tres especies: el Halcón reidor (Herpetotheres ca-
plagas de cultivos como roedores. En Santa Rosa se chinnans), el Cernícalo americano (Falco sparverius)
y el Halcón plomizo (Falco femoralis).

Herpetotheres cachinnans (Linnaeus, 1758)


Halcón reidor

Figura 20. Herpetotheres cachinnans

Descripción: de tamaño mediano, considerado Distribución: amplia distribución en el continente


grande dentro de esta familia de rapaces, de 45 a americano, desde el norte de México hasta el norte
53 cm de longitud y entre 300 a 400 g. de peso. de Argentina (BirdLife-International, 2018). En Co-
De color blanco, con alas y antifaz marrón oscuro. La lombia se observa en el Caribe, Orinoquía, Amazonía
cola está fuertemente rayada (Fig. 20). y los valles interandinos, por debajo de los 2000 m
(Ayerbe-Quiñones, 2018).
Ecología: como la mayoría de las aves rapaces, vigila
desde la copa de los árboles en los bordes de bos- Información adicional: también conocido como
que, cerca de áreas abiertas donde puede ver mejor Guaco, suele cantar al amanecer y en el crepúsculo;
a sus presas, vocaliza constantemente, aunque es recibe su nombre porque se alimenta principalmente
solitario se puede observar en pareja. de serpientes.

160 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Falco sparverius (Linnaeus, 1758)
Cernícalo americano

Figura 21. Falco sparverius

Descripción: es uno de los halcones más pequeños, desde los 21 a los 31 cm de


longitud y 150 a 200 g de peso. El cuerpo es esbelto, con alas y espalda fuertemen-
te rayada; la cabeza es gris y posee líneas negras debajo y detrás del ojo, las cuales
están dirigidas hacia la garganta (Fig. 21).

Ecología: común en áreas abiertas, en cultivos, áreas de pastoreo y también en zo-


nas urbanizadas. Se alimenta de roedores y otras aves que captura en vuelo (Hilty y
Brown, 2001). Es solitario, aunque algunas veces se observa en pareja.

Distribución: un ave cosmopolita en América, con poblaciones nativas


reproductoras en Canadá y Alaska, residente desde Estados Unidos hasta Argenti-
na (BirdLife-International, 2018). Se observa en toda Colombia, desde el nivel del
mar hasta más de 3000 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: es el más común de los halcones, se puede observar en


todo el continente americano y es muy cazado por alimentarse de los pollos en las
granjas.

AVES | 161
PSITTACIFORMES
Este orden comprende todos los loros, los cuales son Psittacidae
conocidos por sus llamativos cantos y su capacidad La familia de los loros y parientes cercanos se en-
de imitar sonidos humanos. Condición que ocurre cuentran principalmente en regiones tropicales del
especialmente con aquellos que son mantenidos mundo. Conocidas por ser ruidosas, sociales, por
como mascotas; sin embargo, su hábitat natural co- sus fuertes y grandes picos para consumir frutos
rresponde principalmente a bosques tropicales. Son y semillas y por sus patas prensiles. En Colombia,
principalmente frugívoros por lo que desempeñan un la mayoría son verdes, pequeñas desde los pericos
papel importante en la dispersión de semillas. Una hasta grandes como las guacamayas. En el área de
única familia es descrita para Santa Rosa, dentro de estudio se registraron dos especies: el Periquito de
la cual se registraron dos especies. anteojos (Forpus conspicillatus) y la Cotorra maicera
(Pionus chalcopterus).

Pionus chalcopterus (Fraser, 1841)


Cotorra maicera

Figura 22. Pionus chalcopterus

Descripción: de tamaño mediano, desde 28 a 29 cm Distribución: en Colombia, Venezuela y Ecuador


de longitud y de 250-300 g. de peso. El cuerpo es (BirdLife-International, 2018). En Colombia se ob-
azul y las alas marrones, con un patrón de puntos servan en las tres cordilleras y Serranía del Perijá,
color crema. Las plumas de la parte final del vientre desde los 1.000 hasta los 3.000 m (Ayerbe-Qui-
son rojas, el pico es amarillento y la piel alrededor ñones, 2018).
del ojo es rosada (Fig. 22).
Información adicional: también conocida como
Ecología: como la mayoría de los loros, se mueve en Lora Azul por su coloración, son buscadas como
grupos, buscan las copas de los árboles para alimen- mascotas por su capacidad de imitar sonidos huma-
tarse de frutos y son bulliciosas; vocalizan constan- nos.
temente incluso mientras vuelan.

162 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
PASSERIFORMES
El orden más diverso de aves del mundo y congrega a Thamnophilidae
las aves cantoras, es decir, aquellas especies que han Conocidos como hormigueros debido a que esta
desarrollado un sistema complejo de comunicación familia de aves acostumbra a seguir las filas de
por cantos (Ridgely y Tudor, 2009); sin embargo, hormigas que se desplazan en el bosque. Sus co-
la característica más notable es la posición de sus loraciones varían, ya que tanto hembras como en
dedos en las patas: tres hacia adelante y el pulgar machos, difieren en sus patrones de plumaje. En
hacia atrás. general están adaptados a camuflarse muy bien en-
tre la vegetación, particularmente en el sotobosque,
Se registran 136 especies de aves cantoras, distri- donde prefieren moverse cerca del suelo en busca
buidas en 23 familias en el área de estudio. De estas de alimento (Hilty y Brown, 2001). Sus cantos no
las más diversas son Thraupidae, Tyrannidae, Furna- son melodiosos, pero exhiben llamados fuertes que
riidae y Parulidae. Otras familias menos represen- permiten reconocerlos fácilmente (Ridgley y Tudor,
tativas, pero de gran importancia en el control de 2009). En Santa Rosa se registraron seis especies de
poblaciones de insectos y en la estructuración de los hormigueros: el Batará encapuchado (Thamnophilus
bosques son Thamnophilidae, Emberizidae, Fringi- multistriatus), el Hormiguero tiznado (Dysithamnus
llidae, Icteridae, Parulidae, Turdidae y Cardinalidae. mentalis), el Hormiguerito pizarroso (Myrmotherula
schisticolor), el Hormiguero de Parker (Cercomacroi-
des parkeri), el Hormiguero negruzco (Cercomacroi-
des tyrannina) y el Hormiguero inmaculado oriental
(Myrmeciza immaculata).

Myrmotherula schisticolor (Lawrence, 1865)


Hormiguerito pizarroso

♀ ♂
Figura 23. Myrmotherula schisticolor

Descripción: el tamaño entre ambos sexos varía rostro y espalda; la garganta y el pecho son oscuros,
entre 9 a 10 cm. La hembra es gris-oliváceo hacia con mezcla de gris claro hacia el vientre. Alas del
la cabeza y espalda; amarillo crema en garganta y macho con puntuaciones blancas forman líneas que
pecho, con mezclas de grises hacia el vientre. El ma- atraviesan perpendicularmente el ala (barras alares)
cho es completamente gris, más claro en la cabeza, (Fig. 23).

AVES | 163
Ecología: se localizan principalmente en el soto- principalmente en la Occidental y Oriental (Ayer-
bosque, al interior del bosque húmedo. En parejas be-Quiñones, 2018).
o grupos pequeños, buscan entre las ramas, hojas y
troncos por alimento, aunque en ocasiones son difí- Información adicional: son aves pequeñas que se
ciles de observar. alimentan de insectos y son territoriales. Durante la
anidación, los machos incuban los huevos durante el
Distribución: en Centroamérica se distribuyen día y las hembras en la noche (BirdLife-International,
desde sur de México hasta Panamá (BirdLife-Inter- 2018). Sus poblaciones están disminuyendo y esto se
national, 2018). En Suramérica, desde Venezuela debe probablemente, a la pérdida de hábitat, ya que
hasta Perú (Hilty y Brown, 2001). En Colombia son son especies que requieren condiciones de interior de
comunes entre 900-2100 m en las tres cordilleras, bosques conservados (BirdLife-International, 2018).

Cercomacroides tyrannina (Sclater, 1855)


Hormiguero negruzco

♀ ♂
Figura 24. Cercomacroides tyrannina

Descripción: ambos sexos varían en su longitud, Distribución: Centroamérica desde el sur de México
entre 13-15 cm. La hembra es gris con visos ana- hasta Ecuador y Brasil (BirdLife-International, 2018).
ranjados sobre la cabeza, espalda y alas. Garganta, En Colombia en tierras bajas hasta los 1800 m, entre
pecho y vientre es rufo a anaranjado. Macho con el las vertientes de los Andes, desde el Pacífico hasta la
cuerpo totalmente gris y ligeros visos blanquecinos. cordillera Oriental (Ayerbe-Quiñones, 2018).
La parte superior externa de las alas es oscura, con
contorno de líneas blancas (barras alares) y puntas Información adicional: son aves que se alimentan
de la cola blancas (Fig. 24). de insectos que forrajean en el suelo entre la hoja-
rasca, se mueven con bandadas mixtas. En el proceso
Ecología: usa zonas de sotobosque al interior del de anidación, los machos incuban los huevos duran-
bosque húmedo, moviéndose entre matorrales y te el día y las hembras en la noche. Su población se
cerca de bordes de bosque. Usualmente, se le en- encuentra estable y se estima que está conformada
cuentra en parejas cerca del suelo (Zimmer et al., por cerca de 5 millones de individuos (BirdLife-In-
2018). Se le oye más de lo que se le ve. ternational, 2018).

164 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Hafferia immaculata (Lafresnaye, 1845)
Hormiguero inmaculado oriental

♀ ♂
Figura 25. Hafferia immaculata

Descripción: ave de aproximadamente 18 cm de longitud, tanto en hembra como


en macho, es característico el color azul de la zona que rodea los ojos, más unifor-
me en la hembra, mientras que en el macho se puede observar una mancha blanca
justo detrás del ojo. La hembra, de color negro en la cabeza y marrón oscuro hacia
la espalda, alas y cola. Macho completamente negro (Fig. 25).

Ecología: se le ve usando los estratos bajos del bosque, sotobosque y suelo, en


busca de hormigas, saltamontes u otros invertebrados (Zimmer et al., 2018). An-
dan en parejas y se posan sobre tallos verticales u horizontales. Cuando se encuen-
tran en esta posición, advierten cualquier amenaza y mueven la cola verticalmente
(Zimmer et al., 2018).

Distribución: se encuentra en Colombia y Venezuela únicamente (BirdLife-Inter-


national, 2018). En Colombia se distribuyen desde los 100 hasta los 2000 m (Hilty
y Brown, 2001). Hacia el norte, en las vertientes de las tres cordilleras y Serranía
del Perijá (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: son aves insectívoras que se conocen como seguidoras


de hormigas, ya que siguen las rondas de arrieras en los bosques. La tendencia
poblacional es hacia la disminución, con cifras desconocidas. La mayor amenaza
que enfrenta es la pérdida de hábitat (Zimmer et al., 2018).

AVES | 165
Furnariidae
Horneros y rastrojeros. Familia cuyo comporta- y Brown, 2001). La mayoría de los encontrados en
miento en los bosques húmedos y matorrales con- Santa Rosa hacen sus nidos a partir de pequeños
siste en la búsqueda de insectos o invertebrados en palos, otros excavan sus nidos, ya sea en tierra o en
cortezas de árboles u otros sustratos, recorren en troncos. En esta área se registraron diez especies
gran medida las áreas bajas y sotobosques (Hilty de rastrojeros.

Xiphorhynchus triangularis (Lafresnaye, 1842)


Trepatroncos oliváceo

Figura 26. Xiphorhynchus triangularis

Descripción: ave de 23 cm de longitud, muy pare- Distribución: ave Andina, se distribuyen desde Ve-
cido al ‘Corretroncos barranquero’ en su patrón de nezuela hasta Bolivia (BirdLife-International, 2018).
plumas en el pecho. En el ‘trepatroncos oliváceo’, es En Colombia ocurre entre los 1500 a 2700 m en las
característico el patrón de puntos amarillos sobre la tres cordilleras (Ayerbe-Quiñones, 2018).
coronilla y rostro siendo menos distanciados alrede-
dor del ojo. Garganta de amarillo a olivácea. Alas y Información adicional: pertenece al grupo de los
espalda marrón-oliváceo, más oscuro hacia la cola. trepatroncos. Se alimentan de insectos que remue-
Pecho y vientre con patrón de gotas amarillas con ven de las cortezas de árboles, por lo que su com-
borde oliváceo (Fig. 26). portamiento es similar al de un carpintero; con su
pico pueden romper la corteza de los árboles (Ma-
Ecología: prefiere zonas de sotobosque al interior rantz et al., 2018). Su población es estable y no
del bosque húmedo, donde forrajea pasando por enfrenta amenazas globales, sin embargo, a nivel
troncos grandes, de 3 a 13 m sobre el suelo (Hilty y local, puede afrontar la pérdida de hábitat (Marantz
Brown, 2001). et al., 2018).

166 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Thripadectes virgaticeps (Lawrence, 1874)
Hojarasquero estriado

Figura 27. Thripadectes virgaticeps

Descripción: mide cerca de 22 cm de longitud, extendido desde el pico hasta la


cola. Cabeza oscura con estrías blancas a amarillas. Alas y espalda marrón rufo, vol-
viéndose un poco más oscuro hacia la cola. Garganta semi-rayada, pecho bandeado
con coloración marrón-oliváceo y vientre rufo claro (Fig. 27).

Ecología: prefiere zonas de sotobosque donde es difícil de verse al confundirse fá-


cilmente con los troncos de árboles. Salta entre las ramas de árboles que contienen
una alta cantidad de musgos, a una altura de 0.5 a 5 m del suelo. Puede vérsele
solitario o en parejas (Marantz et al., 2018).

Distribución: entre Venezuela, Colombia y Ecuador, sobre la cordillera de los An-


des (BirdLife-International, 2018). En Colombia se distribuye desde 1200 a 2500
m, pero es más numeroso entre los 1700 a 2000 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).
Se encuentra desde la vertiente Pacífica hasta la oriental en los Andes del sur y en
el Norte en los ecosistemas de influencia del Valle medio del Magdalena (Hilty y
Brown, 2001).

Información adicional: este grupo de hojarasqueros son algunas de las aves más
dificiles de observar, debido a que se esconden en la vegetación densa, se escu-
cha más de lo que se observa. Aunque no está bajo amenaza, localmente puede
enfrentar la pérdida de hábitat dado que se desconoce el tamaño poblacional (Ma-
rantz et al., 2018).

AVES | 167
Premnoplex brunnescens (Sclater, 1856)
Corretroncos barranquero

Figura 28. Premnoplex brunnescens

Descripción: ave con longitud cercana a los 13 cm. Corona de la cabeza ma-
rrón-olivácea con plumas de bordes negros. Este patrón se extiende hasta la nuca,
tornándose más uniforme hacia la espalda y más oscuro en la cola; las puntas de las
plumas de la cola generalmente desnudas. Plumas de rostro organizadas en listas
anaranjadas y oliváceas; las de la garganta se vuelven más anaranjadas. El pecho y
vientre con un patrón de plumas a manera de gotas amarillentas con bordes inter-
nos oscuros y externos oliváceos (Fig. 28).

Ecología: aunque su patrón de coloración es llamativo a primera vista, puede ser


difícil de observar en ocasiones, debido a que es silencioso (Remsen, 2018). Pre-
fiere el interior de bosques, pero se le puede observar en bordes. Trepa troncos
con o sin ayuda de la cola, solos o en grupo, de 1 a 6 m del suelo en el sotobosque
(Remsen, 2018).

Distribución: en Centroamérica, localizada en Costa Rica y Panamá (BirdLife-In-


ternational, 2018). En Colombia va desde los 1200 a los 3000 m las tres cordille-
ras, Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: son llamados corretroncos, porque tienen como preferen-


cia moverse por los troncos o ramas gruesas de los árboles, se alimentan de insec-
tos que forrajean en epifitas del dosel. Durante la anidación pueden construir su
nido en el de otras especies activas. Aunque su población es estable, puede verse
afectada por la pérdida de hábitat, por lo tanto, se requieren estudios del tamaño
de su población (Hilty y Brown, 2018).

168 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
TYRANNIDAE
Los atrapamoscas comprenden la familia con el ran insectívoros, aunque hay los que se alimentan
mayor número de especies en América, con su ma- principalmente de fruta (Fitzpatrick, 2018). Para
yor diversidad en los trópicos (Fitzpatrick, 2018). su identificación en campo se requiere de avanzada
Se encuentran en todos los hábitats, terrestres y experticia, la cual se logra con constancia y pasión.
arbóreos. Su nombre se refiere a que muchos de En Santa Rosa, se lograron registrar hasta 24 es-
estos capturan insectos a través de vuelos cortos, pecies de atrapamoscas, lo que significa el segundo
en el aire, en las ramas de las plantas o buscan entre grupo con mayor diversidad de especies en el área
las hojas; de esta manera, la mayoría se conside- de estudio.

Mionectes olivaceus (Lawrence, 1868)


Atrapamoscas oliváceo

Figura 29. Mionectes olivaceus

Descripción: de 13 cm de longitud. Tal como lo indi- Distribución: de Panamá a Venezuela y el norte de


ca su nombre, su coloración es principalmente olivá- Bolivia. En Colombia se distribuye en tierras bajas
cea desde la cabeza hasta la espalda, con visos grises hasta los 1800 m (BirdLife-International, 2018).
y estrías amarillas en garganta. Pecho y vientre más En las dos cordilleras externas, mientras que en la
claros, con un patrón estriado, de coloración amarilla Central se encuentra en ciertos puntos, también en
y gris entre mezclada. La piel es semi-descubierta en la Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá
la parte posterior de cada ojo, mostrando una colo- (Ayerbe-Quiñones, 2018).
ración blanquecina (Fig. 29).
Información adicional: pertenece al grupo de los
Ecología: es una de las especies más comunes, tanto atrapamoscas, hacen parte de bandadas mixtas de
dentro del bosque como en bordes de bosque húmedo aves, construyen elaborados nidos cerca de las que-
y a nivel del sotobosque. Usualmente está solitario y bradas (Hilty y Brown, 2001). Es una de las pocas
cuando es capturado parece tímido. Es un buen con- especies de atrapamoscas que presenta cuidado bi-
sumidor de frutas y otros alimentos que encuentra bajo parental durante las anidaciones.
el follaje de algunas plantas (Fitzpatrick et al., 2018).

AVES | 169
Myiotriccus ornatus (Lafresnaye, 1853)
Atrapamoscas ornado

Figura 30. Myiotriccus ornatus

Descripción: ave de 11 cm de longitud, de cola corta y cuerpo redondeado. Coronilla


con plumas amarillas escondidas por otras oscuras; cabeza y garganta gris oscuro
a claro, con un característico punto blanco frente a cada ojo, de mayor tamaño que
este. Espalda alta y pecho, de color oliva. Espalda baja y vientre de color amarillo.
Cola negra con pintas rojizas hacia la base (Fig. 30).

Ecología: común en estratos medios a altos del interior del bosque húmedo, en
bosques secundarios y bordes de bosque. Se le ve solitario y regularmente en ban-
dadas mixtas (Hilty y Brown, 2001). Realiza movimientos repentinos desde las
ramas de los árboles en los que se posa hacia el follaje.

Distribución: entre Colombia y Ecuador (BirdLife-International, 2018). En Co-


lombia se encuentra desde los 600 a los 2300 m, en las tres cordilleras, desde el
Pacífico hasta la vertiente occidental de la cordillera Oriental (Ayerbe-Quiñones,
2018).

Información adicional: es uno de los atrapamoscas más bonitos del trópico, sue-
len estar en parejas en los bordes del bosque donde cantan de manera permanente.
Hacen despliegues en los bordes de bosque, saltan entre ramas y cantan constan-
temente. Aunque se desconoce el tamaño de la población, su condición es estable
y no enfrenta amenazas inmediatas (Clock y Kirwan, 2018).

170 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Lophotriccus pileatus (Tschudi, 1844)
Tiranuelo crestibarrado

Figura 31. Lophotriccus pileatus

Descripción: ave pequeña, con cerca de 10 cm de longitud. Se puede identificar


fácilmente por el canto. Cresta muy visible con plumas coloreadas oscuras hacia el
centro y base, y anaranjadas hacia los bordes, crece en tamaño a medida que se
alejan de la frente. Ojos de color blancos-anaranjados a amarillos. Nuca y espalda
color oliva, con alas negras de bordes amarillos. Garganta, pecho y vientre blancos
con base gris (Fig. 31).

Ecología: común en bosques húmedos, al interior del bosque y en estratos medios.


Es solitario y usa vuelos cortos para desplazarse por el sotobosque (Fitzpatrick,
2018).

Distribución: dispersa en Centroamérica, desde Guatemala hasta Panamá (Bird-


Life-International, 2018). En Suramérica, va desde Venezuela hasta sur del Perú
(Hilty y Brown, 2001). En Colombia se distribuye desde los 300 a los 2300 m. Se
ha descrito una subespecie por cada cordillera (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: pertenece a uno de los géneros de menor tamaño dentro


de los atrapamoscas, es más facil registrarlo por el canto que observarlo. Suelen ser
difíciles de observar por su tamaño pequeño. Aunque se desconoce el tamaño de su
población, esta se mantiene estable, por lo que no enfrenta amenazas inmediatas.

AVES | 171
Platyrinchus mystaceus (Vieillot, 1818)
Picoplano pico de pala crestiamarillo

Figura 32. Platyrinchus mystaceus

Descripción: ave pequeña, de 9 cm de longitud. El pico es negro, ancho y aplana-


do. Corona amarillo intenso, se oculta entre las plumas de la cabeza, las cuales son
de color oliva con visos grises. Característicos ojos rodeados de plumas color crema,
con manchas negras en la parte frontal y posterior de cada ojo. Espalda y alas color
oliva. Garganta color crema, pecho oliva claro y vientre amarillo pálido (Fig. 32).

Ecología: es poco común, visto en el sotobosque al interior del bosque húmedo


secundario. Es difícil de ver; suele estar posado sobre ramas por largo tiempo, para
luego desplegar vuelo en busca de alimento que encuentra volando en el aire o se
pasa a otra rama (Fitzpatrick, 2018).

Distribución: en Colombia se distribuye desde los 900 hasta los 2000 m, al norte
en las tres cordilleras con registros dispersos (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: anida en horquetas donde construye copas con fibras al-
godonosas. Su población disminuye probablemente por la pérdida de hábitat. A
pesar de esto, no enfrenta alguna amenaza inmediata (Fitzpatrick, 2018).

172 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Myiarchus tuberculifer (D’Orbigny & Lafresnaye, 1837)
Atrapamoscas cabecinegro

Figura 33. Myiarchus tuberculifer

Descripción: Atrapamoscas de mediano tamaño, con una longitud de aproxima-


damente 17 cm. A pesar de esto, se considera pequeño en relación con otros con-
géneres. Su cresta de plumas en la cabeza es prominente, de color oliva-grisáceo,
desvaneciéndose hacia la parte posterior. Garganta y nuca predominantemente
gris, más claro hacia el frente. Espalda y alas de color oliva, más claro que la cabeza.
Pecho y vientre amarillos (Fig. 33).

Ecología: se observa fácilmente en estratos medios del bosque húmedo, posado


sobre ramas y cantando. Además del interior, suele usar el borde de bosque cerca
de cuerpos de agua. Se le ve solitario o en pareja, desde 1 a 10 m sobre el suelo y en
áreas con alta iluminación. Se desplaza desde su sitio de percha al follaje o captura
presas en vuelo suspendido (Joseph, 2018).

Distribución: con amplia distribución desde Estados Unidos y el norte de México,


donde es nativo y reproductivo, hasta Chile, Argentina y Brasil, donde es residente
(BirdLife-International, 2018). En Colombia, se encuentra en tierras bajas hasta
los 1800 m, con amplia distribución en todo el país (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: conocidos como copetones porque levantan las plumas de la


cabeza como formando un casco con ellas, tienen cuerpos estilizados, les gustan las
perchas expuestas en los bordes. Aunque parece común en algunas localidades, su ten-
dencia poblacional parece decrecer, debido a la pérdida de hábitat. Su número poblacio-
nal se desconoce por lo que puede enfrentar amenazas a mediano plazo (Joseph, 2018).

AVES | 173
TROGLODYTIDAE
La familia de los cucaracheros tiene la mayor diver- Cucarachero ruiseñor (Microcerculus marginatus), el
sidad en Centro y Suramérica. Producen melodiosos Cucarachero común (Troglodytes aedon), el Cuca-
sonidos ya sea al amanecer o al atardecer. En gene- rachero matraquero (Campylorhynchus zonatus), el
ral son pequeños, redondeados, y de pico delgado. Cucarachero cabecinegro (Pheugopedius spadix), el
Son insectívoros y comúnmente construyen nidos en Cucarachero bigotudo andino (Pheugopedius mysta-
forma de cápsula con una entrada lateral. En Santa calis), y el Cucarachero pechigrís (Henicorhina leu-
Rosa se registraron seis especies de cucaracheros: el cophrys).

Troglodytes aedon (Vieillot, 1809)


Cucarachero común

Figura 34. Troglodytes aedon

Descripción: de tamaño pequeño, 11 cm de longi- En Norteamérica ocurre como nativa reproductiva


tud, marrón claro a oscuro a manera de patrón de y pasante; es nativa no reproductiva en México y
barras intercaladas desde la cabeza, las alas y hasta nativa residente en todo Centro y Suramérica (Hil-
la cola en donde se hace más evidente. Garganta, ty y Brown, 2001). En Colombia habita en todo el
pecho y vientre uniforme color crema a marrón claro territorio desde el nivel del mar hasta los 3400 m
(Fig. 34). (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Ecología: bastante común en áreas abiertas, mato- Información adicional: es probablemente una de
rrales, rastrojos y bordes de bosque. Se puede ob- las especies de aves más comunes en el trópico.
servar cantando o buscando alimento cerca de casas, También llamado el Cucarachero de casa, porque es
mientras se mueve de un lugar a otro mediante pe- común en los jardines y les gusta anidar dentro de
queños saltos, mantiene la cola arriba. las casas entre las paredes o los techos. Debido a
que se ha adaptado muy bien a la presencia huma-
Distribución: una de las aves con mayor distribu- na, sus poblaciones están aumentando. No presenta
ción en América (BirdLife-International, 2018). amenaza alguna.

174 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Pheugopedius spadix (Bangs, 1910)
Cucarachero cabecinegro

Figura 35. Pheugopedius spadix

Descripción: de 15 cm de longitud. Cabeza gris claro a oscuro, más claro hacia la


coronilla, tornándose negra hacia la garganta; con visos blancos en las cejas y hacia
el oído. Esta coloración contrasta con el color del plumaje de pecho, hombros y
espalda, el cual es fuertemente ferruginoso. Vientre marrón entremezclado con
gris (Fig. 35). Cola estriada negra.

Ecología: es común en estratos medios a bajos del bosque húmedo y en matorrales


(Hilty y Brown, 2001). Se le puede observar en parejas, en el sotobosque denso.
Algunas veces es difícil de observar, debido a que suele ser escurridizo.

Distribución: entre Panamá y Colombia únicamente (BirdLife-International,


2018). En Colombia se distribuye principalmente entre los 800 y 1800 m (Ayer-
be-Quiñones, 2018). En la vertiente Pacífica, atravesando la parte norte de la cor-
dillera Central y alcanzando la vertiente occidental de la cordillera Oriental (Hilty y
Brown, 2001).

Información adicional: construye nidos en forma de globos en barrancos. El ta-


maño de su población es desconocida y parece que está disminuyendo, principal-
mente, por la pérdida de hábitat.

AVES | 175
Pheugopedius mystacalis (Sclater, 1860)
Cucarachero bigotudo Andino

Figura 36. Pheugopedius mystacalis

Descripción: cerca de 16 cm de longitud; cabeza gris oscuro con distintivas franjas


blancas: dos sobre los ojos a manera de cejas, que se extienden desde la base del
pico hasta la parte posterior de la cabeza y dos que sobresalen de la mandíbula
inferior; una pequeña franja de plumas también es visible debajo de cada ojo. Nuca
gris claro, garganta blanca con visos grises. Espalda y alas color rufo, vientre gris
que se extiende desde la nuca, partes laterales de color marrón claro; cola rufa con
barras gris oscuro (Fig. 36).

Ecología: se observa en bordes de bosque húmedo y en matorrales. Se desplaza en


parejas, cerca del suelo hasta los 12 m, en busca de alimento (Hilty y Brown, 2001).

Distribución: entre Venezuela, Colombia y Ecuador (BirdLife-International, 2018).


En Colombia en la vertiente occidental de las tres cordilleras y en la Serranía del
Perijá, desde 1200 a 2400 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: como la mayoría de los cucaracheros son territoriales y


tienen respuestas agresivas ante los intrusos, a los que alerta con diferentes can-
tos. Construye los nidos usando piel de serpiente para ahuyentar a los depreda-
dores. Sus poblaciones no han sido contabilizadas, pero es descrita como bastante
común (BirdLife-International, 2018).

176 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Henicorhina leucophrys (Tschudi, 1844)
Cucarachero pechigrís

Figura 37. Henicorhina leucophrys

Descripción: de tamaño pequeño, ya que mide cer- moviéndose constantemente de un lado a otro, con
ca de 11 cm de longitud. Presenta una coronilla gris la cola siempre levantada.
oscuro con visos rufos, una marcada ceja blanca que
se extiende desde la base del pico, hasta atrás cuatro Distribución: desde México hasta Panamá en Cen-
veces el ancho del ojo y un patrón de plumas blancas troamérica; y desde Venezuela hasta Bolivia en Sud-
desde la base del pico, pasando por debajo del ojo américa (BirdLife-International, 2018). En Colombia
y difuminándose hacia la parte posterior del oído. desde los 1000 hasta los 2900 m, en las tres cordi-
Garganta de color crema a blanquecina con bordes lleras (Ayerbe-Quiñones, 2018).
marrón oscuro; espalda rufa con visos grises; pecho
y vientre color crema entremezclado con gris y alas Información adicional: es una de las especies de cu-
y cola con barras grises y rufas perpendiculares a su carachero más pequeña del trópico, tiene la cola corta
longitud (Fig. 37). Cola corta. y la mayoría de las veces pasa desapercibido, prefiere
ocultarse entre la vegetación. Suele construir dormi-
Ecología: común en sotobosque húmedo, especial- deros similares a nidos en un mismo territorio para
mente en estratos bajos y también en matorrales distraer a sus depredadores. Controlan poblaciones
(Hilty y Brown, 2001). Cuando siente la presencia de de insectos en los bosques. Aunque no se encuentra
algún intruso en su territorio, es muy curioso y em- amenazada, sus poblaciones están disminuyendo y no
pieza a hacer despliegues de advertencia, cantando y se tiene certeza de su tamaño poblacional.

AVES | 177
TURDIDAE
Las mirlas y zorzales son bien conocidos por sus ar- que se ven, dado que sus colores crípticos les ayudan
moniosos cantos. Se alimentan tanto de insectos a mezclarse muy bien entre la vegetación del sotobos-
como de frutos. El género más familiar es Turdus, que que bajo. En el área de estudio se registraron cinco
corresponde a las mirlas o siotes que se pueden ob- especies: el zorzal piquianaranjado (Catharus auranti-
servar en los centros urbanos y rurales. Géneros aso- irostris), el zorzal buchipecoso (Catharus ustulatus), la
ciados a bosques nativos son Catharus y Myadestes, mirla ojiblanca (Turdus leucops), la mirla negra (Turdus
los cuales pueden escucharse más fácilmente de lo flavipes) y la mirla embarradora (Turdus ignobilis).

Catharus ustulatus (Nuttall, 1840)


Zorzal buchipecoso

Figura 38. Catharus ustulatus

Descripción: ave de 18 cm. Partes superiores de y puede vérsele con bandadas mixtas en estratos
color oliva entremezclado con gris; anillo blanco a medios del sotobosque. Frugívoro y especialista en
crema rodeando el ojo, garganta blanca a crema con dispersión de semillas.
bordes gris oscuro e intercalándose hacia la parte
lateral del cuello. Patrón de pecas en el pecho cons- Distribución: nativo reproductivo en la costa oeste
tituidas por manchas gris oscuro a oliva, en un fondo de los Estados Unidos y como nativo no reproducti-
blanco y vientre color blanco a crema (Fig. 38). vo en Centroamérica (BirdLife-International, 2018),
y en Colombia se encuentra como migratoria. En su
Ecología: es considerado el zorzal migratorio más etapa de residente o en migración, se le encuentra en
común. Viaja desde el norte, evitando el invierno y tierras bajas hasta los 2800 m, en las tres cordilleras
buscando mejores condiciones en el trópico. A veces (Ayerbe-Quiñones, 2018).
se le encuentra como residente, lo que significa que
no viaja de vuelta en primavera hacia el norte, sino Información adicional: es una especie de ave migra-
que establece poblaciones en áreas más cálidas en toria que se observa en Colombia desde septiembre
Centro y Suramérica. Frecuenta bosques secunda- hasta marzo, donde se refugia del invierno boreal.
rios, bordes e interior de bosque (BirdLife-Interna- Durante su migración no canta, condición que lo hace
tional, 2018). También se le puede observar en ciu- difícil de observar. Se desconoce el tamaño y estado
dades o cerca a la presencia humana. Es silencioso de sus poblaciones y no enfrenta amenaza inmediata.
178 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Turdus ignobilis (Sclater, 1857)
Mirla embarradora

Figura 39. Turdus ignobilis

Descripción: de unos 24 cm de longitud. Partes superiores de color marrón claro


uniforme desde la cabeza hasta la cola. Garganta y pecho de apariencia sucia. Vien-
tre blanco a crema (Fig. 39).

Ecología: común y fácil de ver en áreas abiertas, cerca de casas o en potreros con
algunos árboles. Prefiere áreas de claros, jardines y claros de bosque, donde se le
ve ocasionalmente.

Distribución: entre Colombia y Venezuela, únicamente (BirdLife-International,


2018). En Colombia desde el nivel del mar hasta los 2800 m en las tres cordilleras,
asociados a zonas con alto grado de deforestación, con mayor frecuencia desde los
900 a los 2100 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: las llaman embarradoras, porque buscan alimento entre


el barro, el cual remueven con sus patas y pico. Sus poblaciones se encuentran
estables aun cuando se desconoce el tamaño poblacional. Por lo tanto, no enfrenta
amenazas inmediatas.

AVES | 179
THRAUPIDAE
Conocidas comúnmente como tangaras, es un grupo de plumajes muy coloridos, lo que resulta ser muy llamati-
aves con 141 especies para Colombia. La segunda familia vo para los observadores y fáciles de identificar. Habitan
más grande de aves del mundo con una representación en un amplio rango de hábitats que van desde el bosque
del 12% de la avifauna Neotropical (Ayerbe-Quiñones, denso, lluvioso tropical hasta las altas pasturas. Algunas
2013). Ecológicamente diversa, se encuentra desde Mé- frecuentan el dosel de bosques en donde buscan frutos,
xico hasta Suramérica y abarca, desde el nivel del mar semillas, néctar e insectos, formando bandadas mixtas
hasta las altas montañas de los Andes. Sus integrantes o en parejas.
se caracterizan por tener una gran variedad de colores,
comportamientos alimenticios, vocalizaciones y prefe- Las especies de tangaras que predominan en el área
rencia de hábitats. Esto hace que no haya una sola ca- de estudio son Thraupis palmarum, Thraupis episco-
racterística física que las defina sobre otros grupos. La pus, Ramphocelus dimidiatus, Tangara gyrola, Spo-
mayoría de sus representantes se distinguen por poseer rophila minuta y Tiaris obscurus.

Tachyphonus luctuosus (D’Orbigny and Lafresnaye, 1837)


Parlotero aliblanco

Figura 40. Tachyphonus luctuosus

Descripción: tiene una longitud de 13 a 14 cm, pico Ecología: se encuentra principalmente en árboles
grande y ojos medianos con respecto a la cabeza. y arbustos en hábitats densos o claros del bosque
Macho negro lustroso en todo el cuerpo, con una (Hilty y Brown, 2001). Allí se alimenta de frutos e
mancha blanca contrastante en el hombro y blanco insectos que encuentran en el dosel. Se le ve soli-
por debajo de las alas. Hembra con la cabeza gris, tario o en parejas, pocas veces en grupos formando
partes superiores verde amarillento a oliva, garganta bandadas mixtas.
blanco grisáceo y partes inferiores amarillo claro. Es
característica la coloración blanca de las plumas de- Distribución: en Centroamérica se encuentra des-
bajo de las alas (Fig. 40). de Nicaragua hasta Panamá (BirdLife-International,

180 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
2018). En Suramérica, sobre los Andes del norte, (Ayerbe-Quiñones, 2018). En Santa Rosa se conside-
desde Perú, pasando por Ecuador, Colombia y Vene- ra restringida a las áreas naturales con poca interven-
zuela, la Guyana hasta bajar a Brasil y llegar a Uruguay ción como el bosque secundario y sus áreas de borde.
(Hilty y Brown, 2001). En Colombia se halla en tierras
bajas al norte, pasando por el valle del Magdalena, el Información adicional: son también llamados mal
piedemonte llanero hasta la parte suroccidente de la casados, porque las hembras tienen una coloración
Amazonía, desde el nivel del mar hasta los 2200 m muy diferente.

Ramphocelus dimidiatus (Lafresnaye, 1837)


Toche pico de plata

Figura 41. Ramphocelus dimidiatus

Descripción: tangara de 18 cm de longitud. Carac- Distribución: en Costa Rica, Panamá, Colombia y


terístico por el color blanco de su mandíbula inferior, Venezuela (BirdLife-International, 2018). En Co-
que a la distancia semeja un color plateado con el lombia desde el nivel del mar hasta los 1500 m
reflejo de la luz. En el macho la cabeza, garganta y (Ayerbe-Quiñones, 2018). En las partes bajas de
espalda son rojo escarlata intenso. Alas negras, pe- las tres cordilleras y hacia el Caribe. Solo hasta la
cho y vientre rojo vivo, más claro que la parte supe- vertiente occidental de la cordillera Oriental (Hilty y
rior (Fig. 41). La hembra en general es rojo pálido, Brown, 2001).
uniforme en todo el cuerpo y sin alas negras.
Información adicional: es una de las tangaras más
Ecología: se le suele observar en áreas abiertas, cerca comunes en Colombia; se observa en el Caribe, los
de la presencia humana, pero también en bordes de valles interandinos y el Pacífico, y se mueve en gran-
bosques y al interior de estos, donde prefiere los claros. des bandadas mixtas de aves. Sus poblaciones se
Se le ve en grupos o en parejas, en ocasiones ruidosos. encuentran estables aunque se desconoce el tamaño
Frugívoro e insectívoro. Las hembras y juveniles son de estas. No enfrenta amenazas.
más abundantes que los machos (Hilty y Brown, 2001).

AVES | 181
Thraupis episcopus (Linnaeus, 1766)
Azulejo común

Figura 42. Thraupis episcopus

Descripción: longitud de 16 a 17 cm, de color azul a blanco azulado, más claro hacia
la cabeza y oscuro hacia la porción posterior del cuerpo. Pico y ojos medianos con
respecto al cuerpo (Fig. 42).

Ecología: se encuentra en árboles y arbustos tanto en áreas abiertas como en


hábitats del bosque. Allí se alimenta de frutos e insectos que localizan en el soto-
bosque y dosel. Puede vérsele solitario, en parejas o grupos formando bandadas
mixtas.

Distribución: en Centroamérica desde México hasta Panamá (BirdLife-Internatio-


nal, 2018). En Suramérica en toda la región centro y norte, llegando al sur de Perú,
norte de Bolivia y centro de Brasil (Hilty y Brown, 2001). En Colombia en todo el
territorio desde el nivel del mar hasta los 2600 m (Ayerbe-Quiñones, 2018). En
Santa Rosa se considera cosmopolita y una de las aves más comunes usando dis-
tintas áreas naturales y modificadas.

Información adicional: el azulejo es una de las aves que más se captura en Co-
lombia para ser usada como mascota. Su estado de conservación es estable al no
poseer poblaciones en riesgo de reducción. La mayor amenaza que puede enfrentar
en unos años es la pérdida de hábitat, aunque es una especie que se adapta bien a
los cambios estructurales de la vegetación.

182 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Stilpnia cyanicollis (D’Orbigny & Lafresnaye, 1837)
Tangara real

Figura 43. Stilpnia cyanicollis

Descripción: de 13 cm de longitud, cabeza y garganta azul metalizado brillante, con


antifaz negro y espalda negra. Alas mayormente verdes plateado, difuminado hacia
los extremos y bordeados de negro. Pecho y vientre negro con laterales azul petró-
leo. Espalda baja del mismo color de la parte superior de las alas. Cola verde azu-
lada. Los tonos de coloración pueden variar según la incidencia de la luz (Fig. 43).

Ecología: es común verlos al interior y bordes de bosque, en matorrales y cerca a


zonas de influencia humana, en potreros con árboles y arbustos. Puede advertírsele
sola o en parejas, buscando alimento en el follaje de la vegetación.

Distribución: en la cadena montañosa de los Andes, desde Venezuela hasta Bolivia


(BirdLife-International, 2018). Se localiza en una porción central de Brasil (Hilty y
Brown, 2001). En Colombia desde los 900 hasta los 2400 m, en las tres cordilleras
y la Serranía del Perijá (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: vistosa, por sus colores, hace parte de las bandadas mixtas
de aves, donde vocaliza constantemente, anida construyendo copas en las partes
más altas de los arboles. En algunas regiones del país se cree que comerla trae mala
suerte. Sus poblaciones se encuentran estables a pesar de desconocerse el tamaño
de estas. No enfrenta amenaza alguna.

AVES | 183
Tangara arthus (Lesson, 1832)
Tangara dorada

Figura 44. Tangara arthus

Descripción: de 13 cm, pico y ojos medianos con respecto a la cabeza, la cual es


color amarillo dorado, pasando por el cuello hasta la parte inferior, con un parche
semi-rectangular negro cerca del auricular y rodeando el pico. Espalda alta, alas y
cola estriadas de negro y amarillo (Fig. 44).

Ecología: en árboles y arbustos altos en hábitats del bosque. Allí se alimenta de


frutos e insectos que encuentran en el dosel. Se le ve solitario o en parejas, pocas
veces en grupos formando bandadas mixtas. Buscan el alimento en flores de plan-
tas de su preferencia como las cecropias.

Distribución: en Suramérica desde Venezuela hasta el norte de Bolivia, por toda la


cordillera Andina (BirdLife-International, 2018). En Colombia se encuentra en las
tres cordilleras, a partir de los 700 m hasta los 2500 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).
En Santa Rosa se considera restringida a las áreas naturales con poca intervención
como el bosque secundario y sus áreas de borde.

Información adicional: esta especie se encuentra bajo revisión taxonómica por lo


que según algunos mapas de distribución está restringida únicamente para Vene-
zuela.

184 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Tangara gyrola (Linnaeus, 1758)
Tangara cabecirrufa

Figura 45. Tangara gyrola

Descripción: de 14 cm, pico mediano y ojos grandes con respecto a la cabeza, la


cual es de color rojizo a escarlata. Partes superiores posteriores a la cabeza de color
verde vivo, levemente entremezclado con azul, el cual no es visible a la distancia.
Partes inferiores desde el cuello de color azul cielo o turquesa (Fig. 45).

Ecología: en árboles y arbustos altos en hábitats del bosque. Allí se alimenta de


frutos e insectos que encuentran en el dosel. Se le ve solitario o en parejas, pocas
veces en grupos formando bandadas mixtas.

Distribución: en Centroamérica desde Nicaragua hasta Panamá (BirdLife-Interna-


tional, 2018). En Suramérica desde Venezuela hasta Bolivia en la cordillera Andina.
Además, desde la Guyana, parte sur de Venezuela hasta norte y centro de Brasil
(Hilty y Brown, 2001). En Colombia en las tres cordilleras y hacia el Amazonas y
la Orinoquía, desde el nivel del mar hasta los 2100 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).
En Santa Rosa se considera restringida a las áreas naturales con poca intervención,
como el bosque secundario y sus áreas de borde.

Información adicional: especie de frutero más colorido del género Tangara, hacen
parte de las bandadas mixtas de aves en los bosques andinos. Es uno de los prin-
cipales dispersores de semillas en los bosques.

AVES | 185
Sporophila minuta (Linnaeus, 1758)
Espiguero ladrillo

Figura 46. Sporophila minuta

Descripción: longitud cercana a los 10 cm, pico pequeño, oscuro, adaptado para
consumir semillas. Macho con cabeza y hombros grises, oscureciéndose hacia las
alas, las cuales están con un color más claro en los bordes de las plumas. Garganta,
pecho y vientre recorrido por un color rojo ladrillo hasta alcanzar la espalda baja.
La cola presenta el mismo patrón de las alas. Hembra de color marrón claro en las
partes superiores, más oscuro hacia las alas y la cola, las cuales tienen márgenes
blanquecinos. Partes inferiores de beige a blanco grisáceo (Fig. 46).

Ecología: se encuentra en áreas abiertas, cerca de la presencia humana o a orillas


de caminos, donde es común. Se alimenta de las semillas de espigas de los pastos
y otras gramíneas de potreros.

Distribución: desde México hasta Costa Rica, recorre toda la costa occidental hasta Pa-
namá, donde se extiende sobre todo el territorio (BirdLife-International, 2018). En Su-
ramérica, desde el norte de Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Suriname y Guyana
Francesa, hasta una reducida área del norte de Brasil (Hilty y Brown, 2001). En Colombia
se encuentra hasta los 2400 m, siendo común por debajo de los 1000 m; desde el sur,
por los Valles interandinos, el Caribe y los Llanos Orientales (Ayerbe-Quiñones, 2018).
En Santa Rosa ocupa bordes de bosque y carreteras, pero es más abundante en las zonas
potrerizadas y abandonadas cerca a la estación y de viviendas.

Información adicional: es una especie monógama. Su periodo reproductivo es de


abril a septiembre en Colombia.
186 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Sporophila funerea (Sclater, 1859)
Arrocero piquigrueso

Figura 47. Sporophila funerea

Descripción: de 12 a 13 cm, pico grueso en comparación con otros semilleros. La


hembra, con parte superior del pico oscuro y levemente más claro en la parte in-
ferior, de plumaje de color marrón oliva más oscuro hacia el dorso, ligeramente
más claro hacia el vientre. Macho negro con ligeras manchas blancas, pequeñas en
ciertas partes del plumaje y que varían por individuos (Fig. 47).

Ecología: en árboles y arbustos de hábitats densos o claros del bosque. Se alimen-


ta de gramíneas y semillas de otras hierbas del sotobosque y el suelo. Es posible
observarla en parejas.

Distribución: desde México hasta Panamá (BirdLife-International, 2018). En Su-


ramérica está, en parte noroccidente de Venezuela hasta Ecuador (Hilty y Brown,
2001). En Colombia se encuentra en tierras bajas hacia el Pacífico y el valle medio
del Magdalena, hasta llegar al nororiente y la Sierra Nevada de Santa Marta, hasta
los 1600 m (Ayerbe-Quiñones, 2018). En Santa Rosa se observó en claros de
bosque y bordes donde abundaban las gramíneas.

Información adicional: su periodo reproductivo es de mayo a octubre. Su nido lo


fabrica a partir de raíces pequeñas, y fibras de pastos.

AVES | 187
Sporophila nigricollis (Lawrence, 1862)
Espiguero

Figura 48. Sporophila nigricollis

Descripción: longitud de 11 cm., pico pequeño con el culmen ligeramente curvo.


Macho con pico gris pálido, plumaje gris en la parte dorsal, cabeza y pecho negro
y vientre amarillo pálido (Fig. 48). Hembra con pico oscuro, marrón oliva, más
oscuro en la parte superior con respecto a la inferior.

Ecología: entre el bosque y áreas abiertas con mayor proporción en bordes de


bosque. Son esporádicos; se alimentan de semillas de gramíneas y otras hierbas en
el suelo, pero se le ve a menudo posado en árboles o pastos altos. Se le ve solitario
o en parejas.

Distribución: en Centro y Suramérica (BirdLife-International, 2018). En Colom-


bia se encuentra en todo el territorio nacional, por debajo de los 2200 m (Ayer-
be-Quiñones, 2018). En Santa Rosa se observó en varios hábitats, desde áreas
naturales con poca intervención y sus áreas de borde, hasta áreas de pastizales,
pero en mayor proporción en los bordes de bosque y arbustales.

Información adicional: son llamados en algunas regiones “come-maíz”, debido a


la coloración del pico que se asemeja a un grano de maíz.

188 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Tiaris olivaceus (Linnaeus, 1766)
Semillero cariamarillo

Figura 49. Tiaris olivaceus

Descripción: de 10 cm, pico pequeño y negruzco. Dorso de color oliváceo, desde


la cabeza a la cola; cejas y garganta amarillas, rodeadas de tonos oscuros (Fig. 49).
Pecho negro y vientre de oliva a blanquecino en el macho y totalmente blanco
grisáceo en las hembras.

Ecología: en áreas abiertas cerca de la presencia humana, alimentándose de semi-


llas de espigas de gramíneas y otros pastos. Van de un lugar a otro dando pequeños
y cortos saltos, cayendo al suelo o colgándose de los tallos. Usualmente se le ve
en parejas.

Distribución: en Centroamérica, desde México hasta Panamá, incluyendo las is-


las del Caribe (BirdLife-International, 2018). En Suramérica está únicamente en
Colombia y Ecuador (Hilty y Brown, 2001). En Colombia se encuentra en las tres
cordilleras, desde los 600 a los 2300 m (Ayerbe-Quiñones, 2018). En Santa Rosa
se puede observar en áreas de potreros o con vegetación baja y densa o espaciosa.
Recorre bordes de senderos y carreteras.

Información adicional: su nombre se debe a la coloración olivácea de su plumaje,


para distinguirla de otros semilleros.

AVES | 189
EMBERIZIDAE
Esta familia reúne algunas especies que se aseme- especies, de las cuales a continuación se presentan
jan a los pinzones y picogruesos. Son pequeños con tres de ellas, que comprenden rangos desde la más
picos cortos y cónicos, con una ligera inclinación común, como el copetón, hasta los gorriones mon-
en la comisura. Para Santa Rosa se registraron seis teses.

Zonotrichia capensis (Müller, 1776)


Gorrión copetón

Figura 50. Zonotrichia capensis

Descripción: de 14 cm de longitud. La cabeza es gris Distribución: desde México hasta Panamá (Bird-
con listas negras que parten de la base del pico y Life-International, 2018). En Sudamérica desde
pasan por la coronilla hasta la parte posterior. Otras Venezuela hasta Perú por la cordillera de los Andes,
listas negras, más cortas, pueden verse salir desde y abriéndose espacio desde Bolivia hacia Chile, Ar-
la parte posterior del ojo. Garganta blanca con co- gentina, Uruguay, Paraguay y Brasil (Hilty y Brown,
llar negro. La transición de la cabeza al cuerpo está 2001). En Colombia desde los 1000 a los 3700 m,
marcada por una coloración ladrillo, rodeando prin- en las tres cordilleras, Sierra Nevada de Santa Marta
cipalmente las partes laterales de la cabeza. Pecho y y Serranía del Perijá (Ayerbe-Quiñones, 2018).
vientre gris a blanco. Partes superiores marrón claro
entremezclado con gris oscuro (Fig. 50). Información adicional: especie de ave más cono-
cida en Colombia, y es la que mejor se ha adaptado
Ecología: en las zonas de presencia humana, casas, a los ecosistemas urbanos, es común en parques y
potreros, jardines y edificios; en campo (zonas agrí- jardines. Son aves que son muy parasitadas por los
colas) y ciudad. Disminuye su abundancia en tierras chamones, las cuales anidan durante todo el año, lo
bajas (Hilty y Brown, 2001). Se le ve en arbustos y que garantiza éxito reproductivo para el parásito. A
en el suelo en busca de alimento. pesar de esto, la condicion del copetón es estable.

190 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Arremon brunneinucha (Lafresnaye, 1839)
Gorrión montes collarejo

Figura 51. Arremon brunneinucha

Descripción: de 19 cm de longitud, parte frontal de la cabeza con tres puntos blan-


cos sobre un fondo negro que se desplaza hacia la parte posterior a manera de
un ancho antifaz. Coronilla anaranjada con rayos laterales anaranjados diferencia-
dos. Garganta blanca con collar negro. Partes inferiores laterales gris claro. Pecho
y vientre blanco con mezclas gris. Espalda de color oliva con mezclas de color gris
(Fig. 51).

Ecología: se ve en parejas, en la parte baja del sotobosque, al interior del bosque


húmedo o en bordes de bosque. Se esconde fácilmente, pero dada su coloración
puede vérsele en matorrales. Mientras se desplaza a bajas alturas dentro del bos-
que, va en búsqueda de alimentos por debajo de hojas.

Distribución: desde México hasta Panamá (BirdLife-International, 2018). En Su-


ramérica recorriendo los Andes, desde Venezuela hasta Perú (Hilty y Brown, 2001).
En Colombia, desde los 800 hasta los 3000 m de las tres cordilleras hasta la
Serranía del Perijá (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: son aves que buscan insectos en la hojarasca, la mayoría


son de hábitos terrestres. Son muy territoriales y tienen respuestas agresivas ante
los intrusos. Debido a la deforestación, enfrentan la pérdida de hábitat como su
principal amenaza, por lo que sus poblaciones están disminuyendo.

AVES | 191
Atlapetes albofrenatus (Boissonneau, 1840)
Gorrión montes bigotudo

Figura 52. Atlapetes albofrenatus

Descripción: de unos 18 cm de longitud, con una coronilla de color ladrillo, forma


una banda clara que se extiende desde la base del pico hasta la nuca. Grandes par-
ches negros en los laterales de la cabeza. Listas de bigotes blancos en los laterales,
intercalados con listas negras. Garganta blanca. Partes superiores de color verde
oliva y partes inferiores amarillas con fondo gris (Fig. 52).

Ecología: se les observa con cierta frecuencia en matorrales, bordes de bosque y al


interior de este, a la altura del sotobosque inferior. Muy activo desplazándose entre
la vegetación en busca de alimento. A veces puede acompañar bandadas mixtas.

Distribución: restringida a Colombia y Venezuela (BirdLife-International, 2018).


En Colombia se encuentra desde los 1000 a los 2500 m, únicamente en la parte
norte de la cordillera Oriental (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: aunque es restringida comparada con otras aves, sus po-
blaciones se mantienen estables; sin embargo, deben adelantarse estudios para
conocer el tamaño poblacional y sus amenazas inmediatas.

192 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CARDINALIDAE
Los picogruesos, es una familia de aves de tamaño especies, y se resaltan dos especies, una de ellas con
mediano a pequeño, conocidos solo en América. De- distribución restringida a la cordillera Oriental y se
bido al tamaño de su pico, están especializados en enfrenta a riesgos en la desaparición de su pobla-
comer semillas. En Santa Rosa se registraron cinco ción: la había ahumada (Habia gutturalis).

Habia gutturalis (Sclater, 1854)


Habia ahumada

Figura 53. Habia gutturalis

Descripción: de 19 cm de longitud. El macho con la Magdalena y al Norte de la cordillera Occidental (Hil-


cabeza y cuerpo gris oscuro, volviéndose menos in- ty y Brown, 2001). Localizada al piedemonte, desde
tenso hacia la cola. Los rasgos característicos de esta los 100 a los 1100 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).
especie son la marcada cresta y garganta anaranjada
intenso. La hembra es más opaca y con la garganta Información adicional: en estado de casi amenaza-
más pálida (Fig. 53). da (NT) según la UICN y Bird Life International. Los
estudios sobre la especie han permitido demostrar
Ecología: en el interior del bosque húmedo y oca- una ampliación en el rango de distribución, por lo
sionalmente en borde de caminos. Se le puede ob- que no se considera categorizarse como vulnerable
servar en grupos o parejas, siguiendo rastros de hor- (VU). Empero, la pérdida de hábitat representa la
migas o con bandadas mixtas. Se desplaza bajo en el amenaza más inmediata y localmente se están redu-
sotobosque, entre 4 a 10 m sobre el suelo (Hilty y ciendo sus poblaciones. El monitoreo de esta espe-
Brown, 2001). cie es fundamental para su preservación.

Distribución: endémica de Colombia, tan solo se


puede observar en la cuenca media del Valle del Río

AVES | 193
Cyanoloxia cyanoides (Lafresnaye, 1847)
Azulon silvícola

♀ ♂

Figura 54. Cyanoloxia cyanoides

Descripción: de 16 cm de longitud, con pico negro en la parte superior y blanque-


cino en la inferior, grande y de apariencia fuerte. La hembra es de color castaño
uniforme por todo el cuerpo. El macho es azul metalizado entremezclado con gris
(Fig. 54).

Ecología: en zonas de interior del bosque húmedo a la altura del sotobosque, a ve-
ces en bordes de bosque y matorrales. Suele andar en parejas en densos matorrales
o cerca del suelo. Se le escucha más de lo que se le puede observar.

Distribución: desde el sur de México hasta Panamá (BirdLife-International, 2018).


En Suramérica, está localizado en Venezuela, Colombia y Ecuador (Hilty y Brown,
2001). En Colombia se distribuye desde el nivel del mar hasta los 1400 m, con
amplia distribución en las vertientes de las tres cordilleras, Sierra Nevada de Santa
Marta y Serranía del Perijá (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: pertenece al grupo de los picogordos, conocidos así por el


tamaño de su pico, con el que se alimenta de semillas y de insectos grandes. Sus
poblaciones tienden a disminuir y aun no se sabe el tamaño de estas. Su depen-
dencia del bosque las hace vulnerables a la pérdida de hábitat.

194 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
PARULIDAE
Conocidos como reinitas. Grupo de especies in- más similares a este grupo corresponde a las tan-
sectívoras, bastante activas y vistosas. Son de ta- garas. En Santa Rosa se encuentran 10 especies
maño pequeño con proporciones delicadas y pico de migratorias, de las cuales, cuatro son residen-
pequeño. Una gran parte son especies migratorias tes (migratorias locales) y las restantes seis son
que provienen de Canadá y Estados Unidos para migratorias boreales, que vienen de Norte Amé-
residir durante el invierno del norte. Las especies rica.

Leiothlypis peregrina (Wilson, 1811)


Reinita verderona

Figura 55. Leiothlypis peregrina

Descripción: de 11 cm de longitud. Su coloración va- Distribución: nativo reproductivo en Canadá, de


ría en las etapas reproductivas, pero cuando adulto, paso en Estados Unidos y nativo no reproductivo
cabeza, garganta y pecho amarillo oliva con parches desde México hasta Colombia, Ecuador y Venezuela
grises, que se extienden por la parte superior del (Hilty y Brown, 2001). En Colombia se encuentra en
cuerpo. Vientre blanco a grisáceo. Se puede distin- todo el país, desde el nivel del mar hasta 2600 m
guir por una sutil línea negra en el plumaje que se (Ayerbe-Quiñones, 2018).
extiende por la parte anterior del ojo hasta la parte
posterior (Fig. 55). Información adicional: pertenece a las reinitas que
son migratorias en el trópico, se mueven con ban-
Ecología: migratoria y reside en el país durante el dadas mixtas y viajan cada año desde agosto hasta
invierno en los países del norte (BirdLife-Internatio- abril. Su población se considera estable y por lo tan-
nal, 2018). Se le puede observar en interior y bordes to no enfrenta amenazas inmediatas.
de bosque y en bandadas mixtas buscando alimento
entre ramas y moviéndose muy activamente.

AVES | 195
Oporornis agilis (Wilson, 1812)
Reinita pechigris

Figura 56. Oporornis agilis

Descripción: de 14 cm de longitud, con cabeza gris, con pintas olivas que se ex-
tienden hasta la nuca. Garganta un poco más clara y un anillo blanco rodeando el
ojo. Espalda y alas oliva oscuro, mientras que el pecho y vientre son amarillos (Fig.
56). La hembra es un poco más pálida.

Ecología: ocasionalmente en interior de bosque, bordes y áreas abiertas. Se le


puede ver cerca del suelo, en matorrales emitiendo pequeños sonidos reconocibles
para identificar la especie.

Distribución: nativo reproductivo en Canadá, pasante en Estados Unidos y nativo


no reproductivo desde Venezuela hasta norte de Bolivia y centro de Brasil (BirdLi-
fe-International, 2018). En Colombia alcanza la Sierra Nevada de Santa Marta, en
las partes bajas y en las cordilleras, en ambas vertientes, en todo el rango altitudi-
nal hasta los 3000 m (Ayerbe-Quiñones, 2018).

Información adicional: a diferencia de la mayoría de las reinitas, prefiere alimen-


tarse de insectos en el suelo, donde remueve la hojarasca en bosques y cultivos.
Viaja grandes distancias desde Canadá y Estados Unidos en busca de alimento
durante el invierno boreal. Aunque no se conoce el tamaño de sus poblaciones, se
encuentran en disminución. Su principal amenza es la pérdida de hábitat, ya que al
migrar puede encontrar una menor disponibilidad de este.

196 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Cardellina canadensis (Linnaeus, 1766)
Reinita de Canadá

Figura 57. Cardellina canadensis

Descripción: de 13 cm de longitud. Cabeza y espalda gris uniforme, con un anillo


ocular amarillo bastante ancho y garganta y vientre amarillo crema. Pecho con pa-
trón de manchas grises y amarillas a manera de collar ancho. Este collar puede no
estar presente siempre, por lo que se puede confirmar por la presencia del anillo
ocular (Fig. 57).

Ecología: llega desde Canadá para pasar el invierno en áreas cálidas del sur (Bird-
Life-International, 2018). Se encuentra en áreas al interior del bosque y en bordes
de bosque húmedo, a nivel del sotobosque medio y alto. Le gusta alimentarse del
follaje entre 1 a 10 m de altura (Hilty y Brown, 2001). Puede seguir grupos mixtos
de aves.

Distribución: nativo reproductivo en Canadá, pasante en Estados Unidos, México


y parte central de Centroamérica, y nativo no reproductivo desde Nicaragua hasta
Venezuela por el oriente, y Perú por el occidente (BirdLife-International, 2018).
En Colombia desde tierras bajas hasta los 2600 m, en las tres cordilleras (Ayer-
be-Quiñones, 2018).

Información adicional: es una de las reinitas más comunes durante la migración


en las zonas de cultivo de café, se mueve con bandadas mixtas en el dosel. Viaja
grandes distancias desde Canadá y Estados Unidos en busca de alimento durante el
invierno boreal. Debido a la pérdida de hábitat, sus poblaciones están disminuyen-
do a medida que se desplazan en sus viajes migratorios.
AVES | 197
ICTERIDAE
Esta familia agrupa a los conocidos como turpiales, ducen bastante ruido y forman un espectáculo mo-
arrendajos, mochileros, oropéndolas o como local- viéndose curiosamente de un lado a otro y siguiendo
mente se les dice en la zona del valle medio del Mag- un rumbo fijo. Los mochileros son llamados así por
dalena, las guoropéndolas. Generalmente poseen su capacidad de construir nidos sujetos a ramas de
picos largos y cónicos, con plumaje negro. Se des- árboles que cuelgan a manera de mochilas hechas de
plazan en árboles dispersos en áreas abiertas o en fibras de plantas. En Santa Rosa se registraron seis
la copa de los árboles al interior del bosque. Cuando especies, de las cuales una de las más abundantes
ocurren estos desplazamientos, los individuos pro- es la oropéndola crestada (Psarocolius decumanus).

Psarocolius decumanus (Pallas, 1769)


Oropéndola crestada

Figura 58. Psarocolius decumanus

Descripción: de tamaño grande, 43 cm de longitud. Distribución: desde Nicaragua hasta Panamá y en


Pico grande amarillo pálido, ojos azules, cuerpo ne- Suramérica, con amplia distribución desde Vene-
gro y cola negra hacia el centro, con plumas laterales zuela, Colombia hasta Bolivia, Paraguay y Brasil
marrón hacia la base y amarillas hacia el extremo. (BirdLife-International, 2018). En Colombia se
Posee una cresta de plumas finas y largas sobre la distribuye en tierras bajas hasta los 2.600 m, en
cabeza (Fig. 58). todo el país, con algunos registros puntuales y
exterminada en algunas zonas del Pacífico (Ayer-
Ecología: es frecuente encontrarlo vocalizando. Es re- be-Quiñones, 2018).
lativamente común encontrarlo en bosques húmedos,
al interior, en bordes o en el dosel. En áreas abier- Información adicional: conocidos como mochi-
tas usa la vegetación sobresaliente, como arbustos leros, se mueven en grupos de su misma especie,
o palmas para desplazarse entre parches de bosque, siempre ruidosos, y alimentándose de casi todo lo
especialmente en áreas fragmentadas (Hilty y Brown, que encuentren. Tienen comportamiento social con
2001). Se le observa sola o en pequeños grupos, des- jerarquías establecidas. Sus poblaciones son esta-
plazándose con otras oropéndolas y mochileros. bles, por lo que no enfrentan amenaza inmediata.

198 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
FRINGILLIDAE
Los pinzones, jilgueros o eufonias son una familia de curioso de estas aves, es que los adultos dejan excre-
aves conocidas por su pequeño tamaño y el pico grueso mentos en el nido de sus juveniles. La mayoría de aves
y en forma de cono, especializado para romper semillas. limpian el nido. En el área de estudio se registraron
Para diferenciarlos de otros semilleros, los miembros de cinco especies, de las cuales la más representativa es la
esta familia tienen picos rosados a amarillentos. Algo euphonia buchinaranja, Euphonia xanthogaster.

Euphonia xanthogaster (Sundevall, 1834)


Euphonia buchinaranja

Figura 59. Euphonia xanthogaster

Descripción: ave pequeña con cerca de 11 cm de Distribución: al sur de Panamá; sobre Venezuela,
longitud. La hembra tiene la frente amarillo palido; Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil (BirdLi-
partes superiores de color oliva, mientras que las in- fe-International, 2018). En Colombia, es la eufonía
feriores son entremezcla de oliva con gris. El macho más común, encontrándose desde el nivel del mar
tiene frente y corona de color amarillo encendido, así hasta los 2600 m, en las tres cordilleras y Serranía
como el pecho y vientre. La garganta, parte poste- del Perijá, con variación en la distribución altitudinal
rior de la cabeza y nuca con plumas negras (Fig. 59). en algunas áreas (Ayerbe-Quiñones, 2018).
Alas, espalda y cola de color azul petróleo; el tono
puede variar dependiendo de la incidencia de la luz Información adicional: pertenece al grupo de
sobre las plumas. los fruteros, los machos difieren de las hembras
por la coloración del plumaje, hacen parte de las
Ecología: en interior de bosque húmedo y bordes, bandadas mixtas. Durante la anidación, el macho
en estratos bajos, medios y altos, comúnmente es alimenta a la hembra mientras ella empolla los
más fácil de ver en el dosel, lugar en el que se mueve huevos, al eclosionar el sigue alimentando a la
en busca de alimento. Se encuentra en parejas o pe- hembra y a los polluelos. Aunque no se ha de-
queños grupos, acompañando a bandadas mixtas. Se terminado el tamaño de sus poblaciones, estas
alimenta de frutas, por lo que resulta ser un eficiente enfrentan una disminución. La mayor amenaza es
dispersor de semillas (Hilty y Brown, 2001). la pérdida de hábitat.

AVES | 199
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202 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 2:
FAUNA

CAPÍTULO IV
MAMÍFEROS

Wilderson Medina-Barón1-2 y Nora Elizabeth Pérez-Castillo3


1
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Escuela de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Nicholas School of the Environment, Duke University.
3
Maestría en Ciencias Biológicas, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

MAMÍFEROS | 203
INTRODUCCIÓN
Dentro de los vertebrados, los mamíferos exhiben una alta variedad de rasgos físi-
cos, ecológicos y comportamentales que permiten diferenciarlos de otros grupos.
A nivel morfológico, no existe característica que los defina como tal; al contrario,
dentro de los rasgos de identificación se encuentran: la forma del cráneo, el desa-
rrollo y especialización de las piezas dentales, la presencia de pelo en alguna etapa
de vida, así como de glándulas mamarias desarrolladas en las hembras. Su éxito
evolutivo se debe a varios factores como la capacidad para explotar una gran varie-
dad de recursos alimenticios (insectos, frutos, plantas, néctar, polen, etc.) y espa-
ciales (áreas para desarrollar sus actividades), así como a la capacidad de controlar
el metabolismo durante los periodos de intensa o baja actividad y su habilidad de
regular la temperatura del cuerpo a través de complejos mecanismos fisiológicos
(Rocha y Rumiz, 2010; Sánchez-Cordero et al., 2014; Tirira, 2017).

En los ecosistemas tropicales, los mamíferos polinizan, dispersan semillas, di-


seminan hongos, consumen savia, resinas y hojas, pastorean, mediante la caza
controlan herbívoros, descomponen materia muerta y reciclan nutrientes (Rocha
y Rumiz, 2010). El papel cultural, religioso y económico atribuido especialmente a
individuos de talla grande ha fascinado a través de los años a expertos por su pro-
tagonismo en tradiciones y manifestaciones de los pueblos (González-Maya et al.,
2013; Andrade-Ponce et al., 2016). Como resultado, son considerados organismos
carismáticos o especies bandera en la conservación de ecosistemas lo que ha per-
mitido impulsar programas de conservación, enlazando a la comunidad científica,
pobladores y tomadores de decisiones.

Bien podría considerarse que, debido a su eficiente papel en el equilibrio ecológico, lo


que se traduce en la continua provisión de servicios ecosistémicos para la vida humana,
los mamíferos forman parte fundamental de la economía global. No obstante, dada su
exclusión en la planeación territorial, siguen siendo subvalorados y sometidos a pre-
siones como la fragmentación y pérdida de bosques, tráfico y cacería. En efecto, sus
requerimientos no son pocos, ya que muchos de ellos precisan de extensas cobertu-
ras boscosas y ecosistemas de transición para mantener las funciones vitales (Rodrí-
guez-Mahecha et al., 2006; Solari et al., 2013). En particular, el estado de poblaciones
de mamíferos arbóreos es bastante preocupante, si se considera el bajo porcentaje de
cobertura boscosa que persiste en zonas de influencia humana (Montañez, 2011).

Colombia se encuentra catalogada dentro del grupo de los 14 países que alberga
el mayor índice de biodiversidad en la Tierra (Andrade, 2011). En efecto, ocupa

204 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
el sexto puesto a nivel global en riqueza de especies de mamíferos, y el cuarto en
el continente americano. Actualmente, cuenta con 528 especies, en 44 familias
y 14 órdenes, siendo los más diversos los murciélagos (209 especies) y roedores
(132 especies) (SCMAS, 2017).

En los Andes colombianos, los mamíferos han evolucionado como respuesta a la


alta variabilidad ambiental (resultado de complejos procesos geológicos a lo largo
de millones de años), adaptándose a distintas formas de vida, lo que permite iden-
tificar especies particulares o propias de estas zonas. De hecho, los ecosistemas
Andinos son considerados como fábricas de especies, las cuales han surgido por
el aislamiento geográfico y climático (Donegan y Huertas, 2006; Franco et al.,
2010). No obstante, las presiones humanas están actuando a una gran velocidad,
extinguiendo más especies de las que se que se forman. En particular, la expansión
de la frontera agrícola y pecuaria y el agotamiento del recurso hídrico, representa
la mayor amenaza a la biodiversidad en las tres cordilleras (González et al., 2011;
Liévano y López, 2015). Por lo tanto, evaluar los efectos de estas nuevas presiones
sobre la biología y ecología de los mamíferos, debe contemplarse en el desarrollo
de los territorios.

Los ecosistemas de influencia de la estación de Santa Rosa, simbolizan uno de


los territorios con alto potencial para la convivencia entre el ser humano y la
vida silvestre. Enclavados entre la Serranía de las Quinchas y el Parque Natural
Nacional Serranía de los Yariguíes, estos ecosistemas han creado y transforma-
do especies únicas para la región (Hernández-Camacho et al., 1992; Donegan
y Huertas, 2006). Comprenden gradientes altitudinales entre 1400 y 1700 m,
encontrándose algunos fragmentos boscosos, que por su cobertura ofrecen con-
diciones específicas de hábitats y recursos que son aprovechados por los mamí-
feros (Tirira, 2017); algunos de los cuales tienen requerimientos tales como, tipo
de suelo, precipitación, altura, apertura del dosel y densidad de arbustos, entre
otros (Montañez, 2011).

Dada la importancia de esta área en el mantenimiento de los procesos biológicos


y en consecuencia, la provisión de recursos naturales y servicios ecosistémicos, un
inventario de sus especies se convierte en el primer paso para la toma de decisiones
(Sánchez, 2004). Por lo anterior, los objetivos de esta exposición se enfocaron en
inventariar y estudiar algunos aspectos ecológicos de las especies de mamíferos
presentes en estos ecosistemas.

MAMÍFEROS | 205
MÉTODOS
Para el registro de mamíferos medianos a grandes (> 150 g), se hicieron recorridos
de observación y búsquedas de rastros en distintas áreas naturales e intervenidas
de la estación Santa Rosa, por senderos al interior y borde del bosque, y sus co-
berturas adyacentes como potreros y cultivos. Para estos mismos, se realizaron
encuestas semiestructuradas a pobladores mayores de 18 años y que habitan las
áreas aledañas, de tal manera que pudieran verificar la presencia de especies con
base en su experiencia. Adicionalmente, se instalaron cámaras trampa (Bushnell
Trophy Cam 8MP) y trampas tipo Tomahawk en senderos y sitios con rastros de
la presencia de los animales. Para los pequeños mamíferos (< 150 g) se instalaron
trampas tipo Sherman y trampas de caída. Las redes de niebla fueron instaladas al
interior y en bordes de bosque a una altura no superior a los 3 m, usadas para la
captura de murciélagos, entre las 1800 h y las 2000 h. A los organismos captura-
dos se les tomaron medidas morfológicas para el registro de los rasgos funcionales
(LCC: Longitud Cabeza Cuerpo; LC: Longitud Cola; LP: Longitud Pata; LO: Lon-
gitud Oreja; LA: Longitud Antebrazo), fueron fotografiados y liberados posterior-
mente, luego de verificar su estado de salud (Fig. 1).

206 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

Figura 1. Metodología para la captura o monitoreo de mamíferos. A. Trampas Sherman para pequeños ma-
míferos; B. Trampas Tomahawk para mamíferos medianos a grandes; C. Cámaras trampa fotografía de movi-
miento diurno o nocturno; D. Redes de niebla para murciélagos.

MAMÍFEROS | 207
RESULTADOS
Para la estación Santa Rosa se encuentran 42 especies entre pequeños y medianos
mamíferos, agrupados en 19 familias y ocho órdenes. Las familias más represen-
tativas son Cricetidae (ratones de campo), Phyllostomidae (murciélagos de hoja
nasal) y Didelphidae (marsupiales). Así, los órdenes más ricos son roedores, carní-
voros y murciélagos con 15, 9 y 8 especies respectivamente.

DIDELPHIMORPHIA
Marsupiales presentes únicamente en América. Compuesto por la familia Didel-
phidae y considerado como el grupo de mamíferos más antiguo del planeta (Tirira,
2017). El rasgo típico es la manera en que están dispuestos los órganos genitales en
los machos (testículos en posición anterior al pene) y en las hembras la presencia
de un “marsupio” o bolsa donde las crías determinan su desarrollo embrionario
(Aranda, 2012).

Didelphidae
Los mamíferos de este grupo son de tamaño mediano y pequeño. Tienen la cabeza
más grande en relación al cuerpo, con el rostro agudo y alargado. Ojos grandes y
bien separados y orejas desnudas. Pelaje corto, lanoso y algunas veces largo y ás-
pero. Anatómicamente, sus miembros anteriores son cortos y los posteriores algo
más largos. Presentan cinco dedos con garras fuertes, aunque en las posteriores
el pulgar carece de garra y es oponible, condición que les permite trepar y sujetar
(Gardner, 2008) (Fig. 2).

208 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Didelphis marsupialis Linnaeus, 1758
Chucha común (Fig. 2)

Figura 2. Didelphis marsupialis

Descripción: pelaje dorsal que se compone de dos la edad en la que se independizan (Tirira, 2017). Es
tipos: uno abundante, corto, suave, lanoso y claro, y importante en la dispersión de semillas y en el control
el otro largo, áspero y en tonos oscuros y claros, que de poblaciones de insectos y pequeños vertebrados.
aparece entremezclado con los pelos pequeños. En
general, su coloración es negra a gris; la región ven- Distribución: desde México hasta Argentina (Gard-
tral es más pálida que el dorso. Sus medidas morfo- ner, 2008). En Colombia, en todo el país desde el
lógicas son: LCC: 324-500 mm; LC: 336-580 mm; nivel del mar hasta los 2500 m (Solari et al., 2013).
LP: 51-70 mm; LO: 46-69 mm; Peso: 750-2500 g.
Información Adicional: se diferencia de otras chu-
Ecología: dieta omnívora (carne, hierbas, frutos y se- chas por el tamaño y el color de las puntas de las
millas). Habita las zonas del interior y del borde de orejas, en cuyo caso son negras. Enfrenta amenazas
bosque, aunque accede a viviendas aledañas. Suele tales como la cacería, la tala y los pesticidas. Como
vérsele al nivel del suelo o encaramado en árboles; dato curioso, son primas del koala y el canguro al
su cola prensil le ayuda en el equilibrio al subir. Es compartir un rasgo característico del orden, el mar-
de hábitos crepusculares y prefiere andar solo; se le supio. Esta estructura, a manera de bolsa en el vien-
ve en pareja en época de apareamiento o a la hembra tre, permite continuar con el desarrollo de las crías.
con sus crías en la espalda hasta que estas cumplen

MAMÍFEROS | 209
Didelphis pernigra J.A. Allen, 1900
Chucha orejiblanca, chucha de páramo

Descripción: más pequeña que la chucha común, con un pelaje ligeramente largo,
lanoso y áspero de color oscuro en el dorso y los flancos contrastando con el vientre
que es blancuzco o amarillo pálido. Sus medidas morfológicas son: LCC: 305-444
mm; LC: 290-430 mm; LP: 45-70 mm; LO: 41-60 mm; Peso: 500-2000 g.

Ecología: similar a la de la chucha común. Dieta omnívora (carne, hierbas, frutos


y semillas). Habita las zonas del interior y del borde de bosque, accede a viviendas
aledañas. Suele vérsele al nivel del suelo o encaramado en árboles; su cola prensil
le ayuda en el equilibrio al subir. Las chuchas suelen dormir en madrigueras en lo
alto de árboles, o como en el caso del bosque de la estación, al interior de peque-
ñas cuevas. Es de hábitos crepusculares y prefiere andar sola; se le ve en pareja en
época de apareamiento o a la hembra con sus crías en la espalda hasta que estas
cumplen la edad en que se independizan (Tirira, 2017). Importante en la dispersión
de semillas y en el control de poblaciones de insectos y pequeños vertebrados.

Distribución: desde Venezuela hasta Brasil y Argentina (Gardner, 2008). En Co-


lombia se restringe a las zonas montañosas de los Andes desde 2000 hasta los
3900 m (Solari et al., 2013), aunque ocasionalmente puede pasar estos límites,
como en el caso del presente estudio en la que se encontró alrededor de los 1400
m.

Información Adicional: se diferencia de la chucha común por el color completa-


mente blanco de las orejas. Enfrenta amenazas tales como la cacería, la tala y los
pesticidas; además junto con su prima, la chucha común, suelen ser atropelladas
por vehículos; de hecho, la especie fue registrada a partir de un individuo encon-
trado en la mitad de la vía con signos de atropellamiento.

CINGULATA
Este orden está compuesto por una sola familia (Dasypodidae), presente en la ma-
yoría del continente americano. La característica distintiva de este grupo es la pre-
sencia de una coraza que cubre la mayor parte del cuerpo, incluso la cola en algunas
especies. Las extremidades poseen fuertes garras (Tirira, 2017).

Dasypodidae
Son animales de tamaño pequeño y mediano. La coraza está formada por placas
osificadas y alineadas en fila. Entre las placas hay piel que tiene pelos escasos. Pa-
tas cortas y gruesas, y la cola nunca es prensil. La dentición es primitiva, incisivos y
caninos están ausentes, y los dientes son pequeños y casi cilíndricos (Tirira, 2017)
(Fig. 3).

210 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Dasypus novemcinctus Linnaeus, 1758
Armadillo (Fig. 3).

Figura 3. Dasypus novemcinctus

Descripción: está cubierto por una coraza exterior, gueras (Tirira, 2017). Es nocturno principalmente,
compuesta por nueve bandas móviles en la parte aunque suele vérsele en el crepúsculo, solitario. Im-
media del cuerpo. El dorso es gris con tonalidades portantes en el control de poblaciones de insectos.
marrones o negras. Vientre amarillento y de apa-
riencia desnuda con algunos pelos dispersos. La Distribución: desde el sur de Estados Unidos hasta
cabeza presenta un escudo de escamas en la frente, Argentina (Gardner, 2008). En Colombia se extien-
hocico alargado, angosto y ligeramente levantado en de en todo el país, desde el nivel del mar hasta los
la punta (Fig. 3). Sus medidas morfológicas: LCC: 3900 m (Solari et al., 2013).
356-573 mm; LC: 245-450 mm; LP: 75-110 mm;
LO: 35-70 mm; Peso: 2700-7700 g. Información Adicional: se diferencian de otros ar-
madillos por las nueve bandas que constituyen su
Ecología: habita en bordes y al interior de bosques, coraza. Su estado de conservación es estable al res-
aunque suele salir a las áreas abiertas en busca de ponder bien ante las amenazas, dentro de las cuales
alimento, el cual se basa en insectos como hormi- se encuentran la cacería y la pérdida de hábitat. Las
gas o lombrices. De hábito terrestre y fosorial, lo que patas poseen unas garras con las que cavan sus ma-
significa que cava en el suelo para hacer sus madri- drigueras.

MAMÍFEROS | 211
PILOSA
Este grupo solo está presente en América tropical. Myrmecophagidae
Los rasgos típicos del orden incluyen su dentición Animales de tamaño grande con la cabeza cilíndrica y
que es de crecimiento continuo, y no tiene dientes tubular, hocico adaptado que permite únicamente la
de leche como la mayoría de mamíferos. Las garras entrada y salida de la lengua cubierta con una saliva
fuertes de sus extremidades les permiten trepar y pegajosa. Carecen de dientes. Los ojos y orejas son
en algunas especies están adaptadas para caminar pequeños. Extremidades con garras fuertes, particu-
(Tirira, 2017). larmente las anteriores. Son conocidos por alimen-
tarse de insectos sociales como termitas, hormigas y
abejas (Tirira, 2017).

Tamandua mexicana Saussure, 1860


Oso hormiguero, Rabopelao (Fig. 4)

Figura 4. Tamandua mexicana

Descripción: tiene pelaje denso, corto y uniforme bordes, usando estratos arbóreos y en áreas abier-
de color dorado pálido, con una mancha negra en tas, se desplaza por el suelo en busca de colonias
forma de chaleco que se extiende hasta el vientre. de hormigas. De hábito diurno y solitario, aunque se
Extremidades voluminosas y fuertes: patas anterio- le puede ver en el crepúsculo desplazándose hacia
res con cuatro garras fuertes, gruesas y largas; patas su sitio de descanso (Tirira, 2017). Importante en el
posteriores con cinco garras de tamaño menor al de control de las poblaciones de los insectos que con-
las anteriores. Sus medidas morfológicas son: LCC: sume.
528-840 mm; LC: 385-544 mm; LP: 80-96 mm;
LO: 40-58 mm; Peso: 3200-8000 g. (Fig. 4). Distribución: desde México hasta el norte de Perú
(Gardner, 2008). En Colombia se encuentra des-
Ecología: su dieta se basa en hormigas y termitas de el nivel del mar hasta los 1500 m (Solari et al.,
principalmente. Habita al interior del bosque y en 2013).
212 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Información Adicional: se diferencia de su congénere, T. tetradactyla (el cual se
distribuye en tierras bajas del oriente del país), por la coloración oscura del pelo en
la espalda y pecho con forma de chaleco. Las principales amenazas que enfrenta
son la pérdida de hábitat y el conflicto con animales domésticos, como el perro. De
hecho, el individuo registrado en el área de estudio, tuvo un encuentro con caninos
que le atacaron hasta dejarle muy mal herido. Dentro de las curiosidades se en-
cuentra su lengua, la cual es lo suficientemente larga y pegajosa para insertarla muy
profundo en los hormigueros y obtener de estos su alimento.

CARNÍVORA
Es un orden con tamaños diversos pero la mayoría de especies están adaptadas a
una dieta carnívora, especializados en ser depredadores. Su anatomía les permite
colonizar diversos estratos del bosque; hay especies arborícolas, terrestres, semia-
cuáticas con hábitos diurnos y nocturnos. Tienen amplia distribución, ocupando
casi todos los ecosistemas del Planeta (Tirira, 2017).

Procyonidae
Es un grupo de mamíferos de tamaño mediano. La mayoría de especies tiene una
cola con anillos bicolores, excepto Potos flavus (marteja y perro de monte). Tienen
hábitos arborícolas y cada extremidad está dotada con cinco dedos y fuertes garras.
Son un grupo típicamente americano.

Potos flavus Schreber, 1774


Marteja, perro de monte

Descripción: de tamaño mediano y cuerpo alargado y musculoso. Pelaje corto,


denso, suave y corto. Dorso marrón rojizo a marrón grisáceo, con una franja más
oscura en la mitad de la espalda. El pelaje ventral es amarillo y anaranjado pálido
en contraste con el dorso. Sus medidas morfológicas son: LCC: 390-547 mm; LC:
400-570 mm; LP: 70-108 mm; LO: 30-55 mm; Peso: 2000-3200 g.

Ecología: su alimento consiste principalmente en frutos y hierbas, así como de,


insectos que frecuentan estos alimentos. Prefieren el interior de bosques, aunque
se les ve en bordes y corredores de vegetación por la necesidad de desplazamiento
(Tirira, 2017). Sus actividades las realiza en la noche, en grupos o solo.

Distribución: desde México hasta Brasil (Tirira, 2017). En Colombia se encuentran


en todo el país, desde el nivel del mar hasta los 3000 m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: su característica diagnóstica es la capacidad que tiene su


cola para agarrarse de las lianas y ramas de árboles; caso contrario ocurre con el
mico nocturno (Aotus spp.), el cual es muy fácil de confundir en la noche, pero no
tiene cola prensil. La principal amenaza es la pérdida de hábitat por disminución de
la cobertura boscosa de la cual depende. Adicionalmente, es una especie que sufre
bastante el efecto de la cacería.

MAMÍFEROS | 213
Mustelidae
De tamaño mediano y grande. Tienen el cuerpo alargado y las patas cortas. La
mayoría de especies son terrestres, aunque en algunos casos están adaptados a la
vida acuática. Esta familia tiene amplia distribución en el planeta. Algunas especies
son exclusivamente carnívoras (Tirira, 2017).

Mustela frenata Lichtenstein, 1831


Comadreja (Fig. 5).

Figura 5. Mustela frenata

Descripción: carnívoro esbelto, con las patas cortas y el cuello y el cuerpo alar-
gados. Pelaje dorsal marrón oscuro, brillante y uniforme. Cabeza a menudo con
manchas blancas, mentón y cuello blanco amarillento, cambiando su tonalidad a
más amarillenta en el vientre. Cola corta con la punta de color negro. Sus medidas
morfológicas son: LCC: 244-333 mm; LC: 160-190 mm; LP: 52-54 mm; LO: 20-
22 mm; Peso: 138 g. (Fig. 5).

Ecología: su dieta es principalmente carne, y la obtiene de pequeños vertebrados.


Es cosmopolita, y se encuentra en áreas de bosque y zonas abiertas (Tirira, 2017).
Prefiere andar solo.

Distribución: desde México hasta Brasil (Tirira, 2017). En Colombia se extiende


desde el nivel del mar hasta los 3600 m. (Solari et al., 2013).

Información Adicional: es la única de su estilo dentro del área de estudio. Su éxito


se debe a la capacidad de pasar desapercibida gracias a sus movimientos sigilosos y
su cuerpo esbelto. Odiado por tomar parte en la muerte de aves de corral y huevos,
214 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
tiene un papel importante en el control de poblaciones de vertebrados pequeños,
los cuales podrían convertirse en plaga. Cuando se siente amenazada, la comadre-
ja expele un fuerte olor almizclado para alejar a los asechadores. Las principales
amenazas se encuentran en la cacería fortuita, la cual se da únicamente cuando los
pobladores las atrapan en flagrancia.

RODENTIA
Son el grupo de mamíferos más diverso reconocido por algunos rasgos dentales,
como la forma de sus incisivos (un par superior e inferior) con forma de cincel y
adaptados principalmente para roer. Los caninos están ausentes y los molares y
premolares, según la familia están presentes o ausentes. Son animales de tamaño
pequeño a grande con extremidades cortas y con presencia de garras. La cola en la
mayoría de las especies es larga y con escamas. La presencia de pelos depende de
la especie, así como la textura del pelo, ya que hay especies con presencia de cerdas
gruesas entremezcladas con el pelo y en algunos casos pueden tener el cuerpo
cubierto de espinas fuertes y gruesas (Tirira, 2017).

Sciuridae
Mamíferos de tamaño pequeño a mediano. Pelaje denso y suave, sobresalen sus
ojos grandes y sus orejas cortas. Son conocidas por su cola espesa y larga y sus
hábitos arbóreos. Las extremidades posteriores son largas con 5 dedos y las patas
anteriores presentan 4 dedos largos y un pulgar reducido semejante a un muñón.
Su distribución es mundial (excepto en Australia, Islas asiáticas y latitudes extre-
mas) (Tirira, 2017).

Notosciurus granatensis Humboldt, 1811


Ardilla roja, Ardita (Fig. 6).

Figura 6. Notosciurus granatensis

MAMÍFEROS | 215
Descripción: algunos individuos con tonos ocres en el dorso y otros con una banda
media negra. La zona ventral varía desde blanco hasta rojo-anaranjada brillante.
Cuerpo alargado y pelaje de la cola es voluminoso, con la base oscura casi negruzca.
Posee orejas que sobresalen de la corona. Patas rojas o anaranjado pálido. Sus
medidas morfológicas son: LCC: 169-262 mm; LC: 145-265 mm; LP: 40-65 mm;
LO: 16-32 mm; Peso: 190-420 g. (Fig. 6).

Ecología: su dieta se basa en frutos suaves o duros como los de las palmas. Se
encuentra en bordes de bosque y al interior, entre el sotobosque y el dosel; en
áreas abiertas frecuenta corredores de vegetación (Tirira, 2017). Es diurno y se le
suele ver solitario.

Distribución: desde Costa Rica hasta Venezuela y Ecuador (Patton et al., 2015). En
Colombia desde el nivel del mar hasta los 3800 m (Solari et al., 2013).
Información Adicional: coloración intensa y su tamaño la diferencia de otras
especies de ardillas de la zona, las cuales son más pequeñas. Las amenazas que
actualmente enfrenta es la pérdida de hábitat. Suelen enterrar las semillas en el
suelo para usarlas en épocas de escases; sin embargo, una parte de estas, no son
recolectadas y se convierten en plántulas nuevas. Por lo tanto, su papel es su-
mamente importante, pues al funcionar como sembrador natural, colabora en la
estructuración de los bosques.

Notosciurus pucheranii Fitzinger, 1867


Ardilla negra, Ardilla andina (Fig. 7).

Figura 7. Notosciurus pucheranii

216 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: pelaje oscuro en tonalidades marrón Información Adicional: en comparación con la ardi-
rojizo y cola voluminosa. Se destaca el contraste con lla roja, esta especie es más pequeña y pálida, con un
el pelaje del vientre, que tiende a ser amarillo entre- anillo amarillento pálido alrededor de cada ojo, y cola
mezclado con gris. La cola es más oscura que el resto mucho menos esponjosa que en la ardilla grande. Su
del cuerpo, sobresalen pelos negros y canosos en la principal amenaza es la pérdida de hábitat, el cual está
punta (Fig. 7). Sus medidas morfológicas son: LCC: constituido por los bosques de niebla con influencia
140-180 mm; LC: 120-160 mm; LP: 35-48 mm; del valle medio del Magdalena, por lo que es urgente
LO: 16-32 mm; Peso: 100-140 g. considerarlos en futuros planes de conservación.

Ecología: dieta similar a la ardilla roja, basada en Erethizontidae


frutos de palmas; además, se le ha visto consumien- Son un grupo de roedores de tamaño grande carac-
do el tallo de algunas plantas. Se encuentra en bor- terizados por la presencia de espinas en casi la tota-
des de bosque y al interior de este, entre el sotobos- lidad de su cuerpo. Cabeza redonda, ojos pequeños y
que y el dosel. Es diurno y se le suele ver solitario. orejas cortas inmersas entre las espinas. En la mayo-
Distribución: endémico, restringida a los bosques ría de especies la cola es prensil con una base gruesa
andinos al norte de la cordillera Oriental, entre 650- y la punta delgada, cuya finalidad es poder enrollarla
2745 m, en Santander y Boyacá (Solari et al., 2013). en los árboles (Tirira, 2017).

Coendou sp.
Erizo, puercoespín (Fig. 8).

Figura 8. Coendou sp.

Descripción: roedor de tamaño grande, cubierto de espinas gruesas en casi todo


el cuerpo excepto la nariz y el hocico. Su cabeza es redonda, ojos pequeños y
orejas cortas ocultas entre las espinas (Fig. 8). Las patas son gruesas y cortas
con cuatro dedos y garras largas y curvas. Su cola es prensil para enrollarse en los

MAMÍFEROS | 217
árboles. Sus medidas morfológicas son: LCC: 400- necesario hacer una revisión de caracteres craneales.
560 mm; LC: 330-578 mm; LP: 80-100 mm; LO: Por lo tanto, como no se contó con este material,
15-30 mm. no fue posible determinar con certeza la especie.
Sus principales amenazas son la pérdida de hábitat
Ecología: su dieta se basa en flores y frutos. Se y la cacería. Para defenderse, este animal suele to-
encuentra en interior de bosque, en lo alto de los mar varias medidas dentro de las que se encuentra
árboles, aunque en las noches suele cruzar caminos permanecer inmóvil o recogerse sobre sí mismo para
y andar por los bordes de bosque (Tirira, 2017). Es parecer una bola de espinas. En sus encuentros con
solitario con una vida adaptada a la noche; con no perros domésticos, estos generalmente salen muy
muy buena visión y un mayor desarrollo de senti- mal librados por lo que terminan con espinas en sus
dos como el olfato y el tacto, el cual funciona mejor hocicos.
cuando detecta su entorno con las vibrisas (bigotes
del hocico). Dasyproctidae
De tamaño mediano y pequeño. Orejas cortas, cabe-
Distribución: con amplia distribución en Colombia za y cuerpo alargados. La textura del pelo es cerdosa
desde el nivel del mar hasta los 3100 m (Solari et y sin color definido. La cola apenas es visible. Ex-
al., 2013). tremidades posteriores alargadas y adaptadas para
correr, dedos largos con garras gruesas. Se distribuye
Información Adicional: para lograr la identificación desde México hasta Argentina incluye algunas islas
de los puercoespines hasta el nivel de especie, es del Caribe (Tirira, 2017).

Dasyprocta punctata Gray, 1842


Ñeque (Fig. 9).

Figura 9. Dasyprocta punctata

218 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: de tamaño mediano con el cuerpo alargado. Presenta varias tonali-
dades, desde anaranjado pálido a marrón negruzco, contrasta con su vientre blanco
amarillento. El mentón y la región inguinal son de color anaranjado pálido. Orejas
cortas y patas traseras, estas últimas presentan tres dedos con garras en forma de
pezuñas (Fig. 9). Sus medidas morfológicas son: LCC: 450-600 mm; LC: 18-40
mm; LP: 120-156 mm; LO: 36-47 mm; Peso: 3000-5000 g.

Ecología: principalmente frugívoros, semillívoros y herbívoros (Tirira, 2017). Se


encuentra al interior y en bordes de bosque. Lleva una vida solitaria y nocturna,
algo críptica o escondida, por lo que es difícil de observar. Importante dispersor
de semillas, ya que suele enterrar algunas en el suelo para tomarlas después; sin
embargo, parte de este material es olvidado y se desarrolla como plántulas.

Distribución: desde México hasta Paraguay (Patton et al., 2015). En Colombia se


encuentra desde el nivel del mar hasta los 3200 m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: debido a sus hábitos nocturnos, esta especie solo fue po-
sible registrarla con cámaras trampa. Sus principales amenazas son la cacería, al ser
usada como alimento, así como la pérdida de hábitat.

Heteromydae
Roedores pequeños que poseen un par de bolsas externas en las mejillas. De am-
plia distribución en Norteamérica. En el resto del continente se encuentran poco
representados (Tirira, 2017).

Heteromys australis Thomas, 1901


Ratón bolsero austral

Descripción: dorso y extremidades marrones oscuros, grisáceos a casi negruzcos.


Poseen finas cerdas en la espalda solo perceptibles a contrapelo y con pelos más
suaves por debajo. Las espinas suelen ser algo más pálidas, siendo de apariencia
escarchado. Sus medidas morfológicas son: LCC: 108-145 mm; LC: 95-144 mm;
LP: 30-35 mm; LO: 11-16 mm; Peso: 49-68 g.

Ecología: su dieta se basa en semillas, frutos y hojas (Tirira, 2017). Gracias a los
pliegues en las mejillas que sirven como bolsas, puede guardar y transportar gran-
des cantidades de alimento a sus madrigueras. Prefiere zonas de interior de bos-
que, aunque también recorre los bordes. Netamente nocturno y solitario.

Distribución: desde Panamá hasta Ecuador, pasan por Venezuela y Colombia (Pa-
tton et al., 2015). En este último se extiende desde el nivel del mar hasta los 2500
m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: la única especie de su estilo que habita la zona. Se reco-


noce fácilmente por su coloración gris muy distinta de otras especies de roedores
y la presencia de las bolsas en las mejillas. Además, tiene la habilidad de liberar su
cola mediante movimientos de los músculos (autotomía caudal completa), para
escapar de depredadores. Dentro de las amenazas a sus poblaciones se encuentra
la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas en cultivos cercanos.

MAMÍFEROS | 219
Cricetidae
Son roedores usualmente pequeños. Los géneros de esta familia son muy similares en su
exterior, por lo que su identificación es a partir de caracteres craneales y dentales. Esta
familia se distingue por la ausencia de premolares. Las orejas en algunas especies están
presentes y son desarrolladas y en otras, están ausentes. Presentes en Asia, Europa y
América (Tirira, 2017).

Rhipidomys latimanus Tomes, 1860


Rata trepadora de pies anchos (Fig. 10).

Figura 10. Rhipidomys latimanus

Descripción: especie muy agraciada, se diferencia de otros roedores por sus ojos gran-
des con respecto a la cabeza y sus patas anchas; además, en la punta de la cola sobresale
un penacho de pelos con forma de pincel, lo que no ocurre en otras especies del área
de estudio. Pelaje corto, suave y denso, de marrón amarillento o con tonos rojizos y
usualmente con pelos negros entremezclados. Región ventral contrasta fuertemente con
el dorso. Ojos y orejas grandes y llamativos (Fig. 10). Sus medidas morfológicas son:
LCC: 98-135 mm; LC: 135-184 mm; LP: 23-27 mm; LO: 16-19 mm; Peso: 63-150 g.

Ecología: se alimenta de frutas y semillas al interior del bosque, que es su hábitat más
frecuentado (Patton et al., 2015). Suele usar diferentes estratos del bosque, como el suelo
y el sotobosque; gracias a sus patas anchas, puede desplazarse con facilidad por las ramas
de árboles y arbustos. Especie nocturna con forma de vida solitaria.

Distribución: en América Central y norte de América del Sur, desde Panamá hasta Perú
(Patton et al., 2015). En Colombia, desde los 1000 hasta los 3300 m (Solari et al.,
2013).

220 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Información Adicional: su importancia radica en el papel que desempeña como disper-
sor de semillas en los estratos medianos y altos del bosque. La principal amenaza es la
pérdida de hábitat.

Handleyomys alfaroi J.A. Allen, 1891


Ratón arrocero de Alfaro (Fig. 11).

Figura 11. Handleyomys alfaroi

Descripción: de tamaño pequeño, suave y uniforme, gris-marrón opaco que contrasta


suavemente con el vientre gris oscuro; extremidades color claro, contrastantes con el
cuerpo. Hocico largo y pronunciado. Cola delgada, larga y sin penacho de pelos en la
punta, pero cubierta de pelos en su extensión (Fig. 11). Sus medidas morfológicas son:
LCC: 86-118 mm; LC: 89-135 mm; LP: 25-29 mm; LO: 14-19 mm; Peso: 22-32 g.

Ecología: se alimenta de frutos y semillas principalmente, y de los insectos asociados a


estos alimentos. Habita en borde e interior del bosque a nivel de suelo y estratos bajos,
cerca de cuerpos de agua o zonas muy húmedas (Patton et al., 2015). Es nocturno y
solitario.

Distribución: con amplia distribución, desde México hasta Ecuador (Patton et al.,
2015). En Colombia desde el nivel del mar hasta los 2595 m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: es difícil diferenciar esta especie de otros roedores en campo,


por lo que generalmente es necesario revisar características craneales para acertar en la
identificación. Es de suma importancia en el procesamiento y dispersión de semillas. La
principal amenaza que posee es la reducción de hábitat.

MAMÍFEROS | 221
Nephelomys sp.
Rata de bosque nublado (Fig. 12).

Figura 12. Nephelomys sp.

Descripción: pelaje suave y uniforme, marrón rojizo con pelos negros entremez-
clados. Región ventral más clara que el dorso, con manchas irregulares blancuzcas
que pueden aparecer en mejillas, garganta, pecho, abdomen o ingle (Fig. 12). Sus
medidas morfológicas son: LCC: 102-162 mm; LC: 135-195 mm; LP: 27-40 mm;
LO: 19-26 mm; Peso: 64-128 g.

Ecología: una de las especies más abundantes en la estación Santa Rosa. Se ali-
menta de frutos y semillas que encuentran en el sotobosque y los estratos bajos del
bosque, así como en sus bordes (Patton et al., 2015). Sus refugios los encuentra al
interior de troncos o en el suelo. Es nocturno y solitario.

Distribución: en América del Sur desde Colombia y Venezuela hasta Bolivia (Pat-
ton et al., 2015). En Colombia, desde los 80 hasta los 3600 m en los Andes, Sierra
Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá (Solari et al., 2013).

Información Adicional: la situación taxonómica de este género en Colombia es


compleja por la falta de estudios detallados y la reciente aparición de nuevos mor-
fotipos (especies similares con ciertas diferencias en rasgos morfológicos) (ver
Patton et al., 2015). Por tal razón, no fue posible determinarla a nivel de especie.
Es necesario tener estudios adicionales para tener un mayor conocimiento de este
grupo que se encuentra ampliamente disperso en los Andes. Importante en la dis-
persión de semillas.

222 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Microryzomys minutus Tomes, 1860
Ratón arrocero diminuto (Fig. 13).

Figura 13. Microryzomys minutus

Descripción: de tamaño pequeño, con el dorso marrón amarillento a rojizo y pelos


finos, largos y lanosos. Región ventral amarillenta. Orejas de tamaño mediano,
gris oscuro, con el borde externo cubierto de pequeños pelos negros (Fig. 13). Sus
medidas morfológicas son: LCC: 62-99 mm; LC: 104-131 mm; LP: 17-25 mm; LO:
10-19 mm; Peso: 10-24 g.

Ecología: como la mayoría de los roedores, se alimenta de semillas y frutos prin-


cipalmente. Vive al interior y en bordes de bosque, a nivel del suelo. Es nocturno
y solitario.

Distribución: en Suramérica, desde Venezuela hasta Bolivia (Patton et al., 2015).


En Colombia, en los Andes, pie de monte y tierras altas, desde los 800 hasta los
3600 m. (Solari et al., 2013).

Información Adicional: roedor pequeño que puede ser confundido con los esta-
dos juveniles de otras especies, por lo que su identificación a partir de caracteres
craneales es importante. Su función principal es la dispersión de semillas. La mayor
amenaza que enfrenta es la pérdida de hábitat.

MAMÍFEROS | 223
LAGOMORPHA
Es un grupo de mamíferos distribuido en todo el planeta, aunque poco representa-
do en Sudamérica. Se tiene la creencia de que son roedores, pero entre las carac-
terísticas que los diferencian está la presencia de un segundo par de incisivos más
pequeño y sin bordes cortantes ubicados justo detrás de los principales. Debido
a su dieta herbívora, sus demás piezas dentales están modificadas. Tienen ojos
grandes y orejas desarrolladas, además de extremidades adaptadas para desplaza-
miento rápido, especialmente los miembros posteriores.

Leporidae
De tamaño mediano, con el cuerpo cubierto de espeso pelo, suave y grueso. Esta
familia tiene distribución mundial.

Sylvilagus brasiliensis Linnaeus, 1758


Conejo montuno

Descripción: es de tamaño mediano, dorso oscuro con pelos grises, entremezclado


con marrón y de apariencia acanelada, además de una mancha anaranjada en la
nuca. El pelaje ventral es claro y contrastante con el dorso. Orejas largas y angostas
de color marrón y cubiertas de pelo. La cola es pequeña y peluda. Especie fácil de
reconocer por su menor tamaño con respecto al conejo doméstico y su coloración
grisácea. Sus medidas morfológicas son: LCC: 280-400 mm; LC: 20-35 mm; LP:
60-92 mm; LO: 40-68 mm.

Ecología: especie herbívora, se alimenta de hojas y sus brotes, incluye pastos (Ti-
rira, 2017). Prefiere zonas de bosque y borde de bosque, pero suele vérsele cru-
zando áreas abiertas en busca de otras coberturas. Terrestre, diurno o crepuscular
y solitario.

Distribución: desde México hasta Brasil y Argentina (Tirira, 2017). En Colombia se


encuentra en las tres cordilleras y tierras bajas del Pacífico, desde el nivel del mar
hasta los 3800 m. (Solari et al., 2013).

Información Adicional: uno de los mamíferos más rápidos en el área de estudio.


Su importancia radica en el control de crecimiento de hierbas y en la dispersión de
sus semillas. Las principales amenazas que enfrenta son la pérdida de hábitat, la
cacería y presa de perros domésticos.

CHIROPTERA
Segundo orden de mamíferos más diverso después de los roedores. Es un grupo
con adaptaciones sorprendentes como la capacidad de volar, el desarrollo de la
ecolocalización (emisión de ultrasonidos como forma de ubicación espacial), cos-
tumbres nocturnas y especialización a diferentes hábitos alimenticios. Sus alas es-
tán formadas por membranas o patagios, que son capas de epidermis que conectan
los huesos y cartílagos de las manos. Además, entre sus piernas se encuentra la
membrana caudal o uropatagio que, según la especie, varía en forma y función. La
cola está ausente o es muy larga; cuando está presente se sabe que es una estruc-
tura que interviene durante el vuelo (Tirira, 2017). Son conocidos por su particular
forma de descanso que es cabeza abajo y permite que inicien su vuelo con rapidez.

224 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Esta característica se presenta porque han evolucionado girando sus rodillas 180°
y las garras de los pies son largas y curvas ayudando a sujetarse a las superficies
ásperas. Se distribuyen en todo el planeta a excepción de zonas polares y nieves de
las altas montañas (Gardner, 2008).

Phyllostomidae
De tamaño variable. Su rasgo típico es la presencia de la hoja nasal que es un apén-
dice en el rostro en forma de lanza, aunque en algunos géneros está atrofiado. Es la
familia más diversa, por lo tanto, la presencia de uropatagio (membrana posterior
del murciélago), tamaño y patrón de color, dependen de la especie. Las piezas den-
tales y craneales son vitales para su identificación (Gardner, 2008). Se distribuyen
desde México hasta Argentina y algunas islas del Caribe (Tirira, 2017).

Artibeus lituratus Olfers, 1818


Murciélago frutero grande (Fig. 14).

Figura 14. Artibeus lituratus

Descripción: tamaño grande y cuerpo robusto. Su usando el sotobosque. Es nocturno y puede volar
dorso es gris oscuro o marrón grisáceo, las puntas solo o en grupo.
de los pelos tienen un color plateado que le dan un
aspecto escarchado. Posee cuatro líneas faciales blan- Distribución: en América, desde México hasta Ar-
cuzcas, a veces poco perceptibles, además de una línea gentina (Gardner, 2008). En Colombia tiene amplia
blanca en la espalda (Fig. 14). Sus medidas morfológi- distribución, desde el nivel del mar hasta los 2200
cas son: LCC: 80-101 mm; AB: 65-78 mm; LP: 15-21 m (Solari et al., 2013).
mm; LO: 18-25 mm; Peso: 50-60 g.
Información Adicional: el murciélago más grande del
Ecología: especie frugívora, nectarívora e insectí- área con una mandíbula fuerte que usa para consumir
vora (Gardner, 2008). Habita al interior del bosque frutos. Su principal amenaza es la pérdida de hábitat.
MAMÍFEROS | 225
Carollia perspicillata Linnaeus, 1758
Murciélago común de cola corta (Fig. 15).

Figura 15. Carollia perspicillata

Descripción: de tamaño mediano, sin embargo, es el más grande del género. Dorso
de color marrón grisáceo a marrón oscuro, con pelos tricoloreados, región ventral
ligeramente escarchada y antebrazo ligeramente peludo en la base. La cola por
lo general alcanza la mitad de la membrana caudal (Fig. 15). Se diferencia de C.
brevicauda por poseer pelaje poco denso y largo en el antebrazo. Este, a su vez, es
generalmente mayor a 41 mm, en comparación con C. brevicauda, cuyo antebrazo
mide por debajo de los 41 mm; Sin embargo, estas medidas pueden variar por lo
que siempre será necesario confirmar su identidad con rasgos cráneo-dentales. Sus
medidas morfológicas son: LCC: 48-74 mm; AB: 40-45 mm; LP: 12-18 mm; LO:
12-23 mm; Peso: 15-25 g.

Ecología: se alimenta de frutos y semillas del sotobosque, así como de néctar,


al interior y borde de bosque (Tirira, 2017). Completamente nocturno y vuela en
grupo.

Distribución: desde México hasta Brasil (Gardner, 2008). En Colombia se extiende


por todo el territorio desde el nivel del mar hasta los 2200 m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: murciélago más abundante en el área. Su papel es im-


portante desde que ayuda en la dispersión de semillas de plantas pioneras (las
primeras colonizadoras en sitios disturbados). La pérdida de hábitat constituye la
mayor amenaza para esta especie.

226 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Desmodus rotundus É. Geoffroy, 1810
Murciélago chupasangre, vampiro (Fig. 16).

Figura 16. Desmodus rotundus

Descripción: su coloración varía entre amarillo y negro. Se reconoce por tener una
hoja nasal rudimentaria dispuesta como una masa rugosa en forma de M y otro
pliegue en forma de U invertida, detrás del primer pliegue (Fig. 16). Un rasgo ca-
racterístico es el largo de sus pulgares, con dos almohadillas en su parte inferior, lo
que permite que se desplace con facilidad por el suelo. Sus medidas morfológicas
son: LCC: 68-93 mm; AB: 55-64 mm; LP: 13-22 mm; LO: 16-21 mm; Peso: 30-
43 g.

Ecología: su dieta se basa en la sangre que recolecta de otros mamíferos, dentro


de los que se encuentra el ganado vacuno. En este sentido, prefiere áreas abiertas
cercanas a bosque, saliendo en la noche a buscar su alimento.

Distribución: desde México hasta Chile, Argentina y Brasil (Gardner, 2008). En


Colombia en todo el territorio, desde el nivel del mar hasta los 3100 m (Solari et
al., 2013).

Información Adicional: se diferencia claramente de sus congéneres al poseer dos


incisivos desarrollados para cortar la piel de los animales y succionar la sangre,
gracias a un canal que tiene en los labios. A pesar de hacer parte de los murciélagos
con nariz en forma de lanza, estos poseen un pliegue reducido. Se considera una
especie problema para la salud del ganado y del ser humano. Es necesario estudiar
su ecología para entender su relación con los ecosistemas.

MAMÍFEROS | 227
Anoura caudifer É. Geoffroy Saint-Hilaire, 1818
Murciélago longirrostro con cola (Fig. 17).

Figura 17. Anoura caudifer

Descripción: de tamaño pequeño dentro del género. Dorso marrón oscuro, con la
punta de los pelos marrón aterciopelado. Cabeza larga y angosta. Rostro con hoja
nasal en forma de triángulo, orejas pequeñas y redondeadas. El labio inferior es
más grande que el superior; de lengua larga y a menudo sobresale del hocico (Fig.
17). Piernas y pies peludos. Sus medidas morfológicas son: LCC: 57-59 mm; AB:
34-37 mm; LP: 7-9 mm; LO: 11-13 mm; Peso: 8-13 g.

Ecología: una de las pocas especies de murciélagos dedicadas al consumo de néc-


tar, proceso mediante el cual colabora en procesos de polinización, colaborando en
una mayor variabilidad genética de las plantas que poliniza y por tanto mayor ca-
pacidad de adaptación. También consumen frutos, por lo que prefiere el interior del
bosque, sobrevolando el sotobosque (Tirira, 2017). Nocturno y de vida solitaria.

Distribución: en América del Sur, desde Colombia y Venezuela hasta Brasil y parte
norte de Argentina (Gardner, 2008). En Colombia se distribuye a partir de la cordi-
llera Occidental hacia el oriente, desde los 500 a los 2880 m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: en su largo hocico guarda una extensa lengua, la que usa
para alcanzar el néctar de flores tubulares. Su labio inferior es más largo que el
superior, lo que resulta en una característica diagnóstica de la especie. La mayor
amenaza que enfrentan es la pérdida de hábitat.

228 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Sturnira cf. lilium É. Geoffroy, 1810
Murciélago pequeño de hombros amarillos (Fig. 18).

Figura 18. Sturnira cf. lilium

Descripción: el color del dorso varía entre marrón acanelado y marrón amarillento con
pelos cortos. Conocidos por presentar manchas amarillentas en los hombros, producto
de secreciones glandulares. La región ventral es más pálida que el dorso. Cabeza gran-
de, hocico corto y hoja nasal en forma lanceolada y ancha en su base (Fig. 18). Según
recientes revisiones taxonómicas esta especie está restringida al suroriente de Brasil
(Velazco y Patterson 2013); sin embargo, de acuerdo a Ramírez-Chaves et al. (2016),
no se aclara el correspondiente taxonómico para Colombia, por lo que en este listado
seguimos lo establecido por estos últimos autores. Sus medidas morfológicas son: LCC:
54-65 mm; AB: 37-44 mm; LP: 12-15 mm; LO: 15-18 mm; Peso: 13-18 g.

Ecología: especie frugívora, que prefiere los bordes e interiores de bosque. Pasa su
tiempo activo, en la noche y solitario, buscando alimento o pareja entre el sotobosque
y el dosel (Tirira, 2017). Es importante en la dispersión de semillas y la polinización.

Distribución: de acuerdo a algunas revisiones, su distribución se restringe a Brasil


(Gardner, 2008), pero dado que no se da información del taxón para Colombia se
continúa con la distribución clásica. En Colombia va desde el nivel del mar hasta los
1900 m en todo el territorio (Solari et al., 2013).

Información Adicional: posee unas manchas amarillentas en los hombros, co-


nocidas como “charreteras”, las cuales expelen un olor particular que sirve en la
comunicación con otros individuos. Las principales amenazas que enfrenta esta
especie es la pérdida de hábitat.
MAMÍFEROS | 229
Vespertilionidae
La mayoría de especies son de tamaño pequeño, externamente son similares y se
caracterizan por tener un rostro sencillo y con ausencia de hoja nasal. La ecología
del grupo es de vuelos rápidos en zonas abiertas, por lo que las alas son alargadas
y delgadas. Sobresale la presencia de membrana caudal desarrollada y cuya función
es ayudar a capturar insectos en pleno vuelo. La cola es larga, fina y usualmente
llega al final del uropatagio. Se encuentran en la mayoría del planeta, a excepción
de las zonas polares, desiertos extremos y algunas islas remotas (Tirira, 2017).

Myotis nigricans Schinz, 1821


Murciélago vespertino negro (Fig. 19).

Figura 19. Myotis nigricans

Descripción: de tamaño pequeño, dorso de color oscuro, que varía entre marrón
oscuro a marrón rojizo; las puntas de los pelos le dan un aspecto escarchado por su
color pardo. Cabeza triangular sin hoja nasal y con la piel de orejas y rostro oscuras
(Fig. 19). Sus medidas morfológicas son: LCC: 40-55 mm; AB: 32-37 mm; LP:
6-11 mm; LO: 32-37 mm; Peso: 3-8 g.

Ecología: murciélago insectívoro, que se puede encontrar tanto en bosques, al in-


terior o en bordes, como cerca de viviendas, volando a alturas bajas en busca de
alimento (Tirira, 2017). Es nocturno y solitario.

Distribución: desde México hasta el norte de Argentina (Gardner, 2008). En Co-


lombia en todo el territorio, desde el nivel del mar hasta los 2800 m (Solari et al.,
2013).

230 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Información Adicional: especie de tamaño pequeño con respecto a otros mur-
ciélagos; de gran importancia en el control de plagas de insectos. Es una de las
especies que es fácilmente perceptible cerca de casas, mientras está atrapando in-
sectos que se sienten atraídos por la luz de las viviendas. Su principal amenaza es
la pérdida de hábitat.

Eptesicus brasiliensis Desmarest, 1819


Murciélago marrón brasileño

Descripción: pelaje largo y suave de color marrón oscuro, con las puntas de los
pelos más claras que dan la impresión de brillo. Región ventral más pálida que el
dorso. Cabeza pronunciada, hocico hinchado y orejas triangulares y puntiagudas.
Sus ojos son pequeños. Posee una cola larga envuelta en la membrana caudal, ex-
cepto la punta que sobresale unos milímetros. Sus medidas morfológicas son: LCC:
54-72 mm; AB: 40-48 mm; LP: 8-12 mm; LO: 12-17 mm; Peso: 9-15 g.

Ecología: especie insectívora, que prefiere las zonas de borde de bosque a nivel del
sotobosque o el dosel (Tirira, 2017). Nocturno y solitario.

Distribución: desde México hasta Brasil y Argentina, con mayor distribución en


Suramérica (Gardner, 2008). En Colombia en todo el territorio, desde el nivel del
mar hasta los 1200 m (Solari et al., 2013).

Información Adicional: esta especie es morfológicamente similar a M. nigricans,


la cual es más oscura. Estas dos especies cumplen un papel fundamental en el
control de insectos para evitar que se vuelvan plagas. La amenaza principal es la
destrucción de su hábitat.

MAMÍFEROS | 231
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bats, genus Sturnira (Chiroptera, Phyllostomidae), in the New World tro-
pics. Molecular phylogenetics and evolution, 68(3): 683-698.

234 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 2:
FAUNA

CAPÍTULO V
ANFIBIOS Y REPTILES

Javier Andrés Muñoz-Avila1, Claudia Patricia Camacho-Rozo2, Andrés Leonardo Ovalle-Pacheco 2-3
y Andrés Felipe Castillo-Vargas 2-3
1
Grupo de Investigación Sistemática Biológica (SisBio). Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Grupo de Investigación Manejo Integrado de Ecosistemas y Biodiversidad (XIUÂ). Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Grupo de
Investigación y Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia Colombia.
e-mail: claudiap.camachor@javeriana.edu.co
3
Grupo de Investigación Manejo Integrado de Ecosistemas y Biodiversidad (XIUÂ). Escuela de Biología. Facultad de Ciencias Básicas. Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
INTRODUCCIÓN
Los ecosistemas tropicales presentan una alta biodiversidad, la cual se encuen-
tra amenazada por la implementación de sistemas agrícolas, la deforestación y el
cambio de uso de suelo en áreas naturales, particularmente en los bosques (Dirzo
y García, 1992; Laurance et al., 2002; Bowen et al., 2007; Etter et al., 2011).
La fragmentación, la pérdida y la degradación del hábitat en los bosques tropica-
les, conlleva a la extinción local y global de especies, la disminución de servicios
ecosistémicos que allí se ofrecen, involucrando la funcionalidad, estabilidad de los
mismos y de las comunidades que los habitan (Mendoza y Dirzo, 1999; Laurance et
al., 2002; Dirzo, 2001; Mace et al., 2005; Chazdon et al., 2007; Etter et al., 2011;
Suazo-Ortuño et al., 2015).

El estudio de anfibios y reptiles se conoce con el nombre de herpetología, pese a


que estos animales no se relacionan evolutivamente (Vitt y Caldwell, 2014); sin
embargo, se estudian en conjunto, ya que las técnicas de seguimiento y rastreo
son las mismas o similares en un hábitat compartido (Heyer et al., 1994; Angulo
et al., 2006).

Los anfibios tienen una piel “desnuda” semipermeable; estos animales cumplen
una parte de su ciclo de vida en el agua y otra parte fuera de ella, al terminar la
metamorfosis (cuando presentan formas larvales) (Wells, 2007). Están organiza-
dos en tres clados (grupos): Anura (ranas y sapos), Caudata (salamandras) y Gym-
nophiona (caecilias). Los anuros presentan un cuerpo aplanado (dorso-ventral)
sin cola, cabeza plana con boca grande y las extremidades posteriores tienen una
musculatura robusta adaptada para una locomoción en saltos; suelen encontrarse
en hábitats terrestres y acuáticos, exceptuando cuerpos de agua salobres (Zug et
al., 2001; Pough et al., 2004; Wells, 2007). Los caudados se caracterizan por sus
extremidades cortas respecto a su cuerpo cilíndrico y presentan cola; se encuentran
en hábitats húmedos, como bosques tropicales, arroyos y lagos (Zug et al., 2001;
Pough et al., 2004). Las caecilidos, superficialmente parecen gusanos de tierra,
debido a la reducción completa de sus extremidades, a surcos cilíndricos a lo largo
de su cuerpo y una cola corta; son de hábitos fosoriales en los suelos húmedos de
arroyos, lagos y pantanos (Zug et al., 2001; Pough et al., 2004; Wells, 2007).

Los reptiles son organismos poiquilotermos que poseen escamas, reptan o se


arrastran dependiendo del clado, los cuáles son: Archosauria (cocodrilos y aves),
Testudines (tortugas) y Lepidosaurios (lagartos). Los cocodrilos tienen un cuer-
po robusto cubierto de una piel gruesa queratinizada (escamas), hocico largo, con
mandíbulas dentadas, extremidades cortas, pero bien desarrolladas y una cola
comprimida lateralmente; son de hábitos semiacuáticos y por lo general construyen
nidos en la tierra (Vitt et al., 2014; Pough et al., 2004). Las tortugas son un grupo
diverso, se encuentran en hábitats terrestres, acuáticos salobres y dulceacuícolas,
con modificaciones morfológicas de acuerdo al hábitat, como un caparazón aero-

236 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
dinámico y aletas para hábitats acuáticos; su locomoción es lenta al igual que su
desarrollo, viven durante largos periodos de tiempo y tienen la capacidad de retraer
su cabeza, cuello, extremidades y cola dentro del caparazón (Vitt et al., 2014; Pou-
gh et al., 2004). En el grupo de lepidosaurios se encuentran las tuataras, lagar-
tos y serpientes; una característica compartida por el grupo es la ecdisis completa
(cambio de piel) (Vitt et al., 2014; Pough et al., 2004). Los lagartos y serpientes
(Squamata) comparten ciertos caracteres morfológicos, como el desarrollo de ór-
ganos para copular (hemipenes); pero morfológicamente son bien diferenciados, ya
que las serpientes no tienen extremidades (Vitt et al., 2014; Pough et al., 2004).

A escala mundial, los anfibios están representados por 7993 especies (Amphibia
Web, 2017; Frost, 2017) y los reptiles por 10793 especies (Uetz y Hošek, 2017).
En Colombia se conocen 827 especies de anfibios, de los cuales 768 son ranas
y sapos, 26 urodelos y 32 cecilias (Acosta-Galvis, 2017); del total registrado, 52
especies están categorizadas en peligro de extinción (Resolución 1912 del 2017 del
Ministerio de Ambiente y Desarrollo y Sistema de Información de la Biodiversidad
– SIB Colombia, 2017). Sumado a esto, de las 510 especies de reptiles presentes
en Colombia, 32 son tortugas, 6 crocodílidos, 211 lagartos y 261 serpientes; de los
cuales, 43 especies y una subespecie están en alguna categoría de amenaza (Mo-
rales-Betancourt, Lasso, Páez y Bock, 2015). Es importante mencionar, que las 96
especies amenazadas de extinción de la herpetofauna colombiana, requieren de la
formulación y aplicación de estrategias de manejo y conservación.

La complejidad y estructura de las coberturas vegetales presentes en Colombia y


especialmente en la estación Santa Rosa, establecen diferentes microhábitats con
recursos físicos y biológicos, que permiten el establecimiento y la distribución de
las especies per se (Inger, 1966; Krausman, 1999; García et al., 2005). En esta
localidad se ubican espacios óptimos para forrajeo, cobertura, anidamiento u otros
componentes del desarrollo ontogénico, ocurriendo solapamiento por competencia
de algunos de estos recursos en un mismo lugar, por parte de diferentes especies
(Rosenzweig, 1981; Gascon, 1991; Garson, 1995; Krausman, 1999; García-R. et
al., 2005).

La alteración de hábitats afecta directamente los microhábitats donde se encuen-


tran los anfibios y reptiles, ya que estos dependen fisiológicamente de la tempera-
tura, la cual es regulada a través de la exposición directa a la radiación solar (helio-
termia), superficies cálidas (tigmotermia), zonas o cuevas de protección, recursos
hídricos y microhábitats húmedos que afectan su metabolismo, con lo cual pueden
ganar o perder calor, controlando su temperatura corporal dentro de intervalos re-
lativamente estrechos (Ríos y Aidé, 2007; Wells, 2007). De esta manera, los an-
fibios y los reptiles dependen directamente de las condiciones medioambientales,
siendo propensos a la extinción local después de un disturbio (Ríos y Aidé, 2007).

ANFIBIOS Y REPTILES | 237


MÉTODOS
Diseño de muestreo
Las técnicas de seguimiento y monitoreo para las especies de anfibios y reptiles
son muy similares, ya que ocupan microhábitats en común (Heyer y Berven, 1973)
(Fig. 1), la metodología utilizada depende del tipo de investigación que se realiza
y de la efectividad en los registros, más que el tipo de fauna a estudiar (Mesquita
y Colli, 2003). Algunos métodos se pueden aplicar con la presencia o ausencia del
investigador en campo (Heyer et al., 1994; Franco et al., 2002; Wilson y Dorcas,
2004; Silveria et al., 2010; Amézquita et al., 2013).

Captura e identificación de especies


Teniendo en cuenta las condiciones topográficas de Santa Rosa, la búsqueda de los
anfibios y reptiles se realizó según la técnica de Crump y Scott (1994) y Angulo et
al. (2006), la cual consistió en recorridos libres (diurnos y nocturnos) con observa-
ciones y capturas sobre vegetación herbácea, hojarasca, base de los árboles, tron-
cos en descomposición, piedras, cuerpos de agua y pequeñas cuevas. Se realizaron
transectos de 100 x 5 m, con recorridos de 30 minutos, en zonas de interior de
bosque (IB), borde de bosque (BB) y áreas abiertas (AA) (Fig. 2); se identificaron
las potenciales especies presentes, registradas y observadas.

Trampas de caída
Se colocaron trampas de caída con vallas – guía (pitfall traps with drift-fences). El
método consistió en la instalación de paredes o vallas de plástico que direccionaron
a las especies hacia baldes de plástico (1 m de largo y 60 cm de diámetro) (Green-
berg et al., 1994; Block et al., 1998; Cechin y Martis, 2000; Manzilla y Péfaur,
2000; Martori et al., 2005). Este método tiene sesgos por la preferencia y uso del
suelo por parte de las especies (López y Kubisch, 2008). Las trampas se revisaron
de acuerdo al criterio del investigador en un rango de 1 a 3 horas.

238 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

Figura 1. Técnicas de seguimiento y monitoreo en campo para las especies de anfibios y reptiles presentes en
la estación Santa Rosa (Bolívar - Santander). A. Búsqueda y observación de anfibios y reptiles; B. Búsqueda
de ranas en la vegetación; C. Manipulación de serpientes.

ANFIBIOS Y REPTILES | 239


A B

C D

E F

Figura 2. Zonas muestreadas en 100 ha de bosque contigua a la estación Santa Rosa (Bolívar - Santander).
A.B. Interior de Bosque; C.D. Áreas abiertas; E.F. Borde de bosque.

Trampas para renacuajos


Muestreo de los anfibios en fase larval: se realizó en época de lluvias asegurando
la presencia de suficientes charcas y quebradas para los muestreos, así como el
incremento en la actividad reproductiva de las especies (vocalizaciones, amplexos
y posturas). La captura de los renacuajos se realizó directamente de las charcas
ubicadas en cuerpos de agua, con el uso de redes de mano (15 x 15 cm) y con redes
en forma “D” (30 x 20 cm) (Fig. 3).

240 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 3. Red en forma “D” para captura de renacuajos.

La estandarización del muestreo se llevó a cabo según las condiciones ambientales


y el tipo de charca evaluada, según McDiarmid y Altig (1999):

1) Charcas con profundidades mayores a 0,50 m: se realizaron 15 barridas en la


columna vertical de agua en zonas de profundidad máxima (para detectar rena-
cuajos con hábitos bentónicos) y profundidad media y superficial (para renacuajos
nectónicos).

2) Charcas con profundidades menores a 0,50 m: se realizó un muestreo en toda la


columna de agua sin discriminar la estratificación espacial.

3) Registro por observación de la presencia de puestas de huevos (e.g. observación


de ristras de huevos, nidos de espuma).

Manipulación
Para los anfibios, la captura fue directa (manual) y transportados en bolsas de tela
húmedas que permitieran el intercambio gaseoso a través de la piel (Wells, 2007).
Las serpientes y lagartos fueron manipulados con ganchos y pinzas herpetológicas
(Fig. 4), especialmente las especies con liberación de toxinas. Así mismo, se reali-
zaron observaciones directas en aquellas especies no capturadas.

Figura 4. A. Pinza herpetológica; B. Gancho herpetológico.

ANFIBIOS Y REPTILES | 241


RESULTADOS
Se registraron 14 especies de anuros (Anexo 1) y 20 especies de reptiles (Anexo 2).
Entre los anuros, especies como Pristimantis bicolor y Cryptobatrachus fuhrmanni,
se encuentran en una categoría de Vulnerable (VU) según la UICN y el libro rojo
de anfibios de Colombia (ver capítulo 9, objetos de conservación). Así mismo, se
identificaron especies endémicas para Colombia, como Rheobates palmatus, Andi-
nobates sp., Dendrobates truncatus y Pristimantis bicolor), Pristimantis miyatai, P.
taeniatus, P. viejas y Cryptobatrachus fuhrmanni.

Por otra parte, se registra el reptil Ptychoglossus bicolor, que está categorizado
como vulnerable (VU) según la UICN (ver capítulo 9, objetos de conservación),
contrario a los lagartos Anolis frenatus y Anolis antonii, quienes no están categori-
zados. Finalmente, entre las especies endémicas registradas para Santa Rosa están
Ptychoglossus bicolor, Lepidoblepharis colombianus, Anolis antonii y A. tolimensis
(ver listados de especies).

RANAS Y SAPOS
Las ranas y sapos (Fig. 5), son organismos especializados para “saltar”, tienen lar-
gas extremidades traseras, cuerpos pequeños, cabeza alargada con un par de ojos
sobresalientes y carecen de cola. La piel es bastante permeable a las condiciones
ambientales; dependiendo de la especie y su historia natural, pueden tener piel
rugosa o lisa (Fig. 6) (Wells, 2007).

Figura 5. Esquema general de un Andinobates sp adulto (rana) y su estado larval


(renacuajos).
242 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 6. Esquema general de Dendropsophus ebraccatus con los caracteres externos de un anuro. A. Vista
superior B. Vista dorsal C. Vista lateral.

Renacuajos
Los renacuajos son las formas larvales de los anuros (Fig. 7). Morfológicamente
están compuestos por cabeza, cuerpo (corto y ovoide) y una cola muscular lar-
ga con dos aletas caudales (ventral y dorsal) (Lynch, 2006; Camacho, 2008). El
cuerpo tiene ojos y narinas usualmente externas, también un disco oral en la parte
anterior.

En las primeras etapas de desarrollo, los renacuajos tienen branquias externas (ór-
gano respiratorio que permite el intercambio gaseoso de O2 y CO2, importante en
animales acuáticos, apropiado para el movimiento intensivo como el agua), pero
estas quedan internalizadas por el desarrollo del opérculo (pieza que tapa cier-
tas aberturas del cuerpo, como las agallas), hasta quedar encerradas en un saco
branquial que comunica con el exterior por uno o varios espiráculos (orificio respi-
ratorio), los cuales pueden variar de posición según la especie (McDiarmid y Altig,
1999; Lynch, 2006).

ANFIBIOS Y REPTILES | 243


Figura 7. Esquema general de un renacuajo en estadio de desarrollo 31 de la especie Hyloxalus subpunctatus.
A. Vista dorsal; B. Vista superior; C. Vista inferior; D. Disco oral (boca).

FAMILIAS

Aromobatidae
Se caracteriza por la presencia de escudetes dérmicos. Una vez desarrollados los
huevos, los padres transportan las larvas en la espalda hacia espacios con altos
contenidos de agua (en interior de bosque) y se realiza para facilitar la metamorfo-
sis (Fig. 8) (Vitt y Caldwell, 2014; Amphibia Web, 2017).

A B

Figura 8. Rheobates palmatus (Werner, 1899).

244 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: rana de tamaño pequeño (30 a 40 mm Bufonidae
de Longitud Rostro Cloaca - LRC), dorso marrón con Esta familia se caracteriza por ser de tamaño corpo-
una corta raya lateral oblicua hacia la ingle, piel lisa ral variable, de <20-230 mm (LRC). Todos los adul-
y muy frágil; vientre granulado blanco. Presenta es- tos carecen de dientes en la mandíbula superior. En
cudetes dérmicos que se localizan en la punta de los estado larval, tienen la boca con partes queratiniza-
dedos (Lüddecke, 1999). das, es decir, capas endurecidas de la superficie de la
piel. Muchas especies tienen piel gruesa, verrugosa,
Ecología: de hábitos diurnos, los machos son terri- espinosa (Vitt y Caldwell, 2014) y con amplia con-
toriales y cuidan los huevos cargando los renacuajos centración de glándulas paratiroides en el cuello. A
a los cuerpos de agua cercanos, como las quebradas través de la piel secretan una sustancia blanca, gra-
(Lüddecke, 1999). sosa y tóxica (baja concentración) (Vitt y Caldwell,
2014). Para la reproducción usan un amplexo axilar
Distribución: endémica de Colombia, conocida en el y en el agua dejan una puesta de huevos en forma
flanco oriental de la cordillera Central y en los flancos de hilera (Fig. 9) (Vitt y Caldwell, 2014; Amphibia
occidental y oriental de la cordillera Oriental. Entre Web, 2017).
300 y 2500 m. (Acosta-Galvis, 2000; Romero y
Lynch, 2012).

A B

Figura 9. Rhinella horribillis (Linnaeus, 1758). Sapo común. A. Vista frontal; B. Vista lateral.

Descripción: sapo de gran tamaño (hembras de 6,6 a 15 cm y machos de 6,4 a 13


cm); el dorso es verrugoso, con manchas marrones claras y oscuras (estas últimas
más grandes). En los hombros tienen un par de glándulas paratoideas grandes y
duras que secretan una toxina blanca. El dedo I de la mano es mucho más largo
que el dedo II y los dedos de los pies tienen membranas interdigitales (Duellman,
1978; Savage, 2002).

Ecología: su éxito en la explotación de ambientes perturbados se debe a su alta


tasa de reproducción y a su dieta generalista, es decir, que no requiere un alimento
específico; ya que, según su tamaño, en su dieta se encuentran desde invertebra-
dos, hasta pequeños mamíferos y aves (Duellman, 1978).

Distribución: en Suramérica; en Colombia se distribuye en áreas abiertas, en los


bosques montanos bajos y bosques montanos de las cuencas del río Magdalena
y Cauca, así como en los Llanos Orientales, hasta los 2400 m. (Ruiz-Carranza,
1996; Osorno-Muñoz, 2011).

ANFIBIOS Y REPTILES | 245


Craugastoridae
La familia tiene rangos LRC entre 10 y 90 mm en adultos. Son de hábitats terres-
tres y arbóreos. La mayoría de las especies depositan sus huevos en áreas terrestres
o arbóreas. El tamaño de la postura es relativamente pequeño y los huevos se de-
sarrollan directamente sin un estado larval (desarrollo directo). La mayoría son de
fecundación externa (Fig. 10) (Vitt y Caldwell, 2014; Amphibia Web, 2017).

A B

Figura 10. Pristimantis


bicolor (Rueda y Lynch,
1983). A. Vista lateral
derecha; B. Vista supe-
rior; C. Ilustración de la
rana.

Descripción: ranas de tamaño pequeño (machos de 2,4 a 2,9 cm, hembras de 3,5
a 3,9 cm); dorso con pequeñas verrugas aplanadas y patrón de coloración poli-
mórfico. Los machos no tienen hendiduras vocales; el primer dedo de la mano es
más corto que el segundo y tienen bordes laterales en dedos de las manos y pies
(Rueda-Almonacid y Lynch, 1983).

Ecología: se le observa con mayor frecuencia en la vegetación que circunda las


quebradas de bosques andinos y subandinos. Es de hábitos nocturnos, se le puede
observar cantando activamente sobre vegetación arbustiva, entre 1-3 m de altura
(Rueda-Almonacid y Lynch, 1983; Suárez-Badillo y Ramírez, 2004).

Distribución: endémica de Colombia, en la vertiente occidental de la cordillera


Oriental, en los departamentos de Boyacá y Santander, desde 1000 hasta 2200 m
(Fig. 11) (Rueda-Almonacid y Lynch, 1983; Bernal y Lynch, 2008).

246 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: ranas de tamaño pequeño (machos
de 39 a 41 mm, hembras de 40 a 44 mm); piel del
dorso lisa, sin pliegues dorsolaterales; tímpano re-
dondo y generalmente oculto. El dedo I de la mano
es más corto que el II, presentan bordes laterales en
sus dedos de las manos y pies; tiene un tubérculo en
el borde interno del tarso de las patas (Lynch, 1984).

Ecología: especie de hábitos nocturnos, capaz


de adaptarse a bosques secundarios, así como los
bordes del bosque (Lynch, 1984; Gutiérrez-Lamus,
2004).

Distribución: endémica de Colombia, en la vertiente


occidental de la cordillera Oriental, en los departa-
mentos de Boyacá y Santander, desde 1400 a 2400
Figura 11. Pristimantis miyatai (Lynch, 1984). m (Fig. 12) (Gutiérrez-Lamus, 2004; Bernal y Ly-
nch, 2008).

A B

Figura 12. Pristimantis taeniatus (Boulenger, 1912). A. Vista frontal; B. Vista lateral izquierda; C. Ilustración
de la rana.

ANFIBIOS Y REPTILES | 247


Descripción: rana de tamaño pequeño, piel del dorso finamente granular y pa-
trón de coloración variado (marrón claro, cobrizo o crema). Ojos de color bronce
con una delgada línea central oscura, labios con barras de colores claros y oscuros
intercalados. Dedo V del pie más largo que el III (Lynch, 1998, 1999; Lynch y Ar-
dila-Robayo, 1999).

Ecología: especie de hábitos nocturnos que tolera muy bien las intervenciones en
el ecosistema, encontrándola en los bordes de la carretera, en cercanías a arbustos
o helechos y también en bosques en regeneración (Lynch y Ardila-Robayo, 1999;
Castro-Herrera y Vargas-Salinas, 2008).

Distribución: desde Panamá en la frontera con Colombia; siendo más común en


los valles interandinos y en las tres cordilleras, por debajo de los 1400 m (Fig. 13)
(Lynch, 1998, 1999; Acosta-Galvis, 2000; Bernal y Lynch, 2008).

A B

Figura 13. Pristimantis viejas (Lynch y Rueda, 1999). A. Vista lateral; B. Ilustración de la rana.

Descripción: rana pequeña (machos de 1,5 a 1,9 cm, hembras de 2,5 a 3 cm). Piel
del dorso con numerosos tubérculos no cónicos, tímpano redondo, prominente,
párpado superior con tubérculo pequeño; machos con hendiduras vocales y almo-
hadillas nupciales. El dedo I es más corto que el II, en las patas posteriores tiene un
tubérculo tipo plegado en el borde interior del tarso (Lynch y Rueda-Almonacid,
1999).

Ecología: especie de hábitos nocturnos, generalmente se encuentra debajo de los


arbustos, en el borde del bosque secundario, y a veces, en áreas abiertas (Lynch y
Rueda-Almonacid, 1999; Osorno Muñoz, 1999).

Distribución: en bosques subandinos de la vertiente occidental de la cordillera


Oriental y vertiente oriental de la cordillera Central, en los departamentos de An-
tioquia, Caldas, Córdoba, Cundinamarca, Santander desde 565 a 1800 m (Lynch y
Rueda-Almonacid, 1999; Osorno Muñoz, 1999; Bernal y Lynch, 2008).

248 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Dendrobatidae
Esta familia se caracteriza por la presencia de escudetes supradigitales. En estado
larval, tienen la boca con partes queratinizadas, es decir, con capas endurecidas de
la superficie de la piel. Son ranas de hábitos diurnos y se encuentran en bosque
riparios, terrestres o microhábitats semi-arbóreos en bosques tropicales. Todas las
especies depositan los huevos en nidos terrestres y transportan los renacuajos a di-
ferentes cuerpos de agua. A través de la piel secretan alcaloides (tóxicos), derivado
de la dieta de hormigas (Vitt y Caldwell, 2014; Amphibia Web, 2017).

Andinobates sp.
Ranas pequeñas, con LRC entre 15 y 18 mm. Dorso y brazos anteriores rojos; an-
tebrazos y patas posteriores de coloración marrón, marcas pálidas en las extremi-
dades superiores y región abdominal, de piel lisa o ligeramente granular, el dedo I
es más corto que el II. Región timpánica visible y marrón (Fig. 14) (Kahn, 2016).

B C

Figura 14. Andinobates sp. A. Vista lateral; B. Vista frontal; C. Vista superior.

ANFIBIOS Y REPTILES | 249


A C

Figura 15. Dendrobates truncatus (Cope, 1861, “1860”). A. Vista lateral; B. Ilustración de la rana; C. Vista
superior.

Descripción: rana de tamaño pequeño, dorso negro con bandas amarillas o verde
pálido, dorsolaterales completas y laterales incompletas. Vientre y flancos negros
con líneas de color azul pálido. Sin membranas interdigitales (Fig. 15) (Medi-
na-Rangel et al., 2011; Páez et al., 2002).

Ecología: especie diurna y de hábito terrestre, su dieta se basa principalmente en


hormigas y termitas. El macho cuida los huevos hasta que eclosionan y los trans-
porta a pequeños pozos de agua, bien sea en cavidades de árboles o en algunas
plantas como bromelias. La toxicidad de esta rana es media, por lo que no repre-
senta ningún riesgo si no es ingerida o si no se toma con las manos heridas (Grant
et al., 2006; Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: endémica de Colombia, del Valle del Río Magdalena; desde Cha-
parral hasta la región Caribe, distribuida desde 100 a 1800 m (Páez et al., 2002;
Acosta-Galvis, 2012).

250 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Hemiphractidae
Las especies de esta familia tienen desarrollo directo, LRC oscila entre 19 a 81 mm
en adultos. Las hembras transportan los huevos en sacos especializados, depresio-
nes o hendiduras en el dorso. El desarrollo de los embriones en algunas especies es
parcial y en otras completo (Vitt y Caldwell, 2014; Amp).

A B

Figura 16. Cryptobatrachus fuhrmanni (Peracca, 1914). A. Vista lateral derecha; B.


Vista superior; C. Ilustración de la rana.

Descripción: especie de tamaño considerablemente grande, LRC de 35 a 63 mm.


Dorso de color marrón claro con manchas de color crema, amarillas y blancas, vientre
de color crema muy pálido. Sus colores en el dorso hacen que se camuflen muy bien
con las piedras de la quebrada donde esta rana suele habitar (Fig. 16) (Lynch, 2008).

Ecología: se observan agrupadas en quebradas y cascadas con amplios bosques


riparios y con poca intervención humana (Lynch, 2008; Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: desde los bosques de la Serranía del Darién (Panamá) hasta el esta-
do de Zulia en Venezuela. En Colombia se observa en bosques húmedos tropicales
y bosques subandinos de las tres cordilleras, en Antioquia, Caldas, Cesar, Cundi-
namarca, Norte de Santander, Santander y Tolima, desde 380 a 2050 m (Bernal y
Lynch, 2008; Lynch, 2008; Castroviejo-Fisher, 2015).

ANFIBIOS Y REPTILES | 251


Hylidae
Los Hylidos adultos tienen un rango de Longitud Rostro Cloaca (LRC) entre 12 y
140 mm. La mayoría son especies arbóreas, algunas son de hábitos fosoriales. Las
arbóreas tienen expandidos los dedos de los pies, mientras las fosoriales terminan
en forma de punta. Las larvas tienen partes de la boca queratinizadas (Vitt y Cald-
well, 2014; Amphibia Web, 2017).

Figura 17. Dendropsophus ebraccatus (Cope, 1874).

Descripción: rana pequeña; machos de 25 a 30 mm y hembras de 30 a 35 mm. El


dorso es marrón oscuro, con una mancha triangular amarilla sobre el rostro; muslos
con manchas amarillo o anaranjado uniforme y hocico corto, truncado; membrana
axilar extensa y membranas entre los dedos de los pies (Fig. 17) (Cochran, 1970;
Suárez y Alzate, 2014).

Ecología: de hábito nocturno y arborícola, la época reproductiva es prolongada y


coincide con la época de mayor lluvia. Se encuentra en bosques húmedos tropicales
y en donde la mayor parte del bosque ha sido destruido (Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: en Nicaragua, Costa Rica, Colombia y Ecuador. Entre 0 y 1600 m.


(Lynch y Suárez-Mayorga, 2004; Acosta-Galvis et al., 2006).

A B

Figura 18. Hyloscirtus palmeri (Boulenger, 1908). A. Fotografía; B. Ilustración de la rana.

252 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: rana de tamaño mediano (hembras de 36 a 50 mm y machos de 36 a
45 mm); dorso con piel lisa, verde brillante, aunque puede cambiar a verde oscuro.
Las extremidades delanteras presentan discos digitales amarillos, las posteriores
una membrana interdigital anaranjada clara. El labio superior presenta una línea
blanca que lo bordea completamente (Fig. 18) (Rivera-Correa y Faivovich, 2014;
Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: desde Costa Rica hasta Ecuador. En Colombia se encuentra en los


departamentos de Antioquia, Boyacá, Caldas, Cauca, Chocó, Nariño, Santander y
Valle del Cauca, hasta los 1600 m (Acosta-Galvis, 2000; 2012; Castro-Herrera y
Vargas-Salinas, 2008; Rivera-Correa y Faivovich, 2014).

Figura 19. Scinax sp. A. Vista lateral; B. Ilustración de la rana.

Descripción: rana de tamaño pequeño (3 a 4 cm de longitud). La piel del dorso es


microgranulada con coloración amarilla en los machos, mientras que las hembras
son verde oscuro. Poseen membrana axial en sus extremidades anteriores (Fig. 19).

Ecología: Se conoce en el municipio de Otanche (Boyacá), desde 900 a 1400 m


(Ovalle-Pacheco, 2017).

Distribución: nocturna y arborícola, asociada a ecosistemas con intervención.


Suele ser observada en albercas y cuerpos de agua cercanos a asentamientos hu-
manos y en vegetación riparia (Ovalle-Pacheco, 2017)

ANFIBIOS Y REPTILES | 253


Leptodactylidae
Familia de tamaño moderado, algunas especies tienen una LRC entre 145 a 185
mm, en estado larval tienen la boca con partes queratinizadas, es decir capas endu-
recidas de la superficie de la piel. La mayoría son de hábitats terrestres. La puesta
de los huevos se da en charcos y lo hace a través de nidos de espuma, útiles para la
reproducción; posterior a la eclosión, los renacuajos están listos para alimentarse
por sí solos (Duellman y Trueb, 1986; Vitt y Caldwell, 2014; Amphibia Web, 2017).

Figura 20. Leptodactylus fragilis (Brocchi, 1877).

Descripción: dorso marrón con manchas más oscuras. Dedos sin rebordes cutá-
neos, vientre color blanco, con pliegues dorsales discontinuos (Fig. 20) (Heyer,
1978).

Ecología: nocturna y de hábitos terrestres, asociada a ecosistemas con interven-


ción; puede observarse en pastizales cercanos a cuerpos de agua (Medina-Rangel
et al., 2011).

Distribución: en Antioquia, Arauca, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Casanare,


Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Huila, Magdalena, Meta, Norte de
Santander, Santander, Sucre, Tolima y Valle del Cauca desde 0 a 1300 m (Acos-
ta-Galvis, 2000, 2012; Bernal y Lynch, 2008).

254 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
SALAMANDRAS (CAUDATA)
Plethodontidae
Se caracteriza principalmente por una cola robusta, al igual que las patas. Tienen
pequeñas garras con amplias membranas interdigitales adaptadas para agarrarse
de superficies lisas; las especies tienen 13 surcos costales, carecen de un pliegue
inguinal y cuello indiferenciado (Fig. 21) (Vitt y Caldwell, 2014; Amphibia Web,
2017).

Figura 21. Ilustración de Bolitoglossa sp.

Descripción: presencia de cola robusta, al igual que sus patas. Tienen pequeñas
garras con amplias membranas interdigitales. Surcos costales y ausencia de un
pliegue inguinal. Cuello indiferenciado (Brcko et al., 2013; Frost, 2017).

REPTILES
Gymnophthalmidae
Grupo de pequeños lagartos, con tamaños de LRC menores a 60 mm en adultos.
De morfología variable, escamas laterales y dorsales varían de pequeñas a largas,
de suaves a fuertemente quilladas, intercaladas o superpuestas. La mayoría pre-
sentan extremidades pequeñas bien desarrolladas. La cola puede ser corta, mode-
rada o larga, en los tres casos con autotomía (Vitt y Caldwell, 2014).

Figura 22. Ptychoglossus bicolor (Werner, 1916). Ilustración.

ANFIBIOS Y REPTILES | 255


Descripción: especie pequeña de hasta 6,3 cm de LRC en machos adultos, la co-
loración del dorso es marrón rojizo con franjas dorsolaterales de color crema. Pre-
senta extremidades cortas (Fig. 22) (Doan, 2010).

Distribución: es una especie endémica de Colombia y se distribuye en el margen


del valle del Río Magdalena en los departamentos de Cundinamarca, Tolima y San-
tander entre los 1500 y 2100 m (Doan, 2010).

Ecología: son lagartijas de hábitos diurnos y semifosoriales, dado que se encuen-


tran debajo de los troncos, rocas, entre la hojarasca y enterrados junto a las raíces
de los árboles; frecuentan zonas de bosque premontano y bosque muy húmedo
montano bajo, incluso se les ha observado en cultivos de café con sombra (Doan,
2010).

Sphaerodactylidae
Las especies de esta familia, presentan cuerpos variables, no alargados o en forma
de serpiente. Con extremidades delanteras y traseras bien desarrolladas. La piel es
suave con pequeñas escamas yuxtapuestas en la mayoría de las especies y super-
puestas en otras (Vitt y Caldwell, 2014).

Figura 23. Lepidoblepharis colombianus (Mechler, 1968). Ilustración.

Descripción: lagartija pequeña, los adultos alcanzan 4,6 cm de LRC, de tonos ma-
rrón terciopelo o marrón-gris ceniza uniformemente oscuro. Las escamas del dorso
son homogéneas y uniformes (Fig. 23) (Arredondo y Castro, 2010; Páez et al.,
2002).

Distribución: es observada en bosques templados, en la vertiente occidental de la


cordillera Oriental, a 1600 m (Ardila-Marín, 2008; Páez et al., 2002).

Ecología: diurna y se alimenta principalmente de colémbolos, hormigas y termitas;


es frecuente en bosques secundarios con buena capa de hojarasca (Arredondo y
Castro, 2010; Páez et al., 2002).

256 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Dactyloidae
Son lagartos con extremidades bien definidas, lo que les facilita reptar y escalar di-
ferentes superficies, pero son predominantemente arbóreas. Su rango de LRC varía
de los 30 a más de 180 mm. Presentan dimorfismo sexual y todos son de hábitos
diurnos (Fig. 24) (Vitt y Caldwell, 2014).

Figura 24. Ilustración de Anolis.

A B

Figura 25. Anolis frenatus (Cope, 1899).

Descripción: lagartija de tamaño medio a grande, hasta de 40 cm de longitud.


Coloración en tonos verdes, dedos con ensanchamientos que terminan en una garra
proyectada y presenta una gula crema o blanca (Fig. 25) (Köhler, 2014; Suárez y
Alzate, 2014).

Distribución: desde Costa Rica hasta Colombia. En nuestro país está presente en
las tierras bajas de la costa Pacífica, norte de Antioquia y el valle del río Magdalena,
por debajo de los 1400 m (Köhler, 2014).

Ecología: su coloración puede ser oscura o clara, dependiendo de su estado de


ánimo y de las condiciones climáticas. Los machos presentan una gula que des-
pliegan a voluntad para defender su territorio de otros machos o exhibirse ante las
hembras. Este tipo de lagartijas grandes pasan toda su vida en las copas altas de los
árboles de bosques en restauración (Köhler, 2014; Suárez y Alzate, 2014).

ANFIBIOS Y REPTILES | 257


A B

Figura 26. Anolis antonii (Boulenger, 1908)

Descripción: lagarto pardo, marrón claro o marrón grisáceo, sin patrón sobresa-
liente, a veces con manchas oscuras en el dorso o una serie de manchas pequeñas
(en forma de silla de montar) entre la nuca y la cola. Con frecuencia presenta una
mancha negra pequeña a cada lado de la base de la cola. Una banda oscura cruza
sobre el borde de la cabeza entre los ojos y una banda clara con bordes oscuros a
través del dorso del muslo y de la tibia; el vientre es color crema, en la cola lleva
bandas oscuras y pálidas. En los machos el apéndice de la garganta es anaranjado
hacia delante y rosado opaco en los dos tercios posteriores; puede tener de ocho
a diez hileras de escamas blancas longitudinales, es de tamaño moderado y se
extiende un poco más atrás de la inserción de las membranas anteriores (Fig. 26)
(Uetz, 2017; Gallego-Carmona et al., 2016).

Distribución: en las cordilleras Occidental y Central de Colombia, entre los 800 y


2000 m (Castro-Herrera et al., 2008).

Ecología: se alimenta de artrópodos como insectos y arañas y en ocasiones de


frutas; habitan arbustos, cercas de fique en cultivos de café y hojas colgantes de
banano. Depositan sus huevos en la hojarasca o en la tierra durante la noche (Cas-
tro-Herrera et al., 2008).

Figura 27. Anolis tolimensis (Werner, 1916)

258 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: lagarto de tamaño pequeño 5,6 a 5,8 cm de LRC, de color marrón-ro-
jizo. El abanico gular está ausente en las hembras y en los machos es anaranjado,
el cual, el extremo proximal presenta ocho a diez líneas longitudinales blancas y el
extremo distal es rosado grisáceo (Fig. 27) (Ardila-Marín, 2008).

Distribución: es una especie ampliamente distribuida y relativamente común en


las cordilleras Central y Oriental de Colombia, entre los 1000 y 2300 m (Ardi-
la-Marín, 2008).

Ecología: esta especie se conoce muy poco, aparentemente la actividad reproduc-


tiva en las hembras es continua, no parece relacionarse con alguna época; suelen
observarse en arbustos y matorrales cerca de asentamientos humanos (Ardila-Ma-
rín, 2008).

Dipsadinae
Familia ampliamente diversa en cuerpo, forma, ecología y comportamiento. Las
especies presentan tamaños pequeños a moderados (< 80 cm. en adultos), algunas
crecen con una LRC mayor a 1 m (Vitt y Caldwell, 2014).

Clelia clelia (Daudin, 1803)

Descripción: serpiente de tamaño grande que puede alcanzar hasta 2 m de longi-


tud; la coloración varía según la edad, en los juveniles las escamas del cuerpo son
rojas, con un collar blanco en la nuca y la cabeza negra, a medida que crecen son
totalmente negros y en algunos casos con pequeños puntos amarillos en el cuerpo
(Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: desde la península de Yucatán hasta la costa este de Brasil. En Co-


lombia se encuentra en casi todo el país, desde el sur de la Guajira hasta el Amazo-
nas, en alturas entre los 0 y los 2000 m (Suárez y Alzate, 2014).

Ecología: es de hábitos nocturnos y terrestres; se alimenta de otras serpientes y


de lagartos, se ha registrado que consume a la talla X (B. asper) y que al parecer
es inmune al veneno. Su mordida no es letal y es común encontrarla en bosques
secundarios (Suárez y Alzate, 2014).

ANFIBIOS Y REPTILES | 259


Colubridae
Las especies de esta familia representan el grupo más diverso y estructural de ser-
pientes del mundo. Las formas y características taxonómicas varían ampliamente
dependiendo de la especie (Fig. 28) (Vitt y Caldwell, 2014).

Figura 28. Esquema general de una serpiente. A. Vista superior; B. Vista lateral; C. Vista parte del cuerpo.

A B

Figura 29. Chironius montícola (Roze, 1952). A. Vista general; B. Vista lateral.

260 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: serpiente de tamaño mediano, oscila entre 1 y 1,5 m. de longitud. El
dorso es verde brillante y rostro amarillo brillante; en individuos de mayor longitud
el borde del rostro puede ser anaranjado. El ojo tiene una pupila redonda de color
negro (Fig. 29) (Suárez y Alzate, 2014; Páez et al., 2002).

Distribución: especie de amplia distribución, se encuentra desde Venezuela hasta


Perú y Bolivia; en Colombia se le puede observar en las tres cordilleras, en altitudes
entre los 500 y 2400 m (Castro-Herrera y Vargas-Salinas, 2008; Suárez y Alza,
2014; Páez et al., 2002).

Ecología: de hábitos diurnos, forrajea buscando principalmente ranas, aunque se


ha detectado que puede variar su dieta dependiendo de la disponibilidad de presas.
Se le observa muy a menudo en árboles, arbustos y el suelo (Suárez y Alzate, 2014;
Páez et al., 2002). No es venenosa (Páez et al., 2002).

A B

Figura 30. Dendrophidion bivittatus (Duméril, Bibron & Duméril, 1854) A. Vista
general B. Vista lateral.

Descripción: serpiente de tamaño mediano, alcanza 1,5 m de longitud. De colo-


ración oliva a amarilla; en la tercera parte de su cuerpo se extienden dos franjas
marrón oscuras a cada lado de la columna vertebral. La piel bajo las escamas es
amarillo brillante (Fig. 30) (Pérez-Santos y Moreno, 1988; Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: en Ecuador, Perú y Colombia, en las cordilleras Occidental, Central y


en el costado occidental de la Oriental, entre los 0 y los 2600 m (Castro-Herrera y
Vargas-Salinas, 2008; Suárez y Alzate, 2014).

Ecología: su mayor actividad se da en las primeras horas del día y al caer la tarde,
de hábitos terrestres y arbustivos. Se le puede encontrar usualmente a los lados
de las trochas o pequeños caminos cerca de bosques secundarios, lo cual le da
su nombre común (Pérez-Santos y Moreno, 1988; Suárez y Alzate, 2014). No es
venenosa (Pérez-Santos y Moreno, 1988; Suárez y Alzate, 2014)

ANFIBIOS Y REPTILES | 261


Dipsas pratti (Boulenger, 1897)
Descripción: serpiente robusta de tamaño pequeño y coloración marrón con ban-
das marrones más oscuras. Presentan numerosas bandas visibles, pero solo las
primeras son fáciles de detectar, la primera comienza justo detrás de la cabeza
(Barros et al., 2012).

Distribución: se encuentra en Colombia y Venezuela. En Colombia en la cordillera


Central y en la cordillera Oriental, desde los 1300 a 2250 m (Moreno-Arias et al.,
2006; Harvey, 2008; Llano-Mejía, 2010; Barros et al., 2012).

Ecología: de hábito terrestre, se encuentre en bosque de niebla no perturbado


(Barros et al., 2012).

A B

Figura 31. Erythrolamprus bizona (Jan, 1863). A. Vista dorsal B. Vista lateral.

Descripción: serpiente de tamaño mediano, alcanza los 70 cm de longitud. Ca-


racterístico de la especie es la presencia de anillos negros y rojos transversales a la
longitud del cuerpo, similares a las serpientes corales. La diferencia principal es que
se observan anillos negros pareados en el cuerpo (Fig. 31) (Freiberg, 1982).

Distribución: desde Nicaragua hasta Venezuela. En Colombia se encuentra a lo


largo del territorio, en bosques húmedos de las cordilleras Central y Occidental
(Freiberg, 1982; Curcio et al., 2015).

Ecología: de actividad diurna y hábitos terrestres. Su alimentación está compuesta


principalmente por pequeños reptiles como lagartijas y serpientes. No es venenosa.
(Pérez-Santos y Moreno, 1988; Stafford y Castro, 2010). Se le puede encontrar a
los lados de los bosques y en zonas de restauración (Stafford y Castro, 2010).

262 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Erythrolamprus epinephelus (Cope, 1862)
Descripción: serpiente de tamaño mediano, con una Se le encuentra desde los 0 a los 3400 m (Dixon,
longitud total máxima de 70,7 cm en hembras, y de 1983).
80 cm en machos. Dorso rojizo con bandas negras,
mentón y garganta verde-amarillo, rojo brillante en Ecología: serpiente diurna, relativamente común y
el vientre; a su vez, el vientre presenta diversas can- de hábitos terrestres. Se alimenta principalmente
tidades de marcas cuadradas o rectangulares negras de ranas y sapos. Se esconden debajo de troncos en
(Dixon, 1983; Savage, 2002; Ramírez-Jaramillo, descomposición, piedras o al lado de raíces de árbo-
2015). les, donde realizan pequeños túneles para escapar al
sentirse amenazada (Savage, 2002; Acevedo et. al.,
Distribución: se puede encontrar desde Costa 2016). Se le puede encontrar usualmente en bos-
Rica hasta Perú. En Colombia se ubica en zonas ques secundarios y en zonas de restauración (Sava-
tropicales, subtropicales y en la zona altoandina. ge, 2002; Ramírez-Jaramillo, 2015).

Figura 32. Imantodes cenchoa (Linnaeus, 1758).

Descripción: serpiente de tamaño mediano, hasta res a los 1600 m (Castro-Herrera y Vargas-Salinas,
de 1,5 m de longitud. El dorso es marrón claro, con 2008; Suárez y Alzate, 2014).
manchas transversales grandes marrón rojizo que
llegan al borde de las escamas ventrales. Las esca- Ecología: nocturnas y de hábito terrestre. Consu-
mas ventrales blancas rosáceas con puntos pequeños men ranas pequeñas, así como posturas de huevos
gris claro (Fig. 32) (Aveiro-Lins et al., 2006). de ranas. Son muy dóciles y no representan ningún
peligro para los humanos (Clause y Clause, 2016;
Distribución: en Centro y Sur América, en Colom- Suárez y Alzate, 2014). Se encuentra principal-
bia en los bosques secos, húmedos premontanos y mente en bosques secundarios y terciarios donde
montanos de las tres cordilleras y en las regiones abundan los arbustos y matorrales (Cisneros-He-
Caribe, Amazónica y Pacífica, en elevaciones meno- redia, 2006).

ANFIBIOS Y REPTILES | 263


Lampropeltis triangulum (Lacépède, 1789)
Descripción: serpiente de tamaño mediano, la LRC en los machos es hasta de 1,7
m, las hembras son substancialmente más cortas, hasta de 1,1 m. La coloración
dorsal usualmente consiste de anillos anchos, bordeados por anillos negros, los
cuales están bordeados a su vez por anillos amarillos, anaranjados o crema. La
cabeza es moderadamente distinta del cuello en aspecto dorsal, los ojos son de
tamaño mediano (Lacépède 1789; Calderón Mandujano 2002).

Distribución: en América, desde Canadá, hasta Colombia, Ecuador y Venezuela.


Vive en una variedad de regiones tropicales y subtropicales en las áreas premonta-
nas y montañosas. Su distribución se extiende de 0 a 1650 m (Lee, 1996).

Ecología: especie nocturna y terrestre. Mata por una constricción fuerte de presas
como roedores pequeños, otras serpientes, lagartijas ranas y aparentemente con-
sume huevos (Lee, 1996; Aguilar-López, 2013). Se localiza entre gruesos mon-
tones de hojarasca, troncos, piedras; así como huecos, grietas y hormigueros en
zonas boscosas (Lee, 1996; Aguilar-López, 2013).

Figura 33. Leptodeira septentrionalis (Kennicott, 1859)

Descripción: serpiente de tamaño mediano, hasta 80 cm de longitud; coloración


marrón con manchas dorsales negras que semejan rombos, zona ventral crema;
posee nueve escamas en la cabeza y ojos grandes con pupila circular (Fig. 33)
(Suárez y Alzate, 2014).

264 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Distribución: desde los Estados Unidos hasta Perú, diciones de estrés puede aplanar su cuello fingiendo
en Colombia se encuentra en todas las cordilleras, tener una cabeza más ancha que el cuerpo simulando
valles interandinos y en las áreas de ciénagas del ser una víbora. Se alimenta principalmente de ranas y
norte, desde 0-1900 m (Suárez y Alzate, 2014). lagartos pequeños (Suárez y Alzate, 2014; Arroyo-Te-
jos y Mora, 2016). Es común encontrarla en ambien-
Ecología: nocturna y terrestre. Posee colmillos cor- tes conservados y perturbados en bosques secos y en
tos en la parte posterior de su boca, su veneno causa bosques húmedos premontanos, cerca de cuerpos de
dolor y ligera hinchazón, pero no es letal; bajo con- agua (Suárez y Alzate, 2014).

A B

Figura 34. Ninia atrata (Hallowell, 1845). A- B. Vista superior.

Descripción: serpiente de tamaño pequeño, con 30 cm de longitud. Coloración


negra en todo el cuerpo, posee una franja roja intensa en la parte posterior de la
cabeza y vientre blanco. Las escamas son brillantes y con una leve quilla (Fig. 34)
(Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: desde los Estados Unidos hasta Perú; en Colombia se encuentra en


Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cundinamarca, Tolima, Antioquia, Caldas,
Valle del Cauca y Amazonas (Angarita-Sierra, 2009).

Ecología: hábitos terrestres y fosoriales y se alimenta principalmente de inverte-


brados. Suele ser observada cerca de los cultivos, jardines y de las casas, donde
se esconde entre el suelo, bajo rocas y pequeños troncos (Suárez y Alzate, 2014).

A B

Figura 35. Phrynonax cf. shropshirei (Barbour & Amaral, 1924) A. Juvenil; B. Adulto.

ANFIBIOS Y REPTILES | 265


Descripción: serpiente de tamaño grande, puede Trinidad, Guyana, Surinam, French Guiana y Brasil
alcanzar 2 m de longitud; generalmente la coloración (Uetz y Hošek, 2017)
dorsal es negra con líneas transversales amarillas
(Fig. 35) (Suárez y Alzate, 2014). Ecología: diurna, arbórea y terrestre; habita bos-
ques lluviosos, en tierras bajas y premontanas, tam-
Distribución: en México, Guatemala, El Salvador, bién en sabana y pastizales. Se alimenta de aves y de
Honduras, Belice, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, sus huevos, así como de pequeños mamíferos (Lee,
Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Calderón-Mandujano y López-Luna, 2017).

A B

Figura 36. Spilotes pullatus (Linnaeus, 1758). A. Manipulación; B. Vista lateral.

Descripción: de tamaño grande, generalmente de terales. La reproducción es ovípara y realiza la puesta


2 m de longitud, rostro ligeramente más ancho que del huevo a principios del verano, variado de 8-12
largo, ojos grandes y pupila redonda; foseta loreal huevos por camada (Fig. 36) (Medina-Rangel et al.,
presente de tamaño pequeño, escamas supralabiales 2011).
variadas, usualmente 7 o 9, la tercera y cuarta o la
cuarta y quinta normalmente en contacto con el ojo. Distribución: desde el sur de México por Centro
Tiene escamas 217 a 241 ventrales (207 a 228 en los América, pasa por Sur América hasta llegar al nor-
machos, y 215 a 241 en las hembras); la placa anal te de Argentina, además de Trinidad, Tobago e Isla
entera, y 102 a 129 escamas subcaudales (118 a 129 Margarita (Savage, 2002; Uetz y Hallermann, 2014;
en los machos, y 102 a 122 en las hembras). A lo Pazmiño-Otamendi, 2014).
largo del cuerpo presenta manchas diagonales ama-
rillas sobre fondo negro. Las manchas amarillas en Ecología: hábitat zonas ribereñas de bosques secos
la cabeza están arregladas en filas transversales, el de tierras bajas, bosques y pastizales (Martins y Oli-
vientre es de color amarillo, con manchas negras la- veira, 1998; Pazmiño-Otamendi, 2014).

A B

Figura 37. Tantilla melanocephala (Linnaeus, 1758). A. Vista general; B. Vista dorsal.

266 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Descripción: serpiente pequeña que puede medir de 30 riedad de bosques, desde los 0 hasta los 2600
a 40 cm de longitud; su coloración es en diferentes tonos m (Moreno-Arias et al., 2008; Suárez y Alzate,
de marrón en líneas longitudinales, la cabeza es marrón 2014).
oscuro en la parte superior, y blanca en la parte inferior.
Posterior a la cabeza presenta una línea blanca que separa Ecología: Nocturna y de hábitos terrestres, se ali-
la cabeza del cuello (Fig. 37) (Suárez y Alzate, 2014). menta principalmente de pequeños artópodos. No
es venenosa; es común encontrarla en bosques con
Distribución: desde el sur de México hasta el abundante hojarasca, bajo troncos y rocas (Suárez y
norte de Argentina. En Colombia en una gran va- Alzate, 2014).

Elapidae
Las especies de esta familia son venenosas con cuerpo inyectar veneno neurotóxico. Su tamaño corporal varía
delgado y cuello no diferenciado de la cabeza. Poseen desde los 180 mm a los 6 m dependiendo de la espe-
un colmillo erecto anterior en cada hueso maxilar para cie (Fig. 38) (Vitt y Caldwell, 2014).

Figura 38. Esquema general de una serpiente de la familia Elapidae. A. Vista superior; B. Vista lateral; C.
Vista corporal.

A B

Figura 39. Micrurus mipartitus (Duméril, Bibron & Duméril, 1854). A. Vista superior; B. Vista lateral cabeza.

ANFIBIOS Y REPTILES | 267


Descripción: especie de mediano tamaño, de 70-120 cm de longitud; de hábitos
crepusculares y semifosoriales. Presenta 15 hileras de escamas dorsales y ausencia
de foseta loreal. La cabeza es corta y roma, no se distingue del cuello; con rostro
negro, desde el hocico hasta los ojos y el borde anterior de la escama frontal. Tiene
un anillo cefálico rojo que ocupa todo el resto de la cabeza hasta la nuca y la gar-
ganta. Los ojos son pequeños y con la pupila semielíptica o verticalmente elíptica.
Las escamas ventrales varían de 197 a 239 y las subcaudales de, 24 a 34 en dos
filas. El cuerpo es cilíndrico con una sucesión de anillos negros y blancos, abarcando
estos últimos de 4 a 6 escamas de ancho en el dorso y de 1 a 3 en el vientre. La cola
corta, con 3 a 5 anillos rojos, que ocupan de 4 a 6 escamas en el dorso y hasta 8 en
el vientre (Fig. 39) (Peters y Orejas, 1970; Frost, 2017).

Distribución: en Panamá, Colombia, Venezuela y Ecuador. En Colombia se distri-


buye en las tres cordilleras, en las tierras bajas del Pacífico y la isla Gorgona (Ibáñez
et al., 2017).

Ecología: es una serpiente venenosa diurna, habita tierras bajas húmedas, bos-
ques húmedos y áreas intervenidas como plantaciones de café; en Colombia se
asocia con bosques con alta densidad de sotobosque, se encuentra desde el nivel
del mar hasta los 2700 m (Ibáñez et al., 2017).

Viperidae
Son especies venenosas. La mayoría presentan cuerpo robusto y cuello diferencia-
do de la cabeza. Poseen colmillos bastante desarrollados que se erigen o retraen
para injertar veneno miotóxico. Su tamaño corporal varía desde los 60 a los 98 cm
en adultos (Figs. 40-41) (Vitt y Caldwell, 2014).

Figura 40. Esquema general de una serpiente de la familia Viperidae. A. Vista superior; B. Vista lateral; C.
Vista corporal.

268 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

Figura 41. Botrophs asper (Garman, 1883). A. Vista lateral; B. Vista superior.

Descripción: serpiente robusta de tamaño grande, en algunas ocasiones puede


alcanzar los 2 m de longitud. Dorso gris claro y marrón, con marcas triangulares
marrón oscuro, que forman una “X”, conformada por escamas quilladas. La cola
puede tener una coloración amarilla o anaranjada en estados juveniles, tiene dos
fosetas termo receptoras en la parte delantera de su cabeza justo debajo de sus
ojos (Castro et al., 2005; Suárez y Alzate, 2014).

Distribución: desde México hasta Ecuador y Venezuela. En Colombia está pre-


sente en la región del Pacífico, Caribe, valles interandinos, en las tres cordilleras y
la isla Gorgona (Cisneros-Heredia y Touzet, 2004; Castro-Herrera et al., 2005;
Castro-Herrera et al., 2012).

Ecología: de hábitos nocturnos, es terrestre y ovovivíparo. Se alimenta de ma-


míferos cuando son adultas y en etapas juveniles se alimenta de ranas, lagartijas
e incluso de invertebrados. Esta serpiente es venenosa y puede ser letal para los
humanos (Cisneros-Heredia y Touzet, 2004; Suárez y Alzate, 2014). Es una es-
pecie que frecuenta lugares como bosques secos o húmedos o bien, en zonas de
pastizales o perturbadas (Cisneros-Heredia y Touzet, 2004).

ANFIBIOS Y REPTILES | 269


DISCUSIÓN
Los anfibios y reptiles son un componente importante en la dinámica de los eco-
sistemas, por sus altos aportes a la biomasa dentro del flujo de energía (Bosch,
2003; Pough et al., 2004; Wells, 2007; Figueroa et al., 2009, Señaris, 2009; Vitt
y Caldwell, 2014), su dependencia directa o indirecta a las características físicas
y químicas de los hábitats los categoriza como indicadores ambientales (Bosch,
2003; Starr y Taggart, 2004). Estos organismos se encuentran altamente relacio-
nados con la salud de los ecosistemas, ya que el deterioro del ambiente influye en la
conservación y permanencia o no de las poblaciones (Hartwell y Ollivier, 1998; Al-
ford y Richards, 1999; Rueda- Almonacid, 1999; Rueda -Almonacid et al., 2004;
Stuart et al., 2006).

Es necesario generar conocimiento sobre la biología y ecología de los anfibios y


reptiles, de manera que se ajusten las estrategias de conservación, tanto de los
bosques como de las especies en particular, y busquen mitigar los efectos de la
pérdida de la biodiversidad a causa principalmente de la expansión de la frontera
agrícola, amenaza que se observa en las áreas aledañas los bosques de Santa Rosa.
Siendo estos remanentes de bosque, de alta prioridad en conservación, para así
proteger los anfibios y reptiles, vitales en la regulación ambiental.

Finalmente, a lo largo del capítulo se describen, ilustran y presentan algunas foto-


grafías de las especies registradas o con potencial distribución para el área, como
información útil y que se encuentra al alcance de la mano. Por lo anterior, se busca
que esta sea una herramienta en la toma de decisiones desde el individuo hasta las
disposiciones en planes de conservación.

270 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
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276 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 2:
FAUNA

CAPÍTULO VI
INSECTOS

Moreno-Mancilla, Oscar Felipe1, 3; Morales-Alba Andrés Felipe1, 2; Reyes Camargo John Edison1;
Villalba Carmona Xiomara1; Cómbita Chivatá, José Luis3
1.
Grupo de Investigación Sistemática Biológica SisBio, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
2.
Maestría en Ciencias Biológicas. Facultad de Ciencias, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
3.
Grupo de Investigación Biología Evolutiva y Epistemológica BIEVEP, Fundación BIEVEP.
INTRODUCCIÓN
Los insectos son los animales más diversos y abundantes del planeta, conociéndose
hasta el momento alrededor de un millón de especies (Vélez, 2006); sin embargo,
se sabe que muchos son desconocidos para la ciencia, por lo que existen debates
que estiman que la diversidad de estos puede oscilar entre 10 y 30 millones de
especies. De ser acertadas estas cifras, la diversidad de insectos pudiese represen-
tar hasta el 90 % de las especies en la Tierra (Chapman, 2009; Erwin, 1997). La
cantidad de insectos que habitan el planeta es enorme; se calcula que existen por
cada ser humano más o menos 200 millones de insectos, siendo las hormigas los
insectos más abundantes, con casi 20 millones de individuos en cada hormiguero.

La clase Insecta (phylum Artropoda), comprende animales con cuerpo segmentado


cuyas características más conspicuas, son la presencia de las antenas (un par), tres
pares de patas y dos pares de alas, y en algunos pueden estar ausentes. Es fre-
cuente confundir los insectos con otros artrópodos; empero, basta con revisar las
anteriores características para notar que una araña no es un insecto, pues no tiene
alas, ni antenas y tiene cuatro pares de patas; ¡o qué, un cienpies, tampoco lo es!,
¡pues evidentemente tiene más de seis extremidades!

El rol de los insectos en los ecosistemas es crítico, ya que es un grupo dominante


por su diversidad, tanto de especies como de formas y comportamientos. Son parte
vital del flujo de energía en los ecosistemas, pues pueden ser herbívoros, preda-
dores, detritívoros, además de ser fuente de alimento para otros animales. Pueden
alterar estructuralmente un ecosistema debido a su capacidad como polinizadores
y dispersores de semillas. También, logran afectar al ser humano, porque llegan a
ser considerados plagas, parásitos o portadores de parásitos (Rasnitsyn y Quicke,
2008; Vélez, 2006), y actualmente como fuente de proteínas para los humanos.

Los insectos son cosmopolitas, es decir, que habitan en todo el mundo con pocas
especies en los polos y océanos, pero presentan su mayor diversidad en los trópi-
cos, donde han colonizado todo tipo de hábitats. Colombia por sus características
geográficas y diversidad de ecosistemas, posee una riqueza incalculable de insectos;
por lo que el objetivo de este capítulo es compartir con el lector, el conocimiento
que se encarga de dos importantes grupos de insectos, escarabajos coprófagos y
mariposas, encontrados en el bosque contiguo a la estación Santa Rosa.

278 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Escarabajos coprófagos (Scarabaeidae: Scarabaeinae)
Algunos autores creen que los escarabajos coprófagos habitan el planeta desde el
Cretácico superior, hace aproximadamente 70-80 millones de años, y que evolu-
cionaron a partir de la capacidad de comer excremento de dinosaurios (Chin & Gill,
2012); mientras que otros autores creen que estos insectos aparecieron durante el
Terciario, en los últimos 65 millones de años y en estrecha relación con la rápida
evolución de los mamíferos de cuyos excrementos se alimentaron después de la
extinción de los grandes reptiles (Scholtz y Chown, 1995); sin embargo, sea cual
sea el origen de estos insectos, se puede afirmar que ha sido una larga historia
evolutiva, que ha dado como resultado más de 5700 especies de escarabajos ester-
coleros en todo el mundo; escarabajos que como su nombre lo indica se alimentan
de estiércol o excremento de otros animales.

Pero… ¿Qué es un escarabajo coprófago?


Un escarabajo coprófago es un insecto perteneciente a uno de los órdenes más
grandes del reino animal: Coleóptera. En él, se incluye a todos los escarabajos
existentes en el Planeta, cuya característica principal es la presencia de dos pares de
alas, un par esclerotizado, que les sirve como protección, y otro par membranoso,
que les sirve para volar (Fig. 1).

Figura 1. Coprophanaeus ohausi. Hábito general y partes principales de un escarabajo coprófago.

INSECTOS | 279
En particular, los escarabajos especializados que aprovechan el excremento, per-
tenecen a la subfamilia Scarabaeinae (Scarabaeidae), y se caracterizan por poseer
cuerpos robustos, con patas anteriores aplanadas y dentadas que les sirven para
cavar; algunos tienen patas posteriores largas que usan para rodar bolas de excre-
mento de un lugar a otro. Sus tamaños varían, pueden ser minúsculos como en el
género Cryptocathon que llegan a medir 3 mm, hasta de tamaños considerables
como en Coprophanaeus que miden más de 40 mm. Presentan un amplio espectro
de colores que varía desde negro opaco, pasan por el verde azul o rojo iridiscente.

Es un grupo altamente diverso con cerca de 1300 especies que habitan en el trópico
(Scholtz et al., 2009), de estas, 283 se pueden encontrar en Colombia; no obs-
tante, debido a la poca certeza taxonómica sobre el grupo, se estima que esta cifra
puede llegar a 400 (Cultid et al., 2012).

¡En serio se alimentan de excremento!


Sí, ¡y no solo se alimentan de excremento!, sino que lo utilizan para casi la tota-
lidad de sus actividades; contrario a lo que se puede pensar, el excremento es una
compleja mezcla química rica en nutrientes y minerales, que supone los residuos
digestivos de los animales, y que representa una excelente fuente de alimento para
estos escarabajos y sus larvas. Aunque sus hábitos alimenticios no se restringen a
este recurso, hay quienes comen carroña, hongos, frutas en descomposición, tam-
bién depredadores de milpiés y asociados a nidos de hormigas y bromelias (Larsen
et al., 2008, 2009), e incluso se cree que en ecosistemas de alta montaña pueden
alimentarse de la materia orgánica de los frailejones (Mancilla y Molano, 2016).

También se ha registrado el uso de excremento como sustrato para la nidificación,


es decir, para el trasladado y enterrado en galerías al interior del suelo donde los
escarabajos ponen sus huevos y cuidan de sus larvas (Huerta et al., 2003) (Fig.
2). Dicho comportamiento reproductivo recibe el nombre de “relocalización del
recurso” y según la forma en la que las especies lo realizan se pueden clasificar en:
Paracópridos: estos escarabajos ingresan al cúmulo de excremento y cavan túneles
justo debajo de este, al final de cada túnel construyen una cámara circular en donde
depositan sus huevos, en seguida, sellan la cámara con excremento (Simmons y
Smith, 2011; Cultid et al., 2012).

Telecópridos: aquellos escarabajos que extraen pequeñas porciones de excremento


con las que construyen una bola que posteriormente trasladan rodando con sus pa-
tas traseras a lugares aledaños, cuando han llegado al sitio adecuado, cavan túneles
en los que entierran dichas pelotas y construyen allí sus nidos (Simmons y Smith,
2011; Cultid et al., 2012).

Endocópridos: son escarabajos que no trasladan el excremento, al contrario, cons-


truyen sus nidos inmediatamente adentro del cúmulo. Por esta razón, es común
encontrarlos en las bostas de excremento de ganado (Simmons y Smith, 2011;
Cultid et al., 2012).

Y… ¡Son importantes!
Muy importantes, porque son animales que “limpian” el ecosistema. Debido a su
particular forma de explotar recursos como el excremento y la carroña, participan

280 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
de manera importante en el reciclaje de nutrientes, ya que gracias a sus hábitos
cavadores reincorporan de manera rápida y efectiva dicho material orgánico al sue-
lo, removiendo y oxigenando el sustrato. Muchas veces, el excremento del cual se
alimentan proviene de animales que consumen frutos, por lo que es frecuente que
contenga semillas que son transportadas y enterradas por los escarabajos aumen-
tando la probabilidad de que germinen. De esta forma, mediante la dispersión se-
cundaria de semillas, también participan en procesos de generación y regeneración
de coberturas vegetales (Larsen et al., 2009; Medina y Kattan, 2002; Nichols et
al., 2008).

Figura 2. Escarabajos coprófagos rodando bolas de excremento.

Por otro lado, y de forma secundaria, los escarabajos coprófagos pueden ser con-
troladores de dípteros (moscas y zancudos), pues compiten con ellos por el ex-
cremento disponible en un ecosistema; además, transportan ácaros que depredan
huevos y larvas. Se ha comprobado que el procesamiento del estiércol por parte de
los escarabajos, puede reducir poblaciones de parásitos entéricos como nemátodos
y protozoos entre los que se encuentra Ascaris lumbricoides (Nichols et al., 2008).

Las comunidades de escarabajos coprófagos son altamente sensibles a la perturba-


ción y pérdida de hábitat, debido a su gran afinidad por atributos abióticos, como
los microclimas que generan las coberturas vegetales en los bosques, y bióticos
como la presencia de los mamíferos que viven allí. Por esta razón, han sido amplia-
mente usados como organismos indicadores de la salud y calidad de un ecosistema.
En procesos de restauración forestal, la llegada de ciertas especies puede indicar la
recuperación de los atributos de un bosque. También han sido usados en procesos
productivos para mejorar la salubridad de sistemas agrícolas, ganaderos y silvopas-
toriles (Nichols et al., 2008).

INSECTOS | 281
Mariposas diurnas (Lepidóptera: Rhopalocera)
Ya en tiempos prehispánicos, la exuberante diversidad de las mariposas colom-
bianas enriquecía de colores las cosmogonías ancestrales e impresionaba la vista
del indígena habitante de nuestras sierras y montañas. Montañas en las que un
incontenible desamor desató las lágrimas de la amante, que llenaron los cauces
de diferentes ríos a través de la cordillera. La muerte había arrebatado a su amado,
cuyo cadáver abrazó durante ocho días hasta convertirse en dos cerros divididos por
un río de lágrimas. Dicen que sus gritos de dolor reventaron en mariposas de los
más hermosos colores que habitan hoy a lo largo de las cordilleras y los valles del
país (Leyenda de Fura y Tena).

Hoy por hoy, y a pesar de la distancia que ha tomado el hombre con la naturaleza,
las mariposas adornan aún las conciencias colectivas de los colombianos. Mari-
posas clavadas en los poemas de José Asunción Silva, “de alas suaves, de ignotos
valles, que, como los deseos de un alma amante, a la aurora parecen resucitar”
(Mariposas, José Asunción Silva). Mariposas amarillas que aparecen por las calles
de Macondo, brotando tras los pasos del realismo mágico de García Márquez, que
después de Cien años de Soledad, revolotean en las páginas honrando la memoria
de su autor.

Pero… ¿qué son las mariposas?


Estos coloridos animales que vemos volar en días soleados, pertenecen a uno de
los mayores órdenes de insectos: Lepidoptera (del griego lepis: escama y pteron:
ala; “alas con escamas”), palabra que hace referencia a su principal característi-
ca, que es la presencia de dos pares de alas membranosas, cubiertas por escamas
de colores ordenadas en patrones bien definidos (García-Robledo et al., 2002)
(Fig. 3). Con cerca de 250000 especies, este grupo abarca las llamadas mariposas
nocturnas o polillas (Heterocera) y las mariposas diurnas (Rhopalocera), que se
diferencian principalmente por poseer antenas generalmente plumosas, en el caso
de los heteroceros, y antenas filiformes y claviformes en el caso de los rhopaloceros
(Andrade-C., 2002; Andrade-C. et al., 2007).

Las mariposas diurnas (Papilionoidea) abarcan seis familias (Hesperidae, Lycaeni-


dae, Nymphalidae, Papilionidae, Pieridae y Riodinidae), con mariposas de variadas
formas, tamaños y colores (Andrade-C., 2011; Mutanen et al., 2010; Regier et al.,
2009). En Colombia habitan aproximadamente unas 3274 especies de mariposas
diurnas, que posicionan al país dentro de los tres con más especies en el mundo,
junto a Brasil y Perú (Andrade-C. et al., 2007; Andrade-C., 2011).

282 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 3. Mechanitis sp. Hábito general y partes principales de una mariposa.

¿Cómo es la vida de las mariposas?


Las mariposas son insectos holometábolos, a saber, presentan metamorfosis
completas a lo largo de su vida, sufren drásticos cambios morfológicos y ecológi-
cos durante cada una de las fases que comprende su ciclo (Fig. 4).

El huevo, es el primer estadio de la existencia de las mariposas. Es una estructu-


ra redondeada en la que se encuentra el embrión, generalmente está recubierta
por una capa gruesa llamada corion, que lo protege de condiciones ambientales
adversas. Las hembras por lo general ponen los huevos sobre las hojas de las
plantas, que les proveen los nutrientes a las futuras larvas. Frecuentemente, se
pueden observar preferencias estrictas entre grupos específicos de mariposas por
ciertos grupos de plantas, lo cual sugiere procesos de evolución recíproca entre
estos, e historias naturales compartidas (Constantino, 2006; Kristensen, 2003).

Tras la eclosión del huevo, emerge la larva, que para el caso de las mariposas
es llamada “oruga”. Durante este estadio, se presenta el mayor crecimiento del
individuo, por lo cual la actividad principal de la oruga es la alimentación. La gran
mayoría de larvas de mariposas se han especializado en la digestión y procesos de
asimilación de la celulosa que tienen las hojas de las plantas transformándola en
tejido y reservas para ser usadas en las siguientes fases del ciclo de vida. Muchas
larvas de mariposas han logrado asimilar y aprovechar en su defensa toxinas ex-
traídas de las plantas nutricias, que son almacenadas en tubérculos a lo largo del

INSECTOS | 283
cuerpo, por lo que es común encontrar orugas tóxicas que pueden causar dolor al
tener contacto con la piel (Constantino, 2006; Kristensen, 2003).

Una vez la oruga ha alcanzado un tamaño determinado, deja de comer y convierte


su cuerpo en una cápsula que se ancla mediante unos ganchos a un punto fijo de la
planta. Esta estructura se llama “pupa o crisálida”, momento en el que se presenta
la metamorfosis propiamente dicha, y en el cual se reorganizan y destruyen varios
tejidos de la larva para dar paso al organismo adulto. A pesar de la aparente quietud
que puede observarse externamente, en el interior de la pupa ocurren cambios tan
drásticos como el movimiento de una estructura mandibular para masticar hojas, con
la cual se alimentaba la oruga a un aparato tubular especializado, para ingerir líqui-
dos, como el néctar, que será el principal alimento del adulto (Constantino, 2006;
Kristensen, 2003).

Terminada la metamorfosis (que dura días o meses según la especie), la pupa se


abre dorsalmente y de allí emerge el adulto o mariposa. Como se ha mencionado
previamente, su aparato bucal se ha transformado en una espiritrompa que les
permite libar (tomar) distintos tipos de sustancias líquidas. Han desarrollado dos
pares de alas que les capacitan para volar, un par de ojos compuestos, y un par de
antenas como órganos sensoriales. Solo durante esta etapa, el individuo tiene la
capacidad de reproducirse, por lo cual, algunos machos poseen estructuras es-
peciales llamadas androconios que valen para diseminar feromonas y atraer a las
hembras (Constantino, 2006; Kristensen, 2003).

Figura 4. Ciclo de vida de la mariposa monarca Danaus plexippus. A. Huevo; B.


Oruga; C. Pupa; D. Adulto.

284 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
¿Por qué es importante estudiar las mariposas de un lugar?
El conocimiento sobre cualquier ser vivo es de gran importancia para el entendi-
miento del entorno. Las mariposas no son la excepción, son eslabones en el desa-
rrollo de las diferentes coberturas vegetales debido a su capacidad de polinización,
ya que, al alimentarse de néctar, transportan polen de una flor a otra. A su vez, al
ser depredadas por otros insectos (anfibios, reptiles o aves), son parte fundamental
de las cadenas tróficas y del flujo de energía entre el componente vegetal y animal
de un ecosistema (Casas-Pinilla y Ríos, 2017; Pérez-Torres y Coral-Acosta, 2018).

La diversidad, riqueza y abundancia de los lepidópteros depende de las características


bióticas y abióticas de los ecosistemas que habitan. La diversidad, estructura y compo-
sición vegetal son atributos que definen en gran medida esta relación debido a la espe-
cificidad de las mariposas para ovopositar y alimentarse de ciertas familias de plantas en
particular. Las diferentes coberturas vegetales regulan y garantizan la heterogeneidad de
microclimas en un bosque, afectando directamente la vida de las mariposas. Esta rela-
ción tan estrecha, hace que las mariposas sean altamente sensibles a los cambios de las
coberturas naturales, por lo que su estudio es importante para entender el estado de
conservación de un ecosistema (Constantino, 2006).

INSECTOS | 285
MÉTODOS

C
D

Figura 5. Algunas metodologías para el estudio de escarabajos estercoleros y mariposas. A. Manipulación


de trampas van Someren Rydon; B. Trampa con atrayente; C. Hueco para enterar el vaso con atrayente para
insectos; D. Vaso enterrado.

286 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Escarabajos coprófagos
La captura de estos escarabajos se realiza mediante trampas con atrayente; consta
de un vaso plástico enterrado a ras del suelo, sobre el cual se instala con la ayuda
de un alambre, un cebo, que en la mayoría de los casos es excremento humano
(Figs. 5 y 6). Cuando es necesario el sacrificio de los ejemplares capturados, el vaso
plástico contiene una solución letal que usualmente es alcohol al 70 %; sin embar-
go, en otras ocasiones se utiliza una estructura en forma de embudo, que permite
capturar a los individuos vivos con la finalidad de criarlos o simplemente contarlos
y luego liberarlos (Cultid et al., 2012).

Figura 6. Trampas de caída usadas para la captura de escarabajos coprófagos.

Para identificar taxonómicamente los escarabajos, se utiliza la clave ilustrada para


la identificación de géneros de escarabajos coprófagos (Coleoptera: Scarabaeinae)
de Colombia (Medina & Lopera, 2000), para llegar hasta el nivel de especie se usan
descripciones y claves especializadas. En Colombia, la mayor colección de escara-
bajos coprófagos se encuentra en el Instituto Alexander von Humboldt, en Villa
de Leyva (Boyacá). Allí, los investigadores han desarrollado una codificación para
unificar criterios sobre las especies difíciles de identificar, que ayuda a comprender
de mejor manera la identidad taxonómica de los escarabajos del país, y así, evitar
confusiones en el momento de publicar información sobre estos insectos.

En el bosque contiguo a la estación Santa Rosa, se realizaron muestreos en inte-


rior de bosque (zonas dominadas por árboles y arbustos), borde de bosque (límite
entre el bosque y el pastizal) y pastizal (zonas abiertas dominadas por gramíneas).
Los ejemplares colectados fueron depositados en la colección Entomológica de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y en la Colección de Escarabajos
Coprófagos del Instituto Alexander von Humboldt. Algunas especies se identifica-
ron a través de la codificación unificada del IAvH.

INSECTOS | 287
Mariposas
Las mariposas se capturan mediante una red entomológica. Dicho instrumento
consta de una red o malla de boca ancha y redonda instalada al final de un tubo ge-
neralmente largo (1.5 m o más), que permite dar alcance a las mariposas que estén
lejos del investigador o que se encuentren en vuelo. Por lo general, se realizan re-
corridos por transecto (en la cobertura de interés para el investigador). También se
usan trampas con atrayente (van Someren Rydon), que son instaladas en el dosel
de los árboles, con el fin de atrapar aquellas mariposas que vuelan en los estratos
más altos de los bosques (Villarreal et al., 2004) (Figs. 5 y 7).

Figura 7. Captura de mariposas mediante red entomológica.

Una vez capturado un individuo, este se sacrifica mediante presión digital torácica
y se almacena en un sobre de papel milano, rotulado con fecha y lugar de colecta.
En seguida, las mariposas son identificadas a través de claves taxonómicas, guías
de campo y descripciones especializadas. Las mariposas recolectadas deben ser
depositadas en una colección biológica certificada, con los respectivos permisos
de colecta y datos pertinentes, así la comunidad científica podrá hacer buen uso
de esta información. En algunas ocasiones, las mariposas no son sacrificadas, sino
transportadas vivas a mariposarios para su cría y estudio del ciclo de vida.

En la estación Santa Rosa, se realizaron dos muestreos capturando mediante jameo


mariposas de interior de bosque, borde de bosque y pastizal (zonas abiertas domi-
nadas por gramíneas herbáceas). Los ejemplares capturados fueron depositados en
la Colección Entomológica de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
y en la Colección de Mariposas del Instituto Alexander von Humboldt.

288 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
RESULTADOS
¿Qué especies de escarabajos coprófagos hay en la estación Santa Rosa?
A continuación, se presentan las especies de escarabajos coprófagos que habitan
en la estación Santa Rosa, agrupadas por géneros, y a través de un listado se des-
cribe el hábitat, en la cual fue encontrada cada una de ellas. Además, se incluyen
imágenes fotográficas en vista dorsal de diferentes especies.

Se colectaron 23 especies, todas capturadas en trampas cebadas con excremento


humano (Tabla 1).

Tabla 1. Especies de escarabajos coprófagos registradas para la estación Santa


Rosa, y su presencia (X = presencia; 0 = ausencia) para cada cobertura muestreada.
B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P: Pastizal.

Especie B BDB P
Canthidium sp. 1 X 0 0
Canthidium sp. 2 0 X X
Canthidium sp. 3 X 0 0
Canthidium sp. 4 X X 0
Canthidium sp. 5 X X 0
Canthidium sp. 6 X 0 0
Canthon sp 18 H X X X
Canthon sp. 2 X X X
Coprophanaeus ohausi X X X
Cryptocanthon sp. 1 X X 0
Deltochilum luederwaldti X X 0
Deltochilum sp. 1 0 X 0
Deltochilum sp. 2 X 0 0
Dichotomius aff satanas X X X
Eurysternus caribaeus X 0 0
Eurysternus marmoreus X X X
Genieridium medinae X X 0
Ontherus sp. 1 X 0 0
Onthophagus curvicornis 0 X 0
Onthophagus sp. 1 X 0 0
Phanaeus meleagris X X 0
Scybalocanthon sp. 1 X 0 0
Uroxys sp. 1 X X 0
Uroxys sp. 2 X X X

INSECTOS | 289
Canthidium Erichson, 1847

Distribución: neotropical. Es un género grande que contiene alrededor de 155 es-


pecies, de las cuales se estima que más de 27 habitan en Colombia (Kohlmann
et al., 2018; Solís y Kohlmann, 2004, 2012; Medina et al., 2000); sin embargo,
esta cifra es imprecisa, debido a que Canthidium es uno de los géneros con mayor
incertidumbre taxonómica en los Andes colombianos (Cultid et al., 2012).

Descripción: escarabajos pequeños a medianos (3-15 mm), de cuerpo corto y ova-


lado. Generalmente brillantes y lisos, con amplia gama de colores desde negro, azul
o verde iridiscente, entre otros; con pequeños tubérculos o quillas en la cabeza. Se
distingue de los géneros más cercanos porque posee un mesoesterno evidente-
mente corto (Solis & Kohlmann, 2004; Cultid et al., 2012) (Fig. 8).

Ecología: Paracópridos. Se alimentan de estiércol, aunque también han sido cap-


turados con trampas de carroña (Cultid et al., 2012). Se sabe que algunas especies
de este género se adhieren al pelo cercano a la zona anal de algunos primates, para
transportarse y acceder a su estiércol tan pronto es desechado (Simmons y Smith,
2011).

A B

Figura 8. a. Canthidium sp. 1 ; b. Canthidium sp. 4.

290 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Canthon Hoffmannsegg, 1817

Distribución: en toda América. Es el género más grande de la tribu Canthonini, con


aproximadamente 180 especies descritas, de las cuales unas 100 están confinadas
a bosques y sabanas del neotrópico (Medina et al., 2003), con particular riqueza en
las zonas amazónicas (Cultid et al., 2012). En Colombia, existen por lo menos 36
especies (Medina et al., 2000); a pesar de ello, esta cifra puede aumentar consi-
derablemente, debido a que es común en las colecciones y ha sido poco estudiado
en el país.
Descripción: escarabajos pequeños a medianos (4-14mm), con cuerpo ovalado, de
colores que varían de negro a amarillo, incluyendo marrón, verde, azul, brillantes o
iridiscentes. Su principal característica es tener el cuerpo liso, pronoto sin tubércu-
los o cuernos, y élitros sin estrías ni punturaciones definidas. Además, como otros
escarabajos rodadores, poseen patas medias y posteriores largas y delgadas (Cultid
et al., 2012) (Fig. 9).

Ecología: Telecópridos. Son escarabajos comunes en bosques, que se alimentan


de excremento de mamíferos y carroña. Pueden ser encontrados en excrementos
de primates, de los que extrae pequeñas porciones para generar una bola, que
luego transportan “rodando” con sus patas traseras para su nidificación. Se ha
descubierto que algunas especies pueden depredar hormigas forrajeras (Simmons
y Smith, 2011).

Figura 9. Canthon sp 18 H (Codificación unificada IAvH).

INSECTOS | 291
Coprophanaeus Olsoufieff, 1924

Distribución: neotropical. Comprende aproximadamente 38 especies, de las cua-


les alrededor de 8 habitan en bosques de tierras bajas del territorio colombiano
(Cultid et al., 2012; Vitolo, 2000).

Descripción: escarabajos grandes y robustos (14-30 mm), de colores oscuros con


reflejos metálicos verdes o púrpura hacia los márgenes del pronoto (Cultid et al.,
2012), fácilmente reconocibles por sus patas anteriores anchas y fuertes. Pueden
ser confundidos con escarabajos del género Dichotomius, y se diferencian por el
desarrollo de dos dentículos en el margen anterior del clípeo (Fig. 10).

Ecología: Paracópridos. Son escarabajos de hábitos crepusculares. Preferencial-


mente necrófagos, es posible que su marcado desarrollo del clípeo y de la dentición
presente en sus patas anteriores, sean características que le ayudan a cortar la
carroña; sin embargo, también pueden usar excremento de animales carnívoros
u omnívoros, raramente de herbívoros (Edmonds & Zidek, 2010). Se pueden ob-
servar asociados a ácaros foréticos, que se adhieren a las setas ventrales de los
escarabajos para su dispersión.

Figura 10. Coprophanaeus ohausi (Baltazar, 1666)

292 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Deltochilum Eschscholtz, 1822

Distribución: desde Norteamérica hasta el norte de Argentina, la mayoría de las


especies registran una distribución neotropical (González et al., 2009). Contiene
aproximadamente 80 especies, y por lo menos 21 ocupan el territorio colombiano;
no obstante, no hay certeza de la cantidad de especies presentes, debido a su com-
plejidad taxonómica (González et al., 2009; Medina, 2001).

Descripción: escarabajos medianos a grandes (10-35 mm), de colores opacos que


varían desde azul a verde y rojo, generalmente en tonalidades oscuras. Sus carac-
terísticas más notorias son sus patas posteriores alargadas, que les ayudan a rodar
las esferas de excremento hasta un lugar adecuado lejos de la fuente de alimento,
y sus élitros rugosos con estrías bien definidas y tubérculos posteriores sobresa-
lientes (Fig. 11).

Ecología: Telecópridos. Sus hábitos alimenticios varían, principalmente coprófa-


gos y necrófagos, también pueden ser depredadores de miriápodos y otros grupos
(Cultid et al., 2012; Larsen et al., 2009; Nichols et al., 2008).

A B

Figura 11. a. Deltochilum luederwaldti (Pereira y D’Andretta, 1955); b. Deltochilum sp. 1.

INSECTOS | 293
Dichotomius Hope, 1838

Distribución: género americano, con aproximadamente 170 especies descritas,


de estas, 100 habitan en Suramérica y 36 en Colombia (Sarmiento-Garcês &
Amat-García, 2009). El escarabajo coprófago, es uno de los más abundantes y
diversificados en el neotrópico (Arias-Buriticá, 2011).

Descripción: escarabajos medianos a grandes (9-27 mm), de color negro o ma-


rrón, generalmente opacos y algunas veces lustrosos. Patas anteriores anchas y
robustas, cuernos en la cabeza y tubérculos en el pronoto, de estrías en los élitros
bien definidas, y gran cantidad de setas color anaranjado en la parte ventral (Fig.
12).

Ecología: Paracópridos. De hábito nocturno, se alimentan de excremento de ma-


míferos, carroña, hongos o frutas en descomposición y pueden encontrarse en di-
ferentes tipos de hábitats, desde bosques conservados hasta potreros, por lo cual,
son considerados ecológicamente generalistas (Sarmiento-Garcês & Amat-García,
2009; Cultid et al., 2012). Usualmente asociados a ácaros foréticos.

Figura 12. Dichotomius aff. satanas (Harold, 1867).

294 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Eurysternus Dalman, 1824

Distribución: comprende 53 especies distribuidas desde el centro de México hasta


el Norte de Argentina (Mondragón y Molano, 2016; Rubio & Lobo, 2010, 2012).
En Colombia, el género se encuentra representado por 18 especies que habitan
ecosistemas de 0 a los 2800 m, aunque su diversidad se concentra por debajo de
los 1500 m (Mondragón y Molano, 2016).

Descripción: escarabajos medianos (5-20 mm), generalmente de colores oscuros


que varían desde el negro hasta el marrón opaco, pueden presentar manchas ocres
o amarillas, tienen cuerpo alargado rectangular, sus patas pueden variar en colora-
ción desde amarillas hasta verde iridiscente. Se pueden reconocer fácilmente por la
presencia de una pequeña sección triangular visible en la intersección del pronoto y
los dos élitros, llamada escutelo (Rubio & Lobo, 2010).

Ecología: Endocópridos. Su principal hábito alimenticio es la coprofagia, aunque


algunas especies están asociadas a otras fuentes de alimento como frutas y flores
(Huerta et al., 2003).

A B

Figura 13. a. Eurysternus caribaaeus (Herbst, 1789); b. Eurysternus marmoreus (Castelnau, 1840).

INSECTOS | 295
Onthophagus Latreille, 1802

Distribución: género cosmopolita, con cerca de 1800 especies, y con más o menos
180 en el continente americano. Para Colombia, el número de especies no es claro
debido a la incertidumbre taxonómica del grupo.

Descripción: escarabajos pequeños a medianos (3-12 mm), con cuerpos alar-


gado-ovalados; pronoto desarrollado, abarcando mayor proporción del cuerpo y
élitros, los cuales usualmente son cortos comparados con escarabajos de otros gru-
pos. Colores que varían desde el negro, hasta el ocre y amarillo, con o sin manchas;
también pueden presentar colores iridiscentes en el pronoto. Presentan fuerte
dimorfismo sexual con machos que presentan cuernos cefálicos o pronotales en
distintos grados de desarrollo y hembras con tubérculos en la cabeza y pronoto
(Vaz-de-Mello et al., 2011) (Fig. 14).

Ecología: Paracópridos. Frecuente encontrarlos en el excremento de ganado vacu-


no, también se pueden alimentar de fruta u hongos en estado de descomposición
(Cultid et al., 2012). Se han encontrado para este género alrededor de 25 formas
diferentes de cuernos cefálicos en los machos, que pueden ser usados como armas
durante confrontaciones por hembras (Simmons y Smith, 2011).

Figura 14. Onthophagus curvicornis (Latreille, 1811).

296 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Phanaeus Macleay, 1819

Distribución: neotropical con origen suramericano. Contiene por lo menos 56 es-


pecies descritas actualmente y alrededor de 8 habitan en Colombia (Moctezuma et
al., 2017; Vitolo, 2000).

Descripción: escarabajos medianos (13-20 mm), con colores metalizados e iri-


discentes que varían desde el verde a rojo y vino tinto. Presentan un pronunciado
dimorfismo sexual, los machos desarrollan generalmente largos cuernos cefálicos
ubicados entre los ojos, mientras que las hembras presentan una carena tubercu-
lada (Cultid et al., 2012) (Fig. 15).

Ecología: Paracópridos. Se alimentan de excremento de vertebrados o carroña.


Pertenecientes al gremio de los cavadores, por lo cual poseen un cuerpo robusto y
unas patas anteriores anchas y fuertes (Edmonds y Zídek, 2012).

A B

Figura 15. Phanaeus meleagris (Blanchard 1846) a. Macho; b. Hembra,

INSECTOS | 297
Uroxys Westwood, 1842

Distribución: Centro y Suramérica, desde México hasta Argentina, exceptuando


las Antillas Mayores (Solís y Kohlman, 2012). Aunque se pueden encontrar distri-
buidos desde el nivel del mar, comúnmente las especies de este género se restrin-
gen a tierras altas. Comprende más o menos 60 especies; de estas, 18 han sido
encontradas para Colombia, aunque se estima que este número puede llegar a 26
conforme avance el estudio taxonómico del grupo (Escobar, 2010).

Descripción: escarabajos pequeños (2,7-11 mm), de colores oscuros que varían


desde el negro hasta el marrón rojizo. Tienen formas ovales y alargadas y se pueden
distinguir de escarabajos de otros géneros porque presentan la fóvea lateral del
pronoto alargada a modo de surco longitudinal. Presentan un dimorfismo sexual
que se evidencia en los machos que tienen puntos finos en la superficie del clípeo y
la margen anterior del clípeo proyectada hacia adelante, mientras que las hembras
poseen arrugas transversales en el clípeo y el pronoto sin el margen anterior pro-
yectado (Solís y Kohlman, 2014; Escobar, 2010) (Fig. 16).

Ecología: Paracópridos. Se alimentan de heces generalmente de mamíferos, algu-


nas especies se adhieren al pelo de osos perezosos con el fin de obtener acceso a su
excremento, otras especies que se han encontrado pueden alimentarse de carroña
(Howden & Young, 1981). Pueden habitar bosques o estar también asociados a
pastizales en donde utilizan excremento de ganado como fuente de alimento. Son
de actividad nocturna (Kohlmann & Solis, 2013; Cultid et al., 2012).

Figura 16. Uroxys sp. 10 H (Codificación unificada IAvH).

298 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
¿Qué especies de mariposas hay en la estación tribu Ithomiini dentro de la subfamilia Danainae pro-
Santa Rosa? puesta por Freitas & Brown (2004), y la inclusión de
Se colectaron 93 especies de lepidópteros y siete Hesperiidae dentro de la superfamilia Papilionoidea,
especies de mariposas de la subfamilia Hesperiinae según Mutanen et al. (2010) y Regier et al. (2009).
(Hesperidae) que no se presentan debido a la incer-
tidumbre taxonómica. A continuación, se presentan las especies de mari-
posas diurnas que habitan en la estación Santa Rosa
El proceso de identificación de ejemplares se efectuó agrupadas por familias y subfamilias a través de un
siguiendo el arreglo taxonómico de la base de datos listado se describe el hábitat en el cual fueron en-
on-line Butterflies of America (Warren et al., 2013), contradas. Además, se incluyen registros fotográfi-
que entre otros aspectos contempla la adición de la cos de las más representativas (Tablas 2-6).

Hesperiidae Latreille, 1809

Distribución: familia cosmopolita, con aproximadamente 3500 especies y cerca de


1000 habitan en el neotrópico; 965 se registran en Colombia, y se estima que el
número puede llegar a 1500 especies en el país (Lamas, 2000).

Descripción: puede confundirse con facilidad con polillas verdaderas, ya que al


igual que estas, presentan ojos grandes, antenas filiformes y cuerpo robusto. Se
caracterizan por volar cerca del suelo, con un vuelo rápido y a veces errático, debido
a un buen desarrollo en sus músculos alares. Su tamaño varía, aunque en general
son especies pequeñas (entre 2 y 3,5 cm), con coloraciones opacas y pardas (Gar-
cía-Robledo et al., 2002) (Figs. 17 y 18).

Ecología: es la familia más diversa del mundo después de Nymphalidae, y aunque


es un grupo poco conocido, se sabe que en la región andina colombiana presenta
altos grados de endemismo, principalmente en bosques alto andinos y páramos. La
mayoría son diurnas y algunos géneros como Erionota son crepusculares (Kristen-
sen, 2003). Sus larvas viven en refugios hechos de hojas hiladas o simplemente
dobladas; algunas especies de Megathymus se alimentan de hojas de las plantas de
la familia Agavaceae (Kristensen, 2003).

Tabla 2. Especies de la familia Hesperiidae registradas para la estación Santa Rosa


y para cada cobertura muestreada. B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P: Pastizal
(X = presencia; 0 = ausencia).

Subfamilia Especie B BDB P


Eudamine Urbanus teleus X 0 X
Eudamine Urbanus dorantes 0 0 X
Eudamine Astraptes alector alector X 0 0
Eudamine Autochton longipennis 0 0 X
Pyrginae Potamanaxas paphos X 0 0
Pyrginae Sostrata grippa 0 X 0
Pyrginae Theagenes albiplaga 0 0 X
Pyrginae Cyclosemia anastomosis X 0 0
Pyrginae Celaenorrhinus eligius 0 0 X

INSECTOS | 299
Eudaminae

Figura 17. a. Astraptes alector alector (C. Felder & R. Felder, 1867); b. Autochton longipennis (Plötz, 1882);
c. Urbanus dorantes (Stoll, 1790); d. Urbanus teleus (Hübner, 1821).

300 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Pyrginae

Figura 18. a. Sostrata grippa (Evans, 1953); b. Theagenes albiplaga (C. Felder & R. Felder, 1867).

Lycaenidae Leach, 1815

Distribución: familia cosmopolita, es una de las más abundantes y diversas, con


alrededor de 5000 especies registradas, especialmente en el neotrópico (David,
1992). En Colombia desde el nivel del mar hasta los 2700 m (García-Robledo et
al., 2002).

Descripción: son pequeñas, delicadas y con colores brillantes y metalizados; las


antenas generalmente presentan anillos blancos y una línea de escamas que rodea
los ojos (Triplehorn y Johnson, 2005), carecen de una modificación en la pata de-
lantera que en otras mariposas es usada para la limpieza de ojos y antenas (Andow,
Baker y Lane, 1994); sin embargo, ninguno de estos caracteres es exclusivo de la
familia o constante dentro de ella (Ehrlich y Raven, 1964) (Fig. 19).

Ecología: en su estado larval, estas mariposas pueden asociarse con algunas es-
pecies de hormigas que les brindan protección y cuidado a cambio de néctar que
secretan, gracias a glándulas especiales (Newcomer, 1912).

INSECTOS | 301
Tabla 3. Especies de la familia Lycaenidae registradas para la estación Santa Rosa
y para cada cobertura muestreada. B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P: Pastizal
(X = presencia; 0 = ausencia).

Subfamilia Especie B BDB


Theclinae Laothus cockaynei 0 X
Theclinae Ocaria calesia 0 X
Theclinae Micandra platyptera X 0
Theclinae Ostrinotes purpuriticus X 0

Lycaenidae

Figura 19. a. Micandra platyptera (C. Felder & R. Felder, 1865); b. Laothus cockaynei (Goodson, 1945); c.
Ostrinotes purpuriticus (H. Druce, 1907).

302 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Nymphalidae Rafinesque, 1815

Distribución: la familia cuenta con cerca de 7200 especies de las cuales de acuer-
do con Amat et al. (1999), se han encontrado 1182 para Colombia y es considerada
la más diversa (García-Robledo et al., 2002). Se hallan ampliamente extendidas
por el mundo colonizando todos los ambientes terrestres, pero con mayor repre-
sentación en las regiones tropicales (Freitas y Brown, 2004).

Descripción: los adultos presentan una gran variedad de tamaños y colores, se


caracterizan porque el primer par de patas está reducido, convirtiéndose en un ce-
pillo adaptado para limpiar las alas y las antenas (García-Robledo et al., 2002).
Presentan un único carácter exclusivo para la familia, en la superficie ventral de las
antenas cuentan con tres crestas longitudinales (Kristensen, 2003) (Figs. 20-33).

Ecología: son mariposas frugívoras, aunque en realidad su dieta se basa en fluidos


fermentados de frutas, de estiércol o de lodos (González et al., 2016). Su alimen-
tación puede ser diurna, nocturna, solitaria o gregaria, y al presentar tantos meca-
nismos alimenticios, es la familia más importante en los procesos de polinización
por lepidópteros.

Tabla 4. Especies de la familia Nymphalidae registradas para la estación Santa


Rosa y para cada cobertura muestreada. B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P:
Pastizal (X = presencia; 0 = ausencia).

Subfamilia Especie B BDB P


Biblidinae Epiphile chrysites chrysites 0 X 0
Biblidinae Diaethria clymena marchalii X 0 0
Biblidinae Dynamine setabis setabis X 0 0
Charaxinae Archaeoprepona demophoon X 0 0
Charaxinae Archaeoprepona amphimachus amphiktion X 0 0
Charaxinae Memphis pseudiphis X 0 0
Cyrestinae Marpesia zerynthia dentigera 0 X 0
Danainae Oleria fumata X 0 0
Danainae Hyposcada virginiana X 0 0
Danainae Mechanitis menapis menapis X X 0
Danainae Greta andromica X 0 0
Danainae Mechanitis polymnia X X 0
Danainae Oleria makrena X 0 0
Danainae Mechanitis menapis X 0 0
Danainae Ithomia diasia diasia X 0 0
Danainae Elzunia humboldt bomplandii X 0 0
Danainae Eutresis hypereia hypereia X 0 0
Danainae Danaus plexippus X 0 0
Heliconiinae Heliconius clysonymus X X 0

INSECTOS | 303
Subfamilia Especie B BDB P
Heliconiinae Eueides procula X 0 0
Heliconiinae Heliconius cydno X 0 0
Heliconiinae Heliconius charithonia X 0 0
Heliconiinae Heliconius eleuchia eleuchia X 0 0
Heliconiinae Altinote stratonice 0 X X
Heliconiinae Heliconius hecalesia hecalesia X 0 0
Heliconiinae Dione moneta X 0 0
Heliconiinae Abananote hylonome hylonome 0 0 X
Limenitidinae Adelpha alala X 0 0
Limenitidinae Adelpha zina zina 0 X 0
Limenitidinae Adelpha ethelda zalmona 0 X 0
Limenitidinae Adelpha leucophthalma leucophthalma X 0 0
Nymphalinae Anartia amathea X X X
Nymphalinae Siproeta epaphus epaphus X 0 0
Nymphalinae Eresia datis margaretha X 0 0
Nymphalinae Tegosa anieta X 0 X
Nymphalinae Eresia ithomioides anomala X 0 0
Nymphalinae Hypanartia lethe lethe 0 0 X
Nymphalinae Eresia polina X 0 0
Nymphalinae Hypanartia trimaculata trimaculata 0 X 0
Nymphalinae Eresia ithomioides ithomioides X 0 0
Satyrinae Euptychoides laccine X X 0
Satyrinae Oressinoma typhla X X X
Satyrinae Oxeoschistus simplex simplex X 0 0
Satyrinae Paraeuptychia metaleuca X X X
Satyrinae Hermeuptychia hermes X X X
Satyrinae Magneuptychia alcinoe X X X
Satyrinae Hermeuptychia harmonia X X X
Satyrinae Megauptychia sp. 1 X 0 X
Satyrinae Pseudohaetera hypaesia X 0 0
Satyrinae Cissia pompilia X X 0
Satyrinae Eretris calisto 0 X 0
Satyrinae Caligo illioneus 0 X 0
Satyrinae Caligo prometheus prometheus 0 X 0
Satyrinae Taygetis chrysogone X 0 0
Satyrinae Pronophila unifasciata bogotensis X 0 0
Satyrinae Corderopedaliodes corderoi corderoi X 0 0
Satyrinae Euptychia westwoodi X 0 0

304 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Biblidinae

Figura 20. a. Diaethria clymena marchalii (Guérin-Méneville, 1844); b. Dynamine setabis setabis (E. Dou-
bleday, 1849).

INSECTOS | 305
Charaxinae

Figura 21. a. Archaeoprepona amphimachus amphiktion (Fruhstorfer, 1916); b. Archaeoprepona demophoon


(Hübner, 1814); c. Memphis pseudiphis (Staudinger, 1887).

Cyrestinae

Figura 22. a. Marpesia zerynthia dentigera (Fruhstorfer, 1907).


306 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Danainae

Figura 23. a. Danaus plexippus (Linnaeus, 1758); b. Elzunia humboldt bomplandii (Guérin-Méneville, 1844);
c. Eutresis hypereia hypereia (E. Doubleday, 1847); d. Hyposcada virginiana (Hewitson, 1855).

INSECTOS | 307
Figura 24. a. Mechanitis menapis menapis (Hewitson, 1856); b. Mechanitis polymnia (Linnaeus 1758); c-d.
Greta andromica (Hewitson, 1855).

308 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 25. a-b. Ithomia diasia diasia (Hewitson, 1854); c-d. Oleria fumata (Haensch, 1905).

INSECTOS | 309
Heliconinae

Figura 26. a. Abananote hylonome hylonome (E. Doubleday, 1844); b. Altinote stratonice (Latreille 1813); c.
Dione moneta (Hübner, 1825); d. Heliconius charithonia (Linnaeus, 1767).

310 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 27. a. Heliconius cydno (E. Doubleday, 1847); b. Heliconius clysonymus (Latreille, 1817); c. Heliconius
eleuchia eleuchia (Hewitson, 1854); d. Heliconius hecalesia hecalesia (Hewitson, 1854).

INSECTOS | 311
Limenitidinae

Figura 28. a. Adelpha zina zina (Hewitson, 1867); b. Adelpha alala (Hewitson, 1847); c. Adelpha leucoph-
thalma leucophthalma (Latreille, 1809); d. Adelpha ethelda zalmona (Hewitson, 1871).

312 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Nymphalinae

Figura 29. a. Anartia amathea (Linnaeus, 1758); b. Eresia datis margaretha (Hewitson, 1872); c. Eresia
polina (Hewitson, 1852).

INSECTOS | 313
Figura 30. a. Hypanartia trimaculata trimaculata (Willmott J. Hall & Lamas, 2001); b. Hypanartia lethe lethe
(Fabricius, 1793); c. Siproeta epaphus epaphus (Latreille, 1813).

314 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Satyrinae

Figura 31. a. Caligo illioneus (Cramer, 1775); b. Caligo prometheus prometheus (Kollar, 1850).

INSECTOS | 315
Figura 32. a. Eretris calisto (C. Felder & R. Felder, 1867); b. Euptychoides laccine (C. Felder & R. Felder,
1867); c. Hermeuptychia harmonia (A. Butler, 1867).

316 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 33. a. Oressinoma typhla (E. Doubleday, 1849); b. Oxeoschistus simplex simplex (A. Butler, 1868);
c. Pareuptychia ocirrhoe (Fabricius, 1776).

INSECTOS | 317
Papilionidae Latreille, 1809

Distribución: de las 550 especies que componen esta familia cosmopolita (Orr y
Kitching, 2010), 66 están en Colombia, en 9 géneros (Battus, Parides, Mimoides,
Protographium, Eurytides, Protesilaus, Heraclides, Papilio y Pterourus) (Le Crom et
al., 2002).

Descripción: en esta familia se encuentran algunas de las mariposas más visto-


sas, tanto por su tamaño como por su colorido (David, 1992). Sus tres pares de
patas están bien desarrollas, por lo general, son robustas y de antenas pequeñas
(García-Robledo et al., 2002). Muchos géneros presentan largas y bien definidas
coletas al final de las alas, por lo que se le conoce como “mariposas golondrina”
(Figs. 34 y 35).

Ecología: dado su tamaño y robustez son buenas voladoras de largas distancias


(David, 1992), fácilmente reconocibles por el hábito de batir las alas mientras es-
tán alimentándose del néctar de plantas con las que pueden crear un vínculo muy
específico (García-Robledo et al., 2002). Además, secretan sustancias pestilentes
para ahuyentar depredadores o marcar hembras y evitar que se apareen con otros
machos (Triplehorn y Johnson, 2005).

Tabla 5. Especies de la familia Papilionidae registradas para la estación Santa Rosa


y para cada cobertura muestreada. B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P: Pastizal
(X = presencia; 0 = ausencia).

Papilioninae Parides erithalion X 0 0


Subfamilia Especie B BDB P
Papilioninae Heraclides thoas nealces X 0 0
Papilioninae Eurytides columbus 0 X 0

318 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Papilioninae

Figura 34. a. Eurytides columbus (Kollar, 1850); b. Heraclides thoas nealces (Rothschild & Jordan, 1906).

INSECTOS | 319
Figura 35. a. Parides erithalion (Boisduval, 1836) spp 1; b. P. erithalion spp 2; c. P. erithalion spp 3; d. P.
erithalion spp 4.

320 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Pieridae Swainson, 1820

Distribución: global, con mayor abundancia en el neotrópico. Comprende cerca de


1200 especies repartidas en 84 géneros (Braby, 2005), en Colombia hay 35 géne-
ros y 153 especies en todo el gradiente altitudinal, incluidos bosques altoandinos y
páramos (Le Crom et al., 2004).

Descripción: los adultos se caracterizan por presentar colores claros (blanco, ana-
ranjado o amarillo), aunque algunas presentan variaciones de colores oscuros. Sus
patas están bien desarrolladas para caminar, y cuentan con uñas tarsales bífidas
(García-Robledo et al., 2002). Varias especies de esta familia presentan un mar-
cado dimorfismo sexual, que se observa en los patrones de coloración alar (Figs.
36-38).

Ecología: dentro de la familia Pieridae se puede encontrar la mayor cantidad de


mariposas migratorias (Kristensen, 2003), así como muchos casos de mimetismo,
principalmente en Suramérica. Debido a la voracidad de sus orugas, en varios luga-
res son consideradas como plaga en los cultivos agrícolas.

Tabla 6. Especies de la familia Pieridae registradas para la estación Santa Rosa y


para cada cobertura muestreada. B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P: Pastizal (X
= presencia; 0 = ausencia).

Subfamilia Especie B BDB P


Coliadinae Eurema xantochlora xantochlora X X 0
Coliadinae Pyrisitia limbia X 0 0
Dismorphiinae Dismorphia zathoe zathoe X X 0
Dismorphiinae Lieinix nemesis nemesis X 0 0
Dismorphiinae Pseudopieris nehemia luisa X 0 0
Dismorphiinae Dismorphia crisia fedora 0 X 0
Pierinae Leptophobia eleusis eleusis X X X
Pierinae Catasticta prioneris X X 0
Pierinae Archonias brassolis X 0 0
Pierinae Melete leucanthe leucanthe X 0 0

INSECTOS | 321
Coliadinae

Figura 36. a. Eurema xantochlora xantochlora (Kollar, 1850); b. Pyrisitia limbia (C. Felder & R. Felder, 1861).

322 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Dismorphiinae

Figura 37. a. Dismorphia crisia fedora (Lucas, 1852); b. Dismorphia zathoe zathoe (Hewitson 1858); c. Lieinix
nemesis nemesis (Latreille, 1813); d. Pseudopieris nehemia luisa (Lamas, 1979).

INSECTOS | 323
Pierinae

Figura 38. a. Archonias brassolis (Fabricius, 1776); b. Catasticta prioneris (Hopffer, 1874); c. Leptophobia
eleusis eleusis (Lucas, 1852); d. Melete leucanthe leucanthe (C. Felder & R. Felder, 1861).

324 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Riodinidae Grote 1895

Distribución: esta familia contiene al redor de 1300 especies, la mayoría confinada


a la región neotropical. Colombia posee cerca de 630 especies ampliamente distri-
buidas en todos los pisos térmicos (García-Robledo et al., 2002).

Descripción: son mariposas pequeñas, no mayores a 8 cm, de colores obscuros


(Triplehorn & Johnson, 2005). Muchas de ellas presentan marcas de colores me-
tálicos muy evidentes, mientras que otros parecen haber sido salpicados con pla-
ta fundida, dándoles su nombre popular de “marcas metálicas” (Orr y Kitching,
2010). Aunque la familia es conspicua por sus caracteres morfológicos y biológicos
son quizás la más desconocidas del grupo de las mariposas (Ferrer-Paris et al.,
2013) (Fig. 39).

Ecología: en su fase larval, algunas de estas mariposas se asocian con hormigas de


las que obtienen protección (DeVries, 1988). La relación entre estas mariposas y
las hormigas es tan estrecha que algunas larvas de riodinidos frotan su cuerpo pro-
duciendo sonidos (estridulaciones) que solo son percibidos por un tipo específico
de hormiga (García-Robledo et al., 2002).

Tabla 7. Especies de la familia Riodinidae registradas para la estación Santa Rosa y


para cada cobertura muestreada. B: Bosque; BDB: Borde de bosque; P: Pastizal (X
= presencia; 0 = ausencia).

Subfamilia Especie B BDB P


Riodininae Leucochimona vestalis X X 0
Riodininae Mesosemia mevania mevania X 0 0
Riodininae Eurybia donna X 0 0
Riodininae Charis anius X 0 0
Riodininae Hermathena candidata columba 0 0 X

INSECTOS | 325
Riodininae

Figura 39. a. Eurybia donna (C. Felder & R. Felder, 1862); b. Mesosemia mevania mevania (Hewitson, 1857).

326 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
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330 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 3.
RELACIONES ECOLÓGICAS

CAPÍTULO VII
FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS
REPRODUCTIVAS

Naisla Tatiana Manrique-Valderrama1-2, Pablo Andrés Gil-Leguizamón2,


Jorge Enrique Gil-Novoa1-2 & María Eugenia Morales-Puentes2
1
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Maestría en Ciencias Biológicas, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Escuela de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
INTRODUCCIÓN
“En muchas partes del mundo, antiguamente se creía que el origen de las plantas
fue proporcionado por alguna deidad. La Tierra, con sus partes del cuerpo, dan ori-
gen a las plantas, que se convierten en elementos esenciales para la vida del hom-
bre. Flores y frutos usados para rituales y la concepción de poderes que garantizan
su reproducción” (Encyclopedia Britannica, 2016).

“Cuenta la historia que la diosa de la belleza, de las flores, del placer amoroso y las
artes, fue mordida por un murciélago, enviado por el dios supremo, convirtiendo a
la bella diosa en flores con mal olor para los dioses; la diosa, tuvo que ser enviada
al inframundo, en donde se lavó con esencias y perfumes convirtiéndose en plantas
con flores valiosas por su aroma y otras fueron valiosas por sus colores y belleza. A
aquellas plantas con flores se les dotó de un carácter sagrado al ser separadas de las
plantas profanas y sirvieron para ceremonias y fines mágicos, hoy conocidas como
aquellas plantas con perfumes fuertes que sirven de protección o atracción de los
seres sobrenaturales como insectos, murciélagos y colibríes para su polinización”
(Encyclopedia Britannica, 2016).

La biología reproductiva estudia los mecanismos y procesos de reproducción sexual


y asexual. El conocimiento de estos mecanismos permite evaluar las adaptaciones
y los caracteres que se comparten entre las especies, y las describen desde la sis-
temática; de tal manera que, detallar la información de la biología reproductiva de
las plantas es importante para el desarrollo de estrategias de conservación y uso
sustentable en los ecosistemas (Ayasse y Arroyo, 2011).

La fenología es el estudio de eventos como la emergencia de yemas, floración y


coloración de las hojas, asociados a las condiciones climáticas; así mismo, dichos
eventos son dados por la manifestación de fenómenos anclados con la funciona-
lidad de los órganos de las plantas o de la planta como un todo (Zhao y Schwartz,
2003). Se reconoce el crecimiento y la variabilidad estacionaria de la vegetación
terrestre, la cual, es importante para la identificación e ilustración de la respuesta
frente a las recientes transformaciones ocasionadas por el cambio climático en los
ecosistemas (Alvarado et al., 2002; Chen et al., 2005).

La fitofenología está definida como la descripción uniforme de los estadios de cre-


cimiento y ciclos de vida de las especies basada en sus características fenológicas.
Estudia los fenómenos biológicos vinculados a condiciones climáticas, mediadas
por factores anatómicos, morfológicos y fisiológicos (Valor et al., 2001). En las
plantas, los sistemas reproductivos y sus estrategias para la proliferación, están
dados de acuerdo al tipo de floración, morfología, recompensas y las relaciones con
polinizadores (Varadarajan y Brown, 1988; Bernardello et al., 1991).

El presente capítulo detalla los periodos de foliación, floración y fructificación de


11 especies de plantas vasculares, en el bosque contiguo a la estación Santa Rosa,
algunas con potencial maderable, y otras con potencial alimenticio para fauna, con
el fin de identificar periodos fitofenológicos, y con esto, crear modelos ecológicos
que permitan comprender las dinámicas ecológicas.
332 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MÉTODOS
Se seleccionaron 11 especies (Tabla 1) con 103 individuos. La selección de especies
se realizó teniendo en cuenta entrevistas aplicadas a la comunidad, evaluando cri-
terios de especies maderables y no maderables, las que luego fueron georreferen-
ciadas, rotuladas con placas de aluminio y descritas, con datos de altura, cobertura,
CAP circunferencia a la altura del pecho (CAP) y luego fue transformada a DAP
(diámetro a la altura del pecho), coloraciones de flores y frutos. Adicionalmente,
se observaron y registraron seis fenofases: brote foliar, caída de follaje, primordios
florales, flores en antesis, frutos inmaduros y frutos maduros.

Tabla 1. Especies a las que se les realizó el seguimiento fitofenológico.

No. Nombre común No. individuos Familia Especie


Socratea exorrhiza (Mart.) H.
1 Palma zancuda 10 Arecaceae
Wendl.
Tabebuia chrysantha (Jacq.)
2 Guayacán 10 Bignoniaceae G. Nicholson = Handroanthus
ochraceus (Jacq.) S.O Grose
3 Yarumo 10 Cecropiaceae Cecropia peltata L.
Glossoloma shultzei (Mansf.) J.L.
4 Besleria 10 Gesneriaceae
Clark
5 Chirivito 10 Melastomataceae Blakea granatensis Naudin
6 Triolena 10 Melastomataceae Triolena hirsuta (Benth.) Triana
7 Cedro 3 Meliaceae Cedrela odorata L.
8 Cacao 10 Meliaceae Guarea pterorhachis Harms
9 Perillo 10 Moraceae Brosimum utile (Kunth) Oken
10 Otobo 10 Primulaceae Otoba novogranatensis Moldenke
11 Cinchona 10 Rubiaceae Cinchona pubescens Vahl

Las observaciones directas y registros de las fenofases por especie, fueron reali-
zadas semanalmente durante dos años. Se siguió la metodología modificada de
Fournier (1974), la cual considera que la información fenológica debe tener carácter
cuantitativo y cubrir los periodos tanto de inicio, plenitud y declinación; el método
considera cinco categorías (0 a 4), con intervalos de 25% entre ellas; de esta ma-
nera, permite estimar el porcentaje de intensidad de la fenofase en cada individuo
con la siguiente asignación de valores:

0= ausencia del fénomeno observado


1= Entre el 1 y 25% de la copa del árbol.
2= Entre el 26 y 50% de la copa del árbol.
3= Entre el 51 y 75% de la copa del árbol.
4= Entre el 76 y 100% de la copa del árbol.

Es así como la información lograda, se relacionó con precipitaciones y épocas de


floración y fructificación de cada especie.

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 333


RESULTADOS
ARECACEAE

Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl.

Nombre común: Palma perula.

Árboles de 8-25 m. Tallos simples, erectos, DAP 12-18 cm, con raíces fulcreas (Figs.
1 y 3). Hojas compuestas, peciolos 10-30 (-46) cm, hasta 7 hojas, 1.5-2 m de largo,
8-25 foliolos por lado, vaina verde. Flores bisexuales en una inflorescencia, las flores
femeninas se desarrollan antes que las flores masculinas. Flores femeninas, 1 x 1 cm,
verde claro y ápice marrón claro; flores masculinas con tépalos blanco crema, estam-
bres blanco crema cuando inmaduros y marrón claro cuando maduros (Henderson,
1985). Frutos en drupa, elipsoides a ovoides, 2-3.3 x 1.3 a 2.6 x 2.0-2.5 cm, corteza
carnosa, apetecida por aves y mamíferos (Fig. 2), de color verde en el exocarpo, blanco
crema en el mesocarpo y marrón en el endocarpo (Grayum, 2003).

Figura 1. Detalle fisionómico de la plama perula Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl.

334 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 2. Infrutescencia compuesta de S. exorrhiza, con drupas verde opaco. Las infrutescencias
(racimos) hasta de 2 m de longitud.

Figura 3. Raíces fulcreas de S. exorrhiza; detalle del crecimiento y longitud de la raíz (hasta 2 m).

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 335


Distribución: nativa del Neotrópico, desde el Sur de Nicaragua hasta Bolivia. En
Colombia en Amazonas, Antioquia, Arauca, Bolívar, Caquetá, Casanare, Cauca,
Chocó, Córdoba, Guainía, Guaviare, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putuma-
yo, Risaralda, Santander, Valle, Vaupés, Vichada, entre 0 y 1150 m (Bernal et al.,
2015); para la zona se encuentra a los 1700 m, lo que indica una ampliación en el
rango de distribución de esta especie.

Categoría de amenaza: en preocupación menor (LC), distribuidas en varias loca-


lidades, en hábitats aún extensos y en estado de conservación bueno o aceptable
(Calderón et al., 2005).

Periodos de floración: la formación de botones florales es continua en el año; sin


embargo, el periodo de mayor formación se da entre junio-septiembre (periodo
seco) con valores de 26-50%, en menor proporción entre abril y junio (transición
entre periodo húmedo a seco). El desarrollo de flores en antesis se presenta de
septiembre a marzo (a finales de la época seca e inicios de la época húmeda) con
valores de 26-50%.

Periodos de fructificación: formación de frutos inmaduros constantes y perma-


nentes en el año (12 meses entre 51-75%); se registró una baja producción en dos
épocas: octubre (finales de época seca) y enero (inicio de época seca). Los frutos
maduros se desarrollan en época seca e inicios de la época húmeda (enero-marzo)
en bajas proporciones (1-25%).

Periodos de formación y caída de follaje: es una palma siempre verde. La pérdida


de follaje fue observada a finales de la época húmeda (octubre-marzo) y en la épo-
ca seca (mayo-agosto); los rebrotes foliares se registraron durante la época seca
e inicios de la época húmeda (junio-octubre). En general, la pérdida y renovación
de follaje es mínima entre 1 y 25%, y coincide con el periodo posterior al primer
periodo de lluvias (Fig. 4).

Figura 4. Fitofenología registrada para Socratea exorrhiza.

336 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Datos de la especie y usos: palma abundante en los bosques de tierras bajas de la
Amazonía; por sus raíces de gran longitud (Fig. 3), crece favorablemente en suelos
húmedos y de buen drenaje. Importante para las comunidades costeras, ya que su
estípite tiene características de uso para techos, pisos y paredes de las casas típicas
de orilla del río, en la producción de muebles y elaboración de artesanías (collares,
pendientes y pulseras). Crece rápidamente en claros pequeños y en bordes de bos-
que y no se regenera en áreas deforestadas (Galeano y Bernal, 2016).

Potenciales visitantes y polinizadores: las flores de las palmas son de fácil acce-
so para insectos. Silberbauer-Goosberger (1990), menciona la predominancia de
polinización por escarabajos en palmas de Socratea, además de abejas y moscos,
como consumidores de néctar y polen.

En el área estudiada, se observó el consumo de frutos maduros por mamíferos


(ardillas) y aves (loros y tucanes) en periodos de enero a abril durante la mañana,
evento que es registrado por Cabrera y Wallace (2007) en un bosque subandino
amazónico de Bolivia.

BIGNONIACEAE

Handroanthus chrysanthus (Jacq.) S.O. Grose

Sinónimo: Tabebuia chrysantha (Jacq.) G. Nicholson (Bernal et al., 2015)

Nombre común: guayacán, guayacán amarillo, floramarillo

Árboles de hasta 35 m, DAP hasta 60 cm, caducifolios, ramas escasas de porte


grueso, copa irregular y redondeada, fuste recto. Hojas opuestas, digitadamente
compuestas con 5 lóbulos, oblongo-ovadas, 5-25 x 8-20 cm, márgenes enteras,
ápice acuminado, base obtusa, densamente cubierto por pelos estrellados, marrón
claro. Flores campanuladas, con inflorescencias terminales, panícula, 5-12 cm de
largo, amarillo claro, con líneas rojas en el interior de la corola. Fruto en cápsula
cilíndrica, angosta, 11-50 x 0.6-2 cm, dehiscentes longitudinalmente, retorcidas
con numerosas estrías a lo largo (Zamora et al., 2000); semillas aladas, aplanadas,
1.5-2 x 1 cm, gris, dispuestas transversalmente.

Distribución: originaria del Neotrópico, de México a Perú. En Colombia en Amazonas,


Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundina-
marca, Magdalena, Meta, Quindío y Santander, entre 5 y 2300 m (Bernal et al., 2015).

Categoría de amenaza: en preocupación menor (LC), debido a que se encuentra


en muchas localidades, en hábitat aún extensos y en estado de conservación bueno
o aceptable (Hassler, 2018).

Periodos de floración: el desarrollo de botones florales se registró en diciembre


(inicios de la época seca) con valores entre 26-50%, y a la vez, la floración presen-
tada hasta enero (época seca), con producción entre 51-75%. La floración de esta
especie es explosiva y no supera los tres meses (Clark, 2009).

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 337


Periodos de fructificación: se observó un corto periodo de formación de frutos en
enero (1-25%) durante la época seca.

Periodos de formación y caída de follaje: los rebrotes foliares fueron observados


de noviembre a enero (25%), a finales de la época húmeda e inicio de la época seca
y entre marzo y mayo (1-25%), durante la época húmeda. Es una planta caducifo-
lia; la pérdida de follaje fue observada durante la época húmeda (marzo-abril) con
alta proporción (51-75%) e inicios de la época seca (noviembre-diciembre) con
proporciones de 26-50%; sin embargo, es una especie que constantemente pierde
y renueva follaje durante todo el año (1-25%) (Fig. 5).

Figura 5. Fitofenología registrada para Handroanthus chrysanthus (Jacq.) S.O.


Grose.

Datos de la especie y usos: maderable en el trópico (dura y pesada). Tienen la


ventaja de ser durable y resistente a las termitas y al agua salada, por ello se utiliza
en la construcción de muebles, carrocerías, pisos y para uso industrial. Es una exce-
lente especie melífera. Los periodos de floración y fructificación son asincrónicos,
por tal razón, se solapan las fenofases. La especie ha sido empleada en arbori-
cultura urbana, cercas vivas decorativas, para sombra y embellecimiento de fincas
(Borchert, 1983).

Potenciales visitantes y polinizadores: es polinizada por abejorros y visitadas


por abejas, avispas y colibríes. La floración es explosiva, ya que es común que todos
los árboles florezcan simultáneamente. En Costa Rica, la floración de la especie se
da en marzo y abril y la fructificación de mayo a junio, lo que evidencia un solapa-
miento de fases, como ocurre en el bosque de la estación Santa Rosa. Generalmen-
te, la floración de las especies de Handroanthus se da con un gran número de flores
y con reducción de hojas, lo que se asume, como una estrategia para la atracción de
visitantes florales (Barros, 2001).

338 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CECROPIACEAE

Cecropia obtusifolia Bertol.

Sinónimos: Cecropia alvarezii Cuatrec., Cecropia burriada Cuatrec., Cecropia da-


beibana Cuatrec., Cecropia obtusifolia subsp. burriada (Cuatrec.) C.C. Berg & Fran-
co, Cecropia radlkoferiana V.A. Richt. (Bernal et al., 2015)

Nombre común: Yarumo, Yarumo blanco, Guarumo


Árboles, 20-25 m, DAP hasta 50 cm, tallos huecos. Hojas peltadas, redondea-
das, simples, coriáceas y profundamente palmado-divididas; hojas, 8-12 lóbulos
oblongos a oblanceolados; verde oscuro en el haz y blanco-grisáceas en el envés,
con nerviación rojiza y prominente. Peciolos, 30-50 cm, tomentosos. Flores en
amentos, axilares sostenidas por una bráctea espatiforme caediza. Espigas mascu-
linas de 15-20 x 1 cm, amarillentas, en conjuntos de 11 a 14 espigas por inflorescen-
cia. Espigas femeninas de 12-21 cm, verde grisáceo en conjuntos de 3 a 5 (Fig. 6).
Frutos verde-amarillentos a marrón oscuros. Contiene de 2700-4700 aquenios
marrón oscuro; semillas 1-2.8 mm x 0.8 a 1.3 mm, cilíndricas, pardo brillante.

Figura 6. Inflorescencia de Cecropia obtusifolia.

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 339


Distribución: de México a Ecuador. En Colombia en con las flores en antesis (26-50%). Estas fenofases
los departamentos de Antioquia, Cauca, Chocó, Cór- presentaron mayor desarrollo entre agosto y sep-
doba, Nariño, Risaralda y Santander, entre 0 y 1900 tiembre, durante la época seca.
m (Bernal et al., 2015).
Periodos de fructificación: la formación de frutos
Categoría de amenaza: en preocupación menor es continua durante el año (26-50%); sin embargo,
(LC), debido a que se encuentra en varias localida- el desarrollo de frutos inmaduros es mayor entre di-
des, en hábitat aún extensos y en estado de conser- ciembre y marzo (época seca), mientras el desarrollo
vación bueno o aceptable (Mitré, 1998). a frutos maduros es mayor entre marzo y abril, así
como en septiembre (época de lluvia).
Periodos de floración: especie con individuos fe-
meninos y masculinos (dióicas); la producción de Periodo de formación y caída de follaje: perennes,
botones florales y flores en antesis es continua en con continua formación de rebrotes (26-50%, entre
el año a pesar de que los primordios florales se de- julio y noviembre, en la época de lluvia) y baja pérdi-
sarrollaron en mayor cantidad (51-75%), comparado da de follaje (1-25%) (Fig. 7).

Figura 7. Fitofenología registrada para Cecropia peltata.

Datos de la especie y usos: son árboles que se reproducen por semillas y esquejes.
Es una planta de crecimiento rápido, sobre suelos bien drenados, requiere de climas
con alta humedad ambiental y riegos en verano. La presencia de tallos huecos sirve
como hospedaje para insectos (hormigas). El látex parece ser algo tóxico y en sus
ambientes nativos forman interacciones mutualistas con hormigas (mirmecofilia).

Potenciales visitantes y polinizadores: es un árbol pionero, muy abundante en


lugares abiertos y bosques jóvenes de vegetación secundaria. Este árbol alcanza
25 m de altura. Su dispersión es por viento, aves y mamíferos (Eisenmann, 1961;
Olson y Blum, 1968; Fleming y Heithaus, 1981); la producción continua de infru-
tescencias carnosas con cientos de semillas rojas y pequeñas son aporte al banco
de semillas germinables en bosques húmedos tropicales (Holthuijzen y Boerboom,
1982).

340 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
GESNERIACEAE

Glossoloma schultzei (Mansf.) J.L. Clark

Sinónimo: Alloplectus schultzei Mansf. (Bernal et al., 2015)

Hierbas grandes o pequeños arbustos, 0,8-2 m; tallos erectos, cuadrangulares,


lanosos. Hojas simples, opuestas, margen dentado, base cordada y peciolos lar-
gos, 8-10 cm de longitud y láminas foliares de 15 x 10 cm, oblongas, a obovadas,
cubiertas con cilios glandulares de 0,5 cm, margen dentado. Flores caulinares, dis-
puestas en inflorescencias axilares con brácteas presentes en los entrenudos de las
hojas, de 3-5 flores por nudo, peciolo de 4-6 cm de longitud, cáliz rojizo con to-
nalidades amarillas. Corola tubular rojiza con indumento hialino, gibosa en la parte
inferior, las flores presentan cilios hialinos. Frutos en cápsulas carnosas, globosa a
ovoide cuando inmaduro y loculicidamente dehiscente y bivalvadas, de color verde
a blanco crema cuando maduras, semillas numerosas de color marrón (Fig. 8).

A B

A
Figura 8. Glossoma schultzei Mansf. A. Hábito; B. Detalle de flores en botón y preantesis.

Distribución: nativa de sur América (Colombia y en preantesis y en antesis, estos se desarrollan si-
Ecuador). En Colombia se encuentra en Antioquia, multáneamente; no obstante, los primordios flo-
Boyacá, Caldas, Caquetá, Cauca, Chocó, Cundina- rales son abundantes de marzo a junio (50%), con
marca, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, máximos en julio y agosto (75%), entre septiembre
Putumayo, Quindío, Risaralda, Santander, Tolima y y diciembre (50%). El desarrollo de flores en antesis
Valle, entre 0-2650 m (Bernal et al., 2015). es inferior a los primordios (25%); sin embargo, es
constante y sincrónica durante el año; este resulta-
Categoría de amenaza: no evaluada (NE) (Orrell, do determina que no todos los primordios llegan a
2018). estadios flores avanzados, posiblemente por ahorro
energético de la especie o por deterioro de la flor,
Periodos de floración: el periodo reproductivo es principalmente en la época de lluvias. Esta especie
prolongado en el año. Para la especie se identifica- es visitada por insectos y colibríes, los cuales actúan
ron los estadios reproductivos de botón floral, flor como robadores y potenciales polinizadores (Fig. 9).

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 341


Periodos de fructificación: los frutos inmaduros se observaron posteriormente a
la antesis, su desarrollo es continuo en el año, aunque en bajas cantidades (25%),
con un máximo en noviembre (50%). Por su parte, los frutos maduros se desarro-
llan de mayo a octubre, siendo poco persistentes, ya que no superan los tres días.

Periodo de formación y caída de follaje: planta siempre verde, no evidencia


cambios abruptos de pérdida de follaje y tampoco de brotes foliares. Estas dos
fenofases son constantes en el año (25%).

Figura 9. Fitofenología registrada para Glossoloma schultzei.

Datos de la especie y usos: suculentas que crecen en sotobosque, en bosques


muy húmedos y conservados, se las considera como indicadoras de calidad de há-
bitat (Clark y Skog, 2011); también encontradas en bordes de caminos y sustratos
rocosos, lo que coincide con los individuos encontrados en el bosque contiguo a la
estación Santa Rosa.

Potenciales visitantes y polinizadores: las Gesneriaceas presentan diferentes


sistemas de polinización, lo que conlleva a una diversidad floral (Martén-Rodríguez
et al., 2009). Los potenciales polinizadores son colibríes, abejas, mariposas, mos-
cas y murciélagos (Wiehler, 1983). En el bosque cercano a la estación Santa Rosa,
se observó la visita de abejas, avispas y colibríes.

342 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MELASTOMATACEAE

Blakea granatensis Naudin

Sinónimo: Blakea valenzuelae (L. Uribe., Bernal et al., 2015)

Nombre común: Chirivito


Arbustos escandentes de 4 m de altura. Tallos cuadrangulares, ramas juveniles,
brácteas florales, hipanto y envés foliar con diminutos tricomas de color marrón
dendríticos. Hojas simples, opuestas, obovadas, base cordada, ápice acuminado,
6-8 x 8-10 cm, rojizo, peciolo terete, 0.8-1.3 cm, haz lustrosa, verde; venación
suprabasal, con 5 nervios (incluye las venas marginales). Flores axilares, 5-6 cm,
brácteas libres subcoriáceas, adpresas al hipanto, persistentes; cáliz coriáceo, coro-
la actinomorfa, 6 pétalos carnosos, blancos, 12 estambres isomorfos, agrupados a
un lado de la flor, ovario ínfero, estilo erecto, amarillo-blanquecino, 1 cm de largo.
Fruto en baya urceolado, 5-7 mm; semillas numerosas, rojas a marrones (Fig. 10).

A B

Figura 10. Blakea granatensis; A. Hábito; B. Detalle de la flor en antesis.

Distribución: nativa de los Andes. En Colombia, en antesis son también continuas, con máximo entre
está en Antioquia, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, diciembre y enero (25-50%), estas fenofases son
Magdalena, Nariño y Santander, entre 1100 y 2500 sincrónicas (Fig. 11).
m (Bernal et al., 2015).
Periodos de fructificación: los frutos inmaduros
Categoría de amenaza: en peligro crítico (CR), se desarrollan en todo el año (25%) con un máximo
debido a que se considera está enfrentándose a un en marzo (50%); los frutos maduros se registraron
riesgo de extinción extremadamente alto en estado en bajos porcentajes, pero son continuos en el año
de vida silvestre (Calderón, 1998). (25%).

Periodos de floración: especie que presenta fe- Periodo de formación y caída de follaje: planta
nofases continuas en el año; los botones florales siempre verde; los brotes foliares son constantes,
se desarrollan en abundancia entre febrero-marzo, con máximos entre octubre y noviembre (50-75%).
junio-agosto y octubre-noviembre (50%); las flores Esta especie pierde poco follaje (25%) en el año.

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 343


Figura 11. Fitofenología registrada para Blakea granatensis.

Datos de la especie y usos: es considerada especie bandera y sombrilla (Almeda


et al., 2016).

Potenciales visitantes y polinizadores: los potenciales polinizadores son roedo-


res, colibríes y abejas; en el bosque contiguo a la estación Santa Rosa se observó
la presencia de abejas, abejorros, Curculionidos (grupo de escarabajos) y Dípteros
(moscas).

MELIACEAE

Cedrela odorata L.

Sinónimos: Cedrela angustifolia DC. (Bernal et al., 2015)

Nombre común: cedro, cedro cebollo, cedro rosado


Árboles, 18-35 m, DAP 1.7 m. Tallos duros, rectos y robustos. Hojas alternas,
compuestas, paripinnadas (imparipinnadas estado juvenil), 6-15 pares de folio-
los, subopuestos u opuestos, lanceolados u oblongos, 4.5-14 x 2-4.4 cm, glabros,
base asimétrica, ápice acuminado. Inflorescencias en tirsos terminales. Flores bi-
sexuales, con un sexo viable y el otro rudimentario; actinomorfas, pentámeras, de
6-9 mm de largo, pétalos verde-blanquecinos; cáliz en forma de copa, dentados,
pétalos libres, imbricados, estambres 5, libres parcialmente formando un andro-
ginóforo, anteras dorsifijas que se abren longitudinalmente, ovario con 5 lóculos,
pubescente, estilo corto y estigma discoidal. Frutos cápsula septifraga, oblongos
elipsoides, a obovadas, péndulos, marrones, 5 valvas leñosas; semillas aladas (Mo-
rales-P., 1997, 2016; Davidse et al., 1994).

344 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Distribución: desde México hasta el norte de Ar- en que emergen nuevas hojas (de septiembre a oc-
gentina. En Colombia, se encuentra en Amazonas, tubre) (Fig. 12).
Antioquia, Bolívar, Caldas, Caquetá, Chocó, Cundi-
namarca, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Quindío, Periodos de fructificación: la formación de frutos in-
Risaralda, San Andrés, Providencia y Santa Catalina, maduros se observó de octubre a marzo, con picos de
Santander, Tolima y Valle, entre 10 y 2700 m (Bernal mayor desarrollo entre noviembre y febrero (50%); los
et al., 2015). frutos maduros se desarrollaron entre marzo y agosto,
con máximos en abril, mayo y julio (50%), simultáneo
Categoría de amenaza: vulnerable (VU) debido a a los periodos de máxima precipitación. El desarrollo
que enfrenta un riesgo de extinción o deterioro po- de frutos toma de 9 meses hasta dos años y maduran
blacional a mediano plazo (Mark & Rivers, 2017). durante la época seca, como una cápsula maderosa que
abre en valvas para la liberación de semillas aladas dis-
Periodos de floración: los primordios florales se persadas por el viento (Cavers et al., 2013).
registraron de junio a noviembre, con máxima for-
mación en agosto, septiembre y noviembre (50%). Periodos de formación y caída de follaje: esta
El desarrollo de las flores en antesis es mayor en especie es caducifolia, la pérdida de brotes foliares
agosto y noviembre (50%), estos valores están y hojas está asociada a la maduración de los frutos
acordes con los periodos de máxima precipitación, (entre marzo y mayo con 50% de formación); los
asociados a formación de flores y frutos. La flora- brotes foliares son también constantes en el año, con
ción inicia con la temporada de lluvias, momento máximos entre mayo y julio (50-75%).

Figura 12. Fitofenología registrada para Cedrela odorata.

Datos de la especie y usos: se encuentra en bos- incorporados en sistemas agroforestales. La madera


ques de América tropical. Requiere de luz para su es altamente usada en construcción (Cintron, 1990).
crecimiento y no tolera zonas inundadas. Los árboles
crecen mejor en regiones con suelos muy fértiles bien Potenciales visitantes y polinizadores: la poli-
drenados y aireados, condiciones requeridas para for- nización es dada por pequeños insectos y polillas
talecer el sistema radicular. Con alto potencial para ser (Ward et al., 2005).

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 345


MELIACEAE

Guarea pterorhachis Harms et al., 2015).

Nombre común: Cedrillo, cedro macho Categoría de amenaza: no evaluada (NE) (Hassler,
Árboles de hasta de 20 m de alto, corteza marrón. 2018).
Tallos lenticelados. Hojas hasta 50 cm de largo,
con 2-6 pares de folíolos, con raquis alado; folíolos Periodos de floración: los registros de primordios
oblongos a angostamente elípticos, 12-25 x 3.5-8 y flores en antesis no superan el 25% de formación,
cm, ápices atenuados, base aguda a redondeada, estos se presentan en diciembre y enero. Según Mo-
glabros; nervios secundarios 8-12 pares; peciólulo rales (1997), la floración es común entre septiembre
1-2 mm de largo. Inflorescencias axilares, panículas y abril.
anchas, 15-50 cm de largo; cáliz pateliforme, 0.5-
1.5 mm de largo, 4-lobado; pétalos imbricados, lan- Periodos de fructificación: los estadios de pro-
ceolados, 4.5 x 1-1.5 mm, ápice redondeado a agudo, ducción de semillas se registraron de junio a agosto
crema; tubo estaminal 3-4.5 x 1-2 mm, margen on- y de noviembre a febrero (25%), con máximos en
dulado o levemente dentado, glabro, anteras 8, 0.5- noviembre (50%). Aunque, Morales (1997), registra
0.8 mm; nectario estipitado; ovario glabro. Fruto en la fructificación de febrero a abril y de junio a no-
cápsula loculicida, elipsoide, 1.5-2 cm, lisa, glabra, viembre (Fig. 13), es una especie que presenta estos
marrón-rojiza, 2-valvada; valvas con 1-2 semillas; episodios de acuerdo con las condiciones ambienta-
semillas 1.5-1.7 cm, sarcotesta delgada y anaranjada les de la zona.
(Morales-P., 1997, 2016; Davidse et al., 1994).
Periodos de formación y caída de follaje: planta
Distribución: desde México hasta Brasil. En Co- siempre verde. Esta especie no presenta variación en
lombia en Amazonas, Antioquia, Bolívar, Caquetá, la producción de hojas; se encuentran en constante
Chocó, Cundinamarca, La Guajira, Magdalena, Na- renovación de sus hojas, aunque la formación y pér-
riño, Quindío, Santander y Valle, 0-1380 m (Bernal dida registrada es mínima (25%).

Figura 13. Fitofenología registrada para Guarea pterorhachis.

346 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Datos de la especie y usos: entre bosques bajos y subandinos, en zonas como
márgenes de ríos, quebradas y en bordes de caminos. Utilizada para la elaboración
de escobas (Morales, 1997).

Potenciales visitantes y polinizadores: los trips (insectos del orden Thysanop-


tera), han sido registrados como polinizadores potenciales en flores de Meliaceae.
Dichos insectos se mueven en el interior y exterior del tubo de estambres donde
se genera gran cantidad de polen. De esta manera, se efectúa el contacto entre el
insecto, las anteras y el estigma, facilitando la polinización (Patiño, 1997). Así mis-
mo, Styles & Khoslan (1976) indican que las flores muestran características estruc-
turales que apuntan a la entomofilia, y además infieren que las abejas y mariposas
nocturnas podrían ser uno de los principales transportadores de polen.

MORACEAE

Brosimum utile (Kunth) Oken


Sinónimos: Alicastrum utile (Kunth) Kuntse, Brosimum ovatifolium Ducke, Galac-
todendrum utile Kunth, Piratinera utilis (Kunth) Baill. (Bernal et al., 2015).

Nombre común: Vaco, sande, lechero

Árboles de hasta 35 m, DAP 1.5 m, con raíces tablares. Tronco recto y cilíndrico,
con látex blanco, abundante y pegajoso. Hojas simples, alternas, coriáceas, con
estípulas, base simétrica. Inflorescencias solitarias o pareadas, unisexuales o bi-
sexuales. Flores subsésiles o pedunculadas, discoidales o globosas a capitadas,
flores bisexuales en capítulos blancos, brácteas peltadas, flores estaminadas, 2-4
sépalos, cuando presentes, a veces, connados en la base, de 1-4 estambres. Flores
pistiladas, hundidas en el receptáculo, 2 estigmas, filiformes. Frutos en drupa; una
semilla envueltas en un arilo.

Distribución: de Costa Rica hasta Brasil. En Colombia en Amazonas, Antioquia,


Bolívar, Boyacá, Caquetá, Cauca, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Guaviare, Meta,
Nariño, Putumayo, Quindío, Santander y Valle, entre 0 y 2400 m (Bernal et al.,
2015; Castaño et al., 2007; Berg, 2016).

Categoría de amenaza: no evaluada (NE) (Hassler, 2018)

Periodos de floración: la presencia de primordios florales se restringe a los meses


de junio a agosto, con un máximo en julio (50%); entre febrero y abril se dio el
periodo máximo de floración (50%), con otro periodo, en menor proporción entre
julio y noviembre (25%) (Fig. 14).

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 347


Periodos de fructificación: los frutos inmaduros se registran durante casi todo el
año, excepto de mayo a julio, y con máximos en marzo y agosto (50%). Igualmente,
los frutos maduros se registraron casi todo el año, a excepción junio a agosto, ya
que, en su lugar, los máximos se dieron posterior al máximo registro de los primor-
dios, durante diciembre y abril (50%), resultado que determina la sincronía en el
desarrollo de semillas y la disponibilidad de estas.

Periodos de formación y caída de follaje: planta siempre verde, ya que se en-


cuentra en constante renovación de sus hojas, principalmente de julio a noviembre
(75%). La caída de su follaje se registró constante en el año, con un registro máxi-
mo en agosto (50%).

Figura 14. Fitofenología registrada para Brosimum utile.

Datos de la especie y usos: las plantas pueden ser monóicas o dióicas. El látex
de esta planta ha sido usado como fibra para impermeabilizar botes y canoas. Los
frutos son consumidos por comunidades amazónicas. La madera es usada para
ebanistería y herramientas (Vásquez & Ramírez, 2005).

Potenciales visitantes y polinizadores: la polinización es por el viento y por abe-


jas (Roubik, 1995). Las semillas son consumidas y dispersadas por aves.

348 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MYRISTICACEAE

Otoba novogranatensis Moldenke Putumayo, Risaralda y Valle, entre 0 y 2150 m (Ber-


nal et al., 2015).
Nombre común: Otoba
Categoría de amenaza: no evaluada (NE) (Hassler,
Sinónimos: Dialyanthera otoba (Bonpl.) Warb, 2018).
Myristica otoba Bonpl. (Bernal et al., 2015)
Periodos de floración: los periodos de floración y
Árboles, 15-30 m. Tronco cilíndrico, corteza externa fructificación se presentan en los meses de octubre
levemente escamosa; ramas pardo a ferrugíneas con a enero, con baja producción de estructuras repro-
pelos en forma de T o malpiguiales. Hojas simples, ductivas (25%). Otros periodos de floración son
alternas, oblongo-obovadas, 9-20 x 4-11 cm, pe- diciembre a febrero y de mayo a octubre (Fig. 15).
ciolo 1-1.5 cm de largo, acanalado, ápice redondeado
o algo cuspidado, base abruptamente cuneada, glau- Periodos de fructificación: el desarrollo de frutos
cas o con pelos en forma de T en el envés; margen inmaduros se registró de mayo a enero en baja pro-
entero. Inflorescencias racemosas, subespigadas o porción (25% por individuo), mientras que entre junio
en fascículos. Flores con tépalos de 3-4 mm, an- a julio y noviembre y diciembre se encontraron frutos
teras 2-6 libres, ovario 1 carpelar. Frutos en drupa, maduros (25%). Los frutos ocurren de diciembre a
globoso-elipsoide, apiculado, 2.5 -3 x 1.8-2.3 cm, febrero, pero pueden ser encontrados en otros meses.
carnosos, dehiscentes, 2 valvas, glabro, verde cuan-
do maduro; semillas cubiertas por un arilo delgado y Periodos de formación y caída de follaje: especie
lacinado (Flórula digital, 2014). siempre verde. La pérdida de follaje no fue represen-
tativa (Fig. 16), pues se mantuvo constante en el año
Distribución: desde Centro América hasta Ecuador. (25%); sin embargo, la formación de brotes foliares
En Colombia en Amazonas, Antioquia, Bolívar, Ca- es constante y en mayor proporción (50%), con un
quetá, Chocó, Huila, Nariño, Norte de Santander, máximo en octubre (75%).

Figura 15. Fitofenología registrada para Otoba novogranatensis.

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 349


Datos de la especie y usos: predomina en bosques por flores masculinas. Se ha observado que las flores
muy húmedos tropicales (Gentry, 1979, 1993). femeninas presentan formas similares a las flores
masculinas (automimetismo), de esta manera, en-
Potenciales visitantes y polinizadores: la polini- gañan a los escarabajos para incluir en sus visitas
zación se realiza por pequeños escarabajos (Cantho- flores femeninas, así puedan ser consumidas, y a la
rophyly). El polen es uno de los recursos ofrecidos vez, polinizadas (Amstrong, 1997).

RUBIACEAE

Cinchona pubescens Vahl

Nombre común: quina, quina roja, quina amarilla o cascarilla

Sinónimos: Cinchona cordifolia Mutis, Cinchona cordifolia var. vera Wedd., Cin-
chona goudotiana Triana, Cinchona pubescens var. cordata DC., Cinchona rosulenta
Wedd., Cinchona rugosa DC. (Bernal et al., 2015)

Arbustos o árboles de rápido crecimiento, 4-10 m hasta 30 m, con ramas glabras o


pubescentes. Hojas opuestas, grandes, elípticas-ovadas a oblongas, 22-40 (-50)
x 10-30 (-40) cm, haz verde claro, pubescentes a villosas o glabras, membranosas,
cuando maduras son rojizas o anaranjadas y caducas, margen entera, ápice redon-
deado, base ancha a cuneiforme, peciolos de 1.5-4.5 cm, estípulas ovadas, cadu-
cas; venación marcada, 9-11 pares (Fig. 16). Inflorescencia en grandes panículas
rosadas y aromáticas. Flores numerosas, cáliz densamente pubescente, estambres
inmersos en el tubo de la corola, rosa pálidos (1-1-3 cm.), presenta vellosidad den-
tro de la corola y comprende 5 lóbulos de extensión, 4-5 mm (Fig. 17). Frutos en
cápsulas ovoides-fusiformes a oblongos, 2-3 cm de largo, dehiscente desde la base
hasta el ápice; semillas con un ala ciliada ancha, 7-10 x 2-3 mm, alcanza la mitad
de la longitud del tubo de la corola (Andersson, 1998).

Figura 16. Hojas de Cinchona pubescens.

350 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 17. Hábito de Cinchona pubescens detalle de hojas y ramas, así como de la inflorescencia.

Distribución: desde Centro América hasta Bolivia. En Colombia desde Antioquia,


Boyacá, Caldas, Caquetá, Cauca, Cesar, Chocó, Cundinamarca, Huila, Magdalena,
Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Santander, Tolima y Valle,
entre 600 y 3300 m (Delprete & Cortés-B., 2015).

Categoría de amenaza: no evaluada (NE) (Govaerts, 2018).

Periodos de floración: el patrón de la fenofase es continua en el año; los primor-


dios florales se forman constantemente; sin embargo, los máximos de desarrollo
fueron registrados para diciembre y enero (50%); en este mismo periodo y hasta
marzo, se producen flores en antesis con máximos en diciembre (50-75%).

Periodos de fructificación: es similar a la floración; no obstante, los frutos inma-


duros presentan periodos máximos de desarrollo entre febrero y mayo (50-75%);
los frutos maduros alcanzan el máximo de desarrollo en abril y junio (50%).

Periodo de formación y caída de follaje: aunque no presenta cambios abruptos


de follaje es constante el recambio, se registró renuevo foliar y caída durante todo
el año. En el primer caso, los máximos de renuevo se dan entre junio y noviembre,
y el segundo, en marzo (Fig. 18).

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 351


Figura 18. Fitofenología registrada para Cinchona pubescens.

Datos de la especie: cultivadas en sur América. Son usadas como medicamento


para la malaria y arritmias cardiacas.

Potenciales visitantes y polinizadores: según Rentería (2002), las plantas de C.


pubescens presentan dispersión anemócora. Las flores presentan formas tubulares
con aromas agradables, por lo que se infiere que los potenciales polinizadores son
insectos (moscas, abejas y mariposas).

MELASTOMATACEAE

Triolena hirsuta (Benth.) Triana


Hierba de 10-40 cm Tallos delgados, a menudo rastreras, con pelos rosados a
rojizos oscuros o verde claros. Hojas opuestas, elípticas, 7-16 x 4-10 cm, ápice
acuminado, base redondeada a ligeramente lobada, pelos en la haz y envés; 5-7
venas secundarias. Inflorescencia alargada, 4-14 cm de largo, enrollamiento en el
ápice, 8-12 flores sésiles. Flores pequeñas, pentámeras, rosadas a blanquecinas,
0.7 x 0.4 cm, pétalos 0.5-0.7 x 0.4 cm, 10 estambres. Frutos en cápsulas secas,
dehiscentes, rojizos, 0.4 x 0.8 cm, fuertemente angulado en 3 puntas y con una
abertura central.

Distribución: desde Centro América hasta Ecuador. En Colombia en Antioquia,


Bolívar, Cauca, Chocó, Nariño, Risaralda y Santander, entre 0 y 850 m (Bernal et
al., 2015). Siendo este una ampliación al registro altitudinal.

Categoría de amenaza: no evaluada (NE) (Hassler, 2018).

352 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Periodos de floración: se registran dos periodos, el primero entre enero y febrero,
en la época de precipitaciones bajas; y el segundo de julio a noviembre, al finalizar
las lluvias. Tanto primordios como antesis son sincrónicas en el año y la producción
no es abundante (25%).

Periodos de fructificación: los frutos inmaduros se registran en dos periodos del


año, el primero de marzo a mayo (25-50%) y el segundo de julio y noviembre, con
máximos entre septiembre y octubre (50%). Los frutos maduros son constantes
de abril a diciembre, aunque el desarrollo puede variar (25-50%); los valores de
mayor fructificación para las dos fenofases están relacionadas con los picos de ma-
yor precipitación.

Periodo de formación y caída de follaje: planta siempre verde. Los brotes foliares
y la caída de follaje son constantes en el año, aunque con valores bajos (25%), solo
en el mes de junio se registró mayor desarrollo de brotes (50%) (Fig. 19).

Figura 19. Fitofenología registrada para Triolena hirsuta.

Datos de la especie: crecen en el sotobosque de los bosques húmedos, a menudo


prosperan cerca de cuerpos de agua (Gargiullo et al., 2008). En ambientes oscuros,
las hojas presentan tonalidades más oscuras a rojizas y en lugares abiertos, con alta
recepción de luz, las hojas se tornan de color verde claro.

Potenciales visitantes y polinizadores: es una especie que posiblemente puede


ser visitada por moscas y otros insectos pequeños. No existen estudios que men-
cionan su polinización, por lo tanto, sigue constituyendo un reto para el conoci-
miento de la especie.

FITOFENOLOGÍA Y ESTRATEGIAS REPRODUCTIVAS | 353


BIBLIOGRAFÍA
Almeda, F., Mendoza-Cifuentes, H., Penneys, D. S., Michelangeli, F. A. & Alvear,
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358 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 3.
RELACIONES ECOLÓGICAS

CAPÍTULO VIII
DISPONIBILIDAD
DE ALIMENTO

Wilderson Medina1, 3, Naisla Tatiana Manrique-Valderrama1, 2,


Javier Andrés Muñoz Avila1,2, Jorge Enrique Gil-Novoa1,2 y Pablo Andrés Gil-Leguizamón1.
1
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Escuela de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Maestría en Ciencias Biológicas, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
3
Nicholas School of the Environment, Duke University.
INTRODUCCIÓN
La forma más usual de evaluar la composición y estructura de las comunidades
biológicas es a través de la riqueza, abundancia y recambio de especies (Magurran,
1988; Morin, 2011). Un indicador de uso de recursos por parte de las especies,
derivado del análisis de su diversidad en un área determinada, es la estructuración
mediante gremios tróficos (Simberloff y Dayan, 1991; Dalerum et al., 2009).

Los gremios son unidades ecológicas naturales o unidades funcionales, conforma-


das por grupos de especies o individuos que requieren recursos (agua, luz, nutrien-
tes, entre otros) o realizan funciones (preferencia alimenticia) de manera similar
(Guariguata y Kattan, 2002). El estudio de gremios a través de la preferencia ali-
menticia, proporciona información de cómo las especies animales aprovechan los
recursos alimenticios en el tiempo (Van Valkenburgh, 1988).

Debido a características ecológicas, morfológicas y de conducta, los mamíferos y


las aves pueden ser evaluados en gremios con requerimientos alimenticios simila-
res; en estos grupos es posible encontrar dietas especializadas como, carnívoros,
insectívoros, frugívoros/folívoros, piscívoros y omnívoros (Gittleman et al., 2001),
que responden a adaptaciones morfológicas y fisiológicas en la historia evolutiva
(Howe, 1984), así como de la disponibilidad de alimento en su hábitat.

El presente capítulo expone el estudio de la disponibilidad de alimentos a través de


la identificación de gremios tróficos, aspectos ecológicos derivados, y preliminares
de propuestas para el monitoreo de especies clave en el conocimiento y conserva-
ción del bosque subandino en el área de estudio.

360 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
MÉTODOS
Disponibilidad de alimento

Gremios tróficos: para determinar la relación de las aves y los mamíferos registra-
dos con los tipos de alimento disponibles, se clasificaron las especies de acuerdo
al recurso alimenticio que comparten (gremios tróficos). Para aves, se siguió la
clasificación propuesta por Stiles y Roselli (1998), mientras que para mamíferos se
siguió a Tirira (2007).

Análisis de dieta: para identificar las especies vegetales asociadas a la dieta de


aves y mamíferos, se obtuvieron fecas de algunos individuos capturados en redes
de niebla, los cuales fueron mantenidos en bolsas de tela por un periodo de 1 a 12
horas. El principal elemento encontrado fueron semillas, las cuales se secaron al
ambiente. Algunas semillas fueron identificadas mediante guías de semillas espe-
cializadas y cuando no fue posible, se procedió a su siembra para posterior identifi-
cación como planta germinada. La siembra de las semillas se hizo bajo condiciones
de invernadero simulando el ambiente natural. El substrato estaba compuesto por
turba, la cual contenía una mezcla de tierra negra, fibra de coco y vermiculita en
proporciones 2:1:1. El creciemiento de las plántulas se monitoreó durante seis se-
manas, al cabo de las cuales se procedio a su identificación. El análisis de dietas se
limitó a la identificación de alimentos incluidos en la dieta de algunas especies, más
que al análisis estadístico, debido a limitaciones en tiempo y de datos.

Monitoreo de visitas de aves y mamíferos: la frecuencia de visitas de aves y


mamíferos a diferentes especies de plantas, se registró en formatos que clasifica-
ban la información por tipo de visitante, hora de llegada, duración de la visita, y
comportamiento del visitante.

DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO | 361


Se implementó un diseño de monitoreo (captura-recaptura) para Heteromys aus-
tralis (ratón bolsero austral) (Sánchez-Cordero y Fleming, 1993), debido a su po-
tencial en la dispersión de semillas. Esta propuesta consistió en el establecimiento
de tres cuadrículas de 100 x 50 m cada una, constituidas por 15 estaciones de
trampeo, distanciadas 25 m entre sí, y con dos trampas Sherman por estación,
una a nivel del suelo y la segunda a una altura mayor de 50 cm del suelo, para un
total de 30 trampas por cuadrícula. Este diseño permitiría tanto la identificación de
dietas como las dinámicas de dispersión de semillas. A cada individuo capturado
se le registraron medidas morfológicas, se fotografió y se revisó el contenido de las
bolsas en las mejillas. Cada animal fue marcado con aretes metálicos codificados y
se liberó para su posterior recaptura.

RESULTADOS
Disponibilidad de alimento

Gremios tróficos
Para aves se identificaron ocho gremios tróficos, de los cuales tres agrupan el
84% de especies: los insectívoros (sensu stricto), representados por 65 especies
en 10 familias, los frugívoro-insectívoros constituidos por 55 especies en 11 fa-
milias, y los frugívoros (sensu stricto) con 51 especies en 17 familias (Figs. 1 y 2).

La distribución de gremios en aves y mamíferos parece responder a una alta dispo-


nibilidad de insectos y frutos, los cuales son producto de las condiciones ambien-
tales (altos valores de humedad y temperatura), y la estructuración de la vegetación
en el área de estudio. En particular, el interior de los fragmentos de bosque des-
empeña un papel importante en esta oferta, ya que es fuente principal de recursos
alimenticios para organismos especializados. En contraste, organismos generalis-
tas en cuanto a su dieta, tales como los frugívoro-insectívoros, tienden a aumentar
en ambientes abiertos, ya sea para evitar la competencia o cuyos requerimientos
de hábitat no son tan exigentes como los de los especialistas (Orinas, 1969; Ra-
mírez-Albores, 2006).

Los resultados resaltan la importancia de aves y mamíferos como controladores


de poblaciones de insectos y en la estructuración de los ecosistemas al colaborar
en la dispersión de frutos y semillas (Guaruguata y Kattan, 2002; Solari et al.,
2002). En efecto, varios estudios reconocen la alta representación de especies in-
sectívoras y frugívoras en los bosques neotropicales, y argumentan que su papel
es fundamental en la recuperación de áreas degradadas (Stotz et al., 1996;
Ocampo-Peñuela, 2010).

362 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A

Figura 1. Especies de aves representantes de los principales gremios tróficos encontrados en el área de influen-
cia de la estación Santa Rosa, Bolívar, Santander. A. Arremon brunneinucha (Emberizidae): frugívora; B. Catharus
ustulatus (Turdidae): insectívora-frugívora; C. Henicorhina leucoprhys (Troglodytidae): insectívora.

DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO | 363


Figura 2. Gremios tróficos de las aves registradas en el predio de la Estación Santa Rosa, Bolívar-Santander.
Categorías tróficas modificadas de la clasificación de Stiles y Rosselli (1998). I: Insectívoro; F-I: Frugívo-
ro-Insectívoro; F: Frugívoro; N-I: Nectarívoro-Insectívoro; CAV: Carnívoro; S-I: Semillívoro (Granívoro)-In-
sectívoro; S: Semillívoro (Granívoros); CAR: Carroñero.

Otros grupos de aves de importancia para los ecosistemas del área de estudio son los
nectarívoros, representados principalmente por la familia Trochilidae (colibríes) y que co-
laboran en la polinización de una gran variedad de plantas como heliconias, campanulá-
ceas, entre otras. Por otro lado, los carnívoros representados por aves rapaces mantienen
el control de poblaciones de pequeños y medianos vertebrados (Lima y Bednekoff, 1999).
Por último, con menor representación, pero no menos importantes, se encuentran los
grupos de los granívoros (semillívoros) y los carroñeros, los cuales en su mayoría están
asociados a áreas abiertas; los primeros colaboran en los procesos iniciales de recupera-
ción de ecosistemas, mientras que los segundos aceleran el reciclaje del material orgánico
proveniente de medianos y grandes vertebrados (Stotz et al., 1996).

El gremio de mamíferos frugívoros, está compuesto en su mayoría por roedores y murcié-


lagos, mientras que los omnívoros están representados por los guaches del orden carní-
voro y algunos marsupiales (Fig. 3); siendo estos, los principales grupos que colaboran en
la estructuración del bosque y en el reciclaje de nutrientes (Brewer, 2001; Gardner, 2007;
Patton et al., 2015). La comunidad de dispersores frugívoros, aves y mamíferos, son de
gran importancia para la recuperación de la estructura y complejidad de áreas degradadas
como pastizales o potreros abandonados (Escribano-Ávila et al., 2015), siempre y cuan-
do haya áreas naturales que aporten los recursos biólogicos y genéticos necesarios para
tal recuperación. Por lo anterior, la consideración de aves y mamíferos como agentes de
mediación en el reestablecimiento de comunidades vegetales, es de suma importancia
para la ampliación y conservación de áreas que ofrecen importantes recursos para el sos-
tenimiento humano.
364 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Figura 3. Gremios tróficos de las especies de mamíferos registrados en la estación Santa Rosa, Bolívar,
Santander. F: Frugívoro; O: Omnívoro; I: Insectívoro; CAV: Carnívoro; H: Hematófago; N: Nectarívoro. Las
categorías tróficas están basadas en la información de historia natural mencionada por Tirira (2007).

En este estudio se destaca la presencia del murciélago hematófago Desmodus ro-


tundus, también conocido como “murciélago vampiro”, el cual, de acuerdo a la
información proporcionada por los pobladores locales, afecta la salud del ganado.
Este murciélago fue hallado en el borde de bosque y es considerado un vector que
transmite la rabia, por lo tanto, los pobladores deben considerar su control (Fig. 4);
sin embargo, ya que esta es la única especie de murciélago transmisor de la rabia en
el área de estudio, debe procurarse la asesoría de expertos en su control, de manera
que no afecte al restante 99% de especies de murciélagos útiles en el control de
insectos y el sostenimiento de los bosques.

Figura 4. Murciélago
vampiro (Desmodus ro-
tundus). A causa de esta
especie, los murciélagos
en general son conside-
rados animales dañinos
y poco apreciados por
los habitantes locales.

DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO | 365


Análisis de dietas de aves y mamíferos: de siete especies de aves y una especie de
murciélago, todos capturados en redes de niebla, se obtuvieron 32 muestras de heces
fecales. En estas muestras se lograron identificar 27 morfotipos de semillas. Las semillas
variaron en forma, textura, tamaño y color (Fig. 5 A-B). Un análisis de correlación del
tamaño de semillas (las cuales abarcaron un rango de 0.00003 a 7.8 mm) con el ta-
maño de los picos de aves (pequeños, medianos, y grandes), muestra una relación debil
(r=-0.35) en la que la inclusión de semillas en la dieta no necesariamente depende del
tamaño de semilla. Otros factores como el aporte energético o la disponibilidad del recur-
so pueden explicar mejor la preferencia por ciertos alimentos. En general, los resultados
muestran que aves con picos medianos explotan un mayor rango de tamaños de semillas
en comparación con aquellas de picos pequeños o grandes, las cuales son más específicas
a determinados tamaños de semillas. Esta variación en las preferencias de semillas con
respecto a su tamaños es importante para la explotación de una amplia gama de recursos
y su potencial diseminación (Guariguata y Kattan, 2002). Adicionalmente, organismos
de mayor tamaño corporal, al abarcar una mayor área geográfica (Nathan et al., 2008),
aumentan las probabilidades de dispersar semillas en áreas degradadas, mientras que
aves de tamaño mediano y pequeño ayudan en el mantenimiento de las funciones locales
de los ecosistemas (Santos et al., 1999; Escribano-Ávila et al., 2015).

Para llevar a cabo la identificación de las especies vegetales se procedió a realizar una
siembra de las semillas recolectadas; así, una vez se obtuvo el crecimiento de las plán-
tulas con caracteres morfológicos distintivos, se logró acertar a una identificación fiable
para encontrar una relación directa con las especies de plantas. De los 27 morfotipos de
semillas recolectadas de las fecas de aves y mamíferos, se lograron identificar 5 familias
de plantas obtenidas de cuatro especies de aves y una de murciélago: Primulaceae (obte-
nida de Myionectes olivaceus), Melastomataceae (obtenida de Oporornis agilis y Tangara
arthus), Asteraceae (obtenida de Catharus ustulatus), Rubiaceae (obtenida de Catharus
ustulatus) y Clusiaceae (obtenida de Carollia sp. y Tangara arthus).

Estas familias corresponden a aquellas que presentaron mayor representatividad o mayor


riqueza de especies en el análisis de composición de flora del bosque contiguo a la esta-
ción Santa Rosa (Análisis Capítulo 2). Se destacan las familias Rubiaceae, Melastomata-
ceae, Asteraceae y Clusiaceae. Adicionalmente, especies como la Tangara dorada (Tangara
arthus) y murciélagos (Carollia sp), visitaron y consumieron frutos de Cecropiaceae, una
familia importante, no tanto por su riqueza de especies, sino por su oferta de recursos a
especies de dosel.

En la figura 5, se observa parte del proceso, así: A. Morfotipo 21, corresponde a semillas
de variados tamaños, características de la familia Melastomataceae, recolectadas de Opo-
rornis agilis (Reinita pechigris); B. Morfotipo 10, corresponde a semillas estriadas simila-
res a las encontradas en la familia Cecropiaceae, dispersadas por Tangara arthus (Tangara
dorada); C. Una vez sembradas las semillas, se les acondicionó en un invernadero (UPTC),
adaptando las características ambientales, lo más similar posible a las del área de estudio;
D. Plántula de la semilla identificada como el morfotipo 21 (Melastomataceae); E. Plán-
tula de la semilla identificada con el morfotipo 17, dispersada por Lepidothrix coronata
(Saltarín coronado); F. Plántula del morfotipo 10 (Cecropiaceae). Las imágenes de las
plántulas corresponden a la sexta semana de desarrollo. Las medidas y fotografías de las
semillas se tomaron mediante el Scanner WinSeedle Epson Perfection v700 photo y el
software WinSeedle ver 2013 (Regent Instruments, 2013).

366 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
A B

C D

E F

Figura 5. Siembra y monitoreo de semillas de especies vegetales dispersadas por aves y mamíferos voladores
en el bosque junto a la estación Santa Rosa, Bolívar, Santander. A. Semillas morfotipo 21 (Melastomataceae)
B. Cecropiaceae morfotipo 10; C. Proceso de siembra de semillas en invernadero (UPTC); D. Acercamiento
de la plántula morfotipo 21 (Melastomataceae); E. Acercamiento de la plántula morfotipo 17; F. Vista aérea
plántula del morfotipo 10 (Cecropiaceae).

Monitoreo de especies vegetales: el monitoreo permitió reconocer asociaciones


de 24 especies de aves y dos roedores: Notosciurus granatensis (ardillita roja) y
N. pucheranii (ardillita negra o ardillita andina) con diferentes especies de plantas
(Fig. 6).

DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO | 367


Figura 6. Visita de la ardilla roja (Notosciurus granatensis) en la palma perula, Socratea exorrhiza (Mart.)
H. Wendl.

Se evidenciaron cuatro picos de alta actividad de aves visitantes durante el día (Fig.
7). Así, un primer pico de actividad estuvo alrededor de las 10:00 h, seguidas de
un mayor pico sobre el mediodía. En la tarde, las visitas aumentaron considerable-
mente cerca de las 14:00 h, y parcialmente fue disminuyendo con un último pico
alrededor de las 15:00 h. Estas variaciones en la actividad, pueden estar asociadas
a la fenología de las especies vegetales (Rosero et al., 2010).

Figura 7. Picos de actividad de las aves en la visita a las especies vegetales de interés en el bosque. Las ob-
servaciones se hicieron desde las 08:20 h hasta las 15:47 h.
368 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Dos tipos principales de comportamiento fueron observados en aves: La percha
(descanso en las ramas de las plantas) en mayor proporción, frente a la alimenta-
ción (consumo de frutos o insectos asociados) (Fig. 8).

Figura 8. Frecuencia y número de individuos en dos tipos de comportamiento de los visitantes de las especies
vegetales de interés en el bosque de la estación Santa Rosa, Bolívar, Santander. La frecuencia se mide como
el número de veces que una especie visitó una planta. Tp: Thraupis palmarum; Pa: Psarocolius angustifrons;
Te: Thraupis episcopus; Ah: Aulacorhynchus haematopygus; Cp: Campephilus pollens; Np: Notosciurus pu-
cheranii; Tg: Tangara gyrola; Psp.: Phaetornis sp.; Ex: Euphonia xanthogaster; Csp1: Colibrí sp1; Csp2: Colibrí
sp2; Pa: Psarocolius angustifrons; Cy: Cyanocorax yncas; Ah: Aulacorhynchus haematopygus; Pl: Piranga leu-
coptera; Te: Thraupis episcopus; Tp: Thraupis palmarum; As: Anabacerthia striaticollis; Ic: Icterus chrysater;
Tg: Tangara gyrola; Tym: Tyrannus melancholicus; Ex: Euphonia xanthogaster; Ch: Capito hypoleucus; Df:
Dendrocincla fuliginosa; Mt: Myiarchus tuberculifer; Pac: Patagioenas cayennensis; Ps: Patagioenas subvin-
acea; Pic: Piaya cayana; Rm: Rupornis magnirostris; Thm: Thamnophilus multistriatus; Ti: Turdus ignobilis.

DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO | 369


Respecto al comportamiento de alimentación, seis especies de plantas fueron
visitadas por su oferta de recursos. De estas, la que mayor número de especies
visitantes tuvo fue el Chirivito (Blakea granatensis), con cuatro especies de aves,
seguido del Yarumo (Cecropia sp.) con tres especies visitantes. Por otra parte, la
mayor frecuencia de visitas fue para las especies Alloplectus schultzei, Cecropia sp.,
Ficus sp. y Socratea exorrhiza (Tabla 1).

Tabla 1. Frecuencia de visitas y número de individuos observados alimentándose


de las especies vegetales, monitoreadas en el bosque de la estación Santa Rosa,
Bolívar, Santander.

Plantas
Visitante Nombre común
(Nombre común) Frecuencia (%)
Alloplectus schultzei Colibri sp 2 Colibrí, quincha 50
Phaetornis sp. Colibrí ermitaño 50
Colibri sp 1 Colibrí, quincha 25
Blakea granatensis Euphonia xanthogaster Euphonia buchinaranja 25
(Chirivito) Tangara girola Tangara cabecirrufa 25
Thraupis episcopus Azulejo común 25
Campephilus pollens Carpintero gigante 6.7
Cecropia sp.
Thraupis episcopus Azulejo común 13.3
(Yarumo)
Thraupis palmarum Azulejo palmero 53.3
Ficus sp. Aulacorhynchus haematopygus Tucancito esmeralda 50
(Perillo) Psarocolius angustifrons Oropéndola variable 50
Guarea pterorhachis
Psarocolius angustifrons Oropéndola variable 16.7
(Cacao)
Socratea exorrhiza Notosciurus pucheranii Ardilla negra, ardita 50
(Palma perula) Psarocolius angustifrons Oropéndola variable 50

La especie Blakea granatensis (chirivito) de la familia Melastomataceae, presenta


dos tipos de recurso, polen y néctar, lo que hace de esta especie un elemento im-
portante en los procesos funcionales del bosque, ya que al ofrecer alimento para
las aves, estos a su vez, transportan el polen a otras plantas, asegurando así el in-
tercambio genético para el mantenimiento de las especies vegetales (Stein y Tobe,
1989; Renner, 1989; Cruden, 1972).

Del mismo modo, especies de la familia Gesneriaceae presentan una amplia di-
versidad en la estructura floral, lo que permite presentar diferentes síndromes de
polinización como ornitofilia (dispersión por aves) o quiropterofilia (dispersión por
murciélagos) (Barroso et al., 1991); lo anterior, consiente deducir el aumento en
visitantes en busca de néctar y a la vez, llevar a cabo la polinización por dichos visi-
tantes como colibríes, abejas, avispas, murciélagos y mariposas (San Martín-Gar-
jado y Freitas, 1999; San Martín-Garjado y Sazima, 2004; Krahl et al., 2014).

En otro orden de ideas, se puede expresar que las especies del género Cecropia
(yarumos), son ampliamente consumidas por murciélagos y aves (Vásques-Yanes
370 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
et al., 1975; Oniti et al., 1994; Moreno-Mosquera et al., 2005; Lindner y Morawetz
2006; Olea-Wagner et al., 2007), condición que fue observada en las fecas de los
murciélagos capturados en redes. En particular, especies de murciélagos como Ca-
rollia perspicillata, Sturnira lilium, Artibeus lituratus y A. jamaicensis, son especies
de gran importancia para la biología de las plantas pioneras (Olea-Wagner et al.,
2007); así mismo, se reconoce el importante papel que desempeñan los consu-
midores de semillas como agentes dispersores, lo que contribuye a la efectividad
germinativa de las semillas, al éxito del crecimiento de una nueva planta, y a la
recuperación de bosques.

Estudio de la ecología de Heteromys australis (ratón bolsero austral) en el


bosque de la estación Santa Rosa
El estudio de H. australis ha sido propuesto por el alto potencial que esta especie
presenta como dispersor de semillas, además de la falta de estudios que permitan
reconocer su ecología. Así, con el establecimiento de parcelas para su monitoreo se
han logrado tres capturas con un esfuerzo de muestreo de 120 trampas/noche; sin
embargo, no se encontraron semillas en las bolsas de las mejillas de los roedores,
por lo que no fue posible determinar su asociación con las especies vegetales del
área de estudio.

Aunque con los individuos capturados, no hay posibilidad de establecer el papel de


H. australis en relación a los recursos alimenticios disponibles, se ha demostrado
que los individuos de esta especie actuan como dispersores secundarios de semillas
al removerlas del suelo, enterrarlas, y abandonarlas lejos del árbol parental, con-
tribuyendo así a la regeneración natural de especies vegetales, y aumentando la
posibilidad de estructuración de distintas coberturas (Sánchez-Cordero y Fleming,
1993; Sánchez-Cordero y Martínez-Gallardo, 1998; Brewer y Rejmanek 1999;
Brewer, 2001; Briones-Salas et al., 2006).

Por otra parte, como aspecto de su ecología se destaca la capacidad de la especie


de lacerar (cortar) una porción de su cola al sentirse amenazada por depredadores,
lo que técnicamente se conoce como autotomía caudal verdadera. En el área de
estudio, se han presentado dos casos en los que al manipular al animal, este gira
y suelta la cola. A pesar de que H. australis ha sido constantemente capturada
en otros estudios, poco se ha documentado acerca de este comportamiento, y se
ha sugerido que es una estrategia para evadir la depredación (Sánchez-Giraldo y
Delgado-V., 2009); sin embargo, se debe profundizar en el tema y determinar el
efecto indirecto que causa en la dispersión de semillas (Sánchez-Giraldo y Díaz-N.,
2010).

DISPONIBILIDAD DE ALIMENTO | 371


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376 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ÁREA TEMÁTICA 3.
RELACIONES ECOLÓGICAS

CAPÍTULO IX
ESPECIES OBJETOS
DE CONSERVACIÓN

Pablo Andrés Gil-Leguizamón1, Jorge Enrique Gil-Novoa1-2, Javier Andrés Muñoz-Avila1-2,


Óscar Felipe Moreno-Mancilla1, Nohora Alba Camargo-Espitia1 y María Eugenia Morales-Puentes1-2.
1
Grupo de Investigación Sistemática Biológica, Herbario UPTC, Escuela de Biología, Facultad de Ciencias,
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
2
Grupo Sistemática Biológica (SisBio), Maestría en Ciencias Biológicas, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
INTRODUCCIÓN
Históricamente en Colombia, la biodiversidad ha sido subestimada, un ejemplo de
ello es la forma como se han tratado los bosques, cuyo objeto principal ha sido el
aprovechamiento forestal (Rangel-Ch., 2005/2006) o simplemente la tumba y
quema para dar paso a potreros para ganadería o terrenos limpios para agricultura.

En los últimos años, se han realizado importantes esfuerzos por conservar dicha
biodiversidad y por plantear estrategias que, de alguna manera, coaccionen a las
personas a cuidar los recursos naturales, dentro de los que se puede mencionar,
la publicación de libros rojos de especies amenazadas, tanto para flora, como para
fauna, la definición de áreas para la conservación de aves (AICAS), la formulación
de listados de especies objetos de conservación, la realización de planes de manejo
para las especies invasoras, la creación de áreas protegidas en el país, como lo son
los Parques Nacionales Naturales (Romero, Cabrera y Ortiz, 2008) e incluso, la
normatividad política, como las resoluciones sobre especies vedadas, expedidas
por el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible; sin embargo, estos
esfuerzos no han sido suficientes para evitar que cada día sean más las especies a
las que se les ve amenazada su existencia (Granizo et al., 2006).

El establecimiento de especies como objetos o prioridades para la conservación,


pueden funcionar como una herramienta para implantar los lineamientos de un
área protegida, brindando así un valor a las especies que se encuentran en dicha
área (Granizo et al., 2006). Por lo tanto, y en pro de generar estrategias que permi-
tan la protección del bosque contiguo a la estación Santa Rosa, se han identificado
algunas especies de flora y fauna, con atributos específicos que las hacen especia-
les, por lo cual se proponen objetos de conservación.

MÉTODOS
A partir de la información recolectada en campo, se realizó una revisión exhaustiva
de cada una de las especies de flora y fauna para conocer el estado actual de con-
servación. Se enfatizó en aquellas que están categorizadas por la Unión Internacio-
nal para la Conservación de la Naturaleza - UICN o que pueden representar alguna
importancia específica para la zona; se proponen como objetos de conservación
especies de flora y fauna [se califican en LC cuando no cumple las categorías, En
Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN), Vulnerable (VU) o Casi Amenazada (NT), que
usualmente se utiliza para organismos considerados en fuera de peligro, comunes
o ricos debido a la representatividad en número de individuos].

378 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
RESULTADOS
A continuación se ilustra cada una de las especies con imágenes, una breve des-
cripción, la distribución, por qué es considerada objeto de conservación y una pro-
puesta general de medida de conservación para la especie en la zona de estudio.

PLANTAS NO VASCULARES
LEJEUNEACEAE, Lejeunea serpillifolioides (Raddi) Gradst.

A B

Figura 1. Lejeunea serpillifolioides. A. Hábito general; B. Células de la lámina de la hoja en aumento 40X;
C. Disposición de los anfigastros en el tallo en aumento a 4X.

Descripción: hepática foliosa verde claro a blanquecino, tallos cortos, < 8 cm, cre-
ce completamente adherida al sustrato, a excepción de los ápices de las ramas,
ligeramente levantados. Ramas de 1,5 a 1,7 mm de ancho. Hojas ovado apiculadas,
1-3 dientes cerca al ápice, subimbricadas, células redondeadas y sin espacios in-
tercelulares; lóbulo reducido, de 1- pocas células de largo. Anfigastros cuadrados a
casi redondeados, muy cercanos entre sí, con el ápice dividido a 1/6 de la longitud

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 379


del anfigastro, aurículas grandes en la base. Perianto liso, sin quillas (Gradstein,
Uribe-M, Gil-N, Morales y Negritto, 2018) (Fig. 1).

Distribución y hábitat: en América tropical, principalmente en Perú y Brasil. Sobre


corteza de árboles, arbustos y rocas, al interior de bosques húmedos y a lo largo de
ríos (Gradstein et al., 2018). Para el bosque de Santa Rosa se registra al interior de
bosque, en las rocas húmedas.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: Aunque no es una especie


que esté categorizada en amenaza por la UICN (2012), se considera como una es-
pecie prioritaria para la conservación, ya que, el bosque de Santa Rosa se considera
la primera localidad y primer registro de distribución de Lejeunea serpillifolioides
para Colombia.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda ampliar exploraciones por


zonas aledañas para conocer el estado de la especie a nivel local, así como conser-
var y en lo posible ampliar el área de amortiguación del bosque en donde se registró
la especie.

FLORA VASCULAR
JUGLANDACEAE, Juglans neotropica Diels, En Peligro (EN)

Nombre común: Nogal, Cedro negro o Cedro nogal


Descripción: especie arbórea de corteza gruesa, con fisuras longitudinales grises.
Hojas compuestas, alternas a subopuestas, margen aserrado, base asimétrica y con
tomento. Inflorescencia en espiga, con pequeñas flores femeninas; las flores mas-
culinas en amentos péndulos, verdes a amarillas. Frutos en drupa, globosos, con
indumento marrón claro.

Distribución y hábitat: nativa, restringida a los Andes, en Colombia, Perú y Ve-


nezuela; en el país se encuentra en Antioquia, Caldas, Cundinamarca, Putumayo,
Risaralda, Santander y Valle del Cauca, desde 1600 hasta 3100 m (Bernal et al.,
2016). Crece al interior de bosques maduros, en cuyo hábitat puede desarrollar
fustes rectos y altos; aquellos individuos que crecen aislados en zonas intervenidas,
presentan ramas terminales muertas.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: según criterios de la Unión


Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, 2012) esta especie está
categorizada En Peligro (EN), con alto valor comercial, por la excelente calidad de
la madera, usada en la construcción de muebles y cercas. Se elaboran artesanías
con las semillas, debido a lo llamativas de estas, y por su sabor agradable son
comestibles (Vargas, 2002).

Medidas de conservación propuestas para la zona: se recomienda hacer la eva-


luación poblacional y definir el estado de la misma en la localidad (estructura por
edades, áreas de distribución y tensionantes); seleccionar árboles semilleros para
realizar seguimiento a la fenología, así como actividades de propagación en com-

380 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
pañía de colegios y comunidad interesada. Se propone la identificación de áreas
potenciales para realizar siembras, ya que, es una especie de lento y exigente cre-
cimiento en los primeros estados de desarrollo, por tal razón requiere suelos pro-
fundos y bastante húmedos.

MELIACEAE, Cedrela odorata L., En Peligro (EN)


Nombre común: Cedro o Cedro rosado

Figura 2. Cedrela odorata

Descripción: especie arbórea de tronco recto, madera dura y aromática, corteza


fisurada marrón claro. Hojas compuestas, alternas, paripinadas, dispuestas en es-
piral, foliolos enteros. Inflorescencias en tirsos terminales, flores dialipétalas, cáliz
verde, pétalos blancos a beige, estambres libres, aromáticas. Frutos en cápsula
septifraga, oblongos, péndulos, 4-5 valvas, marrón oscuro con lenticelas blancas;
semillas aladas y membranosas (Fig. 2).

Distribución y hábitat: en América tropical; en el país con amplia distribución, en


bosques húmedos tropicales, premontanos húmedos y secos, también en potreros
y bosques secundarios.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: actualmente se encuentra


categorizada En Peligro (EN) según UICN (2012), debido al valor comercial de la
madera (para la construcción de muebles o fuente de leña) (David et al., 2017). En
Santa Rosa son pocos los individuos que componen la población, estos se encuen-
tran distantes entre sí. Se encuentran como árboles aislados en potreros destina-
dos a la ganadería.

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 381


Medidas de conservación propuestas para la zona: se recomienda evaluar el
estado poblacional y la historia de uso de la especie. Seleccionar árboles semilleros
para seguimiento a la fenología con fines de propagación. Identificar áreas poten-
ciales para siembras, y realizar estudios de tipo investigativo que interpreten la
relación existente entre el suelo y la presencia de micorrizas con los cedros.

PASSIFLORACEAE, Passiflora engleriana Harms, En Peligro (EN)

Nombre común: No conocido para la zona

A B

Figura 3. Passiflora engleriana. A. Vista general de las hojas; B-C. Detalle de las glándulas y la base del
peciolo.

Descripción: especie arbórea de tallo grueso y grisáceo. Hojas pecioladas, simples


y alternas, ovadas, anchas, redondeadas, margen entero, con 2 nectarios en el ápice
del peciolo, textura serosa. Fruto en baya ovoide, ampliamente elipsoidal, anaran-
jado con sabor dulce, ligeramente aplanado y con pubescencia (Fig. 3).

Distribución y hábitat: especie endémica, hasta ahora registrada para el norte de


la cordillera Central, siendo exclusiva de Antioquia; no obstante, este es el primer
registro de la especie para el departamento de Santander. Crece en áreas boscosas
andinas y subandinas muy húmedas, entre los 1500-2500 m.

382 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
¿Por qué es considerada objeto de conserva- identificar el estado actual en la localidad, identificar
ción?: según UICN, la especie se encuentra en ca- potenciales polinizadores y dispersores de semillas,
tegoría En Peligro (EN), debido a su área mínima de así como ampliar la información sobre la flora aso-
distribución, limitada para Antioquia, con localida- ciada y preferencia de hábitat en otras áreas conti-
des con diferentes grados de intervención (Hernán- guas a la estación Santa Rosa. Elaborar un protocolo
dez y García, 2006; Killip, 1938); no obstante, con de propagación.
este nuevo registro se amplía su distribución con la
nueva localidad en Santander; sin embargo, el nú-
mero de individuos es muy reducido; por esta razón, MYRISTICACEAE, Otoba cf. gracilipes (A.C. Sm)
aún se encuentran en riego de extinción. A.H. Gentry, Casi Amenazada (NT)

Medidas de conservación para la zona: se reco- Nombre común: Otobo.


mienda realizar estudios intrínsecos de biología para
identificar las estrategias de reproducción, fenolo- Descripción: especie arbórea de fuste recto y ci-
gía, potenciales polinizadores y oferta alimenticia de líndrico, corteza externa marrón cobriza e interna
la especie a la fauna asociada; a su vez, ampliar el rosada, con exudado rojizo. Hojas simples, alternas,
muestreo de la población y diseñar estrategias de dísticas, envés glauco. Inflorescencias en racimo, con
preservación. flores de color amarillo. Fruto en folículo globoso.

Distribución y hábitat: con amplia distribución


ARECACEAE, Aiphanes concinna H.E. Moore, en el país, desde la región de Urabá hasta la costa
Casi Amenazada (NT) Pacífica, y en el norte de Ecuador; crece desde los
bosques bajos hasta los bosques andinos.
Nombre común: no conocido para la zona.
¿Por qué es considerada objeto de conserva-
Descripción: palma cespitosa, espinas hasta de 10 ción?: esta especie se ha categorizado como Casi
cm. Múltiples tallos con hojas dispuestas en dos amenazada (NT, según UICN), debido a la tala se-
filas, pinnas angostas y rígidas, 32 a 45 por cada lectiva principalmente sobre los individuos adultos
lado, márgenes del pabellón densamente espinosos. por su valor económico (Cogollo et al., 2007).
Inflorescencia larga, raquillas cubiertas por abun-
dantes espinas diminutas marrones. Flores blancas a Medidas de conservación propuestas para la
moradas. Fruto esférico anaranjado sin espinas. zona: se recomienda espacializar las áreas de ocu-
pación potencial de la especie, con el fin de proponer
Distribución y hábitat: endémica de Colombia, áreas de reserva de la sociedad civil, realizar estudios
ampliamente distribuida en las cordilleras Central y fenológicos y de propagación.
Oriental, en Antioquia, Boyacá, Caquetá, Cundina-
marca, Huila, Quindío y Risaralda. Crece en bosques Especies en Preocupación Menor (LC)
hasta los 3000 m., y en áreas deforestadas. Del total de las 445 especies vasculares identifica-
das, actualmente 45 de ellas se categorizan en Pre-
¿Por qué es considerada objeto de conservación?: ocupación Menor (ver anexo 1), ello significa que, a
según UICN, la especie está en la categoría Casi ame- pesar de existir estudios poblacionales de dichas es-
nazada (NT), debido al uso para la construcción de pecies, aún no son consideradas en ninguna catego-
cercas y casas; este hallazgo es el primer registro para ría de amenaza de acuerdo a los criterios estableci-
Santander (Dugand, 1940; Galeano y Bernal, 2010). dos por la UICN (2012 http://www.iucnredlist.org),
CITES (https://www.cites.org/-http://checklist.ci-
Medidas de conservación propuestas para la tes.org) y Catálogo de Plantas de Colombia (http://
zona: realizar el estudio poblacional con fines de catalogoplantasdecolombia.unal.edu.co/es/).

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 383


AVES
CRACIDAE, Ortalis columbiana (Hellmayr, 1906) (Capítulo 3, Fig. 1),

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Guacharaca colombiana

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: esta especie es dispersora de


semillas. Los cantos de estas aves son características que definen el nombre común
y es similar al instrumento de percusión denominado “guacharaca”; sin embargo,
una gran mayoría de las aves del país enfrentan como principal amenaza la cacería,
y la guacharaca no es la excepción, además que también es criada como ave do-
méstica, con fines de consumo humano (del Hoyo et al., 2018).

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.

COLUMBIDAE, Leptotila verreauxi (Bonaparte, 1855) (Capítulo 3, Fig. 2)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Tórtola colipinta.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: según Hilty y Brown (2001),


esta especie es utilizada para consumo humano y en la medicina.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.
También implementar medidas de crianza o planes de zoocría.

APODIFORMES, Coeligena prunellei (Bourcier, 1843) (Capítulo 3, Fig. 8)

Vulnerable (VU)

Nombre común: Inca negro.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: los colibríes son de las aves
susceptibles a los procesos de deforestación y destrucción del bosque, por lo cual
esta especie se categoriza como Vulnerable (VU) según la UICN (2012), y Casi
Amenazada (NT) según el libro rojo de las Aves de Colombia (Renjifo et al., 2014).

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.
Desarrollar estudios de disponibilidad de alimento, con fines de enriquecimiento
de bosques.

384 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
CAPITONIDAE, Capito hypoleucus (Salvin, 1897) (Capítulo 3, Fig. 14)

En Peligro (EN)

Nombre común: Torito capiblanco.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: el torito capiblanco es una


especie categorizada En peligro (EN) según la UICN (2012), y el libro rojo de las
Aves de Colombia (Renjifo et al., 2016); se sugiere el diseño de estrategias que
propendan por la preservación de esta especie, donde la afectación directa es la
destrucción de su hábitat.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.
Diseñar estrategias para conservación de la especie y su hábitat.

PICIDAE, Campephilus pollens (Bonaparte, 1845) (Capítulo 3, Fig. 18)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Carpintero gigante.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: esta especie es una de las


más grandes de su grupo en Colombia. Posee plumas rojas en su cabeza, carácter
distintivo además de su tamaño, y sus fuertes cantos que pueden escucharse a
grandes distancias en el interior del bosque.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.

PSITTACIDAE, Pionus chalcopterus (Fraser, 1841) (Capítulo 3, Fig. 21)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Cotorra maicera.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: dentro de las aves, existe


un grupo que son las imitadoras y corresponden a las cotorras; estos animales son
apetecidos por su aptitud para la imitación de voces, además de un plumaje azul
colorido.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.
Proponer espacios de educación ambiental en el conocimiento de la fauna.

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 385


THAMNOPHILIDAE, Myrmotherula schisticolor (Lawrence, 1865) (Capítulo 3,
Fig. 22)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Hormiguerito pizarroso.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: sus poblaciones están dismi-


nuyendo, probablemente por la pérdida de hábitat, ya que son especies cuyos reque-
rimientos de hábitat están asociados a interior de bosques conservados (BirdLife,
2018).

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales para garantizar la sobrevivencia de la especie.

THAMNOPHILIDAE, Hafferia immaculata (Lafresnaye, 1845) (Capítulo 3, Fig.


24)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Hormiguero inmaculado oriental.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: dentro de las diferentes ob-


servaciones que se han realizado para analizar el comportamiento de esta especie,
se ha determinado que la población ha disminuido en el tiempo, aunque se desco-
nocen las cifras, esto se debe a la disminución del hábitat (Zimmer et al., 2018).

Medidas de conservación para la zona: se recomienda realizar actividades de


restauración de los bosques de la zona, para que de esta manera la especie pueda
recuperarse.

TYRANNIDAE, Myiarchus tuberculifer (D’Orbigny & Lafresnaye, 1837) (Capí-


tulo 3, Fig. 32)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Atrapamoscas cabecinegro.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: debido a sus plumas ca-


racterísticas en la cabeza, se han conocido como copetones; se ha identificado la
disminución poblacional en el tiempo, producto de la desaparición de los bosques
en donde habita, por lo que, en mediano plazo, puede verse fuertemente amena-
zado (Joseph, 2018).

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y amplia-


ción de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie, así
como el establecimiento de cultura social para proteger sus ecosistemas.

386 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
THRAUPIDAE, Tangara gyrola (Linnaeus, 1758) (Capítulo 3, Fig. 44)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Tangara cabecirrufa

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: debido a su tipo de alimen-


tación, el cual depende exclusivamente de frutos, en los bosques andinos, se le
considera como uno de los principales dispersores de semillas, por lo que cumplen
un papel fundamental en la regeneración de los bosques.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y amplia-


ción de las coberturas vegetales, principalmente de árboles fuente de alimento,
para garantizar la sobrevivencia de la especie.

FRINGILLIDAE, Euphonia xanthogaster (Sundevall, 1834) (Capítulo 3, Fig. 58)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Euphonia buchinaranja.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: al igual que la especie anterior,


Euphonia buchinaranja petenece a un grupo de aves conocidos como fruteros, debido
a sus hábitos alimenticios. Por la falta de estudios para el conocimiento de la biología
de esta especie, no se ha determinado el estado de sus poblaciones; sin embargo, se
han visto disminuidas por la pérdida de los bosques.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.

MAMÍFEROS
DASYPODIDAE, Dasypus novemcinctus (Linnaeus, 1758) (Capítulo 4, Fig. 3)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Armadillo.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: los armadillos, son tal vez
una de las especies más representativas del continente americano. Su piel y su car-
ne tienden a ser muy apetecidas, por lo que se han visto amenazados; sin embargo,
las poblaciones responden de manera favorable a estas amenazas, por otra parte,
otra amenaza incluye la pérdida de hábitat.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda realizar un plan de con-


servación local, en donde se dé a conocer la especie, y de esta manera hacer una
invitación a la protección de su hábitat.

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 387


PROCYONIDAE, Potos flavus (Schreber, 1774) (Capítulo 4)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Marteja, perro de monte.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: como la mayoría de las es-


pecies de primates en Colombia, la marteja o perro de monte, se ha visto amena-
zada por la cacería, principalmente para el aprovechamiento de sus pieles. De igual
manera, se ve amenazada por la desaparición continua de la cobertura boscosa de
la cual depende.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda realizar planes de concien-


tización con las comunidades, para evitar la caza de la especie.

SCIURIDAE, Notosciurus granatensis (Humboldt, 1811) (Capítulo 4, Fig. 6)

Preocupación Menor (LC)

Nombre común: Ardilla roja, Ardita.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: la ardilla roja se considera


una aliada importante en la regeneración de los bosques, debido a que muchas
veces olvida en dónde dejó enterradas las semillas que iban a ser utilizadas en
épocas de escases, por lo que muchas de ellas se convierten en nuevas plántulas.
Lastimosamente se ha visto amenazada por la desaparición de su hábitat.

Medidas de conservación para la zona: se recomienda la conservación y am-


pliación de las coberturas vegetales, para garantizar la sobrevivencia de la especie.

Notosciurus pucheranii pucheranii (Fitzinger, 1867) (Capítulo 4, Fig. 7)

Datos deficientes (DD)

Nombre común: Ardilla negra, ardilla andina.

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: al igual que la ardilla roja,


la ardilla negra se ve amenazada por la pérdida de su hábitat, el cual es principal-
mente los bosques de niebla cercanos al valle medio del Magdalena, por lo que es
necesario establecer planes de conservación.

Medidas de conservación para la zona: implantar planes de conservación, en


donde se conozca bien la ecología de la especie, realizar planes de concientización
con la comunidad para la protección y propender en la recuperación de los bosques
en los que vive.

388 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
ANFIBIOS
CRAUGASTORIDAE, Pristimantis bicolor (Rueda y Lynch, 1983) (Capítulo 5,
Fig. 10)

Vulnerable (VU)

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: se encuentra como Vulne-


rable (VU). La fragmentación de hábitat es la principal causa de disminución po-
blacional.

Medidas de conservación para la zona: es necesario realizar estudios de su bio-


logía para conocer el estado de sus poblaciones.

REPTILES
SPHAERODACTYLIDAE, Lepidoblepharis colombianus (Mechler, 1968) (Ca-
pítulo 5, Fig. 23)

Datos Deficientes (DD)

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: es una especie que no cuenta


con la suficiente información disponible para categorizarla; sin embargo, la pérdida
y fragmentación de hábitat se convierte en una fuerte amenaza para su disminución
poblacional.

Medidas de conservación para la zona: se requiere realizar estudios que incluyan


aspectos de su biología reproductiva, para establecer el estado de sus poblaciones,
y así determinar si se encuentra en peligro. Además, es necesario conservar el há-
bitat en donde sobrevive.

DACTYLOIDAE, Anolis tolimensis (Werner, 1916) (Capítulo 5, Fig. 27).

No categorizado

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: esta especie se ha considera-


do como objeto de conservación, ya que se conoce muy poca información acerca de
su biología. Se suponen algunos datos de su actividad reproductiva, en las hembras
es continua y no parece relacionarse con alguna época.

Medidas de conservación para la zona: debido a la falta de información, se reco-


mienda realizar estudios comportamentales, ecológicos y de biología reproductiva,
para de esta manera identificar con mayor claridad posibles amenazas.

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 389


COLUBRIDAE, Imantodes cenchoa (Linnaeus, 1758) (Capítulo 5, Fig. 32)

No categorizado

¿Por qué es considerada objeto de conservación?: debido al miedo generalizado


que circunda las serpientes, a la mayoría se les considera peligrosas; sin embargo,
los individuos de esta especie son muy dóciles y no representan ningún peligro para
los humanos (Clause y Clause, 2016; Suárez y Alzate, 2014).

Medidas de conservación para la zona: es necesario realizar estudios que permi-


tan establecer las principales amenazas que enfrentan las poblaciones.

INSECTOS
Scarabaeinae (Coleoptera: Scarabaeidae)

Cryptocanthon sp.

Figura 4. Cryptocanthon sp.

Descripción: Escarabajos pequeños (3-7 mm) de colores oscuros y opacos, pueden


ser fácilmente reconocidos porque sus ojos están completamente ocultos si se les
observa en vista dorsal (Arias y Medina, 2014) (Fig. 4).

Distribución y hábitat: género con distribución neotropical. Registra 35 espe-


cies que viven desde México hasta Brasil, de las cuales 12 habitan en los bosques
montanos de Colombia, por encima de los 1000 m, (Arias y Medina, 2014; Cook,
2002). Fue encontrado en el interior de bosque.

390 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
¿Por qué es considerada objeto de conservación?: las especies de este género,
se caracterizan por la ausencia de alas, por lo que su capacidad de colonización de
nuevos hábitats, se ve limitada, ocasionando que muchas especies se consideren
endémicas. De esta manera el encontrar estas especies en los bosques de la Es-
tación Santa Rosa, evidencia el potencial biológico que representan estos bosques
para la conservación de la biodiversidad de Colombia.

Medidas de conservación para la zona: conservación de su hábitat, estudios de


monitoreo poblacional, estudios sobre su biología y ciclo de vida.

Genieridium medinae Vaz de Mello, 2008

Figura 5. Genieridium medinae (Vaz-de-Mello, 2008).

Descripción: escarabajos pequeños (3.5-6.5 mm) que presentan un cuerpo oval


alargado. En particular tiene un tamaño que oscila entre 4 y 6 mm, cuerpo de color
marrón a negro opaco. Una de sus características más conspicuas es la presencia de
setas gruesas y amarillas que cubren parcialmente su cuerpo, evidentes a lo largo
de las estrías elitrales o sobre el pronoto. Ojos poco o nada visibles dorsalmente y
clípeo con dos pequeños dentículos triangulares (Cultid et al., 2012; Vaz-de-Mello,
2007). Se pueden diferenciar del género Cryptocanthon en que su cuerpo no es
aplanado, por el contrario, presenta una forma cilíndrica (Fig. 5).

Distribución y hábitat: endémico de Colombia (Vaz-de-Mello, 2007). Fue en-


contrado en el interior de bosque.

ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 391


¿Por qué es considerada objeto de conservación?: son escarabajos poco co-
nocidos (Cultid et al., 2012). Catalogada en la lista roja de la UICN (2012) como
casi amenazada (NT), debido a la pérdida de hábitat por agricultura y ganadería
extensiva (Vaz-de-Melo et al., 2013).

Medidas de conservación para la zona: conservación de su hábitat, estudios de


monitoreo poblacional, estudios sobre su biología y ciclo de vida.

Estrategias generales de conservación en insectos


El panorama de conservación para los insectos es desalentador, se sabe que en los
últimos años las poblaciones han disminuido considerablemente debido al calen-
tamiento global y a la desaparición de bosques y ambientes naturales. Además, los
insectos no son animales carismáticos como lo pueden ser un primate o un felino
y a pesar de su importancia para el funcionamiento del planeta, generalmente no
despiertan la empatía suficiente para generar planes de protección a su favor. Por
otro lado, la falta de información sobre la gran mayoría de especies hace que su
conservación sea un reto, pues se desconoce el estado de sus poblaciones y cuáles
de ellas podrían estar en algún grado de amenaza.

En particular, una estrategia para la conservación de las especies de insectos ame-


nazadas de la estación de Santa Rosa, es la protección de sus bosques, ya que estas
tienen una estrecha relación con su hábitat y una limitada capacidad de colonizar
otros ambientes, lo que los hace vulnerables a la disminución o alteración del me-
dio. Otras medidas que pueden aportar significativamente a la conservación de
insectos, es la realización de estudios de monitoreo poblacionales que permitan
la obtención de información en la toma de decisiones para su protección. Por otro
lado, la socialización y apropiación del conocimiento científico por la comunidad
sobre la importancia de estos animales puede repercutir inmensamente en su con-
servación.

392 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
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ESPECIES OBJETOS DE CONSERVACIÓN | 395


GLOSARIO
Las definiciones que se encuentran a continuación, han sido adaptadas de: Amat
et al., (2007), Font Quer (1985), Gibb y Oseto (2006), Johnson (2005), Klow-
den (2008), New (2009), Real Academia de la Lengua Española (2017) y Resh
(2009).

Abaxial: Con relación a un eje, se aplica al órgano más alejado de él o a la superficie


inferior de una hoja.
Abiótico: Hace referencia a aquello que no tiene vida, puede ser un espacio, o un
factor ambiental. (Ej. Aire, agua, rocas, clima)
Actinomorfas: Flores con dos planos de simetría, es decir que se pueden dividir
en dos partes iguales, se les llama también actinomorfas o regulares como en los
siete cueros.
Acuminado: Terminado en punta.
Acutado: Hojas de forma aguda.
Adaxial: Con relación a un eje, se aplica al órgano más próximo de él.
Adnados: Sinónimo de adherentes.
Alada: Provisto de alas.
Amento: Tipo de inflorescencia alargada en espiga de flores unisexuales y apétalas,
densamente agrupadas.
Anemócoras: Semillas que se dispersan por viento.
Androginoforo: Parte alargada del eje de algunas flores en el que se insertan los
órganos reproductivos masculinos y femeninos de la flor.
Antesis: Momento en el que abre el capítulo de las flores. Apertura de la flor.
Apiculado: Punta corta, aguda y poco resistente.
Áptero: Describe un organismo que no presenta alas.
Aquenio: Fruto indehiscente seco que contiene una sola semilla.
Arboricultura: Selección, propagación, cuidado y tala selectiva de árboles y arbus-
tos. Arte dedicado al arbolado urbano.

396 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Artrópodo: Grupo de invertebrados cuya principal característica es la articulación
de sus apéndices locomotores. Es el grupo más diversificado de animales; provisto
de una cutícula quitinosa llamada exoesqueleto. Aquí se incluyen arácnidos (ara-
ñas, escorpiones), miriápodos (milpiés, ciempiés), crustáceos (langostas, cangre-
jos) e insectos (mariposas, escarabajos, hormigas).
Arilo: Envoltura carnosa que presenta algunas semillas, es de gran importancia en
la dispersión.
Asimétrica: Sin simetría, con algún lado desigual.
Asincrónico: Que carece de sincronía. Floración o fructificación en diferentes pe-
riodos del año
Atenuado: Adelgazado, estrechados, hojas atenuadas en el ápice.
Axilar: Que nace en la axila (donde se inserta el peciolo), como son las yemas y
las flores.
Baya: Fruto carnoso, algo jugoso, indehiscente, generalmente con varias semillas
(tomate).
Bífida: Partida o con dos puntas o ramas.
Biótico: Referente a todo aquello que tiene vida. El componente vivo de un ecosis-
tema (ej. Animales, plantas, bacterias, hongos).
Bivalvadas: Que tiene dos valvas o que se abre en dos valvas.
Bisexual: Flores femeninas y flores masculinas en una única inflorescencia.
Bráctea: Hojas modificadas situadas cerca de las flores, son de tamaño, consis-
tencia, o color diferente de las hojas. Algunas se asemejan a un pétalo y atraen
polinizadores.
Broquidódroma: Tipo de venación en las hojas. Las venas secundarias forman
curvas hacia arriba prominentes cerca del margen, uniéndose a otras venas secun-
darias más distantes.
Caduca: Hoja u órgano que dura muy poco y cae.
Cápsula: Fruto seco y dehiscente, procedente de dos o más carpelos, como en la amapola.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 397
Carina: Pétalos más internos en flores generalmente se encuentran en la parte
inferior.
Carpelo: Cada una de las láminas u hojas que componen el ovario, encierra los
óvulos.
Caulinares: Inflorescencias que se desarrollan en el tallo de árboles o arbustos.
Cebo: Sustancia que se usa de manera engañosa para atraer y capturar un animal.
Celulosa: Hidrato de carbono que actúa como principal componente membrana de
las células vegetales.
Cespitoso: Como algunas palmas que crecen formando grupos, o plantas en cojín.
Cilios: Pelos cortos y finos que se encuentran generalmente en las brácteas o en el
margen de las hojas.
Cistolitos: Estructuras cristalinas (generalmente de carbonato de calcio) de forma
alargada que se ubican en el haz de la hoja.
Clípeo: Parte anterior de la cabeza de un insecto. Se encuentra entre la frente y el
labro.
Conspicua: Notorio, vistoso.
Coriáceo: De consistencia o textura muy dura como el cuero, con brillo y rígido.
Corimbo: Inflorescencia donde todas las flores se nivelan en la parte superior, aún
cuando nazcan a distancias distintas.
Corion: Membrana externa que recubre el embrión de los mamíferos, aves y reptiles.
Corola: Verticilo interno de las flores, la componen los pétalos.
Cosmopolita: Hace referencia a organismos capaces de vivir a lo largo de todo el
planeta.
Cosmogonía: Rama de la ciencia que trata el origen y la formación del universo.
Crepúsculo: Periodo del día en el que se da una claridad al amanecer y al anochecer
Cúpula: Estructura de forma acopada que presenta algunos frutos.
Cuneada: Generalmente referido a las hojas en forma de cuña.
Cuspidado: Referido a las hojas que terminan en punta.
Dehiscente: Se les dice a los frutos que se abren y dispersan sus semillas abriéndose
a lo largo de las suturas de los bordes espontáneamente en su madurez y sin forzar.
Dentículo: proyección cefálica en forma de espina de algunos insectos que sirve
por lo general para desgarrar el alimento.
Detritívoros: Organismos que se alimentan principalmente de materia orgánica
desgastada (detritus).
Dimorfismo sexual: Distinción en la morfología de machos y hembras de una mis-
ma especie.
Dística: Hojas o ramas que se encuentran dispuestas en dos filas en un mismo
plano.

398 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Dióicas: Especie con individuos femeninos que se diferencian de aquellos mascu-
linos.
Discoidal: Parte u órgano de una planta que tiene forma de disco.
Dorsifijas: Referido de las anteras que están adheridas por el dorso al filamento
de la antera.
Drupa: Fruto carnoso con semilla dura o hueso en su interior (ciruela, durazno).
Ebanistería: Arte de elaboración de piezas de madera.
Élitros: Alas posteriores de escarabajos, caracterizadas por su fuerte esclerotiza-
ción. Protege las alas membranosas del escarabajo.
Endocarpo: Capa o parte más interna del fruto.
Envainador: Se refiere a peciolos de forma laminar que envuelven el tallo.
Epífita: Planta que vive sobre otra, sin causarle perjuicio alguno.
Espatiforme: Con forma de espata.
Endospermo: Tejido de reserva de las angiospermas.
Entomófila: Se relaciona o interactúa con insectos.
Esclerotizado: Que presenta láminas duras, quitinosas y calcáreas.
Espatiforme: Con forma de espata.
Estaminal: Eje formado por la fusión de los filamentos de las anteras.
Estípite: Base o pie que sostiene una estructura.
Estípulas: Estructura de la planta que generalmente se encuentran en medio o en
la parte inferior de las hojas.
Escandente: Planta trepadora o bejuco capaz de subir sin ayuda de zarcillos y pre-
senta un tallo flexible.
Espádice: Tipo de inflorescencia en espiga de raquis carnoso, con numerosas flores
femeninas en su base y masculinas en el ápice y en cuya base se encuentra la espata
(bráctea modificada).
Esquizocarpo: Fruto seco e indehiscente que a la madurez se separa en dos mo-
nocarpos.
Estípula: Estructura foliar que nace sobre el tallo en la base de los peciolos, pue-
den ser pareadas, deciduas o persistentes.
Exudado: Líquido que fluye de una planta al hacer un corte o herida, puede ser de
color transparente (hialino) hasta oscuro.
Exocarpo: Capa o parte más externa del fruto, algunas pueden estar mejor desa-
rrolladas que le permite abrirse para expulsar las semillas del fruto.
Fenofase: Secciones de la fase reproductiva de las plantas, utilizadas para monito-
rear varias etapas de desarrollo de la vegetación.
Feromona: Sustancia excretada por animales que afecta el comportamiento de los
de su misma especie.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 399
Ferrugíneo: Color del óxido de hierro.
Folículo: Fruto monocarpelar seco, con muchas semillas y dehiscencia por una su-
tura ventral.
Foliolo: Cada una de las láminas que componen una hoja.
Fovea: Depresión generalmente ovada o redondeada en una superficie.
Fusiformes: estructura en forma de huso.
Fuste: Eje principal del tallo de un árbol.
Gibosa: Relacionado a la flor que presenta un abultamiento o giba en la corola.
Glabros: Sin pelos.
Glándula: Son estructuras que se ubican en la lámina de la hoja, generalmente se
presentan en pares y pueden ser de diferentes colores. Usualmente corresponde a
los nectarios extraflorales.
Glomérulo: Tipo de inflorescencia cimosa en donde no se presenta un raquis defi-
nido y las flores son muy condensadas.
Hemiepífita: Parcialmente epífita, en sus primeras etapas crecen como epífitas,
luego en su madurez desarrollan raíces que llegan y se fijan en el suelo.
Heteroestilos: Flores con estilos de diferentes longitudes.
Hialino: De tonalidad transparente.
Hipantio: Es la estructura generalmente como un acopa o tubo que resulta de la
fusión del ovario y el cáliz.
Ignoto: No revelado o descubierto.
Imparipinnado: Hoja compuesta por varios foliolos o pinnas y la terminación de la
misma es en una sola pinna.
Indehiscente: Que no se abre espontáneamente y necesita ser forzado.
Indumento: Conjunto de pelos o vellosidades, glándulas o escamas que recubren
cualquier órgano de la planta.
Involucro: Conjunto de brácteas que rodea y envuelve un grupo de flores.
Iridiscencia: Propiedad de ciertas superficies de reflejar distintos colores según el
ángulo desde donde se ubique el observador.
Isomorfo: Con formas iguales.
Lacinado: Foliolos largos y estrechos.
Larva: Estado inmaduro de los insectos después de eclosionar.
Látex: Exudado de color blanco, que fluye por heridas en los tejidos vegetales.
Lígula: Se le llama al conjunto de 2-3 pétalos fusionados de las flores de la serie
externa con corola conspicua en las asteráceas y a los apéndices membranosos en
forma de tabique que se encuentran entre la vaina y las hojas de las gramíneas.
Liguliforme: En forma de lengua.

400 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Libar: Succionar los nutrientes, absorberlos.
Lóbulo: Porción saliente y redondeada de alguna estructura de la planta.
Loculicida: Relacionado a las cápsulas que abren por hendiduras presentes en los
frutos.
Lóculo: Cavidad de un órgano, especialmente de un fruto, esporangio o antera,
donde se encuentran las semillas, esporas y polen.
Melífera: Plantas que son usadas por las abejas para la producción de miel.
Mericarpo: Cada una de las porciones en que se separa el esquizocarpo, como en
las apiaceas.
Mesocarpo: Capa intermedia del fruto situada entre el endocarpo y exocarpo.
Metamorfosis: Proceso biológico por el cual un animal pasa de un estadio inma-
duro a adulto, cambiando su morfología y sus funciones.
Monocarpo: Fruto constituido por una sola hoja carpelar (legumbres).
Monoica: Flores femeninas y masculinas, se desarrollan en la misma inflorescencia
mutualista.
Mosesterno: Placa esclerotizada de los escarabajos (y otros insectos) ubicada en la
zona ventral, entre las coxas delanteras y las medias.
Neotrópico: Las partes del continente americano más próxima al trópico.
Omnívoro: Animales con una dieta variada que incluye animales y plantas.
Orgánico: Relativo a lo que tiene vida, compuesto de carbohidratos.
Ovario ínfero: Estructura engrosada en la parte baja del cáliz y la corola, donde se
insertan los carpelos que portan las semillas.
Ovopositar: Poner huevos.
Panícula: Inflorescencia compuesta de tipos de racimos, siendo un racimo de ra-
cimos en forma piramidal.
Paripinnada: Hoja compuesta por varios foliolos o pinnas y la terminación de la
misma es en dos pinnas.
Pateliforme: Con forma de patena, platillo o disco.
Pedunculado: Que presenta pedúnculo o estructura que sostiene la flor.
Peltado: Hojas redondeadas con peciolo insertado en la parte central de la hoja.
Pentámeras: Con cinco pétalos, cinco sépalos y cinco estambres.
Perennes: Continua formación de rebrotes, planta persistente en la producción de
hojas.
Perenne: Planta de ciclos largos, que vive de tres a más años.
Perianto: Envoltura floral formada por el cáliz y la corola, o solo por uno de ellos.
Pericarpo: conjunto de capas endocarpo, mesocarpo y exocarpo que cubren la se-
milla.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 401
Pionero: Organismo que inicia la colonización en un nuevo territorio.
Pubescencia: Pelos finos y suaves que cubren alguna estructura vegetal.
Primordios florales: Botones florales.
Pronoto: Parte más delantera en el tórax de los insectos, en los escarabajos conec-
ta los élitros con la cabeza propiamente dicha.
Protoginia: Las flores femeninas (gineceo) se desarrollan antes que las flores mas-
culinas (anteras).
Quilla: Zona saliente y apuntalada que se proyecta en algunas partes de los in-
sectos.
Racimo: Inflorescencia simple y alargada, con flores alternas pediceladas. Las flo-
res maduran de abajo hacia arriba.
Receptáculo: Estructura que sirve de soporte a las diferentes partes de una inflo-
rescencia en capítulo.
Resina: Secreción orgánica de textura viscosa.
Rizoma: Tallo horizontal subterráneo.
Sarcotesta: Capa más externa que rodea a la semilla.
Sésil: Órgano que carece de un peciolo, pedúnculo o pedicelo y uniéndose a la
estructura principal (tallo o rama).
Sincarpo: Frutos soldados entre sí, de partes unidas.
Simétrico: Relacionado a la igualdad de lados de alguna estructura.
Sotobosque: Lugar en donde se desarrolla vegetación herbácea y arbustiva en el
interior de los bosques.
Suculenta: Plantas u órganos, muy carnosas y gruesas, con abundante agua en
sus tejidos.
Terete: Forma redonda a cilíndrica.
Tomento: Pelos ramificados, cortos y dispuestos muy densamente sobre algún
órgano de la planta.
Tubérculo: Zonas que sobresalen de una superficie de algunos animales formando
protuberancias.
Tricoma: Es un pelo vegetal formado de células epidérmicas. Existen de varias for-
mas (filiformes, forma de T, estrellado o en forma de escama).
Trips: Insectos del orden Thysanoptera.
UICN: Sigla de Unión internacional para la conservación de la naturaleza.
Umbela: Tipo de inflorescencia cuyas flores nacen todas de un mismo punto y sus
pedicelos son de igual longitud.
Unisexual: Que presenta un solo sexo, puede ser femenino o masculino.
Uña tarsal: Punta curva endurecida que sobresale al final de los trazos de los in-
sectos y le permite agarrarse de las superficies.

402 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Urceolado: En forma de urna.
Vaina: Es la parte envolvente de un peciolo envainador.
Valvas: Cada una de las divisiones de los frutos capsulares y legumbres entre otros,
también los poros de algunos estambres que presentan ventanas para la salida del
polen.
Zigomorfo: Que tiene un solo plano de simetría, flor irregular.
Zoocoria: Dispersión a través de aves y mamíferos.

BIBLIOGRAFÍA
Amat-G. G., Andrade-C, M. G. y Amat-G. E. (2007). Libro Rojo de los Inverte-
brados Terrestres de Colombia. Instituto de Ciencias Naturales- Uni-
versidad Nacional de Colombia, Conservación Internacional Colombia
Instituto Alexander von Humboldt. Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Crédito Territorial. Bogotá, Colombia.
Font Quer, P. (1985). Diccionario de Botánica. Editorial Labor, S. A., 9a. reimpre-
sión, Barcelona, España.
Gibb, T.J. y Oseto, C.Y. (2006). Arthropod Collection and Identification Field and
Laboratory Techniques. Elsevier Academic Press Publications. San Die-
go, E.U.
Klowden, M.J. (2008). Physiological Systems in Insects. Academic Press. San
Diego, E.U.
Real Academia de la Lengua Española. (2017). Diccionario de la lengua española.
Edición del tricentenario. España.
Resh, V. H. (2009). Encyclopedia of Insects. Academic Press.
New, T.R. (2009). Insect Species Conservation. Cambridge Univ. Press 256.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 403
LISTAS DE ESPECIES REGISTRADAS PARA EL BOSQUE
CONTIGUO A LA ESTACIÓN SANTA ROSA
BRIÓFITOS

GRUPO FAMILIA ESPECIE


Antocero Dendrocerotaceae Nothoceros vincentianus
Hepáticas Acrobolbace Acrobolbus aff. antillanus
Aneuraceae Riccardia sp.
Riccardia aff. sprucei
Riccardia amazonica
Aytoniaceae Asterella cf. lateralis
Calypogeiaceae Calypogeia peruviana
Frullaniaceae Frullania bogotensis
Frullania brasiliensis
Frullania confertiloba
Frullania riojaneirensis
Lejeuneaceae Acanthocoleus aberrans
Bryopteris diffusa
Bryopteris filicina
Ceratolejeunea cornuta
Ceratolejeunea fallax
Cheilolejeunea comans
Cololejeunea aff. obliqua
Lejeunea subspathulata
Lejeunea aff. obtusangula
Lejeunea filipes
Lejeunea flava
Lejeunea monimiae
Lejeunea obtusangula
Lejeunea osculatiana
Lejeunea pallescens
Lejeunea pterigonia
Lejeunea subspathulata
Lejeunea sulphurea
Microlejeunea epiphylla
Odontolejeunea decemdentata
Odontolejeunea lunulata
Prionolejeunea aff. denticulata

404 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Lejeunea debilis
Lejeunea serpillifolioides
Lepidoziaceae Bazzania gracilis
Bazzania stolonifera
Bazzania hookeri
Telaranea cf. diacantha
Lophocoleaceae Leptoscyphus gibbosus
Lophocolea bidentata
Heteroscyphus polyblepharis
Marchantiaceae Dumortiera hirsuta
Metzgeriaceae Metzgeria aff. fruticola
Metzgeria albinea
Metzgeria procera
Metzgeria rufula
Metzgeria ciliata
Monocleaceae Monoclea gottschei
Pallavicinaceae Pallavicinia lyellii
Symphyogyna apiculispina
Symphyogyna aspera
Symphyogyna brongniartii
Plagiochilaceae Plagiochila rutilans
Plagiochila aerea
Plagiochila cf. patriciae
Plagiochila amicta
Plagiochila raddiana
Plagiochila adiantoides
Plagiochila superba
Plagiochila macrostachya
Plagiochila aff. cristata
Plagiochila montagnei
Plagiochila diversifolia
Plagiochila aff. subplana
Plagiochila gymnocalycina
Plagiochila sp.
Porellaceae Porella swartziana
Porella crispata
Radulaceae Radula episcia
Radula nudicaulis
Radula javanica

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 405
Radula pallens
Trichocoleaceae Trichocolea aff. filicaulis
Musgos Amblystegiaceae Campylium praegracile
Bartramiaceae Leiomela sp.
Brachytheciaceae Aerolindigia capillacea
Brachythecium sp.
Meteoridium remotifolium
Squamidium diversicoma
Squamidium leucotrichum
Bryaceae Rhodobryum beyrichianum
Rhodobryum sp.
Bryum sp.
Calymperaceae Syrrhopodon gaudichaudii
Syrrhopodon prolifer
Syrrhopodon sp1.
Daltoniaceae Actinodontium sprucei
Daltonia pulvinata
Leskeodon cubensis
Dicranaceae Leucoloma cruegerianum
Trichostomum tenuirostre
Fissidentaceae Fissidens aff. curvatus
Fissidens cf. steerei
Fissidens flaccidus
Fissidens intramarginatus
Fissidens submarginatus
Hypnaceae Ectropothecium leptochaeton
Isopterygium tenerum
Vesicularia vesicularis
Hypopterygiaceae Hypopterygium tamariscina
Leucobryaceae Campylopus huallangensis
Campylopus sp.
Leucobryum aff. albidum
Leucobryum crispum
Leucobryum martianum
Leucomiaceae Leucomium strumosum
Rhynchostegiopsis aff. flexuosa
Mniaceae Plagiomnium rhynchophorum
Neckeraceae Homaliodendron piniforme
Neckera aff. chilensis

406 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Porotrichum expansum
Porotrichum korthalsianum
Porotrichum mutabile
Thamnobryum aff. fasciculatum
Thamnobryum fasciculatum
Pilotrichaceae Callicostella pallida
Callicostellopsis meridensis
Crossomitrium epiphyllum
Crossomitrium patrisiae
Crossomitrium saprophilum
Cyclodictyon albicans
Lepidopilum aff. arcuatum
Lepidopilum arcuatum
Lepidopilum diaphanum
Lepidopilum pallidonitens
Lepidopilum polytrichoides
Lepidopilum sp.
Lepidopilum surinamense
Pilotrichidium callicostatum
Thamniopsis cruegeriana
Pottiaceae Leptodontium sp.
Syntrichia sp.
Trichostomum tenuirostre
Prionodontaceae Prionodon densus
Racopilaceae Racopilum tomentosum
Rhizogoniaceae Pyrrhobryum spiniforme
Sematophyllaceae Acroporium pungens
Pterogonidium pulchellum
Sematophyllum subsimplex
Trichosteleum papillosum
Thuidiaceae Haplocladium microphyllum
Pelekium aff. involvens
Thuidium aff. carantae
Thuidium peruvianum
Thuidium tomentosum

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 407
Listado taxonómico de la flora vascular registrada en el bosque subandino de la Estación Santa Rosa (Bolívar-
Santander).

Grupo Familia Especie


Angiospermas Acanthaceae Acanthaceae sp. 1-sp. 4
Aphelandra aff. grandis Leonard
Aphelandra sp. 1-sp. 3
Razisea spicata Oerst.
Actinidiaceae Saurauia cuatrecasana R.E. Schult.
Adoxaceae Viburnum cf. glabratum Kunth
Viburnum aff. toronis Killip & A.C. Sm.
Viburnum triphyllum Benth.
Anacardiaceae Anacardiaceae sp.
Rhus striata Ruiz & Pav.
Tapirira obtusa (Benth.) J.D. Mitch.
Annonaceae Duguetia sp.
Guatteria aff. crassipes R.E. Fr.
Guatteria sp. 1-sp. 4
Apiaceae Sanicula liberta Cham. & Schltdl.
Apocynaceae Blepharodon sp.
Tabernaemontana sp.
Aquifoliaceae Ilex sp.
Araliaceae Oreopanax aff. incisus (Schult.) Decne. & Planch.
Oreopanax capitatus (Jacq.) Decne. & Planch.
Oreopanax glabrifolius Cuatrec.
Oreopanax sp.
Schefflera silvatica Cuatrec.
Schefflera sp.

Asclepiadaceae Asclepias curassavica L.

Asteraceae Adenostemma sp.


Asteraceae sp. 1-sp. 3
Critoniopsis sp. 1-sp. 2
Hebeclinium sp.
Lepidaploa sp.
Mikania sp. 1-sp. 2
Piptocarpha sp.
Begoniaceae Begonia extensa L.B. Sm. & B.G. Schub.
Begonia pax Jara & Zabala-Rivera
Bignoniaceae Tabebuia chrysantha (Jacq.) G. Nicholson

408 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Tanaecium cf. nocturnum (Barb. Rodr.) Bureau & K.
Schum.

Boraginaceae Tournefortia sp. 1-sp. 2

Buxaceae Styloceras sp.


Campanulaceae Burmeistera vulgaris E. Wimm.
Burmeistera sp.
Centropogon sp.
Caricaceae Carica sp.
Celastraceae Celastraceae sp.
Haydenoxylon sp. 1-sp. 3

Chloranthaceae Hedyosmum goudotianum Solms

Cleomaceae Podandrogyne brachycarpa (DC.) Woodson.


Clethraceae Clethra aff. lanata M. Martens & Galeotti
Clusiaceae Chrysochlamys dependens Planch. & Triana
Chrysochlamys tenuifolia Cuatrec.
Clusia eugenioides Planch. & Linden ex Planch. &
Triana
Clusia grandiflora Splitg.
Clusia inesiana Cuatrec.
Clusia schomburgkiana (Planch. & Triana) Benth. ex
Engl.
Clusia sp. 1-sp. 3
Cucurbitaceae Gurania cf. acuminata Cogn.
Gurania macrantha Cuatrec.
Gurania sp.
Melothria sp.
Momordica sp.
Psiguria sp.
Rytidostylis sp.
Sicydium cf. tamnifolium (Kunth) Cogn.

Dichapetalaceae Dichapetalum sp.

Dipentodontaceae Perrottetia sp.

Elaeocarpaceae Sloanea aff. brevispina Earle Sm.

Cavendishia cf. bracteata (Ruiz & Pav. ex J. St.-Hil.)


Ericaceae Hoerold
Cavendishia compacta A.C. Sm.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 409
Cavendishia sp.
Psammisia sp.
Euphorbiaceae Acalypha diversifolia Jacq.
Acalypha macrostachya Jacq.
Acalypha platyphylla Müll. Arg.
Conceveiba pleiostemona Donn. Sm.
Euphorbia sp.
Sapium biglandulosum Müll. Arg.
Fabaceae Calliandra sp.
Clitoria sp.
Dussia discolor (Benth.) Amshoff
Dussia tessmannii Harms
Erythrina edulis Triana ex Micheli
Erythrina sp. 1-sp. 2
Inga oerstediana Benth. ex Seem
Inga sapindoides Willd.
Inga sp.
Macrolobium sp.
Macuna sp.
Mimosa sp.
Senna macrophylla var. gigantifolia (Kunth) H.S. Irwin
& Barneby
Gesneriaceae Alloplectus weirii (Kuntze) Wiehler
Alloplectus sp.
Besleria sp.
Columnea aff. filifera (Wiehler) L.E. Skog & L.P. Kvist
Columnea sanguinea (Pers.) Hanst.
Columnea sp. 1-sp. 2
Corytoplectus schlimii (Planch. & Linden) Wiehler
Cremosperma sp.
Diastema racemiferum Benth.
Drymonia longifolia Poepp.
Drymonia turrialvae Hanst.
Drymonia sp. 1-sp. 2
Gasteranthus sp.
Gesneriaceae
Glossoloma medusaeum (L.E. Skog) J.L. Clark
Glossoloma schultzei (Mansf.) J.L. Clark
Kohleria sp.

410 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Hypericaceae Vismia aff. baccifera (L.) Triana & Planch.

Juglandaceae Juglans neotropica Diels

Lamiaceae Aegiphila cf. grandis Moldenke


Aegiphila sp. 1-sp. 2
Hyptis cf. personata Epling
Lauraceae Aiouea sp.
Aniba sp.
Beilschmiedia cf. sulcata (Ruiz & Pav.) Kosterm.
Cinnamomum sp.
Nectandra sp. 1-sp. 2
Ocotea aff. macrophylla Kunth
Ocotea sp. 1-sp. 2
Persea sp. 1-sp. 3
Loranthaceae Aetanthus ovalis Rusby
Phthirusa sp.
Phoradendron chrysocladon A. Gray.
Lytraceae Cuphea racemosa (L.f.) Spreng.
Lafoensia sp.
Malvaceae Bastardia sp.
Hampea appendiculata (Donn. Sm.) Standl.
Heliocarpus americanus L.
Herrania tomentella R.E. Schult.
Hibiscus sp.
Ochroma pyramidale (Cav. ex Lam.) Urb.
Quararibea sp.
Sida rhombifolia L.
Spirotheca codazziana Romero
Marcgraviaceae Marcgravia sp. 1-sp. 2
Marcgraviastrum macrocarpum (G. Don) Bedell ex S.
Dressler
Melastomataceae Adelobotrys sp.
Arthrostemma ciliatum Pav. ex D. Don
Bellucia pentamera Naudin
Blakea cuatrecasasii Gleason
Blakea granatensis Naudin
Blakea sp. 1-sp. 2
Miconia caudata (Bonpl.) DC.
Miconia neomicrantha Judd & Skean

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 411
Miconia smaragdina Naudin
Miconia sp. 1-sp. 7
Tococa platyphylla Benth.
Triolena hirsuta (Benth.) Triana
Meliaceae Cedrela odorata L.
Guarea grandifolia DC.
Guarea kunthiana A. Juss.
Guarea pterorhachis Harms
Guarea sp.
Ruagea pubescens H. Karst.
Menispermaceae Abuta sp.
Sciadotenia sp.

Metteniusaceae Calatola cf. costaricensis Standl.

Monimiaceae Mollimedia cf. ovata Ruiz & Pav.


Moraceae Brosimum utile (Kunth) Oken
Brosimum sp.
Moraceae Ficus cuatrecasasiana Dugand
Ficus nymphaeifolia Mill.
Ficus tonduzii Standl.
Ficus velutina Humb. & Bonpl. ex Willd.
Ficus sp. 1-sp. 5
Moraceae sp.
Poulsenia armata (Miq.) Standl.
Poulsenia sp.
Myristicaceae Iryanthera sp.
Otoba sp.
Otoba cf. gracilipes (A.C. Sm) A.H. Gentry
Otoba cf. novogranatensis Moldenke
Otoba cf. parvifolia (Markgr.) A.H. Gentry
Virola sp.
Myrtaceae Myrcia sp. 1-sp. 4
Psidium guianense Pers.

Nyctaginaceae Neea cf. divaricata Poepp. & Endl.

Onagraceae Ludwigia peruviana (L.) H. Hara


Passifloraceae Passiflora aff. alnifolia Kunth
Passiflora arborea Spreng.
Passiflora capsularis L.

412 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Passiflora engleriana Harms
Passiflora sphaerocarpa Triana & Planch.
Passiflora sp.
Phyllanthaceae Hieronyma alchorneoides Allemão
Hieronyma andina Pax & K. Hoffm.
Hieronyma macrocarpa Müll. Arg.
Hieronyma aff. oblonga (Tul.) Müll. Arg.
Richeria grandis Vahl

Picramniaceae Picramnia aff. sphaerocarpa Planch.

Manekia venezuelana (Steyerm.) T. Arias, Callejas &


Piperaceae Bornst.
Peperomia aguilae Trel. & Yunck.
Peperomia angularis C. DC.
Peperomia hernandiifolia (Vahl) A. Dietr.
Peperomia magnoliifolia (Jacq.) A. Dietr.
Peperomia peltoidea Kunth
Peperomia putumayoensis Trel. & Yunck.
Peperomia striata Ruiz & Pav.
Peperomia sp1. –sp. 2
Piper aduncum L.
Piper cordifolium Sw.
Piper cumaralense C. DC.
Piper eriopodon (Miq.) C. DC.
Piper generalense Trel.
Piper munchanum C. DC.
Piper phytolaccifolium Opiz
Piper umbellatum L.
Piper sp. 1-sp. 7
Polygalaceae Monnina latifolia (Bonpl.) DC.
Monnina sp.

Polygonaceae Coccoloba sp

Primulaceae Geissanthus cf. occidentalis Cuatrec.


Stylogyne cf. venezuelana Mez

Ranunculaceae Clematis cf. haenkeana C. Presl

Rhamnaceae Gouania sp.


Rosaceae Prunus sp.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 413
Rubiaceae Chomelia barbellata Standl.
Cinchona macrocarpa Vahl.
Cinchona pubescens Vahl
Coussarea cf. macrocalyx Standl.
Elaeagia cf. myriantha (Standl.) C.M. Taylor &
Hammel
Guettarda crispiflora Vahl
Guettarda sp.
Hillia parasitica Jacq.
Hoffmannia aff. killipii Standl.
Hoffmannia cf. latifolia (Bartl. ex DC.) Kuntze
Hoffmannia cf. nicotianifolia (M. Martens & Galeotti)
L.O. Williams
Hoffmannia cf. sprucei Standl.
Hoffmannia subauriculata Standl.
Ladenbergia cf. moritziana Klotzsch
Ladenbergia muzonensis (Goudot) Standl.
Machaonia cf. ottonis (K. Schum.) Urb.
Notopleura cf. cundinamarcana C.M. Taylor
Notopleura cf. macrophylla (Ruiz & Pav.) C.M. Taylor
Notopleura cf. polyphlebia (Donn. Sm.) C.M. Taylor
Palicourea aff. demissa Standl.
Palicourea perquadrangularis Wernham
Palicourea sp.
Pentagonia aff. angustifolia C.M. Taylor
Posoqueria cf. latifolia (Rudge) Schult.
Psychotria aff. deflexa DC.
Psychotria aff. saltatrix C.M. Taylor
Psychotria sp. 1-sp. 3
Simira cordifolia (Hook. f.) Steyerm.
Zanthoxylum aff. brisasanum (Cuatrec.) P.G.
Rutaceae Waterman
Zanthoxylum schreberi (J.F. Gmel.) Reynel
Zanthoxylum sp. 1-sp. 4
Sabiaceae Meliosma cf. tachirensis Steyerm. & A.H. Gentry
Salicaceae Banara guianensis Aubl.
Casearia corymbosa Kunth
Casearia sp. 1-sp. 3
Casearia aff. tachirensis Steyerm.
Hasseltia aff. lateriflora Rusby

414 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Salicaceae sp.
Tetrathylacium macrophyllum Poepp.
Sapindaceae Cupania americana L.
Cupania sp.
Paullinia sp. 1-sp. 4
Talisia sp.
Sapotaceae Sarcaulus sp.
Chrysophyllum sp.
Micropholis guyanensis (A. DC.) Pierre
Pouteria sp. 1-sp. 2
Siparunaceae Siparuna aspera (Ruiz & Pav.) A. DC.
Siparuna laurifolia (Kunth) A. DC.
Siparuna lepidota (Kunth) A. DC.
Siparuna lozaniana S.S. Renner & Hausner
Siparuna cf. sessiliflora (Kunth) A. DC.
Siparuna sp.
Solanaceae Brugmansia aff. arborea (L.) Lagerh.
Cestrum humboldtii var. tenuiflorum Francey
Cestrum racemosum Ruiz & Pav.
Cestrum sp. 1-sp. 2
Lycianthes cf. pauciflora (Vahl) Bitter
Lycianthes sp.
Solanum anceps Ruiz & Pav.
Solanum arboreum Dunal
Solanum asperrimum Bitter & Moritz
Solanum lepidotum Dunal
Solanum ovalifolium Dunal
Solanaceae Solanum sp. 1-sp4

Staphyleaceae Huertea granadina Cuatrec.

Theophrastaceae Clavija cf. latifolia Radlk.


Clavija sp. 1-sp. 2
Thymelaeaceae Daphnopsis sp.
Schoenobiblus peruvianus Standl.

Tropaeolaceae Tropaeolum deckerianum Moritz & H. Karst.

Urticaceae Boehmeria caudata Sw.


Boehmeria sp.
Cecropia angustifolia Trécul

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 415
Cecropia aff. teleincana Cuatrec.
Phenax aff. hirtus (Sw.) Wedd.
Pilea dauciodora Wedd.
Pilea aff. diversifolia Wedd.
Pilea aff. trichosanthes Wedd.
Pilea sp. 1-sp. 3
Pourouma sp.
Urera baccifera (L.) Gaudich. ex Wedd.
Urera caracasana (Jacq.) Gaudich. ex Griseb.
Urticaceae sp.
Verbenaceae Lantana hirta Graham
Phyla sp.
Vitaceae Cissus cf. rhombifolia Vahl

Gimnospermas Alstroemeriaceae Bomarea edulis (Tussac) Herb.

Araceae Anthurium formosum Schott


Anthurium aff. microspadix Schott
Anthurium nigrescens Engl.
Anthurium cf. scandens (Aubl.) Engl.
Anthurium sp. 1-sp. 3
Caladium cf. smaragdinum K. Koch & C.D. Bouché
Chlorospatha sp.
Dracontium aff. spruceanum (Schott) G.H. Zhu
Monstera sp.
Philodendron sp. 1-sp. 2
Stenospermation sp. 1-sp. 2
Arecaceae Aiphanes concinna H.E. Moore
Chamaedorea pinnatifrons (Jacq.) Oerst.
Dictyocaryum lamarckianum (Mart.) H. Wendl.
Geonoma interrupta (Ruiz & Pav.) Mart.
Geonoma sp.
Arecaceae Wettinia sp.
Bromeliaceae Aechmea veitchii Baker
Guzmania patula Mez & Wercklé
Guzmania pleiosticha (Griseb.) Mez
Pitcairnia sp.
Ronnbergia veitchii (Baker) Aguirre-Santoro
Tillandsia denudata André

416 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Commelinaceae Tradescantia zanonia (L.) Sw.

Costaceae Costus laevis Ruiz & Pav.


Costus sp. 1-sp. 2
Cyclanthaceae Asplundia aff. antioquiae Harling
Cyclanthus bipartitus Poit. ex A. Rich.
Sphaeradenia sp. 1-sp. 3
Dioscoreaceae Dioscorea lehmannii Uline
Sphaeradenia sp. 1-sp. 4
Heliconiaceae Heliconia burleana Abalo & G. Morales.
Heliconia lozanoi Abalo & G. Morales
Heliconia latispatha Benth.
Heliconia sp.
Marantaceae Calathea aff. bantae H. Kenn.
Calathea aff. erythrolepis L.B. Sm. & Idrobo
Calathea sp. 1-sp. 2
Orchidaceae Pleurothallis sp.
Corymborkis flava (Sw.) Kuntze
Dichaea laxa (Ruiz & Pav.) Poepp. & Endl.
Dichaea sp. 1-sp. 2
Elleanthus aff. purpureus (Rchb. f.) Rchb. f.
Elleanthus sp.
Epidendrum calothyrsus Schltr.
Epidendrum rostratum Garay & Dunst.
Epidendrum sp.
Gomphichis sp.
Orchidaceae sp.
Sarcoglottis sp.
Scaphyglottis sp.
Stelis sp.
Xylobium sp.
Poaceae Lasiacis sorghoidea (Desv. ex Ham.) Hitchc. & Chase
Chusquea sp. 1-sp. 2
Smilacaeceae Smilax aff. floribunda Desv. ex Ham.
Smilacaceae Smilax spinosa Mill.
Smilax sp.

Zingiberaceae Renealmia alpinia (Rottb.) Maas

Helechos Aspleniaceae Asplenium auritum Sw.

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 417
Athyriaceae Diplazium macrophyllum Desv.
Diplazium sp. 1-sp. 2
Blechnaceae Blechnum sp.
Cyatheaceae Cyathea caracasana (Klotzsch) Domin
Cyathea meridensis H. Karst.
Cyathea sp.
Davalliaceae Nephrolepis cordifolia (L.) C. Presl

Dennstaedtiaceae Dennstaedtia sp.

Dryopteridaceae Ctenitis sp.


Elaphoglossum cuspidatum (Willd.) T. Moore
Elaphoglossum sp. 1-sp. 2
Lastreopsis effusa (Sw.) Tindale
Olfersia cervina (L.) Kunze
Polystichum sp. 1-sp. 3
Hymenophyllaceae Hymenophyllum aff. lindenii Hook.
Hymenophyllum polyanthos (Sw.) Sw.
Lindsaeaceae Lindsaea lancea (L.) Bedd.
Marattiaceae Danaea nodosa (L.) Sm.
Campyloneurum aff. amphostenon (Kunze ex
Polypodiaceae Klotzsch) Fée
Campyloneurum phyllitidis (L.) C. Presl
Campyloneurum repens (Aubl.) C. Presl
Campyloneurum sp.
Pecluma sp.
Pleopeltis buchtienii (H. Christ & Rosenst.) A.R. Sm.
Pleopeltis macrocarpa (Bory ex Willd.) Kaulf.
Pleopeltis sp
Serpocaulon aff. adnatum (Kunze ex Klotzsch) A.R.
Sm.
Serpocaulon levigatum (Cav.) A.R. Sm.
Serpocaulon sp.
Terpsichore sp.
Pteridaceae Pteris altissima Poir.
Pteris deflexa Link
Selaginellaceae Selaginella aff. diffusa (C. Presl) Spring
Selaginella haematodes (Kunze) Spring
Selaginella sp.
Draconopteris draconoptera (D.C. Eaton) Li Bing
Tectariaceae Zhang & Liang Zhang

418 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Tectariaceae Tectaria incisa Cav.
Thelypteridaceae Thelypteris aff. gemmulifera (Hieron.) A.R. Sm.
Thelypteris aff. tristis (Kunze) R.M. Tryon
Thelypteris sp.

Especies de plantas vasculares en categoría de Preocupación Menor (LC) presentes en el área de estudio.

FAMILIA ESPECIE Nombre común


Apiaceae Sanicula liberta Cham. & Schltdl. No registra
Anthurium aff. formosum Schott Anturio
Anthurium aff. microspadix Schott Anturio
Araceae
Anthurium aff. nigrescens Engl. Anturio
Anthurium cf. scandens (Aubl.) Engl. Anturio
Chamaedorea pinnatifrons (Jacq.) Oerst. Sampablo
Arecaceae Geonoma interrupta (Ruiz & Pav.) Mart. Palma blanca
Dictyocaryum lamarckianum (Mart.) H.Wendl. Palma perula
Begonia urticae L. f. No registra
Begoniaceae
Begonia aff. fischeri Schrank No registra
Bignoniaceae Handroanthus chrysanthus (Jacq.) S.O.Grose No registra
Aechmea veitchii Baker Piñuela
Bromeliaceae
Tillandsia denudata André Guiche
Clusiaceae Clusia multiflora Kunth Gaque
Commelinaceae Tradescantia zanonia (L.) Sw. No registra
Gurania cf. lobata (L.) Pruski No registra
Cucurbitaceae
Sicydium cf. tamnifolium (Kunth) Cogn. No registra
Cyclanthaceae Cyclanthus aff. bipartitus A.Rich. Cola de Pato
Elaeocarpaceae Sloanea aff. brevispina Earle Sm. No registra
Acalypha diversifolia Jacq. Juanita
Euphorbiaceae
Acalypha macrostachya Jacq. No registra
Fabaceae Erythrina edulis Triana ex Micheli Balú, fríjol nopás, nopás, jite
Hypericaceae Vismia aff. baccifera (L.) Triana & Planch. Puntelanza, manchador o carate
Melastomataceae Miconia neomicrantha Judd & Skean No registra
Meliaceae Guarea kunthiana A. Juss. Guamarón
Metteniusaceae Calatola cf. costaricensis Standl. No registra
Passiflora capsularis L. No registra
Passiflora aff. alnifolia Kunth No registra
Passifloraceae
Passiflora aff. arborea Spreng. No registra
Passiflora aff. sphaerocarpa Triana & Planch. No registra
Peperomia aff. glabella (Sw.) A. Dietr. No registra
Piperaceae Piper aff. aequale Vahl No registra
Piper aff. umbellatum L. No registra
Ranunculaceae Clematis cf. haenkeana C. Presl Zanca de guacharaca

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 419
Guettarda cf. crispiflora Vahl No registra
Notopleura cf. macrophylla (Ruiz & Pav.) C.M. No registra
Taylor
Rubiaceae Palicourea aff. demissa Standl. Cristal
Posoqueria cf. latifolia (Rudge) Schult. Dicharachero
Psychotria aff. deflexa DC. No registra
Salicaceae Tetrathylacium macrophyllum Poep. No registra
Cecropia telenitida Cuatrec. Yarumo
Urticaceae Cecropia angustifolia Trécul Yarumo
Urera aff. baccifera (L.) Gaudich. ex Wedd. No registra
Verbenaceae Lantana urticifolia Mill. No registra
Zingiberaceae Renealmia alpinia (Rottb.) Maas Platanillo

AVES
FAMILIA ESPECIE NOMBRE COMÚN
Cracidae Ortalis columbiana Guacharaca colombiana
Leptotila verreauxi Tórtola colipinta
Columbidae
Zentrygon linearis Paloma-perdiz cariblanca
Piaya cayana Cuco ardilla común
Cuculidae
Crotophaga ani Garrapatero común
Eutoxeres aquila Colibrí pico de hoz
Phaethornis guy Ermitaño verde
Trochilidae Coeligena prunellei Inca negro
Heliodoxa jacula Diamante frentiverde
Thalurania colombica Ninfa coroniazul
Accipitridae Rupornis magnirostris Gavilán caminero
Strigidae Megascops choliba Currucutú
Bucconidae Malacoptila mystacalis Bigotudo canoso
Capitonidae Capito hypoleucus Torito capiblanco
Aulacorhynchus prasinus Tucancito esmeralda
Ramphastidae
Pteroglossus torquatus Pichí bandeado
Picumnus olivaceus Carpinterito oliváceo
Picidae
Campephilus pollens Carpintero gigante
Herpetotheres cachinnans Halcón reidor
Falconidae
Falco sparverius Cernícalo americano
Psittacidae Pionus chalcopterus Cotorra maicera
Myrmotherula schisticolor Hormiguerito pizarroso
Thamnophilidae Cercomacroides tyrannina Hormiguero negruzco
Hafferia immaculata Hormiguero inmaculado oriental

420 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Xiphorhynchus triangularis Trepatroncos oliváceo
Furnariidae Thripadectes virgaticeps Hojarasquero estriado
Premnoplex brunnescens Corretroncos barranquero
Mionectes olivaceus Atrapamoscas oliváceo
Myiotriccus ornatus Atrapamoscas ornado
Tyrannidae Lophotriccus pileatus Tiranuelo crestibarrado
Platyrinchus mystaceus Picoplano pico de pala crestiamarillo
Myiarchus tuberculifer Atrapamoscas cabecinegro
Troglodytes aedon Cucarachero común
Pheugopedius spadix Cucarachero cabecinegro
Troglodytidae
Pheugopedius mystacalis Cucarachero bigotudo Andino
Henicorhina leucophrys Cucarachero pechigrís
Catharus ustulatus Zorzal buchipecoso
Turdidae
Turdus ignobilis Mirla embarradora
Tachyphonus luctuosus Parlotero aliblanco
Ramphocelus dimidiatus Toche pico de plata
Thraupis episcopus Azulejo común
Stilpnia cyanicollis Tangara real
Tangara arthus Tangara dorada
Tangara gyrola Tangara cabecirrufa
Thraupidae Sporophila minuta Espiguero ladrillo
Sporophila funerea Arrocero piquigrueso
Sporophila nigricollis Espiguero
Tiaris olivaceus Semillero cariamarillo
Zonotrichia capensis Gorrión copetón
Arremon brunneinucha Gorrión montes collarejo
Atlapetes albofrenatus Gorrión montes bigotudo
Habia gutturalis Habia ahumada
Cardinalidae
Cyanoloxia cyanoides Azulón silvícola
Leiothlypis peregrina Reinita verderona
Parulidae Oporornis agilis Reinita pechigris
Cardellina canadensis Reinita de Canadá
Icteridae Psarocolius decumanus Oropéndola crestada
Fringillidae Euphonia xanthogaster Euphonia buchinaranja

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 421
MAMÍFEROS
FAMILIA ESPECIE NOMBRE COMÚN
Didelphis marsupialis Chucha común
Didelphidae
Didelphis pernigra Chucha orejiblanca, chucha de páramo
Dasypodidae Dasypus novemcinctus Armadillo
Myrmecophagidae Tamandua mexicana Oso hormiguero, Rabopelao
Procyonidae Potos flavus Marteja, perro de monte
Mustelidae Mustela frenata Comadreja
Notosciurus granatensis Ardilla roja, Ardita
Sciuridae
Notosciurus pucheranii pucheranii Ardilla negra, Ardilla andina
Erethizontidae Coendou sp. Erizo, puercoespín
Dasyproctidae Dasyprocta punctata Ñeque
Heteromydae Heteromys australis Ratón bolsero austral
Rhipidomys latimanus Rata trepadora de pies anchos
Handleyomys alfaroi Ratón arrocero de Alfaro
Cricetidae
Nephelomys sp. Rata de bosque nublado
Microryzomys minutus Ratón arrocero diminuto
Leporidae Sylvilagus brasiliensis Conejo montuno
Artibeus lituratus Murciélago frutero grande
Carollia perspicillata Murciélago común de cola corta
Phyllostomidae Desmodus rotundus Murciélago chupasangre, vampiro
Anoura caudifer Murciélago longirostro con cola
Sturnira cf. lilium Murciélago pequeño de hombros amarillos
Myotis nigricans Murciélago vespertino negro
Vespertilionidae
Eptesicus brasiliensis Murciélago marrón brasileño

ANFIBIOS
Familia Especie
Bufonidae Rhinella horribillis
Aromobatidae Rheobates palmatus
Hyloscirtus palmeri
Hylidae Dendropsophus ebraccatus
Scinax sp.
Dendrobates truncatus
Dendrobatidae
Andinobates bombetes

422 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Pristimantis bicolor
Pristimantis taeniatus
Craugastoridae
Pristimantis miyatai
Pristimantis viejas
Hemiphractidae Cryptobatrachus fuhrmanni
Leptodactylidae Leptodactylus fragilis
Plethodontidae Bolitoglossa sp.

REPTILES
Familia Especie
Gymnophthalmidae Ptychoglossus bicolor
Sphaerodactylidae Lepidoblepharis colombianus
Anolis frenatus
Dactyloidae Anolis antonii
Anolis tolimensis
Dipsadidae Clelia clelia
Chironius monticola
Dendrophidion bivittatus
Dipsas pratti
Erythrolamprus bizonus
Erytholamprus epinephelus
Imantodes cenchoa
Colubridae
Lampropeltis triangulum
Leptodeira septentrionalis
Ninia atrata
Pseustes shropshirei
Spilotes pullatus
Tantilla melanocephala
Elapidae Micrurus mipartitus
Viperidae Bothrops asper

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 423
ESCARABAJOS
Tribu Especie
Cryptocanthon sp.1
Genieridium medinae (Vaz-de-Mello, 2008)
Ateuchini
Uroxys sp. 10H (Codificación IAvH)
Uroxys sp. 17H (Codificación IAvH)
Canthidium sp. 10H (Codificación IAvH)
Canthidium sp. 27H (Codificación IAvH)
Coprini
Dichotomius satanas(Harold, 1867)
Ontherus sp. 1
Canthon sp. 18H (Codificación IAvH)
Canthon sp. 19H (Codificación IAvH)
Deltochilum luederwaldti (Pereira y D'Andretta, 1955)
Deltochilini
Deltochilum sp. 22H (Codificación IAvH)
Deltochilum sp. 23H (Codificación IAvH)
Scybalocanthon sp. 1
Eurysternus caribaeus (Herbst, 1789)
Eurysternini
Eurysternus marmoreus(Castelnau, 1840)
Onthophagus curvicornis(Latreille, 1812)
Onthophagini
Onthophagus sp. 09H (Codificación IAvH)
Coprophanaeus ohausi (Baltazar, 1666)
Phanaeini
Phanaeus meleagris(Blanchard, 1846)

MARIPOSAS
Familia Especie
Hesperidae Urbanus teleus (Hübner, 1821)
Urbanus dorantes (Stoll, 1790)
Astraptes alector alector (C. Felder & R. Felder, 1867)
Autochton longipennis (Plötz, 1882)
Theagenes albiplaga (C. Felder & R. Felder, 1867)
Potamanaxas paphos (Evans, 1953)
Sostrata grippa (Evans, 1953)
Cyclosemia anastomosis (Mabille, 1878)
Celaenorrhinus eligius (Stoll, 1781)
Lycaenidae Micandra platyptera (C. Felder & R. Felder, 1865)
Ostrinotes purpuriticus (H. Druce, 1907)
Laothus cockaynei (Goodson, 1945)
Ocaria calesia (Hewitson, 1870)

424 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER
Nymphalidae Diaethria clymena marchalii (Guérin-Méneville, 1844)
Dynamine setabis setabis (E. Doubleday, 1849)
Epiphile chrysites chrysites (Latreille, 1809)
Archaeoprepona amphimachus amphiktion (Fruhstorfer, 1916)
Archaeoprepona demophoon (Hübner, 1814)
Memphis pseudiphis (Staudinger, 1887)
Marpesia zerynthia dentigera(Fruhstorfer, 1907)
Hyposcada virginiana (Hewitson, 1855)
Mechanitis menapis (Hewitson, 1855)
Mechanitis menapis menapis (Hewitson, 1855)
Oleria makrena (Hewitson, 1854)
Ithomia diasia diasia (Hewitson, 1854)
Greta andromica (Hewitson, 1855)
Oleria fumata (Haensch, 1905)
Elzunia humboldt bomplandii (Guérin-Méneville, 1844)
Eutresis hypereia hypereia (E. Doubleday, 1847)
Danaus plexippus (Linnaeus, 1758)
Mechanitis polymnia (Linnaeus, 1758)
Heliconius charithonia (Linnaeus, 1767)
Heliconius eleuchia eleuchia (Hewitson, 1854)
Heliconius cydno (E. Doubleday, 1847)
Heliconius clysonymus (Latreille, 1817)
Heliconius hecalesia hecalesia (Hewitson, 1854)
Dione moneta (Hübner, 1825)
Eueides procula (E. Doubleday, 1847)
Altinote stratonice (Latreille, 1813)
Abananote hylonome hylonome (E. Doubleday, 1844)
Adelpha ethelda zalmona (Hewitson, 1871)
Adelpha leucophthalma leucophthalma (Latreille, 1809)
Adelpha zina zina (Hewitson, 1867)
Adelpha alala (Hewitson, 1847)
Hypanartia trimaculata trimaculata (Willmott, Hall & Lamas, 2001)
Hypanartia lethe lethe (Fabricius, 1793)
Siproeta epaphus epaphus (Latreille, 1813)
Eresia ithomioides anomala (Higgins, 1981)
Eresia polina (Hewitson, 1852)
Eresia datis margaretha (Hewitson, 1872)
Eresia ithomioides ithomioides (Hewitson, 1864)
Tegosa anieta (Hewitson, 1864)

LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER | 425
Anartia amathea (Linnaeus.1758)
Eretris calisto (C. Felder & R. Felder, 1867)
Oressinoma typhla (Doubleday, 1849)
Oxeoschistus simplex simplex (A. Butler, 1868)
Hermeuptychia harmonia (A. Butler, 1867)
Hermeuptychia hermes (Fabricius, 1775)
Magneuptychia alcinoe (C. Felder & R. Felder, 1867)
Cissia pompilia (C. Felder & R. Felder, 1867)
Euptychoides laccine (C. Felder & R. Felder, 1867)
Magneuptychia alcinoe (C. Felder & R. Felder, 1867)
Pareuptychia ocirrhoe (Fabricius, 1776)
Pseudohaetera hypaesia (Hewitson, 1854)
Caligo illioneus (Cramer, 1775)
Caligo prometheus prometheus (Kollar, 1850)
Opsiphanes cassina (C. Felder & R. Felder, 1862)
Taygetis chrysogone (E. Doubleday, 1849)
Pronophila unifasciata bogotensis (Jurriaanse, 1926)
Corderopedaliodes corderoi corderoi (Dognin, 1893)
Euptychia westwoodi (A. Butler, 1867)
Papilionidae Heraclides thoas nealces (Rothschild & Jordan, 1906)
Parides erithalion (Boisduval, 1836)
Eurytides columbus (Kollar, 1850)
Pieridae Pyrisitia limbia (C. Felder & R. Felder, 1861)
Eurema xantochlora xantochlora (Kollar, 1850)
Lieinix nemesis nemesis (Latreille, 1813)
Dismorphia zathoe zathoe (Hewitson, 1858)
Pseudopieris nehemia luisa (Lamas, 1979)
Dismorphia crisia fedora (Lucas, 1852)
Leptophobia eleusis eleusis (Lucas, 1852)
Pieriballia viardi locusta (C. Felder & R. Felder, 1861)
Catasticta prioneris (Hopffer, 1874)
Archonias brassolis (Fabricius, 1776)
Melete leucanthe leucanthe (C. Felder & R. Felder, 1861)
Riodinidae Leucochimona vestalis (H. Bates, 1865)
Eurybia donna (C. Felder & R. Felder, 1862)
Charis anius (Cramer, 1776)
Mesosemia mevania mevania (Hewitson, 1857)
Hermathena candidata columba (Stichel, 1910)

426 | LA VIDA EN UN FRAGMENTO DE BOSQUE EN LAS ROCAS: UNA MUESTRA DE LA DIVERSIDAD ANDINA EN BOLÍVAR, SANTANDER

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